15. FLYING AND DISCUSSIONS


15. VOLANDO Y DISCUSIONES 


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Mel no podía mentir, desde aquella charla tan profunda con el profesor Remus no podía verlo de la misma manera.

Habían hablado de sus años en Hogwarts. Cómo había lidiado con las noches de luna llena al internarse en la casa de los gritos desde que la luna salía hasta que lograba meterse; como trato de cubrir ese secreto que eventualmente sus mejores amigos lo descubrieron y a pesar de eso siguieron a su lado; le contó la forma en la que se divertía y se escapaban cada que podían para ir a Hogsmeade.

Mel por su parte le contó de sus años en las diversas escuelas que ha cursado; le contó de los amigos que tiene en Francia, lo mucho que odia Durmstrang (aunque sin entrar en detalles), las maravillas que esconde Castelobruxo y como solía divertirse al aire libre; le contó de Ilvermorny y aseguró que Hogwarts es mejor que ese castillo y por último concluyó hablando de Uagadou, la escuela que más extraña.

Había sido lindo.

Remus no había tenido una charla tan amena desde hace muchos años y Mel se sentía bastante relajada al hablar con Remus de su amor por las criaturas.

Y aunque ese día parecía perfecto, en cuanto Mel salió rumbo al Gran Comedor para dejar descansar a Remus y estar presente en la cena, se topó con sus Hufflepuffs favoritos que le tenían dos noticias de lo sucedido en el partido.

—¿Cuál quieres primero? —le preguntó Ben balanceándose sobre sus talones.

—La buena y luego la mala —respondió Mel.

—La buena es que gano Hufflepuff —carraspeo Alan.

—No se ven muy feli...

—La mala es que a Potter lo atacaron los dementores...

—¿¡QUE LE ATACARON QUÉ?! —exclamó Mel abriendo los ojos.

—Aja, dementores, en plural —suspiró Ben.

—Dumbledore estaba furioso, nunca lo había visto así —confesó Alan—, suele ser un director bastante relajado, muy cool para ser tan viejo...

—¡Alan!

—... pero parecía que escupía fuego...

—Ay no, pobre Harry —susurró Mel.

—Ese niño está maldito...

—¡ALAN!

—No me grites —gruño Alan mirando a Ben con enojo—, es en serio, desde que ha llegado al castillo siempre su vida peligra —alzó los hombros con una mueca—. Solo espero que no muera en su último año o que se...

—¡Por el amor de Merlín Alan, cierra el pico! —lloriqueó Ben—. Es solo un niño, tiene mala suerte...

—Creo que iré a verlo —dijo Mel con una mueca—. Digo, no soy su amiga, pero... los dementores no son nada lindo...

—Bueno, yo tengo hambre —suspiró Alan.

—En serio amigo, ¿tú tienes corazón? —preguntó Ben con una mueca.

—Claro que sí, apagado y dormido, pero tengo —aclaró sonriendo.

—Nos vemos, iré a ver a Potter —Mel ondeó su mano y dando brincos se dirigió rumbo a la enfermería.

Afortunadamente, Potter está solo y despierto.

—Hola niño mata basiliscos —saludó con una sonrisa amigable.

—En serio tienes que dejar de llamarme así y... no soy un niño —murmuró ligeramente molesto.

—¿Niña? —bromeo con una sonrisa ladeada.

—Scamander —gruñó Harry.

Mel soltó una risita y tomó asiento en la silla—. Vamos Harry, eres muy joven para vivir amargado...

—Bueno, por si no te llego la noticia, dementores trataron de atacarme —se cruzó de brazos soltando un suspiro y Mel ladeo una mueca.

—Me enteré, siento lo de los dementores —dijo estirando su mano para acariciar el brazo de Harry quien lo miro un poco curioso—, son horribles, en serio, aún recuerdo la primera vez que los vi...

—¿Qué edad tenías? —curioseo.

—Diez años —respondió—, duré encerrada en la tienda de acampar por tres días —dijo con una pequeña sonrisa ladeada.

—¿Estaban de excursión?

—Oh no, estábamos en una misión de rescate —aclaró—. Los dementores suelen habitar islas, bosques o lugares oscuros y sucios—Mel soltó un suspiró—, fuimos a una isla a rescatar un Ironbelly Ucraniano...

—¿Qué es eso? —susurró Harry.

—Un dragón, de los más peligrosos —especificó—, muy lindos —dijo mostrando una sonrisa radiante.

—¿Y por qué había dementores?

—Porque era una isla vacía. Sola. No había ni siquiera una planta viva... el dragón estaba lastimado, teníamos que llevarlo a un santuario y bueno...

—¿Estuviste tres días rodeada de dementores? —preguntó sin poder creerlo.

—Algo así, había patronus por todos lados.

—Patronus, ¿qué es eso? —indagó sentándose.

—Oh, el encantamiento Patronus Harry es uno de los más poderosos que existe —comentó con una sonrisa—. Puedes repeler a cualquier dementor o lethifolds al conjurar un patronus...

—¿Y cómo es? ¿Sabes hacerlo? —preguntó interesado.

—Bueno, puede ser un patronus corpóreo o salir como forma de luz plateada —respondió—, y sí, lo se hace hacer...

—¿Puedo verlo? —indagó abriendo sus ojos.

—Claro, ¿por qué no? —Mel ladeo una sonrisa, se paró lentamente y de su cinturón tomo su varita, pero antes de que pudiera pronunciar palabra alguna la voz de la sanadora Pomfrey le interrumpió.

—¡Potter! ¿Qué haces despierto?

El chico se dejó caer de golpe en la cama y fingió estar dormido causando que Mel comenzara a reír. La sanadora Pomfrey miro achinando los ojos al chico y luego a Mel.

—Señorita Scamander la hora de visitas terminó...

—Oh, bien —la Ravenclaw soltó una risita nuevamente y despeinó el cabello de Harry—. Hablamos después niño mata basiliscos...

—De acuerdo niña conquista hipogrifos —Mel soltó una carcajada ante eso y ondeó su mano en forma de despedida.

Bueno, quizá así podía hacerse amiga de Harry y por fin le diría donde se encuentra la cámara de los secretos para poder tomar algo de piel de basilisco. Sus padre y su tío abuelo Newt estarán fascinados.


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Mel quería hablar con Harry para poder enseñarle su patronus y también hablarle un poco más de los dementores, pero el trimestre terminará en unas semanas y los profesores se han puesto aún más exigente con los deberes con los alumnos de séptimo año porque sus EXTASIS serán en junio, ni siquiera tenía tiempo para ir a buscar a Blackie en el bosque prohibido ya que los profesores estaban metiendo demasiada presión en todos.

Especialmente Remus en Mel.

—Profesor, ya —suplicó Mel haciendo ojitos y cerrando su libro.

Remus quien tiene un aspecto cansado alzó una ceja viendo a Mel.

—Señorita Scamander solo lleva treinta minutos...

—Ya no puedo —dramatizo, estiró sus brazos sobre la mesa recostándose—, mi cerebro está cansado, están dejando muchos deberes y estoy chiquita —hizo un puchero, Remus no pudo contener la risa por eso.

—Se ve adorable haciendo eso —Mel alzo su cabeza e hizo un nuevo puchero.

—¿Me deja ir? —preguntó haciendo ojitos.

—Solo media hora más... —Mel lloriqueo.

—Profesor, tengo una idea —dijo de repente parándose de un brinco.

—¿Ah sí?

—¿Recuerda que perdí cuando no adivine su edad? —Remus achino un poco sus ojos.

—Claro, lo recuerdo —musitó curioso.

—No lo he llevado a volar en mi forma animaga... —una sonrisa se formó en el rostro de Remus—. ¿Qué dice si dejamos esto y nos vamos a volar? —se balanceo sobre sus talones y Remus suspiro.

—Demonios, eso suena mucho mejor que seguir esperando su pergamino sobre el fuego maldito —Mel dio brincos emocionada al ver como Remus se paraba del escritorio.

—¡Sí! Opino lo mismo, vamos, vamos —dijo con demasiado entusiasmo.

Salieron del aula a toda prisa. El cielo ya comienza a mostrar algunas estrellas y los pasillos se ven ya mucho más vacíos por obvios motivos.

—Amo volar en mi forma animaga, aunque desde que llegué no lo he hecho mucho —dijo mirando a Remus de reojo—, ¿alguna vez ha volado en un dragón?

—¿Está hablando en serio señorita Scamander? —Mel alzó los hombros de manera inocente y comenzó a reír—. No, por supuesto que nunca he volado en un dragón...

—Bueno, dentro de poco ya podrá decir que ha volado en un dragón —dijo con una sonrisa traviesa—. Por cierto, nos internaremos en el bosque, no habrá problema, ¿cierto?

—No por supuesto que no —dijo sonriendo.

—Espero ver a Blackie —susurró con emoción.

—¿Qué ha dicho? —preguntó curioso.

—Nada —canturreo con una pequeña sonrisa.

Atravesaron el bosque mientras Mel da brinquitos por delante de Remus, el joven profesor no podía evitar ver a la chica con una sonrisa ya que da vueltas mientras disfruta de la noche y la compañía de los árboles.

—Bien, este es un buen lugar —dijo al ver el claro—. Solo... disfrute, ¿entendido? —Remus asintió, Mel comenzó a dar un par de vueltas y se recostó en el piso.

Pero entonces, Mel se convirtió en el hermoso dragón Opaleye de las Antípodas del que todos hablaban en Hogwarts. Parpadeo un par de veces mirando a Remus quien con paso lento se acercó a ella.

Woo... eres impresionante —susurró acariciando con cuidado una de las alas.

Movió su ocio en dirección a Remus, soltó un poco de humo y volvió a mover su hocico hacia atrás, indicándole que subiera.

—Creo que debí preguntar si hay un área que no deba pisar —murmuró Remus subiendo con cuidado por el ala.

Mel soltó una especie de risa, escupiendo un poco de fuego color escarlata. Remus acarició las escamas iridiscentes con cuidado, soltando un suspiro fascinado.

En cuanto el dragón se paró en sus cuatro patas, Remus se tomó con cuidado de una de las púas blancas que tiene. Movió sus alas para comenzar a volar entre las ramas y árboles, maniobrando de manera perfecta.

Hasta salir del bosque y comenzar a volar sobre el lago negro.

Remus se recostó sin poder evitarlo, el aire es muy frío, pero aun así la piel del dragón es bastante cálida. El castillo nunca antes se había visto tan hermoso ante los ojos de Remus y quizá se deba al pequeño recorrido.

Pero no importa el motivo, porque es maravilloso.

No está volando rápido, en realidad lo está haciendo con calma. Sus alas permanecen abiertas y solo se doblan un poco para continuar en el aire. Dio vueltas por las montañas que rodean Hogwarts y de vez en cuando giraba de su hocico para tratar de ver a Remus.

Fue una hora de vuelo por los terrenos de Hogwarts, donde Remus acaricio con cuidado de la hermosa piel del dragón y admiro cada detalle que tiene, por lo que también descubrió ligeras cicatrices en su piel, causándole curiosidad.

En cuanto llegó nuevamente al claro del bosque, Remus se dejó resbalar por el ala del dragón. Los ojos avellana miran a Remus en espera de algo más, así sin pensarlo dos veces, caminó hasta quedar frente al rostro del dragón, la acarició con cuidado y deposito un beso en el puente de su nariz.

Mel soltó un pequeña llama de fuego haciendo que Remus comenzará a reír.

—Lo siento...

—No tiene nada de qué disculparse —respondió Mel en cuanto regresó a su forma humana, acomodo un poco su cabello y carraspeo—. ¿Qué le pareció?

—Increíble, fue impresionante —dijo bastante emocionado—, estaba caliente, digo, su piel, no es que estaba caliente, lo que digo es... es que el aire era frío —las mejillas de Remus se pusieron de un color rojo que le hacen competencia a las llamas de fuego que lanza Mel, quien comenzó a reír.

—Sí, lo entiendo —dijo soltando una risita, Remus llevó una mano a su nuca sin dejar de estar sonrojado—, la piel de los dragones es caliente, así que sí, suelo estar en esa temperatura también yo —aclaro mordiendo sus mejillas internamente.

—Claro —murmuró Remus, Mel soltó otra risilla traviesa sin poder evitarlo—. Bueno, será mejor que regresemos al castillo...

—¿Puedo? —Mel señaló el bosque—. Prometo no tardar —susurró.

Remus tomó aire y lo dejó salir viendo como Mel se balancea sobre sus talones.

—De acuerdo —musitó—, pero por favor tenga cuidado, ¿sí? —Mel asintió con su cabeza frenéticamente.

—Sí, sí, lo prometo —dijo dando brincos, sin pensarlo dos veces, comenzó a correr—. ¡Nos vemos mañana profesor!

Remus no respondió porque Mel comenzó a hacerse cada vez más y más pequeña hasta que desapareció de su visión, soltó un suspiro pesado sin poder esconder una sonrisa y negó con su cabeza lentamente.

—Ay Mel —susurró cerrando sus ojos.

Un crujido se escuchó detrás de él y con cuidado se dio la vuelta, saco su varita frunciendo el ceño y sin pronunciar palabra alguna una luz salió de la punta de su varita.

Pero no hay nada y los arbustos se ven vacíos.

Agito su cabeza borrando el pensamiento de Mel y con las manos en el bolsillo regresó nuevamente al castillo, siendo vigilado por un gran perro negro que parece estar sonriendo mientras menea su cola de un lado a otro.


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Son las nueve de la noche en el castillo de Hogwarts y se supone que debe estar desierto, pero Mel se encuentra acompañía de Ben, Alan y Oliver ya que están recolectando comida en las cocinas.

—A Blackie le gusta el pollo —dijo Mel pasándole un muslo de pollo a Alan que lo guardo en la mochila.

—Siempre quise un perro —admitió Oliver mordiendo una galleta—, cuando tenía cuatro años pedí uno...

—¿Y te lo dieron? —preguntó Ben.

—No, me dieron una escoba —respondió sonriente.

—¡Así que es culpa de tus padres! —exclamó Alan haciendo que Mel y Ben soltaran una carcajada.

—Bueno, de igual forma intentaré hablar con Dumbledore para que me deje quedarme a Blackie —dijo sonriendo y colgándose la mochila—, en serio que es un perro muy educado y parece que está sonriendo —de la túnica de Mel salió una pequeña rama verde chirriando—. No es un oso, Trinket —le aseguró mientras comenzaban a salir de las cocinas.

—Entonces, ¿cómo lo encontraste? —preguntó Alan.

—El me encontró a mí —respondió mirando a los pasillos, iba a tomar el camino equivocado, pero Ben y Oliver la tomaron de los brazos guiándola por el correcto.

—No entiendo como dices que conoces el bosque, pero no puedes aprenderte los corredores —comentó Ben divertido.

—Bueno, si estás perdido las formas de orientarse por el sol o por las estrellas son muy sencillas; aparte se reconocer árboles, no muros que son todos iguales —dijo palmeando un muro.

—Todos los árboles lucen igual para mí —admitió Oliver con el ceño fruncido.

—Ya veo que alguien reprobó herbología...

—¿A dónde creen que van? —los cuatro pararon en seco y se dieron la vuelta al mismo tiempo para encontrarse con un chico pelirrojo y pecas acompañado de Penélope, quien tiene el ceño ligeramente fruncido.

—Oh, vamos al... —pero Mel se vio interrumpida por Oliver.

—Eso no te importa Percy, metete en tus propios asuntos —Mel abrió sus ojos viendo a Oliver un poco sorprendida.

Usualmente el Gryffindor suele ser bastante agradable y entusiasta, solo lo había escuchado hablar así cuando hablaba de quidditch y estaba irritado, pero al parecer, el tal Percy también lo ponía irritado.

—Pues fíjate que sí me importa porque son las... —Percy comprobó su reloj—nueve con quince, el toque de queda ya paso y aparte, somos Premios Anuales.

—¿Qué es eso? —susurró Mel haciendo que Alan se diera un golpe en la frente.

—Ya te lo habíamos explicado —gruño a lo bajo Alan.

—No nos importa quienes son, tenemos cosas que hacer —respondió Oliver.

—No pueden ir al bosque prohibido —habló por primera vez Penelope, viendo a Mel.

—¿Iban para el bosque prohibido? ¿Acaso están dementes? —preguntó Percy.

—¿Tengo que responder la segunda pregunta? —preguntó Mel jugueteando con sus manos.

—No íbamos al bosque prohibido —dijo Alan frunciendo el ceño.

—¿Entonces a dónde iban? No los dejaremos ir hasta que hablen —informó Percy.

Oliver resoplo, camino al muro más cercano y se cruzó de brazos para ver a Percy con aspecto molesto.

—Podemos quedarnos aquí toda la noche —aseguró—, o se pueden ir a seguir besuqueando en algún aula vacía —dijo con ligera burla.

Penelope lo miro indignada—. Cuida tu boca, Wood.

—¿O que Clearwater? —le reto.

—Solo, déjennos ir —suplicó Mel haciendo ojitos—, no vamos al bosque, vamos... vamos a crear una revolución para... para salvar a los bowtruckles —musitó Mel.

—¿Qué? —preguntaron sin creerles Penelope y Percy.

—Sí, bowtruckles —asintió sonriente.

Trinket volvió a salir de su escondite, se balanceo en el brazo de Mel haciendo que soltará una risita.

—Mel no puedes tener un bowtruckle contigo —señalo Penelope.

—Bueno, Trinket tiene muy mala relación con los demás bowtruckles —comentó haciéndole cosquillitas—, no podía dejarlo solo —musitó.

—Sí, ahora sí nos permiten, tenemos que crear nuestro club —informó Alan con una sonrisa hipócrita en su rostro.

—No pueden hacerlo, para crear un club deben proponerlo a su jefe de casa quien le informará al director Dumbledore del club y después dará la aprobación.

—Merlín Percy, eres irritante —se quejó Oliver.

—A su sala común, ahora —dijo entre dientes Percy—, la de Hufflepuff está por allá, andando —ordenó a Alan y Ben.

Ben miro a Alan en busca de una respuesta, pero el chico solo se encuentra mirando con los ojos pequeños a Penelope.

—Andando Wood, Percy te escoltara a tu sala común.

—No necesito escolta, Clearwater —gruño Oliver.

Mel miro a Oliver quien en su rostro expresa coraje a la chica rubia y algo de recelo.

—Po-podemos tranquilizarnos, por favor —pidió Mel con voz calmada y muy baja, apenas audible.

—¿Qué está pasando aquí? —los cuatro giraron sus cabezas al pasillo de la izquierda para ver a Remus quien tiene una ceja alzada.

—Ah, profesor Lupin —Percy miro con una sonrisa triunfante a los cuatro amigos—, Wood, Greshman, Hale y Scamander tenían planeado ir al bosque prohibido...

—¡Eso no es cierto!

—¡Te voy a ahorcar mientras duermas!

—¡Claro que no!

Remus miro a los tres chicos que replicaron y luego a Mel que se balanceo sobre sus talones con una mirada bastante inocente.

—Si me permiten, yo hablaré con los cuatro —informó Remus a Penelope y Percy—, pueden seguir con su ronda de Premios Anuales...

—De acuerdo —gruñó Percy nada convencido.

Los dos se fueron de ahí y Remus se asomó un poco por el pasillo para confirmar que sí se habían ido. Una vez solo con los cuatro ahí los miro con una ceja alzada.

—¿Qué planean hacer? —indagó.

—Profesor es mi culpa —dijo rápidamente—, ellos solo trataban de ayudarme, si van a castigar a alguien debe ser a mí —agregó, pero estaba hablando tan apresurado que apenas y podían entenderle.

—Señorita Scamander.

—... es que Blackie está hambriento y queríamos llevarle algo de pollito y pan para que pudiera alimentarse...

—Señorita Scamander.

—... Ben y Alan decidieron ayudarme para conocerlo y cuando Oliver se enteró quiso venir porque siempre ha querido un perrito, pero en lugar de eso sus padres le dieron una escoba...

—¡Señorita Scamander! —la chica dio un brinco viendo a Remus, quien tiene una sonrisa divertida.

Sus tres amigos están apretando sus labios para no reír debido al sonrojo de Mel.

—No voy a castigar a nadie —aseguró.

—¿Ah no? —preguntaron los tres chicos completamente sorprendidos.

—No —respondió—, digo... están aquí y no en el bosque prohibido, sería muy tonto si los castigará por eso —señalo.

Ben, Alan y Oliver se miraron un tanto emocionados y curiosos, Mel solo parpadeo varias veces.

—Bueno... —agregó—, quizá la señorita Scamander si tenga que ayudar con el papeleo de los profesores que han dado Defensa Contra las Artes Oscuras...

—Ay no —susurró cerrando sus ojos—, pero, pero...

—Claramente usted y yo ya habíamos tenido una conversación sobre dejar de buscar a Blackie —murmuró viéndola con una ceja alzada.

Mel soltó un suspiró y jugueteo con sus manos.

—Por cierto, ¿qué llevan en la mochila? —curioseo.

—Comida —respondieron los cuatro.

Remus soltó una risilla y negó con su cabeza—. Será mejor que la regresen a las cocinas, no me quiero ni imaginar cómo se pondrá Pitts cuando vea que le hace falta pollo...

Los escolto a las cocinas, donde regresaron todo a su lugar para después salir de ahí; guiándolos, Remus acompañó a Ben y Alan hasta la entrada de la sala común de Hufflepuff, quienes bailaron al ritmo de los barriles y al ingresar miro a Oliver y a Mel.

—Por favor —pidió haciendo un ademan de manos.

Ambos comenzaron a caminar por delante del profesor.

—¿No te agrada Percy? —preguntó Mel en voz baja a Oliver mientras subían por las escaleras.

Nop —carraspeo y ladeo una mueca.

—¿Es muy odioso siempre? —curioseo.

—No era así... bueno, no del todo —comentó cruzándose de brazos—, antes solíamos ser los cuatro todo el tiempo...

—Espera, dices... ¿dices que, tu, Ben y Alan eran amigos de Percy? —Oliver asintió con su cabeza.

—Sí, así es —respondió soltando un suspiro.

—¿Y qué pasó? —curioseo Mel.

—Se hizo Prefecto en quinto año, comenzó a volverse odioso y quería regañarnos por todo lo que hacíamos —suspiró con una mueca—, solíamos escaparnos por las noches para ir a volar al campo de quidditch —admitió, Oliver aparentemente recordó que Remus iba detrás de ellos y se giró para ver al profesor.

—De mi boca no saldrá nada —aseguró con una sonrisilla, haciendo que Oliver ladeara su sonrisa.

—¿Percy también iba con ustedes? —preguntó Mel un tanto sorprendida. 

—Sí, aunque a veces solo me... nos acompañaba y se ponía a leer —Oliver frunció ligeramente el ceño y giró su rostro sintiéndose avergonzado.

—Es una lástima que se haya vuelto tan...

—¿Irritante? —Mel asintió con una mueca—. Aspira a tener un puesto importante en El Ministerio, pero todo el tiempo se comporta igual y es jodidamente estresante —admitió—, digo, yo aspiro ser jugador de quidditch, pero también sé que tengo que divertirme porque tengo 17 años...

—Hey, yo tengo 20 años y no espero dejar de divertirme ni, aunque tenga 50 años —aseguró con una sonrisa—. Esta bien que quiera tener un gran puesto, pero tampoco hay que olvidar que solo hay una vida y tenemos que disfrutarla... 

—Eso es a lo que me refiero —suspiró Oliver.

—Esperemos que entienda que también a veces hay que romper las reglas para poder vivir plenamente —dijo Mel—, mira que yo llevo haciendo eso desde que tengo cinco años y creo que he vivido bien —Oliver comenzó a reír debido a eso—, en serio de vez en cuando vale la pena romper las reglas, sino yo no hubiese hecho eso no hubiese tenido el placer de conocer a Aragog.

—¿Qué es un Aragog? —preguntó Oliver con una ceja alzada.

—Oh, una hermosa acromántula vieja que vive en el bosque prohibido y tiene cientos de hijos...

—¿Qué hizo que señorita Scamander? —Mel abrió sus ojos para ver a Remus quien parece sorprendido.

—¿Qué hice? No hice nada —respondió con voz ligeramente aguda y dando brincos en los escalones para llegar más rápido.

—¡Es por el otro lado! —exclamaron Remus y Oliver al ver como tomaba el camino equivocado.

Mel volvió a pasar corriendo en dirección al camino correcto para llegar a la torre de Ravenclaw.




Nota de autora:

Aquí shippeamos a perciver ok?

Eu no puedo dejar de imaginarme a Percy fingiendo que lee mientras está viendo a Oliver volando en la noche con una sonrisa en su rostro, ayyyyy me duele todo, no me hablen ): 

PASENSE POR LA FIC DE PERCIVER CONECTADA CON CURE, SE LLAMA NIGHTS Y ESTA EN MI PERFIL!¡

Lots of love, Cici x


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