xiv. chaos, plans and... we want clean water!
14. caos, planes y... ¡queremos agua limpia!
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Las vacaciones ya habían terminado y Winifred se despidió de su madre dándole un fuerte abrazo, estaba claro que, a pesar de tener ese pequeño conflicto, Winifred le había perdonado, no es como si iba simplemente a ignorarla, es su madre, ella no podría hacer eso. Sin mencionar que, Molly y Billius se habían aparecido en la casa una vez que los gemelos se encargaron de informarles lo que había sucedido con su pequeña hermanita.
Molly parecía que echaba humo mientras que Bill y Charlie miraban todo escondidos desde el sillón, detrás de su abuelo.
Estaban de acuerdo en que su madre era la autoridad, pero ella no tenía por qué desalentar los sueños y deseos de su hija, y aunque Winifred agradecía que incluso su hermano se había tomado el tiempo de ir a decirle a su madre que no volviese a decirle esas horribles palabras ella ya estaba mejor.
Quizá en parte aquella carta donde Remus expresaba que la extrañaba a ella y a sus datos sobre el amor le había mejorado un mucho su estado de humor.
Y por fin volvería a ver a Remus y claro, a sus amigos.
Los hermanos Prewett ayudaron a su hermanita a subir su baúl al autobús noctambulo ya que era mucho más fácil llegar al castillo mediante ese transporte. Ondeo su mano una vez más, viendo a Charlie en los hombros de Arthur y a Bill dar brinquitos ondeando su mano con emoción. Winifred mando un beso a sus sobrinos que le imitaron y sonrió cuando de un jalón el autobús noctámbulo comenzó a andar.
Apenas y podía ver el paisaje a su alrededor, ¡apenas y podía escuchar sus pensamientos! Miró a sus hermanos, que soltaban carcajadas cada vez en las que Winifred se tenía que tomar con fuerza para no caer, claro que a ellos les parecía divertido, no había nada que a los gemelos no les pareciera divertido.
—¡Relájate Winnie! —dijo Fabian viendo a su hermanita—. ¡Ya casi llegamos!
—Espero llegar con vida —murmuró aferrándose a un poste en medio del autobús, mientras Gideon sacaba fotos del rostro de su hermana—. ¡Ya deja de tomar fotos!
—Se las mostraré a Sirius —dijo bastante orgulloso.
—Son odiosos —murmuró rodando los ojos.
Afortunadamente, llegaron a Hogsmeade cuando Winifred no podía soportar más estar aferrando del poste. Sacudió sus manos y se abrazó con fuerza de su abrigo debido al frío de Escocia y tiritando camino detrás de sus hermanos. Honey ya se había logrado esconder entre el cabello de la chica y su gorrito de lana color lila que le había dado su hermana como regalo de navidad, y soltando risitas ante los cánticos de sus hermanos llegó al castillo de Hogwarts.
—Ah, hogar dulce hogar —canturrearon los tres hermanos con una sonrisa.
Dejaron su equipaje en el Hall y Winifred ondeó su mano—. ¡Iré en busca de mis amigos!
—¿Cuál de todos? —preguntaron ambos confundido, pero ella no respondió porque se fue dando brinquitos.
Busco primero en el Gran Comedor, lugar donde encontró a Marlene, Lily, Amelia y Dorcas en la mesa de Gryffindor. La Hufflepuff se fue dando brinquitos hacia ella y beso las mejillas de sus amigas.
—Un beso en los labios hubiese estado mejor, pero ya qué —dijo Marlene rodando los ojos, causando que Winifred comenzara a reír.
—No quiero tener problemas luego —miró a Dorcas, quien rápidamente desvío su mirada un tanto sonrojada y Winifred sonrió—. ¿Qué tal las vacaciones? —preguntó sonriente.
—Increíble, fui a esquiar con mi familia —dijo Lily sonriendo—. Amo esquiar...
—Lily tu todo amas —le dijo Amelia divertida.
—Bueno, me gustan mucho las cosas que me mantengan activa —dijo alzando los hombros.
—Así que eres activa —curioseo Dorcas—. Espero a Potter le guste ser pasivo —Amelia escupió todo el té que estaba bebiendo, la carcajada de Winifred inundó las paredes del Gran Comedor, atrayendo las miradas de todos los que se encontraban ahí.
Como la de los merodeadores, por ejemplo, quienes justamente iban entrando.
—¡Mierda me queme horrible! —lloriqueo Amelia mientras aún reía.
—¡Eres una tonta Dorcas! —dijo Lily dándole golpes en el brazo con una cuchara, mientras que Marlene se encontraba con la cabeza pegada en la mesa soltando risitas y Winifred reía ante el gran sonrojo de Lily.
—Bueno no lo has negado —comentó Dorcas burlona.
—¡Claro que lo estoy negando! —dijo con voz aguda.
—La voz aguda es de nervios —señaló Marlene limpiando sus lágrimas.
—¿¡Qué?! ¡No! —chillo negando con la cabeza frenéticamente.
—Buenas, buenas, señoritas —hablo Sirius llegando con las chicas.
—¡HOLA! —Winifred se paró de un brinco, beso la mejilla de los cuatro y al llegar con Remus le fue imposible no tomar un sonrojo.
—¿Nos perdimos de algo? —preguntó James sorprendido ante el nerviosismo de los chicos.
—Hice de mi magia —dijo entre dientes Sirius, para después guiñar un ojo, el tomo los hombros de Amelia y la chica eliminó su adorable sonrisa para gruñir.
—No me toques con tus sucias manos —dijo entre dientes.
—Uy, alguien desayuno huevo podrido o ¿por qué anda de mal humor? —preguntó burlón Sirius.
James miró a Lily y la chica rápidamente desvió su mirada haciendo muecas de nerviosismos, Marlene al ver aquello tomó agua para esconder su risa burlona, pero no resulto tan bien porque termino por escupirla frente a Lily.
—¡Marlene! —le regaño la pelirroja parándose de un brinco, empujando su banquito y chocando contra James, quien terminó tropezando hacia atrás y se abrazó de Lily para no caer.
Claramente, no funcionó, porque ambos terminaron cayendo, haciendo que Winifred se parara y viera con una pequeña sonrisa como James abrazaba a Lily, quien está encima de él.
—Activa —susurró Dorcas a las chicas.
Sirius alzó una ceja mirando a las chicas que reían y luego vio con una sonrisa burlona a su amigo, quien está pidiendo disculpas torpemente.
—¡Ya James! Fue mi culpa —murmuró un tanto sonrojada, y cansada de escuchar a James decir «perdón» diez veces seguidas.
El chico de anteojos miró perpleja a la pelirroja. Quizá era como la tercera vez en toda su vida que le llamaba James y no Potter. Lily se acomodó su túnica, al notar la mirada picara de Sirius rápidamente miro a otro lado.
—Ire... iré a la sala común, nos vemos mañana —murmuró a sus amigas.
—Adiós, Lily —canturreo Winifred.
Dorcas movió sus labios formando la palabra «activa» sin necesidad de decir palabra alguna, antes de salir, Lily le metió un zape a la Ravenclaw, quien se encorvo adolorida.
—Hoy las mujeres vienen un poco rudas —noto Peter un tanto asustado.
—Y tú vienes más pálido, pero nadie te juzga —dijo Amelia rodando los ojos.
—Winnie —le llamó James dando brinquitos.
Ella sonrió y caminó hacia él, le tomó del brazo y lo guío fuera del Gran Comedor.
—¿Te parece hablar el sábado de la próxima semana? Aun no tengo citas para ese día y la verdad, siento que tardaremos más de una hora... —James asintió sin pensarlo dos veces, la chica sacó una pequeña agenda la cual siempre carga con ella y la apuntó con su varita—. Bien, entonces, quedamos para la próxima semana —dijo sonriente.
—¡Voy a conocer Cupido! ¡Qué emoción! —chillo dando brinquitos, haciendo reír a Winifred.
—Pero si ya me conoces, tonto —dijo divertida y negando lentamente.
—Espera, ¿no te salen alas? —preguntó frunciendo el ceño.
—¡Ay, James!
💘
Los pasillos del castillo de Hogwarts estaban bastante tranquilos, lo cual causaba sorpresa y quizá un poco de miedo en los profesores, que temían que los merodeadores se encontrasen planeando algo grande para causar un disturbio, y es que desde la pelea que habían tenido con los Slytherin hace dos meses, les había dejado a todos con un mal sabor de boca debido al castigo que tuvieron que cumplir por un mes.
Pero ya es un año nuevo y se necesitan bromas verdaderas, de esas que provocan lágrimas de risas y dolores de cabeza en los profesores.
Solo que había un problema.
Ninguno tenía una idea.
Winifred mordió de forma ruda su gomita de gusano para ver a los merodeadores, los cinco se encuentran en el cuarto de los Gryffindor, un lugar que Winifred está bastante acostumbrada a visitar.
La chica vio detenidamente a los merodeadores. James está sentado en su cama, por fin dejó su maqueta de quidditch después de los gritos paranoicos de Sirius para que comenzara a aportar ideas, en realidad, no le va tan bien. Peter tiene una mano en su barbilla, sus ojos se encuentran achinados y está encorvado, mirando un zapato en el piso, tratando de encontrar algo de concentración. Sirius se está dando golpes en la cabecera de su cama con los ojos cerrados, su rostro se encuentra fruncido y se ve bastante molesto. Remus por su parte, tiene la vista fija en su barra de chocolate, no está parpadeando, está desesperado por encontrar una idea.
—Se ven muy mal —susurró Winifred acariciando a Honey.
Los cuatro pares de ojo se levantaron al mismo tiempo para ver a Winifred, quien abrió sus ojos un poco asustada.
—Solo bromeaba —dijo en un hilo de voz.
—¡PERDIMOS EL TOQUE! —grito desesperado James.
El cuarto se volvió un caos.
—¡NO LO HEMOS PERDIDO!
—¡PUES HAY QUE ENCONTRARLO!
—¡YA DEJA DE GRITAR!
—¡ES TU CULPA CORNAMENTA!
—¡¿POR QUÉ MI CULPA?!
—¡QUIDDITCH-LILY! ¡LILY-QUIDDITCH! ¡TU NOS HAS HECHO ESTO! —Sirius comenzó a llorar dramáticamente.
—¡TÚ ERES UN CELOSO! —el mencionado se cubrió las orejas y comenzó a gritar.
Peter también grito desesperado—. ¡DEJEN DE GRITAR!
—¡DEJA DE GRITAR TÚ!
Winifred cubrió sus oídos y pego su cabeza a sus rodillas, sabía que cuando planeaban bromas era algo muy serio, pero nunca los había visto tan desesperados. La pelirroja asomó un poco su cabeza para ver a Remus, es el único que no está gritando. El joven tiene sus brazos cruzados y se ve bastante... agotado.
—¡YA! —el grito resonó por toda la habitación.
Sirius dejó de golpear a Peter, quien estaba golpeando a James, que está tratando de cubrirse con una almohada. Winifred llevo una gomita de gusano a su boca con los ojos bien abiertos, nunca había escuchado a Remus tan... ¿molesto?
—¡Pero Rem...!
—¡Sirius dije ya! —exclamó el chico llevando sus manos a su cabeza bastante frustrado—. ¡Tienen que relajarse! ¡Merlín! ¡Si se ponen a gritar así lo único que van a causar es que les pegue la boca para que no puedan volver a decir la palabra broma! —James y Sirius ahogaron un grito, asustados, Peter se encogió de hombros un poco asustado—. ¡Ahora! ¡Si cierran la boca les podría decir la broma que tengo en mente...!
—¡Dila! ¡Dila! ¡Dila! —pidieron Sirius y James dando brincos, cuales niños pequeños esperando recibir un regalo de sus padres.
—Si se callaran... —pronto, los dos dejaron de rogar y de gritar, al mismo tiempo, como si fuesen robots, tomaron asiento cruzando sus piernas. Peter brinco de la cama para llegar a ellos y Winifred gateo dejando las gomitas de lado (las cuales Honey comenzó a devorar), tomando asiento al lado de Remus.
—Te escuchamos adorado dios Lunático —dijo James para después hacer una inclinación que los demás imitaron.
Remus ladeo una sonrisa, tratando de contener sus ganas de reír. A veces seguían siendo solo unos niños de 12 años que estaban planeando salir de su habitación en medio de la madrugada.
—Bueno, estaba pensando que podíamos tirar un par de bombas fétidas en las tuberías... —carraspeo de manera inocente, Sirius soltó un grito emocionado.
—Espera, no entiendo —murmuró Peter con el ceño fruncido.
—Peter, las tuberías son las que llevan el agua a las duchas, lavabos y básicamente... todo —dijo James con calma y una sonrisa en su rostro.
—Pero... ¿no oleríamos mal todos? —preguntó más confundido.
Remus ladeo una mueca, cuando todos lo miraron—. Sí, bueno ese es el detalle...
—Bah, qué importa si no nos bañamos unos días —dijo Sirius haciendo un ademán de manos.
—Ew —murmuró Winifred con el ceño fruncido.
—Oh vamos, ¿nunca has pasado un día sin bañarte? —preguntó burlón Sirius.
—Cuando era niña, claro —dijo alzando los hombros—. Pero... hablamos de bombas fétidas, en las tuberías... eso tardaría semanas —murmuró con una mano en su barbilla.
—Estoy de acuerdo con Winifred —murmuró James—. El solo pensar que no voy a poder tomar un baño... —Sirius soltó un «agh» rodando los ojos—. ¡Vamos Canuto! Sabes que me baño al menos dos veces al día...
—Se te va a desgastar la piel un día de estos —aseguró su amigo.
—Bueno, nos bañamos en el lago negro —agregó Peter con una sonrisa, James alzó una ceja.
—Esa es una buena idea...
—¡Chicas en traje de baño!
—¡Sirius compórtate! —le regaño Winifred dándole un fuerte golpe en el brazo.
—Ou... bueno Win, también podrás verme sin camisa, no te preocupes —murmuró acariciando un tanto adolorido su brazo.
—Me parece una buena idea... —dijo James ignorando a Sirius—. Nos la ingeniaremos...
—Podemos encontrar el mapa de las tuberías —le interrumpió Remus, el chico caminó hacia la mesa de noche, tomando el mapa del merodeador—. Si consigo ver cómo llegar a las tuberías...
—Podríamos evitar que afecte a las de Gryffindor —comentó James a lo que Remus asintió.
—Esperen, ¡eso no es justo! —se quejó Winifred cruzándose de brazos.
—Ay, relájate, te podrás bañar en nuestro baño —dijo Sirius—. Así te vemos a ti en traje de baño...
—¡SIRIUS! —exclamaron Peter, James, Remus y Winifred, al chico que estaba carcajeándose.
—Solo bromeo —agregó rápidamente.
Winifred rodó los ojos—. Entonces, o todos o ninguno —dijo Remus metiendo las manos a los bolsillos de su pantalón—. Miren, podemos bañarnos con el encantamiento aguamenti —James ladeo una mueca—. ¿Qué opinan?
Los merodeadores se miraron entre sí, Winifred vio la mueca de James y sabía que su amigo debía estar sufriendo, él no bromeaba con eso de bañarse dos veces al día.
—¿Cornamenta? —preguntó Remus—. Tú tienes la última palabra —el chico de anteojos miró a sus amigos, sabía que Sirius estaba emocionado y dispuesto a ver la reacción de todos al saber que no nadie podría siquiera llegar a lavarse las manos sin que huelan mal.
—Agh... hagámoslo.
💘
Amelia y Tamara nunca criticaban las rarezas de Winifred, siempre son muy respetuosas con su pelirroja amiga, quien llega a tener ideas y una imaginación muy descabellada. Pero esta vez, sin duda estaban temiendo de la cordura de la chica.
—Winifred, podrías por favor explicarme... ¿qué son todas estas cubetas de agua? —la pelirroja tenía cinco cubetas de agua repletas de agua que se había encargado de recolectar toda la mañana del viernes, la cual tenía con periodo libre. Tamara tuvo que sostenerse de la cama porque estaba a punto de resbalar con un charco de agua.
—Pronto lo entenderán y me agradecerán —dijo sonriendo angelical.
—Eh... ¿deberíamos preocuparnos? —preguntó Tamara confundida.
—Hum —Winifred lo medito—. No... no creo —dijo frunciendo el ceño—. ¿Oh sí? Oh... la verdad no lo sé —admitió alzando los hombros.
Tanto Tamara como Amelia compartieron miradas.
—Bien... —murmuró Amelia arrugando la frente—. Tomaré una ducha...
—¡NO! —Winifred soltó un grito que hizo brincar a ambas chicas, incluso Honey, quien dormía en uno de los cajones, despertó de un brinco.
—Pero...
—No-tomes-una-ducha —puntualizó la chica con los ojos bien abiertos.
—Winifred, ¿qué ocurre? —preguntó un tanto desesperada.
La chica tomó aire—. Los merodeadores harán una broma con las tuberías...
—Genial, iré a avisarle a McGonagall —le interrumpió Amelia.
—¡NO! —chilló corriendo a la puerta, pero Winifred tropezó con una cubeta, la cual derramó toda el agua sobre el piso de la habitación.
—¡Winifred! —le regaño Amelia.
—¡Lo siento! ¡No era mi intención! ¡Es solo que estaba haciendo provisiones para que nos pudiésemos bañar con agua limpia! —los ojos de la pelirroja ardieron y pronto se encontraron repletos de agua, dispuestos a derramar lágrimas de arrepentimiento.
—Oye, descuida —dijo rápidamente Tamara, quien le lanzó una mirada furtiva a Amelia—, que lindo de tu parte que hayas pensando en nosotras —comentó sonriendo y ayudando a Winifred.
—Amelia, por favor no vayas con la profesora, tienen todo fríamente calculado...
—¡Es que son bárbaros! —exclamó Amelia—. ¡Ni porque Remus es prefecto! ¿Él sabe de la broma? Estoy segura de que él los detendría...
Winifred abrió sus ojos, si tan solo supiera que Remus había ideado aquel plan...
—Oh-sí, sí, claro, Remus no sabe nada —dijo haciendo una voz gruesa—. Pero shh... es un secreto —susurró llevando su dedo a sus labios.
Amelia se cruzó de brazos alzando su cuello—. Ya les he guardado muchos secretos a esos cuatro, si siguen así uno de ellos terminará expulsados, ¡peor! Muerto —comentó rodando los ojos.
—¡Ay! —chillo Winifred—. No digas eso, son solo inofensivas bromas...
—Exactamente, ¿qué es lo que van a hacerle a las tuberías? —preguntó un tanto confundida Tamara.
—Pues... —una pequeña sonrisilla traviesa se formó en los labios de Winifred al comenzar a contar el plan y la broma que tenían los merodeadores en mente.
💘
El patio del viaducto en el castillo de Hogwarts estaba repleto de estudiantes, desde los jóvenes de primer año, hasta los futuros graduados. Eran gritos, quejas, lágrimas y miradas de asco hacia las personas. El motivo por el cual estaban reunidos en el aire libre era obvio: la gran mayoría apestaba a bomba fétida y el olor se había esparcido por el Gran Comedor para la hora del almuerzo.
En una de las esquinas, los merodeadores estaban reunidos, Sirius se veía bastante satisfecho y Remus ligeramente se lamentaba al haberles contado su plan, pero ya no había marcha atrás y solo quedaba seguir fingiendo inocencia.
Incluso Peeves se veía divertido ante todo el caos que los estudiantes causaban, volando sobre ellos, haciendo pedorretas e inventando canciones como "los apestosines de Slytherin huele a popis de escreguto."
—Recuerden, actúen natural —susurró James a sus amigos.
En ese momento, Sirius miró coquetamente a unas chicas que secretean cerca de ellos, Peter le metió un codazo en las costillas haciéndolo doblar.
—No ese tipo de natural, Canuto —le aclaró el menor de los merodeadores.
—Oh, ¿cuál entonces? ¿Mi natural de clases? ¿O mi natural dramático?
—Activa el modo dramático —pidió Winifred dando brinquitos—. Me encanta, te ves perrísima.
—Soy perrísima —aclaro el chico llevando hacia atrás su cabello—. Bien, modo dramático, activado —hizo sonar su garganta, sus amigos y la chica lo miraban un tanto divertidos—. ¡AY NO! ¡YO NO ME PUEDO BAÑAR CON ESA ASQUEROSA AGUA! —exclamó entrando muy en serio en su papel, señalando el interior del castillo y llamando la atención de muchos—. ¡MI CABELLO TIENE QUE OLER A COCO! ¡COCO! ¡C-O-C-O! —deletreo haciendo que Winifred comenzará a carcajearse.
Pronto, más quejas comenzaron a venir después de la revelación de Sirius. Chicas y chicas le daban la razón, comentando que tenían que oler a flores, vainilla, caramelo, brisa de invierno o aromas frutales, no a apestosa bomba fétida.
—¿Has considerado ser actor? —preguntó Amelia desde el borde de un ventanal, sentada con sus manos apoyadas y moviendo sus pies que cuelgan, de un lado a otro.
—Mi amor, ya soy actor —aclaró para después guiñar.
—Eres patético —murmuró rodando los ojos.
—Por ti si quieres, sería Batman —dijo sonriendo coqueto, haciendo un extraño acento.
—¿Qué es un Batman? —preguntó confundida Winifred.
—Un superhéroe, creo —murmuró James, frunciendo el ceño y tratando de hacer memoria.
—En realidad, es un antihéroe —aclaró Remus.
—¿De qué carajos hablan? —preguntó Peter tan confundido como Winifred.
—Bah, eso no importa —dijo James restándole importancia—. Yo quiero ver drama, acción, emoción...
—¡QUEREMOS AGUA LIMPIA! —los tres merodeadores y Cupido dieron un brinco, Sirius se encuentra arriba de una tarima con el puño en el aire—. ¡QUEREMOS AGUA LIMPIA! ¡QUEREMOS AGUA LIMPIA!
—Ay no puede ser —murmuró Remus llevando su mano a su frente, e inclinando su cabeza.
—¡QUEREMOS AGUA LIMPIA!
Las voces de cientos de estudiantes comenzaron a resonar por todo el patio del castillo, incluso había algunos que se habían asomado desde las ventanas por que no estaban para soportar tan mal olor allá abajo. Winifred comenzó a reír al ver como James ponía a Peter en sus hombros para que con el puño bien alto exclamó junto con los demás.
—Que hipócritas —resoplo Amelia cruzándose de brazos.
—¡SILENCIO! —la voz del director hizo callar a casi todos, salvo por Sirius quien estaba moviendo sus caderas y su trasero al ritmo de los gritos—. Señor Black, si sería tan amable...
—Una disculpa profesor —dijo rápidamente dejando de bailar, mientras muchos trataban de contener las risas.
El profesor Dumbledore se elevó en la tarima donde anteriormente Sirius estaba bailando y gritando, todos miraban al director esperando con desesperación la noticia que iba a dar.
—Primero que nada, buenas tardes —dijo el director ladeando una sonrisa, saludo que muchos respondieron—. Así como para ustedes, para nosotros también fue una sorpresa enterarnos de la peor manera que las tuberías han sido... cubiertas de bombas fétidas —todos comenzaron a susurrar, el profesor levantó la mano, logrando silencio—. Entendemos la desesperación de todos al tener... tan mal olor —James inflo sus cachetes tratando de aguantar la carcajada y Sirius tuvo que apretar sus labios—. Por lo pronto, la profesora Sprout, junto con el profesor Slughorn y Madame Pomfrey, estarán preparando una poción a base de rocío de luna y menta para evitar el mal olor —algunos se vieron aliviados ante la noticia—. Claro que, esto tomará algunos días en estar listo... —las quejas regresaron, pero con una simple mirada todos guardaron silencio—, por lo que se les pedirá tomar ducha mediante la realización del encantamiento convocador de agua, el cual los profesores comenzaran a enseñar lo más pronto posible a nuestros estudiantes más jóvenes —concluyó con una sonrisa.
—¿No sería más fácil nadar en el lago? —preguntó Sirius en voz alta, llamando la atención de todos.
—Si le gustaría terminar enfermo, no veo el por qué no —comentó el profesor con una sonrisa ladeada—. Claro está, que esta situación no se va a quedar así —prosiguió cruzándose de brazos—. Se encontrarán culpables y tendrán que pagarlo muy caro... —la mirada azul del profesor se dirigió a los merodeadores, quienes se veían bastante tranquilos.
James incluso les regreso el saludo con una sonrisa.
—Debido al mal olor... el resto de las clases quedaron suspendidas, retomándolas el lunes a primera hora —hubo varias quejas, Remus hizo una mueca y Winifred ahogó un grito decepcionada, ya que su última clase era adivinación—. Todos aquellos afectados, favor de dirigirse a la enfermería... EN ORDEN —agregó viendo como muchos comenzaban a correr.
Muchos se comenzaron a dispersar, Peter señalo a un grupo de Slytherin para ver como Mulciber tenía su mano en la nariz al estar hablando con Avery, quien al parecer, había sido uno de los afectados, causando que los merodeadores y la chica empezaran carcajearse.
—Miren al príncipe encantador —señalo Remus un tanto orgulloso, Lockhart se encontraba apartado, incluso él iba cubriendo su nariz por que no soportaba su propio olor y cubría su cabello con una gorra.
—Ah... —Sirius respiro profundo, Winifred lo miro con asco—. El olor de la victoria.
—Y de bomba fétida —murmuró Peter pasando su mano por su nariz, dándose un poco de aire.
Una pelirroja llegó acalorada, tomó aire antes de hablar—. Fueron ustedes, ¿no es así, bola de simios? —Sirius comenzó a reír ante el nuevo apodo dado por la pelirroja.
James acomodo su cabello un tanto nervioso.
—Primero que nada, buenas tardes Lily-Flor —dijo Sirius mirando a su amigo divertido—. Segundo que nada... ¿Por qué estás tan acalorada? —preguntó intrigado.
—¡Por qué vine corriendo desde la torre de Gryffindor! —dijo tomando aire—. Iba a tomar una ducha, pero suerte que siempre espero a que el agua se temple y de la nada, salió un apestoso olor —contó con asco y arrugando su nariz—. Cuando salí, vi como unos niños de primero lloraban porque apestaban a bomba fétida después de tomar un baño y escuche todo el bullo que habían afuera —volvió a tomar aire y lo dejó salir dejando caer sus hombros—. Logré escuchar lo que dijo Dumbledore, ahora hablen o les pego con un bate —les advirtió, sacando un bate de quidditch.
—¿Dónde lo conseguiste? —preguntó curioso James.
—Lo encontré en la sala común —respondió levantando los hombros.
—¡Esos gemelos! ¡Les he dicho que no dejen sus bates en la sala común! —James comenzó a tomar un color rojo de las mejillas, para empezar a maldecir a los gemelos Prewett.
Lily rápidamente se arrepintió, escondiendo el bate detrás de su espalda.
—Jamesie, cuenta conmigo —pidió Winifred, mientras el chico comenzaba a divagar más y planeaba una forma de castigarlos—. Una quaffle...
—Una quaffle —murmuró entre dientes.
—Dos bludger —continuo Winifred.
—Dos bludger —dijo tomando aire, comenzando a tranquilizar su respiración agitada.
—Tres aros.
—Tres aros —James dejó sacar todo el aire que acumulaban sus pulmones, Lily mira con una ceja alzada al chico, un tanto curiosa y divertida por el método de relajación del joven bromista.
Al notar que la hermosa Lily-Flor lo estaba mirando, James tomó un ligero color carmesí y sonrió nervioso.
—Ten, chocolate —Remus le compartió de su barra de chocolate.
—Estos Potter tienen un carácter de la chingada —murmuró Sirius.
—No te vayas a morder, Blackie —dijo James un tanto divertido.
—Entonces... —Lily carraspeo—. ¿Los golpeo? —Remus fue el primero en reír al ver cómo había sacado de nuevo el bate.
—Dame eso Flor, no quiero que termines lastimando a alguien —James estiró su mano para tomar el bate, solo que termino tomando la mano de Lily, quien rápidamente soltó el bate, el cual también fue soltado por James y terminó cayendo al pie de Sirius.
—¡LA PUTA QUE ME PARIÓ! —exclamó soltando un grito de dolor, Sirius comenzó a dar un brinco con un pie, mientras mordía su labio reteniendo las lágrimas.
—¡Ay cuando lo siento! —dijo rápidamente Lily, tratando de esconder su sonrojo.
—Yo no —dijo James comenzando a reír.
—Eso es el amor —susurró emocionada Winifred a Remus.
—¿Eso es? ¿Sirius llorando? —preguntó divertido Remus y viendo de reojo a la chica.
Winifred le dio un ligero golpe en el brazo, haciendo que Remus comenzará a regir en voz baja.
—Me refiero al nerviosismo de ambos por estar juntos —explicó, a lo que Remus asintió—. Se aman, solo que ambos están un poco aterrados por lo que prefieren guardar sus sentimientos —murmuró, Remus afirmó con su cabeza, entendiendo lo que Winifred decía.
—Y... ¿crees que está bien? —susurró Remus.
—No —murmuró—. Creo que el amor debe ser expresado —el chico le dio la razón—. Pero, no tiene que ser forzado, por lo que será bueno que se tomen el tiempo necesario.
—Entonces... dices que si alguien ama otra persona... ¿debería decírselo? —murmuró.
—Sin duda alguna —susurró.
Remus vio de reojo a Winifred, mientras se cruzaba de brazos. Sirius ya había dejado de brincar y James ya tenía el bate lejos de Lily, quien decía que ahora solo tenía que golpear a Peter, James y Remus debido a que Sirius ya había salido lastimado, pero a Remus lo que menos le importaban eran las amenazas de golpe por parte de su amiga.
El chico sintió su corazón latir con rapidez al escuchar la risa de Winifred y cerró sus ojos apretándolos con fuerza.
Oh no, estaba muy mal eso que estaba sintiendo.
Remus Lupin no puede estar enamorado de Winifred.
El capítulo más largo hasta ahora, peeero Remus ya confirmó que ama a Winifred (igual re obvio, hasta su madre ya lo sabía).
Soooooo, ¿cuánto creen que tardará para decirle que la ama?
Bro, debo admitir que no sabía que broma poner y luego me acordé de cómo un día estaba saliendo agua con olor feo en mi casa, pero yo suelo estar mormada all the time bc #defensasbajas #enfermiza y pues no sabía y me bañe así alch y de la nada, me llega todo el olor asqueroso y wakala, mi fam se estaba riendo de mí pero nadie me había dicho que olía feo el agua, efe :(
Huelan el agua antes de bañarse xd
Lots of love, Cici x
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