₊˚ˑ༄ؘ ┊ CHAPTER FOUR °•*⁀➷

MILLONES DE PREGUNTAS Y PENSAMIENTOS PASARON POR LA CABEZA DE ELEANOR MIENTRAS SE SENTABA EN SU DORMITORIO ESA NOCHE. El lado ansioso de ella sentía curiosidad por Edward, preguntándose si él podría hacer todo lo que ella puede y ayudarla a controlarlo. Sin embargo, la parte de ella que tenía miedo de sus habilidades también tenía miedo de la posibilidad de que los Cullen fueran algo más que lectores de mentes.

Eleanor decidió que, sin importar como se sintiera, necesitaba enfrentarse a uno de los Cullen. Tenía que saber si había una mejor manera de controlar sus poderes y vivir con ellos sin miedo. Eleanor levantó la mano y dejó que los zarcillos escarlata nadaran alrededor de sus dedos pálidos.

No estaba completamente segura de lo que podía hacer. Lo más que había experimentado era la lectura mental accidental, a veces intencionada, y los estallidos de energía escarlata que podía liberar de sus manos. Lo que más le gustaba a El de sus habilidades era su control de la telequinesis, lo que hacía que llegar a las cosas de su habitación fuera mucho más fácil.

Eleanor podía recordar el momento en que desarrolló sus poderes por primera vez y accidentalmente rompió su espejo por mover su mano demasiado rápido y enviar una bola de energía a él. Su madre estaba aterrorizada, incluso había llamado a un sacerdote para bendecir su hogar. Cuando la Sra. Stanley encontró a Eleanor sola en su habitación con un espejo roto, rostro asustado y sin heridas, instantáneamente pensó que algo las estaba molestando.

La Sra. Stanley no era fanática de las fuerzas sobrenaturales y no quería tener nada que ver con ellas en su casa.

Por eso El nunca le dijo a sus mamá ni a su hermana. Era rara, por decir lo menos, y no podía quitarse sus habilidades y vivir una vida normal. Solo podía esperar que Edward tuviera algunas respuestas.

Eleanor centró su atención en los bolígrafos que rodeaban los cuadernos de su cama. Levantó las manos, moviendo los dedos en un baile mientras las plumas se enredaban en los zarcillos y se elevaban en el aire.

Inclinó su cabeza, enfocándose cada vez más en cómo su mente movía los objetos. El acercó los bolígrafos a su cuerpo antes de mover su muñeca y enviar los bolígrafos volando a diferentes partes de su habitación.

Eleanor sonrió antes de levantar las manos una vez más y mover los bolígrafos a la cama. El único metomentodo en que se sentía cómoda con sus habilidades era cuando estaba sola en la comodidad de su habitación; no podía lastimar a nadie cuando estaba sola.

Su sonrisa se convirtió en un ceño fruncido y sus pensamientos volvieron al asunto que tenía entre manos. Tenía que enfrentarse a ellos lo antes posible. Tenía miedo de las posibilidades que tenía por delante, pero quizás esto sería algo bueno. Edward sabía lo que había hecho de todos modos, e incluso si no lo confrontaba, tenía la sensación de que su caminos se cruzarían de todos modos.

[...]

Eleanor se alegró de ver que estaba lloviendo al día siguiente. A ella le gustaba la lluvia para empezar, disfrutaba de los suaves sonidos que hacía cuando aterrizaba en la tierra. La lluvia también significaba que la familia Cullen estaría en la escuela ese día; la familia solo faltaba cuando hacía sol. Al parecer, todos se iban de excursión en familia.

Jess había estado mirando a su hermana durante todo el viaje en automóvil y Eleanor esperó a que hablara. No había tenido la oportunidad de hablar con ella la noche anterior, así que estaba segura de que se había perdido algo en la vida de Jess. —¿Estás bien?

—Estoy bien.— El le lanzó una mirada, preguntándose que la hizo preguntar. —¿Por qué?

—Has estado actuando extraño.— Jess respondió encogiéndose de hombros. —¿Por qué dejaste la escuela ayer?

El giro la espalda por encima de sus hombros mientras ambas salían del coche. Suspiró mientras se encaminaban hacia sus amigos. —Me sentí realmente mal de repente. Estoy mejor ahora, así que no te preocupes.

Sus amigos las recibieron con sonrisas mientras se integraban. Eleanor se encontró entre Angela y Tyler, sonriéndole cuando él pasó un brazo alrededor de sus hombros. Mientras lo miraba, notó un nuevo par de puntadas cocidas en su frente y mejilla. —¿Que pasó?

—¡Oh, te lo perdiste, El!— Angela salto, mirando entre Bella y Tyler. El primero comenzó a sonrojarse, luciendo completamente incómodo. —Tyler perdió el control de su camioneta y casi golpea a Bella.

—¡Oh Dios mío!— Eleanor miró entre sus amigos. Ambos se veían bien, aparte de los puntos en la cara de Tyler. —¡Me alegro de que estén bien! ¡¿Qué pasó?!

—Es una larga historia.— Bella fue corta con ella y miró detrás de El para encontrar la mirada de Edward. Eleanor siguió sus ojos, sintiendo un escalofrío recorrer su columna cuando miró a Alice. Alice asintió con la cabeza hacia Edward y El sostuvo su barbilla en alto cuando se miraron a los ojos.

Mantuvieron el contacto visual durante no menos de medio minuto, pero parecía que ambos sabían que tenían que hablar. El timbre sonó y Eleanor miró hacia otro lado, pero había tomado una decisión: iba a hablar con él.

[...]

—¡Bella!— Eleanor trotó para alcanzar a su amiga en el pasillo, sonriendo cuando se detuvo a su lado. —Nunca me dijiste lo qué pasó ayer.

Las mejillas de Bella se pusieron de un color rojo brillante y apartó la mirada de Eleanor. —Como dije, es una larga historia.

Eleanor arqueó una ceja, sin creerse completamente su excusa. —Tenemos todo el período de almuerzo.

Bella suspiró y miró alrededor del pasillo antes de agarrar el brazo de Eleanor y tirar de ella hacia un lado.  —Está bien, está bien. Estaba parada en mi camioneta cuando Tyler perdió el control de la suya. Juro que me iba a golpear, El.— Bella hizo una pausa mirando a su alrededor como si alguien estuviera escuchando. —Pero entonces Edward se interpuso entre la camioneta y yo y la detuvo. Con la mano.

Los ojos de Eleanor se agrandaron. —¿Estaba él contigo?

—¡No!— ella negó con la cabeza frenéticamente. —Estaba de pie al otro lado del estacionamiento junto a su auto. Le dije al Dr. Cullen y me miró cómo si estuviera loca.

La mente de Eleanor se fijó en el pensamiento del médico, pero apartó sus pensamientos rápidamente. —Te creo. Si soy honesta, tengo la sensación de que algo no cuadra en toda la familia.

Bella frunció el ceño. —¿Por qué dices eso?

Eleanor se encogió de hombros y miró alrededor del pasillo. Ella entrecerró los ojos hacia Edward cuando lo vio de pie al final del pasillo mirándolas. Le lanzó a Bella una sonrisa de labios apretados. —Solo un sentimiento. Te veré en la cafetería.

Eleanor se separo de Bella sin decir una palabra más, dirigiéndose directamente hacia Edward. Él se volvió y se dirigió a la cafetería, Eleanor apresuró sus pasos, notando que Edward se dirigía hacia las puertas que daban al exterior. Podía sentir los ojos de sus amigos sobre ella, pero no le prestó atención cuando salió de la escuela.

—¡Oye!— Eleanor llamó, cansada de perseguirlo

Edward se detuvo y se volvió hacia ella una vez que estuvieron lo suficientemente lejos del edificio. —¿Sí?

Eleanor tragó, sintiendo que su ansiedad crecía, pero se mantuvo firme. Estaba decidida a descubrir la verdad, de una forma u otra. —¿Qué fue eso ayer?

—Yo debería ser el que pregunte eso, considerando que tú fuiste la primera que se metió en mi cabeza.— Edward se cruzó de brazos, apoyado en su coche. Sus ojos estaban entrecerrados, claramente tratando de entender a la chica. —¿Que eres?

—Todavía estoy tratando de resolver eso.— Eleanor dijo honestamente. —Esperaba que pudieras ayudar.

Trató de ocultar su desesperación, pero sabía que se mostraba claramente en ella. No pudo evitarlo, después de casi ocho años de sentirse sola, descubrió que alguien más podía leer la mente. Edward suspiró y miró hacia el suelo. —Tal vez pueda. Pero primero debes saberlo todo.

—¿Todo?— Preguntó Eleanor. —¿Que otra cosa podría ser?

—Encuentra a Alice después de la escuela. Puedes venir a nuestra casa y te explicaremos todo. Mi familia siente mucha curiosidad por ti.— Edward la miró una vez más antes de sacar las llaves del bolsillo de su chaqueta y salir en su coche.

edward siempre de metiche en todo, provócale un aneurisma el jsksjs
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