Ya habían pasado varios días desde Año Nuevo y Maxine seguía en Toronto con Shawn.

Habían salido a pasear varias veces y Shawn la había llevado a algunos de sus lugares favoritos de la ciudad, la británica estaba pasándola más que bien y estaba algo desanimada porque era su último día en Toronto. El lado bueno de aquello es que Shawn iba a acompañarla de regreso a California, pero él chico iba a estar la mayor parte del tiempo ocupado, al igual que Max, así que toda la diversión que habían tenido esos días estaba por acabar.

A Max le parecía extraordinaria la conexión que tenía con él chico, a pesar de apenas conocerlo hace unos meses, siempre se sentía tan tranquila con él, Shawn siempre sabía como hacerla reír y los días que pasaron juntos habían servido para que se volvieran mucho más cercanos.

Se encontraba arreglando un poco su maleta cuando escuchó una melodía proveniente de la sala de estar. Sonrió al distinguir que Shawn se encontraba tocando el piano y rápidamente salió de la habitación.

Él castaño se encontraba sentado frente al piano, la melodía que tocaba debía ser nueva porqué no se parecía a ninguna canción de él que haya escuchado antes. Se veía tan concentrado y absorto en lo que estaba haciendo que la británica quedó embelesada ante aquella imagen.

La sonrisa en su rostro se volvió más grande conforme veía a Shawn tocar el piano, pensó en acercarse a él pero no quería desconcentrarlo, además suponía que se encontraba grabando un vídeo porqué su celular se encontraba sobre el piano frente a él.
Él chico terminó de tocar, pausó la grabación y tomó su celular para subir la historia, Max aprovechó ese momento para salir del escondite donde se encontraba admirándolo.

- ¿Es una canción nueva? -preguntó acercándose al chico. Shawn se sobresalto al escuchar la voz de la británica y casi deja caer su celular-. Perdón, no quería asustarte... Yo sólo escuché y... Perdón si...

- No, no, no -Shawn se apresuró a decir-. No le molesta que hayas escuchado -Shawn sonrió y con un gesto invitó a la morena a sentarse junto a él.

La chica rápidamente se acercó y se sentó al lado del castaño, en el banco frente al piano, ambos se observaron por varios segundos, con una sonrisa en sus rostros.

- Entonces, ¿es una canción nueva? -volvió a preguntar Max.

Shawn asintió-. Se me ocurrió cuando estaba en México, creo que será la escencia del nuevo álbum.

- ¿Puedo escucharla completa?

Shawn rió-. Tendrás que conformarte con esto, quiero que sea una sorpresa.

Max rodó los ojos-. Ok, lo acepto, pero toca otra vez -pidió, haciendo un puchero con sus labios que fue adorable ante los ojos del canadiense.

Él chico sin dudarlo comenzó a tocar de nuevo, esta vez tarareando ligeramente la canción. Maxine recargó su cabeza en el hombro del chico y cerró los ojos disfrutando de la melodía que inundaba sus oídos. Sólo los volvió a abrir cuando Shawn terminó de tocar.

- Me encanta -declaró-. Muero por escucharla completa.

Shawn rió levemente y la chica se enderezó.

- Vamos, enseñame a tocarla -Shawn la miró con una ceja alzada y la chica empujó levemente su hombro-. Tomé clases de piano cuando era niña, no eres el único con dotes artísticos, Peter Raúl -se mofó.

Shawn rodó los ojos cuando escuchó los nombres por los que lo había llamado, aunque ya estaba algo acostumbrado a aquello. Se dedicó a enseñarle las notas de la canción y la chica captó enseguida, ahora ella era quien tocaba mientras Shawn la miraba absolutamente ensimismado. ¿Acaso había algo que Maxine Lennox no pudiera hacer? Era simplemente increíble, lo tenía hipnotizado.

La chica terminó de tocar y volvió su mirada a Shawn, frunciendo el ceño cuando notó que él chico la observaba perdido en sus pensamientos.

Max tocó su mano ligeramente-. ¿Lo hice bien?

Shawn enseguida salió de su ensoñación al escuchar su voz y asintió con una sonrisa-. Perfecto.

Maxine volvió a sonreír y así ambos chicos pasaron la mayor parte del día sentados frente al piano, tocando canciones que a ambos les gustaban y cantando juntos, mientras sin saberlo, caían cada vez más por el otro.