Ese día Shawn le había pedido a Giselle que lo acompañara al estudio, pues quería su opinión sobre la canción que se encontraban grabando, quería que su mejor amiga también fuera parte de la creación de su nuevo álbum.

Ahora mismo Giselle se encontraba grabando unos coros que ambos habían decidido quedarían geniales en la canción, mientras que Shawn se encontraba comiendo de un enorme bowl de ensalada que había pedido. De verdad quiso esperar a que Giselle terminara para comer con ella pero ya tenía demasiada hambre.

Su celular comenzó a vibrar sobre la mesa de centro en la que lo había colocado y en cuanto vio el nombre en la pantalla una gran sonrisa se abrió paso por su rostro. Dejó su comida en la mesa y tomó su celular antes de salir de aquella habitación, procurando no hacer mucho ruido.

— ¿Shawn? —escuchó la voz de Max en cuanto se pegó el celular a la oreja.

— Hey, justo estaba pensando en mandarte mensaje, tengo un antojo terrible de dumplings, ¿te parece si llevo comida china esta noche? —habló Shawn emocionado, sin reparar en lo cotidiano que sonó aquello.

— Uhm, de hecho, hablaba para decirte que no podré esta noche, bueno, realmente no podré este fin de semana —Max se escuchaba apenada.

La sonrisa de Shawn decayó enseguida—. ¿Por qué? ¿Pasó algo?

— Mmm... Tom me hizo una visita sorpresa, sólo estará aquí Por el fin de semana y bueno, quiero aprovechar este tiempo con él. Lo entiendes, ¿verdad? —del otro lado de la línea, Max no sabía porqué pero sentía la necesidad de explicarle a Shawn, sentía que se lo debía.

Mientras tanto, Shawn sentía una punzada en su corazón, la decepción ya había transformado su rostro.

Se había acostumbrado tanto a esas noches en las que sólo eran Max y él, en las que sus miradas y sus pequeños roces lo llenaban de esperanza. Pero ahora su burbuja había sido pinchada y cayó de cara contra la realidad: Maxine tenía novio, uno al que amaba y que era un gran chico realmente. No había manera de que él pudiera competir con eso y tampoco debería. De ninguna manera podía meterse en una relación y menos si sabía de antemano que saldría perdiendo, Max no estaba interesada en él.

— ¿Shawn? ¿Estás ahí? —aquel acentó de Max que tanto le gustaba lo sacó de sus pensamientos.

— Ehh, sí. Está todo bien, Max, no te preocupes, de verdad —mintió—. Yo... me tengo que ir, estoy en el estudio ahora.

— Ohh, está bien, supongo que nos veremos luego, perdón otra vez.

— No te preocupes, de verdad. Adiós.

Shawn colgó la llamada sin esperar una respuesta y enseguida se sintió como un completo idiota. Guardó su celular en el bolsillo de su pantalón y volvió a entrar cabizbajo a la habitación en donde se encontraba antes.

Giselle ya se encontraba afuera de la cabina donde antes se encontraba grabando, la pista de la canción se reproducía mientras ella y Tom escuchaban como quedaban los coros de la chica con esta de fondo. Giselle se volvió emocionada cuando sintió la presencia de Shawn pero su emoción decayó cuando vio la expresión en el rostro de su mejor amigo. Shawn simplemente camino hasta el sillón y se dejó caer en el, tomando sin ánimos lo que quedaba de su almuerzo. Giselle se dejó caer a su lado, después de decirle a los demás que necesitaban un descanso.

— Hey, ¿pasó algo? —preguntó, observando atenta al castaño.

Shawn bufó y soltó el bowl de ensalada para tallar su rostro con sus manos—. Creo que me gusta Max, me gusta mucho —Shawn tragó saliva fuertemente al decir aquello. Ya era algo que se encontraba en el fondo de su mente desde hace un tiempo, pero admitirlo en voz alta se sentía raro. Lo hacía más real, más difícil de ocultar.

Giselle soltó una pequeña risita, causando que su amigo la mirara con el ceño fruncido—. ¿Hasta ahora te das cuenta? —miró al chico con una ceja arqueada.

Shawn se encogió de hombros—. Claro que me había dado cuenta antes, creo, sólo no quería admitirlo —Shawn volvió a bufar y pasó sus manos por su cabello, tirando de él—. Esperaba que sólo fuera atracción y se me pasara, pero ella es tan... agh, es imposible de no gustar de ella.

— Ay, Peter Raúl, de todas las amigas que te he presentado, te tenía que gustar la que tiene novio, es muy propio de ti, a decir verdad —se mofó Giselle, ganándose que Shawn la fulminara con la mirada—. El lado bueno es que Luke me debe cien dólares —Shawn volvió a fulminarla con la mirada.

— ¿Es en serio? ¿Apostaste con tu novio qué me iba a terminar gustando Max?

Giselle se encogió de hombros—. Luke creyó que serías más inteligente, pero claramente yo te conozco más.

Shawn rodó los ojos y se enderezó un poco, apoyando ambos codos en sus rodillas para tomar su cabeza entre sus manos, tiró levemente de sus cabellos y sintió la mano de Giselle dar leves palmadas en su espalda.

— Uno no decide de quien se enamora, Shawnie, no pasa nada.

Shawn la miró de reojo y resopló—. No estoy enamorado, gustar es muy diferente a... —se detuvo al ver como Giselle lo escrudiñaba—. Bueno, tal vez un poco —admitió.

— Si te sirve de consuelo, yo creo que a ella también le gustas... Ustedes desbordan química y tensión romántica—una pequeña oleada de esperanza creció en él canadiense, pero tan rápido como lo hizo se desvaneció al recordar el detalle tan importante.

— Pero ella tiene novio —dijo abatido.

— Es su novio, no su esposo y no son precisamente la pareja del año últimamente —Shawn sabía que Giselle sólo decía aquello para animarlo.

— Max lo ama, Elle, se conocen desde hace años, no puedo competir contra eso.

Pocas veces Shawn había experimentado en carne propia lo que era no ser correspondido, pero esta vez si que dolía. Sentía que se le oprimía el pecho al respirar.

— ¿Y qué vas a hacer? ¿Rendirte sin pelear?

Él castaño se encogió de hombros—. Es una pelea que ya está pérdida —trago saliva fuertemente y después soltó un suspiro—. No sé cómo pero tengo que superarla.