4. 𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬

Me encontraba empacando algo de ropa, bueno, papá logro convencer a mamá y también nos contó sobre la visión. En mi opinion no debemos ir pero iremos para ver qué es lo que pasa, solo tenía puros vestidos en mi armario, también tengo unos pantalones pero no me gustan tanto esos, me los pongo para estar en casa o salir a comprar. Seré de todo pero tengo buen gusto por la moda.

Me puse una blusa blanca con botones en medio, una falda marrón que se ajustaba a mi cintura, por último un abrigo largo café con un sombrero pequeño y guantes.

-¿Estás lista? -me preguntó papá.

-Si.

-Asi que al fin te pusiste el sombrero que te regale en tus 16 años.

-Es bonito, siempre lo uso. ¿Nos vamos ya?

Me ofreció su brazo y salimos de mi habitación. Hace mucho dejé de compartirla con Judy, me dieron una propia. Me despedí de mi abuela y hermana. Partimos para Londres.

(...)

La familia de investigadores, bajaron del tren y se encontraron con un señor siendo recibidos por el

-Señor y señoritas Warren y señor Lennox, soy Maurice Grosse. Muchas gracias por venir, me parece que se quedarán en la casa de los Hodgson ¿Es correcto? -nos preguntó mientras tomaba las maletas que yo cargaba y las metía al auto.

-Bueno, siempre es mejor estar en el lugar -le dijo papá.

-Si, estoy de acuerdo -dice el mientras le ayudaba a poner las maletas en la cajuela.

(...)

El auto se estacionó frente a la casa de los Hodgson, parecía como las demás y desde simple vista se veía como una casa normal.

-Llegamos.

Abrí la puerta del auto y baje mientras miraba la casa.

-Ed, grabamos cosas importantes. Creo que te impresionaras cuando la veas -le dice Maurice a papá.

-¿Has sentido algo? -le pregunté a mamá.

-No, ¿y tú? -yo también negué con una mueca.

-Vic Nottingham. Hola, Vic -escuche decir Maurice.

Avance en la casa junto a mamá.

-Hola ¿Que tal? Ed Warren -se presento papá.

-Hola -dijo el señor Vic.

-¿Cómo estás? Y ella es Peggy, Peggy Hodgson - señaló a la dueña de la casa

-Mucho gusto, Ed Warren -dice papá estrechando su mano.

-¿Que tal? ¿Cómo estás?.

-Ella es mi esposa y mi hija Willow y el es nuestro asistente Henry Lennox -nos presento papá.

Henry estrecho la mano con la señora Hodgson, luego fui yo y el turno de mi mamá.

-Mucho gusto -dice ella

-Hola

-Bueno, ya me voy, Pegg -le dijo el señor Nottingham.

-Dale un beso a los niños de mi parte - Peggy lo miro antes de que el se vaya.

-Si, claro -dijo el señor mientras pasaba por la calle.

-Y aquí estamos, Peggy -dijo el señor Maurice.

-Por favor, pasen. Solo estamos Janet y yo -nos dijo ella abriendo la puerta dejándonos pasar.

- Sientes algo - me preguntó Henry y yo negué.

No puedo sentir nada, ni nada negativo en esta casa.

•••

Lorraine se separó de nosotros, supongo que fue a hablar con la niña. La señora nos mostró la habitación donde pasaban los sucesos. Cuando entramos vimos que el lugar estaba lleno de crucifijos en las paredes. Todo está dado de vuelta, las camas, muebles.

Maurice nos comentó que tenía algunas fotografías que enseñarnos.

-Me gustaría escuchar la versión de la señorita Hodgson -le dije.

-Los vecinos donaron los crucifijos y yo las colgué esperando que evitará que las cosas se muevan -ambos nos miramos para luego preguntar.

-¿Ha funcionado? -pregunte esperando una respuesta positiva.

-No, hay ruidos todas las noches -salimos de la habitación para seguir explorando la casa.

La señora Hodgson decidió darnos un recorrido por toda la casa. Nos detuvimos en la sala de estar frente al sillón color café medio viejo, supongo que ahí murió el viejito.

-Mas o menos cuando todo empezó, Janet despertaba a la mitad de la noche aquí -apunto con su dedo el sillón.

-Este es el lugar donde Janet dice que Bill Wilkins murió justo aquí -mire el sillon.

-¿De dónde lo sacaron? -preguntó papá.

-Mi ex esposo compro la casa con los muebles cuando nos mudamos -yo la mire con una mueca de pena.

-No quiero incomodar, su ex esposo sigue presente? -preguntó papá.

-No -responde ella.

La mire con lastima y luego mire a Henry y alce una ceja, este me miró pero con confusión.

-Lamento escuchar -se disculpó -¿Hay posibilidades de reconciliación?

-El tuvo gemelos con una mujer de la otra calle -dijo ella como si no le importará mucho.

-Tomare eso como un no -dijo papá avergonzado.

Me acercarme al sillón de la esquina. Lo inspeccione bien para luego acercar mi mano.

¡¡VETE!!

Aleje mi mano de inmediato

-¿Que pasa? - Henry me miró con preocupación.

- Aquí hay algo - señalo el sillón.

- Puedes volver a tocar y ver si sientes algo más - surgirio a lo que yo hice caso y toque el sillón pero no sentí, separé mi mano y negué con mi cabeza - Mmmm...se fue, eso quiere decir que puede manifestarse y luego irse o ocultar su energía negativa ante ustedes.

- ¿Será?

- No encuentro más lógica - responde mientras tomaba mi mano y nos alejamos del sofá para ir dónde está mi papá.

(...)

Nos encontramos todos en la sala, para probarle a la iglesia que Janet no cambia la voz.

-¿Es necesaria el agua? - preguntó Peggy preocupada.

-Queremos probar a la iglesia que no está cambiando la voz por ella misma, tiene agua en la boca lo cual probaremos si no es una especie de efilosia - responde Henry a su pregunta.

-Ventriloquia, Henry -le corregí de inmediato.

-Si, eso.

-Se que es difícil pero el espíritu mostró una clara especie de apego. Ed lo contactara más fácil si se sienta ahí -explico mamá.

-Si te sientes mal o incómoda puedes escupir el agua y avisarnos - le di una sonrisa a Janet y ella asintió.

Acaricié su cabeza y me aleje para acercarme dónde Henry y sentarme a su lado.

- Es 21 de diciembre 1997, somos Ed, Lorraine y Willow Warren reunidos con Peggy y Janet Hodgson. También presentes Maurice Grosse y Henry Lennox. Bien, adelante.

Le hice una señal a Janet y ella asintió. Ella tomó el vaso con agua que le había preparado y le dió un sorbo. Janet dejo el agua en su boca y dejo a un lado el vaso con agua.

-Si hay alguien aquí que quiera comunicarse con nosotros somos todos oídos. Habla.

Lo único que se escucha en la habitación era el sonido de la lluvia.

-¿Qué quieres de esta niña y su familia? -pregunte está vez.

Janet después de unos segundos tomo una raza y escupió el agua.

-Dice que no hablara si siguen mirandome así -dijo Janet.

-Que raro, me preguntó ¿Por qué no? Antes había mostrado señales de timidez -dijo Maurice.

-¿Y si nos ponemos de espalda? ¿Crees que hable si lo hacemos? - preguntó Henry.

-Supongo.

Los seis le dimos la espalda a Janet esperando a que esto funcionará. Mire sobre mi hombro como Janet tomaba agua del vaso y lo dejo en el mismo lugar.

-¿Que dices, Bill? Ya te dimos privacidad ¿Hablarás con nosotros? -le preguntó papá.

Unos pasos en el segundo piso se escucharon haciendo que suba mi mirada al techo. La lámpara que estaba al lado de Janeth se apagó. Se escucharon unos gruñidos, que no era de una niña si no de un viejo.

-Aqui voy - la voz era muy diferente a la de una niña.

-¿Hablo con el espíritu que está atormentando está familia? -preguntó papá.

-¿Eso es lo que soy? ¿Eso es lo que hago? -pregunto el.

-Si y he venido para ponerte un alto ¿Sabes quién soy?.

-Ed, Eddie, Edward -dijo Bill.

-Ed, está bien.

-Tu padre te llamaba Edward -dijo Bill.

-No es cierto. Mi padre me llamaba Ed cómo todos los demás -Bill río para después empezar a toser.

-Por favor Bill. No eres psiquiatra y no vine para hablar de mi padre. Hablemos de negocios ¿Que dices? ¿Por qué no dejas a estas personas en paz?

-Porque está es mi casa.

-Esta no es tu casa -se nego papá.

-Si lo es. Vine a ver a mi familia pero no están aquí.

-Es porque estás muerto, si tu familia vivía aquí, ahora ya no lo hace.

Más pasos se escucharon en el segundo piso, las piedritas caían del techo.

-¿Dónde están? -preguntó el.

-No lo sé, tal vez podría ayudarte si supieras -le dijo papá.

-No necesito tu ayuda, ni la de tu hija que solo me estorba desde que entró a la casa.

Rode los ojos por lo que dijo.

-¿Y por qué mejor no trasciendes? -le preguntó papá.

-Porque no creo en eso -dijo el.

-¿Por qué no?

-Yo..no..soy un hombre del cielo -dijo Bill.

-Te tengo una noticia, Bill. Lo que creas no me importa -dijo papá mientras sacaba del bolsillo una cadenita de cruz -¿Ves esto?

Le mostró la pequeñita cruz de su collar y Bill empezó a quejarse.

-Ayuden...me...esto...no me...ir ¡Ayúdenme...esto..no me...ir! -grito el.

Un trueno se escuchó cerca de la zona, los pasos de la parte de arriba cesaron. La luz de la lámpara que estaba cerca de Janet volvió. Janet tomo la taza y escupió el agua que tenía en la boca.

Después de todo no estan fingiendo ni mintiendo.

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