✿┋𝟑𝟏. 𝐁𝐞𝐚𝐜𝐡 𝐝𝐚𝐲.
𝐢𝐭'𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐭𝐞𝐝
𝐢𝐭'𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐭𝐞𝐝
𝐢𝐭'𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐭𝐞𝐝
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Tras el apogeo multitudinario del torneo, las revelaciones, los triunfos y las corazonadas parecían despojar a los jóvenes pertenecientes a la ciudad de Los Ángeles de. Las vacaciones de verano se aproximaban, trayendo con sigo expectativas mucho más acrecentadas que el año anterior.
Un nuevo grupo se había conformado con el pasar de los días, acaparando la atención que jamás habían imaginado que tendrían.
Robby Keene, el segundo campeón masculino, por segunda vez. Había descubierto una nueva pasión, el surfing. Junto a él, Sadie Sink, pasaba sus días leyendo novelas romanticas bajo la sombrilla, observándolo repetidas veces. Por otro lado, Eli Moskowitz se aparecía por allí para practicar sus nuevos movimientos de karate con Robby, se habían vuelto más cercanos desde que aceptaron ser los hermanos mayores de Noah. Mientras que Tory Nichols, al consagrarse como la ganadora había aceptado patrocinar marcas deportivas, junto a Eli. Lo cuál le otorgaba tiempo suficiente para realizar actividades que jamás había imaginado que podía hacer.
──Tory.. en verdad admiro que aún no te hayas desmayado──acotó Sadie dejando a un costado su libro, colocó los lentes de sol en su cabeza y posó la mirada en su amiga──¿Has pensado en patrocinar bebidas?──inquirió observando como Tory se quitaba la blusa.
La joven pelirubia sentía las gotas de sudor en su rostro y la respiración agitada por haber estado corriendo en la playa durante una hora y media. Mientras que Sadie, se bronceaba y leía, oyendo el ruido de las olas romperse en la arena.
──Y yo admiro que aún no te hayas aburrido con "Bodas de sangre"──señaló Tory dejando su bolso a un lado del de su amiga──¿Vienes?──apuntó hacia el mar luego de quitarse el short y las zapatillas.
──No lo sé..──formó una a mueca con sus labios──¿No esperaras a Eli?
──No vendrá hasta dentro de 20 minutos──se burló desatando su cabello──Dijo que podía vencerme con el tiempo.. y sin dudas, ha perdido.
──¡Tory!──le gritó Robby saliendo del mar mientras sostenía su tabla de surf, una amplia sonrisa se posó en sus labios, levantó su mano saludándola.
La pelirubia comenzó a caminar en dirección a Robby, él aprovechó para clavar la tabla de surf en la arena, y en cuanto ella llegó hacia él, no dudó en lanzarse a sus brazos.
──¿Cómo has estado?──preguntó él sin apartarse de ella──He sabido de Eli, pero no de ti.
──Él ha estado más libre──afirmó separándose levemente──No voy a negarlo, te debo una disculpa.
Tory centró su vista en aquellos ojos verdosos, Robby tenía la capacidad de desarmarla con tan sólo una mirada.
──Es decir, he visto tu rostro en las propagandas de Adidas──la molestó recibiendo un empujón por parte de ella──Pero no es lo mismo que tu presencia──rodó los ojos enmarcando la obviedad.
──Te he extrañado──confesó Tory abrazandolo nuevamente──He oído algo sobre que Johnny y Carmen han unido a ambas familias──enarcó una ceja al separarse──Así que.. tú y Miguel..──sonrió burlona.
──No me molestes con eso──rió Robby cruzandose de brazos──Miguel ha sido.. de lo más frustrante que he conocido. Sobre todo porque sabe que Eli y yo ahora somos amigos.
──¿Celos?──elevó ambas cejas con intriga.
──No lo creo──frunció el ceño deteniéndose a pensarlo──Supongo que es difícil asumir que tu ex y tu mejor amigo tienen una relación.
──Tal vez──se encogió se hombros dirigiendo su vista al mar──Peor sería si su hermanastro y su ex la tuvieran──sugirió haciéndolo reír.
──No podría ni entrar a mi propia casa──asumió Robby siguiendo la burla.
──Ahora mi pregunta es..──divagó Tory jugando con la arena al mover uno de sus pies──¿Qué está ocurriendo aquí? ¿no piensas decirme nada?──enarcó una ceja de forma sugerente.
──¿Acerca de..?──rió el castaño acercándose un paso más hacia ella.
──Tú.. y Sadie──susurró enmarcando la obviedad──Pasan mucho tiempo juntos, ella me llama por teléfono para hablar de ti, de lo bien que surfeas, de tus opiniones literarias..──enumeró con sus dedos logrando sacarle una sonrisa.
──Ya sabes..──se encogió de hombros desviando su mirada──Sólo estamos pasando el rato juntos.
──Robby, ni siquiera puedes mirarme a la cara──se burló ella con una pequeña sonrisa──¿Sólo pasan el rato? ¿no le has.. regalado flores la semana anterior? ¿o es que ha sido otro chico?──preguntó molestandolo.
──Si, le he regalado flores──rodó los ojos acomodando su cabello──Basta de hablar de mi. ¿Cómo te trata la vida de famosa?──inquirió molestandola aunque realmente le interesaba saber como seria su verano.
──No puedo quejarme──se encogió de hombros con simpleza──Ha sido increíble ganar el torneo y poder ser parte de cosas más grandes..
Robby asentía con la cabeza escuchando con atención cada situación que a la pelirubia le había ocurrido en aquel ámbito. Su amistad se fortalecia con el paso del tiempo, y él había aprendido a ser simplemente eso, su amigo, quien está ahí para ella en cada paso que da. Ambos se sumergieron en la inmensidad del mar sin dejar de lado su charla, Tory adoraba pasar tiempo con él, su nueva rutina conseguía acortarle el tiempo, pero aún así, sabía que siempre sería capaz de encontrar la oportunidad para verlo.
Mientras ambos se sambullian entre las olas, la pelirroja apartó su libro para colocarse protector solar, sin embargo, recibió una llamada que la descolocó.
──Hey.. hace mucho no sé de ti──anunció al contestar──¿Cómo has estado?
──Abrumado──contestó Miguel soltando un suspiro al otro lado de la línea──¿Y tú?
──No lo sé.. supongo que solo he sentido paz──se encogió de hombros colocándose las gafas de sol──Al menos es lo que siento cuando no estoy en casa──bromeó haciéndolo reír.
──Todo es un caos constante──asimiló el moreno mientras tecleaba en su computadora.
──Sólo si lo permites──asumió Sadie centrando su vista en como Tory y Robby se divertian en el mar──Me ha sorprendido tu llamado..
──Si.. fue un acto repentino──confesó rapidamente, allí ella notó el nerviosismo en su voz──Es solo que.. todo ha sido tan extraño desde el torneo, a veces siento que nadie me comprende.
──¿A qué te refieres?──frunció el ceño queriendo saber más──El torneo ha cambiado la vida de todos aquí.. o al menos es lo que puedo notar──realizó una pausa para reformular su pregunta──¿Qué es lo que sientes en verdad?
──Que nadie me ha tenido en cuenta.
Sadie soltó un suspiro intentando buscar la forma de que Miguel no se sintiese apartado, pero la realidad era que los bandos habían conseguido separarlo de las personas que quería.
──Miguel.. sé lo difícil que es romper el ideal que todos esperan de ti──aseguró la pelirroja acomodandose en la reposera──Pero tienes que buscar tu propio lugar sin pensar en el resto y no tomarte las cosas tan a pecho..──se detuvó y al no oír una respuesta, continuó──¿Quieres venir a la playa? Tal vez así te distraigas──sugirió esperando una afirmación.
──Bien..──asintió Miguel tras soltar un suspiro──Envíame la ubicación y en un rato estaré allí.
──¡Aquí te espero!──exclamó con una pequeña sonrisa, al cortar la llamada le envío su ubicación. Ella creía que si podía reunirlos a todos tal vez habría una solución.
Minutos más tarde, Tory y Robby se acercaron a la pelirroja, tomando asiento sobre las mantas qué habían llevado.
──Lucen agotados..──señaló Sadie con una sonrisa──Sensuales, pero agotados.
Tory y Robby soltaron una risa conjunta, mientras ambos se recostaban en las mantas para tomar sol, pocos segundos bastaron para que Sadie les relatara atentamente la novela que se encontraba leyendo.
──¿Están haciendo una sesión de lectura sin mi?──se quejó Eli en cuanto llegó hacia donde ellos estaban, dejó su mochila y varias botellas de agua vacías.
──Amor.. creí que habías muerto arrollado en la arena──se burló Tory al verlo completamente despeinado y acalorado.
──Veo lo preocupada que estabas por mi──mencionó sarcástico dejandole un beso en la frente──¿No tienes calor?──le preguntó tirándose encima de ella.
──¡Eli! Estas todo lleno de arena y traspirado──se quejó Tory intentando empujarlo mientras él le dejaba besos en el rostro──Alguien que me ayude, por favor──suplicó solamente para molestarlo.
Robby aprovechó el momento y destapó una botella de agua, lanzando el contenido congelado sobre la espalda de Eli. Este último se quejó al instante y por consiguiente se levantó dispuesto a perseguir al castaño rumbo hacia el mar. Mientras ambos corrían por la playa, ambas chicas reían observandolos.
Sadie intentaba concentrarse en el hecho de que Robby había tomado el pie de Eli para arrastrarlo por la arena, debido a que lo que sin dudas captaba su atención era la forma en la que Robby se movía, actuaba y sonreía.
A un lado, Tory mordió su labio inferior centrandose en Eli Moskowitz. No podía dejar de mirarlo, cada parte de él era perfecta ante los ojos de ella. La calidez de su cuerpo, la armonía de su sonrisa y la pasividad en su mirar la tenían tan cautivada que apenas podía prestar atención a lo que Sadie decía. Ella estaba segura de que la felicidad debía sentirse así. Poder mirar a los ojos al amor de tu vida y confirmar que allí quieres estar, y que jamás conocerás algo igual.
──Sólo espero que no sea un problema──terminó de contar la pelirroja, aún así en cuanto miró a Tory indagó──¿Oíste algo de lo que dije?
──Si, está bien──asintió restandole importancia, aunque en verdad no había oído nada.
──Hey..──saludó Miguel al llegar hacia donde ambas estaban.
En cuanto Tory levantó la vista, enarcó una ceja con cierta confusión, intentó conectar su mirada con la de su amiga, pero la pelirroja estaba lo suficientemente entretenida con sus uñas como para mirarla.
──Hola Migue──lo saludó Sadie con una sonrisa──Estábamos hablando sobre aprender a surfear ¿Tú que opinas?
──Sólo sé que Robby lo hace..──respondió cortesmente dejando sus pertenencias a un lado──No parece complicado.
Los tres se sumieron en un silencio incómodo hasta que Robby y Eli decidieron aparecerse.
──¿Están para un picadito?──indagó Eli jugando con la pelota de fútbol que se encontraba en sus pies.
──¿Qué no te cansas nunca?──se burló Robby acostandose sobre la manta, a un lado de la pelirubia, salpicandola con el resto de las gotas qué aún quedaban en su cuerpo, consiguiendo un empujón por parte de ella.
──Nop──respondió Eli comenzando a hacer jueguitos con la pelota utilizando sus pies, hombros y su pecho.
──Es una de sus virtudes──acotó Miguel molestándolo.
──De seguro que Tory lo sabe bien──añadió Sadie alzando una ceja picaramente, al instante su amiga le lanzó la remera de Eli a la cara.
──Bien, juguemos──asintió la pelirubia levantándose de la manta y quitandole la pelota a Eli──¿Quién viene?
Ella comenzó a alejarse de la zona en la que sus amigos se encontraban, siendo seguida por Eli, Sadie y Miguel. Entre los cuatro jugaron un partido qué duró aproximadamente veinte minutos, en los cuales Robby no tuvo mejor idea que echarse una siesta en la plenitud del sol. El partido fue desventajoso para Miguel, debido a que Sadie quería marcar los goles por sí sola, dándole ventajas a Eli. Ambas chicas decidieron ir en busca de agua y de paso mover a Robby del sol, ya que se encontraba bastante colorado, dejando así a ambos amigos jugar solos.
La tensión entre ambos era tangible, no habían vuelto a hablar desde el campeonato, no porque Eli no quisiera, sino porque Miguel decidía ignorarlo al completo.
──¿Cómo te trata la vida de campeón?──indagó Miguel cruzandose de brazos.
──Bastante bien.. no me puedo quejar──sonrió Eli encogiendose de hombros──Por ahora son publicidades, patrocinios, recomendaciones de algunas matcas──enumeró restandole importancia mientras jugaba con la pelota──Lo bueno es que la mayoría de las veces Tory y yo vamos juntos.
Miguel asintió con la cabeza oyendolo atentamente, esforzándose por no ser entrometido.
──¿Y tú?──preguntó Eli nuevamente──¿Qué hay de tu vida?
Para él era sumamente extraño tener que preguntarle a su mejor amigo que era lo que ocurría en su vida, sonaba como un completo extraño cuando en realidad simplemente debían ser ellos mismos.
──Ha sido tan extraño──mencionó intentando no reír──¿Puedes creer que vivo con Robby?
──Me lo ha dicho──rió el pelirubio──¿Cómo lo aguantas? No tiene botón de apagado, literalmente habla hasta cuando no hay más nada de que hablar.
──¿Tú también lo notaste?──se burló Miguel abriendo de golpe ambos ojos──Además el hecho de estar en dojos distintos influye en la convivencia.
──Lo entiendo──asintió Eli con la cabeza, tras varios segundos de silencio decidió continuar hablando──¿Y con Sam? ¿todo bien?
──Claro──se encogió de hombros con desinterés──Con ella todo es tranquilo, siempre se mantiene pacífica.. no entiendo como lo hace──soltó una pequeña risa recordando a su novia.
Eli no pudo evitar centrar su mirada en Tory, era tan distinta a Sam y a cada chica con la que había estado. Tory no adoptaba una actitud pacífica con todo el mundo, ella era inquietante, desafiante, testaruda y competitiva. Y aún así, él podía tener el privilegio de contemplar su fragilidad con algo tan simple como un beso. Ella notó la mirada de él y le guiñó un ojo a lo lejos, la tranquilidad con la cual se movía y lo despreocupada que se veía cuando el viento ondeaba su cabello era una ocasión que Eli jamás se permitiría olvidar.
──Así que..──carraspeó Miguel llamando la atención de su amigo──Tú y Tory..──formó una mueca con sus labios intentando no mostrarse incómodo──¿Cómo es que.. pasó?
──No lo sé──frunció el ceño deteniéndose a pensarlo──Antes creía que lo nuestro era ocasional, sólo por el hecho de estar en el mismo lugar al mismo tiempo──resumió dirigiendo su vista hacia Miguel──Hasta que un día todo en lo que podía pensar era en ella, en la forma en la que sus ojos brillaban al mirarme, en lo sincera que es cuando sonríe──enumeró con una pequeña sonrisa asomándose en su rostro──La manera en la que actúa y en como a pesar de todo lo que soy.. ella decide quedarse conmigo.
Miguel tragó bruscamente la saliva que se le había acumulado, como si acaso hubiese tenido que estar soportando aquellas palabras. Acto seguido palmeó la espalda de su amigo con emoción.
──En verdad estoy impresionado..──soltó de forma sincera pasando su brazo por los hombros de Eli.
──Lo sé, es más romántico así──rió Eli dándole un codazo──No iba a decirte que nos escondíamos en el instituto para besarnos──lo molestó pasándole la pelota.
──Que sutil de tu parte──rió Miguel comenzando a hacer jueguitos con la pelota──Sólo espero que ella sepa de lo que hablas.
──Créeme que lo sabe──asumió Eli con seguridad aunque ínternamente se preguntó si acaso Tory sabía que ocupaba cada uno de sus pensamientos.
Miguel se encogió de hombros cambiando sutilmente de tema. Por un momento el moreno sintió que nuevamente había retomado la confianza con su amigo, mientras que Eli sentía una carga menor sobre sus hombros, confiar en Miguel ya no era tedioso y tardío. Se sintió cómodo, tal como en el principio de su amistad.
A unos metros de distancia, mientras Eli y Miguel realizaban pasos contiguos con la pelota de fútbol, Sadie y Robby intentaban armar sin ayuda de las instrucciones la carpa iglú. A su lado, Tory se acomodaba sobre la manta para poder broncearse.
──Tory podrías hacer algo útil por la comunidad y leernos las instrucciones──decretó Robby intentando pasar una varilla por el enlazado central.
──Es mi día de descanso Keene, creo que tienes la ayuda suficiente──rió la pelirubia sin molestarse en mirarlo.
──Ni creas que voy a prestarte crema cuando estés completamente roja y no puedas moverte sin que te arda la piel──le recriminó el castaño.
──Parece que has tenido varias experiencias──volvió a burlarse Tory.
──Da igual, estas instrucciones están en sueco o algo así──habló Sadie tomando el papel de las instrucciones en sus manos.
Robby frunció el ceño y soltó un suspiro exasperado, el calor de la tarde era abrasivo, el sol le quemaba la piel y sentía la gota de sudor en su frente, por lo cual había comenzado a perder levemente la paciencia.
──Sadie, estoy casi segura de que lo estás viendo al revés──afirmó Tory quitándose las gafas de sol para poder mirarla.
──Tú te estas viendo del revés, si así fuera lo notaria──la miró con los ojos entrecerrados, al instante notó que era cierto──Oh, que distraída.
Sadie y Robby prestaban atención a cada paso instructivo creyendo que entre ambos podrían lograr construir la carpa. Media hora más tarde, Miguel y Eli se acercaron a ayudarlos al notar que la carpa se caía ante la mínima brisa.
Una vez lista, los cuatro, excluyendo a Tory, se adentraron en la carpa para jugar un partido de cartas.
──Este juego de ignorarme ya no me está gustando──se quejó la pelirubia cruzandose de brazos.
──Tal vez si hubieras ayudado te haríamos un lugar──se burló Robby con los ojos entrecerrados.
La pelirubia rodó los ojos y se recostó sobre la manta nuevamente, al finalizar la partida de cartas, Eli se acercó a ella con una sonrisa victoriosa, le dejó un beso en la frente y se recostó a su lado.
──¿Por qué tan contento?──rió ella girandose para mirarlo.
──He ganado──informó señalandose a sí mismo con actitud──Y además pedí que si ganaba podías entrar en la carpa.
──Eres tan lindo cuando quieres──sonrió rodando los ojos──Pero no es necesario, solo te quería aquí conmigo.
Eli la observó durante largos segundos deteniéndose en cada una de las facciones de su rostro, permitiendose recordar más de lo debido.
──Quién diría que serias tan romántica──sonrió burlón tomandola de la barbilla juguetonamente──Pensar que nuestro primer beso me lo diste antes de tirarme por la ventana de tu casa.
──Sabes que no fue así nuestro primer beso──rodó los ojos dándole un empujón.
──Créeme que sí, lo recuerdo perfectamente bien──rió dejandole un tierno beso en los labios.
El cual fue interrumpido por Sadie, quien se tiró encima de ambos para que dejaran de ser tan melosos en público.
──Yo también quiero uno, así no se vale──se quejó dejandole un beso a Tory en la frente.
──Robby.. ¿Puedes darle algo de afecto a tu novia?──se quejó Eli apartandose de ambas──Ya quiere adueñarse de la mía y ni siquiera llevamos mucho tiempo en público──tras cada palabra que decía su enojo sarcástico se volvía real
Robby lo notó y soltó una carcajada, acto seguido levantó a Sadie de un tirón alejandola de Tory.
──Hecho──sonrió satisfecho dejando a Sadie sobre la arena.
Miguel observó la escena con una ceja alzada, la confianza con la cual los cuatro se hablaban indicaba que habían logrado componerse como un núcleo basado en el respeto, la confidencialidad y el cariño. Simbolismos de los cuales su grupo de amigos carecia.
Robby, entrelazó su mano con la de Sadie y ambos comenzaron a caminar en dirección al mar. La pelirroja sonreía con entusiasmo y vivacidad, era la primera vez que el joven Keene tomaba su mano, por lo tanto, para ella, a partir de ese momento cada situación vivida era especial. Es decir, marcaba el inicio de algo relativamente importante. Detrás de ellos, Miguel los seguía de forma cautelosa, después de todo, quizás no era tan malo compartir tiempo con su hermanastro.
Sobre la arena, Eli rodeaba la cintura de Tory con sus brazos, a pesar del calor, él sabía que no podía mantenerse alejado de ella.
──¿Sabes que día es hoy.. verdad?──inquirio Eli elevando una ceja.
──Es viernes, me lo has dicho en la cama unas ocho veces──se burló Tory rodando los ojos.
──Entonces no sabes que día es hoy──negó molestandola──Que perdida estas Nichols.
──Deja de mentir──rió acomodandose en la manta.
──No estoy mintiendo, solo digo que no lo sabes. Espero a que lo admitas──continuó molestandola.
──No admitiré nada──rió burlona dejandole un beso en los labios.
──¿Estás dispuesta a averiguarlo?──le preguntó Eli con una ceja alzada.
Tory frunció el ceño intrigada. ¿Qué significaba descubrir el día de hoy, si se suponía que ella misma ya lo sabía?
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Se acerca el último capitulo, estén atentas!!
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