xv. black lake
15. lago negro
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Winifred se levantó muy temprano por culpa de los gritos de Amelia al quejarse por tener que bañarse con el método de conjuración del agua, la pelirroja tuvo que esconderse debajo de sus sábanas mientras que la chica maldecía y mencionaba hasta de lo que moriría Sirius Black por hacer tal broma estúpida.
—Ahora entiendo por qué Amelia toma baños por la mañana —dijo Tamara un poco asustada.
Si bien, Amelia puede ser un sol, también es el mismo Hades cuando está molesta.
—Claro, las sales y aromas la tranquilizan —murmuró Winifred asomando un poco su cabeza.
—¡¡LLÉNATE ESTUPIDA BAÑERA!! —Winifred chillo y regresó debajo de sus sábanas mientras que Tamara soltaba risas—. ¡Aguamenti! ¡Aguamenti! ¡Ay Black espero se te caiga todo el cabello! —exclamó molesta.
—Creo que iré antes de que...
—¡AY! ¡ESTA FRÍA!
Winifred no termino de explicar a donde iría, ella solo salió corriendo de su habitación. Por los cinco años que llevaba compartiendo habitación con ella sabía que debía dejarla sola para que se le pasara el enojo.
Los Bones tienen un temperamento bastante peculiar, en especial Amelia.
No le importo andar en bata por el castillo con sus pantuflas de unicornio, la chica iba saludando a todos con una sonrisa cuando recordó que no había tenido tiempo de lavar su rostro, así que camino hacia los baños de chicas y tras conjurar agua se dio una rápida garrita de escarbato.
Una vez limpia continuó con su camino al Gran Comedor, donde saludó a varios amigos. La joven tuvo que aguantar sus ganas de correr hacia Frank y Alice, que se encuentran reunidos con Lily y Remus; aunque no tenía planeado irse con ellos, Frank levantó su mano haciéndole señas para que se acercará a ellos.
—Linda pijama —dijo Alice sonriendo.
—Gracias —ella dio una inclinación haciendo reír a los Gryffindor—. ¿Cómo están? ¿Qué tal les va con la falta de agua? —curioseo tomando asiento al lado de Lily.
—Terrible —confesó Frank—. Lo había olvidado por completo. Me levanté dispuesto a tomar una ducha y si Jackson no me hubiese gritado que no me bañara ya estaría apestando a bomba fétida —murmuró negando lentamente.
—Mis compañeras de cuarto están colapsando —comentó Alice alzando los hombros—. A mí en realidad me parece muy divertido —dijo soltando una risilla—. No sé quién hizo eso, pero... son unos genios.
Remus tuvo que morderse su lengua para no agradecer ante el cumplido.
—Sí, ni idea de quienes fueron —dijo Lily, que rodó los ojos viendo a Remus.
—A mí no me mires, ya escuchaste a Alice —dijo el chico en su defensa—. Son unos genios —abrió los ojos tras decir eso y mordió su tostada de mermelada con mantequilla de maní.
Winifred se sirvió un poco de té para beberlo antes de hablar—. Pues, espero que lo arreglen pronto. Es divertido, pero... Amelia se pone irritante sin sus baños matutinos —explicó con una mueca—. Es muy linda persona, salvo cuando está enojada, ella es como el mismo diablo —aseguró.
—Cuanto lo siento, Cupido —dijo Frank con una mueca.
—Ah... también yo —murmuró—. Cómo sea... y... ustedes... —Winifred les miró sonriente, alzando y bajando las cejas mirando a Frank y Alice.
Frank ladeo una sonrisa entendiendo a lo que la chica se refería, Alice soltó una risita.
—Nosotros estamos saliendo...
—Oficialmente —concluyó Frank.
El grito de Winifred espanto hasta a las lechuzas y búhos que descansaban en la lechucería. La Hufflepuff hizo que algunos cubrieran sus oídos, sus chinos rebeldes se movieron de un lado a otro mientras daba brinquitos, haciendo que más de uno comenzara a reír.
Era normal ver a actuar así a Winifred, casi siempre sucedida cuando una de las parejas que tenía que juntar se juntaba.
Como Frank y Alice.
—¡Oh gracias, grandísimo cupido! —exclamó la joven abriendo los brazos, su varita sacó chispas rosadas y brinco la mesa para abrazar a Frank y Alice, quienes no contienen su risa al verla tan feliz—. Les juro que son hermosos juntos, ¡ay por favor invítenme a la boda! —rogo haciendo ojitos.
—¡Winnie! —exclamó Frank un tanto sonrojada.
—La primera en la lista, checked —Alice le guiño un ojo haciendo que diera brinquitos y aplaudiera.
—Ah... ¡pero que hermoso día! —exclamó emocionada.
Remus y Lily se miraron un tanto divertido. A veces Winifred solo decía que el día era hermoso cuando recibía alguna noticia romántica, como la de la relación de Alice y Frank.
—Si tienen hijos consideren el nombre de Winifred... Winifredo si es hombre —Frank escupió el jugo de naranja para comenzar a reír.
—Winnie, te aprecio... pero Winifredo no es un nombre que consideraría para un bebé —ella hizo un puchero, viéndose más adorable de lo que ya es.
El chico frente a ella de cicatrices tuvo que parpadear varias veces y desviar su mirada para no verse tan... estúpido.
—Winifred, ¿por qué carajos gritas? Se escuchó tu grito hasta el segundo piso —dijo Sirius llegando con ellos, con una mano en su oreja.
—Sí, quedé sordo —dramatizo Peter.
—Cuidado Colagusano, aquí el único dramático soy yo —advirtió Sirius tomando asiento al lado de Lily.
James tomó asiento al lado de Remus, con una mirada de enojo y por lo que Winifred noto un humor de mil dragones.
—Frank y Alice ya son novios, ¿ustedes lo sabían? Yo no lo sabía —dijo rápidamente.
—¡Felicidades! —exclamó Peter sonriente—. Ah, así que por eso tan acurrucados en la sala común...
—Pícaros —dijo Sirius guiñándoles un ojo—. Quiero estar invitado a la boda, me gustan las bodas —comentó sonriente.
—Felicidades —musitó James, sirviendo leche en un plato el cual observó por minutos.
—¿Estás bien? —preguntó confundido Frank.
—Sí —gruñó.
—Déjenlo, no ha tomado su ducha relajante para jalársela...
El contenido dentro del plato de cereal término en el rostro de Sirius, quien soltó un grito de completa indignación. Una pequeña sonrisa traviesa se asomó en el rostro de James.
—¡COMO TE ATREVES! —exclamó Sirius parándose de golpe.
—Peter, saca las gomitas —dijo emocionada Winifred—. Se viene una escena.
Peter rebusco en sus bolsos los paquetes de dulces de emergencia, los cuales suelen comer en caso de algún problema o drama como el que se avecina. Rápidamente le dio un paquete a Winifred quien lo abrió y tomó una gomita la cual se llevó a la boca, para observar el drama de Sirius y James.
—Pues tu iniciaste —respondió bastante tranquilo James—. Ah, creo que eso me ha relajado —confesó.
—¡MI BELLO ROSTRO!
—Nah, ni tanto —dijo restándole importancia—. Aquí entre nos me gusta más el de Remus.
—¡CON MI HOMBRE NO TE METAS! —exclamó furioso.
—No soy tu hombre —murmuró Remus con el ceño fruncido y una sonrisa burlona.
Sirius llevó una mano a su pecho—. Claro, ya, lo entiendo todo —dijo tomando asiento, se limpió el rostro con la servilleta que Alice le ofreció, la chica esta que no aguanta la risa—. Sus chicas están aquí y no quieren hacer el ridículo —Peter soltó una carcajada ante eso.
Lily frunció el ceño, mirando de muy mala manera a Sirius, pero Winifred ladeo la cabeza completamente confundida.
—¿Disculpa? —preguntó Lily un tanto ofendida—. No soy de nadie —comentó cruzándose de brazos.
—Sabes a lo que me refiero, Evans —comentó burlón.
—Ni yo sé a qué te refieres —resopló James, tratando de esconder un sonrojo.
—Nunca se ha que se refiere —aseguró Remus, quien mordió su tostada, nervioso.
—Siento la tensión sexual en este lugar —aseguró Alice, fingiendo tocar algo con sus manos.
Winifred alzó una ceja—. Espérense, ¿de qué estamos hablando? —los siete Gryffindor vieron a la Hufflepuff.
Ella en serio no estaba entendiendo nada.
—Siempre tan inocente —canturreo Sirius un tanto divertido—. ¿Te lo explico con ranas de chocolate y droobles?
—¿Explicarme qué? —curioseo con una ceja alzada.
—Ya sabes, la forma en la que se procrean los bebés...
—¡Sirius!
—¿Qué?
—¿¡Pero de qué rayos hablamos!? —exclamó llevando las manos a su cabeza, Frank fue el primero en comenzar a reír—. ¿No ibas a hacer más drama? Estas bajando de nivel, Sirius —murmuró.
—Oye, con mi drama no te metas —le advirtió—. Y... no, Jamesie me corto la inspiración —comentó cruzándose de brazos.
Lily solo rodó los ojos y Winifred miró a su amiga—. Lils, tú me vas a explicar, ¿verdad? —hizo ojitos, sonrió un poco y Lily carraspeo.
—Bueno, ¿supongo? —murmuró evitando el contacto visual con James.
—Hola, idiotas —saludó Mary llegando al lado de Winifred.
—Hola Mary —corearon todos, saludando a la chica que sonrió.
—Eso sonó increíble —Peter comenzó a olfatear y Winifred arrugó su nariz—. Sí, sí, me bañe...
—¡Pero Mary...!
—Ay, para mi mejor, voy a ir a la enfermería y seguro pasaré ahí todo el fin de semana —comentó alzando los hombros—. Quizá hasta pierda clases...
—Tú sí que estás demente —murmuró Frank.
—Confirmó —asintió la chica sonriente.
Winifred soltó un bostezo cubriendo su boca con sus manos, hizo un lado su plato y dejó posar su cabeza en la mesa, mirando de reojo, las manos de Remus, que se encuentran moviéndose un poco, como si estuviese nervioso.
—Tengo una idea —dijo de golpe Sirius, tras decir eso, Winifred levantó su cabeza—. Nos vemos en el lago en una hora...
—Pero Sirius, tengo la cita con...
—¡Sí en una hora! —le interrumpió James a Winifred, quien frunció el ceño.
—¿Qué? —preguntó confundida Mary.
—¡Reúnan a nuestros compas! —comentó el chico parándose y arrastrando su banquito, para salir corriendo.
—Sirius esta...
—Dañado, ajá.
💘
Nadie sabía a qué compas se refería Sirius cuando pidió que los reunieran en una hora en el lago negro, pero básicamente los merodeadores se habían juntado con su grupo más exclusivo de amigos. Donde se encontraban Marlene, Dorcas y Tamara hablando sentadas en un tronco; frente a ellas, sobre una manta estaban Lily y Amelia, ambas abrigadas puesto que aún está lo suficientemente frío como para que se les congelen las manos; Frank, Alice y los gemelos Prewett se encontraban sentados en el muelle, mientras hablaban de cómo pronto se encontrarían fuera de Hogwarts; los tres merodeadores y Winifred miraban a los alrededores en busca de Sirius.
Quien, por cierto, se encuentra corriendo por todos los pasillos del castillo, llamando la atención de hasta los cuadros, ya que solo viste un bañador y en su hombro va una toalla.
—¡Fiesta en el lago negro para bañarnos! —exclamó el chico.
Muchos lo miraron como si estuviera demente, el lago negro ya es muy frío y en esas fechas lo era más.
Pero todos conocían el nivel de locura de Sirius y no le importaba tanto.
Cuando los compas de Sirius notaron que el chico iba corriendo en su dirección, Alice, Frank y los gemelos se movieron rápidamente, permitiendo que Sirius tirara la toalla en el muelle y se aventara al lago soltando un grito grave y ronco.
—¡Sirius te vas a enfermar! —exclamó Dorcas cual madre preocupada.
—¡Vengan! ¡El agua está riquísima! —aseguró el chico, mojándose el rostro con una sonrisa.
—Masoquista que eres, ¿quién se baña con agua fría? —preguntó Amelia negando lentamente.
—¡VAMOS JAMESIE! —le animo Sirius desde el lago.
James no tuvo que pensarlo dos veces, el chico se quitó sus zapatos rápidamente y se deshizo de su camisa y su suéter de quidditch de un tirón, corrió el mismo recorrido de Sirius, arrojando sus anteojos al piso y terminó aventándose como bomba en el agua soltando un grito.
—¡Merlín! ¡Está congelada Sirius! —le reclamo James abrazándose, mientras que Sirius suelta carcajadas.
—Lo sé, ya no siento mi otra cabeza.
—¿Siempre tienes que ser tan explícito? —preguntó irritada Amelia.
—¡PUES SÍ! —respondió obvio—. ¡Vengan gallinas! —Sirius comenzó a hacer el sonido de las gallinas y James le imito.
—Qué falta de respeto —gruño Frank, el chico imitó a James, quedando en simple pantalón para aventarse al lago cual nadador profesional—. ¡Merlín y su varita! ¡Está congelado! —grito abrazándose, mientras que James y Sirius festejaban que se había animado.
—Y es por eso, damas y caballeros, que los hombres viven menos que las mujeres —señaló Lily a los chicos dentro del agua.
—A la de tres, gemelo —dijeron al mismo tiempo Gideon y Fabian.
—¡HEY QUÍTENSE LA ROPA PRIMERO! —exclamó Marlene aplaudiendo emocionada.
—¡Marlene!
—¿Qué? Si los gemelos están como quieren... —murmuró.
—¡Hey! —se quejó Winifred, mientras que los gemelos un tanto divertidos se quitaban de sus suéteres.
—La población de Hogwarts a partir de mañana será menos cinco —comentó Amelia rodando los ojos.
—Sí, una lástima Alice, quedarás viuda antes del matrimonio —bromeo Dorcas haciendo que la chica solo rodará los ojos divertida.
—Solo les va a dar gripe... quizá tos... y fiebre...
—Me suena a muerte —dramatizo Tamara.
—Pues... ¿a quién engaño? ¡La verdad es que muero por estar en agua limpia! —aseguró Marlene.
La chica fue más allá de solo quitarse la camisa y los zapatos. Quedó en ropa interior negra, causando que Sirius gritaba «mucha ropa, mucha ropa».
—¡Ni te emociones! ¡Soy lesbiana y no me gustan los penes! —chilló corriendo al muelle mientras se abraza para dar un brinco al lago.
—Morirán, todos —aseguró Amelia—. Eso llamo un lago de muertos —comentó rodando los ojos.
Pero pronto, más alumnos comenzaron a llegar, Winifred por más que veía divertido aquello estaba bastante cómoda sentada junto con Peter, con quien está compartiendo cromos y comiendo golosinas. Los chicos ya habían logrado convencer a Alice y a Dorcas de que se metieran al lago, pero el resto no estaba seguro de hacerlo.
—Soy muy enfermiza, si entro, me dará un ataque o moriré congelada —aseguró Tamara.
—¡Vamos Lily! —le gritaron Dorcas y Alice, a lo que ella negó con la cabeza, algo tímida.
—Diles que no sabes nadar —murmuró Remus rodando los ojos, al ver como las chicas seguían tratando de convencer que Lily se uniera a ellas al lago.
—No se los diré, ¿quieres que Sirius se burle de mi por no saber nadar? —preguntó rodando los ojos.
—Dile a James que te enseñe, su sueño frustrado es ser un tritón —comentó Remus un tanto divertido.
—¿En serio? —preguntó asombrada Lily.
—No le digas que te dije —dijo rápidamente, haciendo que la pelirroja soltará una risita.
—Tu secreto está a salvo conmigo —aseguró divertida.
James y Sirius salieron corriendo del lago, ambos se lanzaron sobre una de las pelirrojas y Winifred comenzó a patalear y a dar manotazos mientras que la cargaban al lago.
—¡NO! ¡NO! —chilló la chica, mientras que algunos reían ante las súplicas de la pelirroja—. ¡LOS GATITOS ODIAMOS EL AGUA! —dio un grito en cuanto los tres se lanzaron por el muelle y salió a la superficie soltando un grito—. ¡ESTÁ HELADA!
—¡Únete a los chicos grandes, hermanita! —corearon los gemelos lanzándose hacia su hermana.
—¡Lily-Flor primera advertencia! —exclamó Sirius.
Lily soltó un grito agudo. Remus se sintió un poco mal por su amiga y su extraña fobia a nadar, pero no pudo decirle nada porque la joven ya había tomado todo y se había ido corriendo mientras que Dorcas y Mary se carcajeaban en el lago.
Se escuchó un estornudo cual gatito y Remus alzó su cuello para ver a Winifred cubriendo de su nariz y su boca, mientras sus hermanos están burlándose de ella.
—Los odio a todos —aseguró abrazándose para nadar rumbo a la orilla del lago.
Se quitó sus zapatos, dejando caer el agua que se había metido en ellos, Remus rápidamente duplicó una de las toallas que tenía Sirius y casi tropezó para llegar hasta Winifred y envolverla en la toalla. La joven miró con las mejillas rojas y una sonrisa tímida a Remus.
—Gracias —musitó algo apenada.
—No es nada —susurró Remus sonriendo un poco.
—Vámonos bebita, voy a prepararte un baño caliente y un té —le dijo con dulzura Amelia, abrazando a Winifred para que entre en más calor.
—Ojalá Sirius se quede calvo.
—Merlín te escuche hermana, Merlín te escuche.
💘
Lamentablemente, Cupido no pudo atender sus citas por el resto del día ni del fin de semana, la chica estuvo tan enferma que tuvo que pasar la noche en la enfermería, debido a que había tomado una terrible gripe que la hacía temblar con cada pequeña ráfaga de viento que chocaba contra su cuerpo.
—Oye perdónanos —dijo James viendo a Winifred en la camilla de la enfermería.
Remus tiene sus brazos cruzados. No se encuentra para nada contento con James y Sirius, quienes, por cierto, atraparon un resfriado, están mocosos y soltando estornudos a cada minuto.
—Sí, solo nos qu... —Sirius se vio interrumpido cuando cerró sus ojos para soltar un ruidoso estornudo, el cual tomó por sorpresa a Winifred quien dio un brinco—... queríamos divertirnos —dijo llevándose una toallita a la nariz.
—Bien divertidos que están, ¿no? —comentó burlón Peter.
—Oh cállate Colagusano —bufó James.
—No se preocupen —aseguró Winifred con una mano en su cabeza—. Madame Pomfrey ya fue con el profesor Slughorn, están preparando más pociones, al parecer no soy la única enferma y la que tenían ya se terminó —cerró sus ojos al sentir una punzada en su cabeza y le dio un escalofrío.
—¿Podemos traerte algo para hacerte sentir mejor? —preguntó Remus algo preocupado.
—No...
De la entrada a la enfermería se escuchó una melodía, los cuatro merodeadores se giraron para ver a Lily, quien camina tarareando mientras carga una pequeña cazuela en sus manos. Ella paró en seco al ver a los merodeadores.
—Oh, los siento no sabía que tenías visita —comentó la chica.
—Vamos Evans, no mordemos —aseguró Sirius, haciendo un ademan con sus manos para que ella pueda acercarse a Winifred.
—Me enteré que el suministro de poción pimentónica se ha terminado y decidí traerte una sopa que te hará sentir mejor —Lily puso su mejor sonrisa, mostrando esos lindos y relucientes dientes blancos.
James se apoyó en Peter y sonrió bobamente.
—Muy acosador, actúa normal —le dijo entre dientes el más pequeño, haciendo que James rápidamente retomará su postura despreocupada.
—Oh, Lils, no te hubieras preocupado —comentó Winifred con una sonrisa.
—Anda, mamá hace esto cuando me siento mal y siempre funciona —aseguró—. Sirius si me das permiso...
—Claro, claro —el chico se movió para dejar que Lily se acercara a Winifred.
—No puedo oler nada, pero estoy seguro de que eso huele muy bien —aseguró James viendo la cazuelita.
—Huele exquisito —aseguró Peter.
—Si quieren, les puedo dar a ustedes dos —murmuró Lily a James y Sirius.
—¡Sería increíble! ¿Son remedios muggles? —preguntó interesado Sirius, a lo que Lily asintió con la cabeza—. Ou, James, tu futura esposa sabe de... —Sirius no pudo terminar, James le metió un codazo en el estómago que lo dejó sin aire—. Ay...
Lily tuvo que morder internamente sus mejillas para no lanzarle un hechizo al chico, Winifred apenas y pudo soltar una risita, pero con ayuda de Peter se llevó una cuchara de sopa a la boca y cerro sus ojos.
—Esto sabe... delicioso —susurró con una sonrisa.
—¿En serio? —preguntó con emoción Lily—. Oh, me alegra tanto —admitió balanceándose sobre sus talones—. Bueno, yo iré a la biblioteca...
—Mi sopita —se quejó Sirius.
—Y después haré su sopa —murmuró rodando los ojos.
—¡Genial! —Sirius alzó sus brazos con emoción—. ¿Oíste eso Cornamenta? Evans nos va a preparar sopita —dijo emocionado.
James iba a replicar, pero en cambio, cerró sus ojos y su cabeza se fue un poco hacia atrás para soltar un estornudo, menos ruidoso que el de Sirius, y un poco más agudo. Volvió a estornudar una vez más, seguida de otra vez. Remus rápidamente sacó un pañuelo para tendérselo a James quien lo tomó agradecido.
—Gracias Lunático —dijo algo mormado y pasando suavemente el pañuelo por su nariz.
—Creo que mejor iré a preparar la sopa —murmuró Lily viendo de reojo a James, quien ya tiene su nariz un poco roja—. Recupérate pronto, Winnie.
—Gracias Lily-Flor —dijo agradecida, mientras la pelirroja se veía caminando con las manos dentro de los bolsillos de su túnica.
—¿No es hermosa? —susurró James.
—¡Oh, James! —exclamó Winifred llevando sus manos a sus mejillas.
—¿Qué?
—¡No hablamos de ya-sabes-quien! —chillo.
—¿Por qué iban hablar del Mago Tenebroso? —preguntó confundido Peter.
James soltó una carcajada y negó para después estornudar, sorbió un poco los mocos en su nariz y cubrió su boca al volver estornudar.
—Íbamos a hablar de Lily-Flor —aclaró James divertido.
—Ah, eso tiene sentido —murmuró el menor.
—Así que... ¿ya vas a usar tu magia? —preguntó Sirius divertido.
—Sí, no soportaré ver a James volverse a comportar como idiota —admitió para después llevarse otra cucharada de sopa a la boca.
—Espera —dijo Remus confundido—. ¿Estás diciendo que vas a hacer que el alma de James se limpie y deje de ser idiota? —preguntó sorprendido.
—¡Hey! —se quejó el chico—. Mi alma es muy pura...
—Mmm, no creo —murmuró Peter.
—Me refiero a que deje de comportarse como idiota con Lily, tampoco hago milagros —comentó Winifred.
—¡HEY! —volvió a quejarse el chico, mientras los merodeadores comenzaban a reír.
—Pero ajá, en cuanto mejore Jamesie y yo tendremos una charla de niño a Cupido.
—No soy un niño...
—Claro que lo eres —aseguró Sirius—. No te preocupes, Jamesie, eres nuestro niño pequeño y te cuidaremos siempre.
—¡PERO NO SOY UN NIÑO!
Winifred no replicó, solo soltó una risita viendo a James hacer un berrinche mientras sus mejillas se inflan y tomaban un ligero color rosa. Claro que aunque James no era el más joven del grupo, era quien sin duda alguna todos consideraban el niño por sus cambios de humor ante situaciones cotidianas y lo infantil que suele comportarse.
Nuevo sueño desbloqueado: nadar en el lago negro au
Lots of love, Cici x
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