⥁𝕮𝖔𝖒𝖕𝖑𝖎𝖈𝖆𝖙𝖊𝖉
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La mañana se daba por comenzada en el instituto West Valley, y con ella se aproximaba una inmensidad de cambios, los cuales, algunos de los estudiantes ni siquiera hubiesen podido llegar a imaginar.

──¿Estás segura de que a nadie le va a interesar que lleguemos juntas?──le preguntó Sadie mientras estacionaba su auto en la playa de aparcamiento.

──Créeme, no somos tan relevantes──se burló Tory mientras acomodaba su cabello observándose en el espejo retrovisor del copiloto.

──Claro..──murmuró para sí misma observando la entrada del instituto, al instante frunció el ceño──¿Qué se supone que está pasando allí?

La pelirubia giró su rostro en dirección a la entrada, allí notó que se encontraban discutiendo acaloradamente; Miguel y Eli. Poco bastó para que entre ambos se interpusiera Robby.

──¿Qué les pasa?──preguntó Robby sintiéndose más que molesto──¿No pueden esperar al sábado?

──No te metas, Robby. Esto es entre Eli y yo──asumió Miguel observando a su amigo con el rostro enfurecido, por otro lado, Eli sólo podía sentirse confundido──¿O tu también quieres tener problemas conmigo?

──Hey, tranquilo──se excusó Robby levantando ambas manos en son de paz, acto seguido colocó una de sus manos en el hombro de Eli en señal de apoyo, lo cual logró confundir por demás al pelinegro.

──Pensaba preguntarte esto de forma directa, pero creo que esta especie de "union" que están mostrando me lo ha confirmado──escupió molesto onservandolos a ambos.

──Miguel, solo dije que.. debía hablarte de algo que no puedo controlar──le especificó Eli sintiéndose abrumado──Y por lo visto no creo que ocurra hoy.

──No creas que no lo he notado──tensó su mandibula Miguel, como si aquello fuese suficiente para controlar su enojo──Has vuelto al lugar que ambos aseguramos abandonar.

Robby comenzó a caminar hacia atrás alejándose de la situación, no lograba comprenderlo del todo pero consideraba mantenerse al margen. A su lado, se apareció Sam, su rostro indicaba de todo menos gracia.

──¿Acaso no podemos tener una mañana tranquila?──preguntó al aire sintiéndose frustrada por el conflicto frente a ella.

──¿Por qué no les dices a todos que nos has estado traicionando?──cuestionó Miguel soltando una pequeña risa burlona──Diles que no has dejado de ser un egoísta, egocéntrico y manipulador.

Eli comenzó a sentir las miradas de todas las personas que estaban a su alrededor, supuso que no había elegido un buen momento para intentar decirle a su mejor amigo que estaba enamorado de su ex novia, quien había iniciado una pelea que casi termina con su vida en la mismísima institución en la cual se encontraban. Él sólo quería dejar de fingir frente a los demás, realmente quería intentarlo.

──¿Saben qué es relevante el día de hoy? Que la profesora Hastings se ha estado acostando con el profesor Raeken──llamó la atención de todos los presentes la joven pelirroja──Y están revolcándose en el salón de matemáticas justo ahora──soltó con picardia generando que los estudiantes se adentraran a la institución en busca de obtener pruebas sobre aquello.

Sadie les sonrió a los jóvenes que quedaron frente a ella, consiguiendo una sonrisa divertida por parte de Robby y un suspiro de alivio por parte de Eli.

──No me agradezcan──añadió la pelirroja caminando entre medio de ambos jóvenes que se encontraban discutiendo.

──Sadie.. ¿por qué te metes en esto?──suavizó su tono el pelinegro notando el bullicio y malestar que había logrado generar.

──Tal vez espera que sean personas neurologicamente civilizadas──añadió Sam tomando la mano de su novio para poder alejarse de aquella escena.

La castaña consiguió sacarlo de allí, sin embargo, dejó a tres jóvenes confundidos y conflictuados.

──¿Qué se supone que ibas a decirle?──le preguntó Robby adoptando un tono calmado en su voz.

──¿Dónde está Tory?──preguntó Eli ignorando por completo al castaño──Se supondría que vendría contigo──dirigió su vista a la pelirroja.

──Ella está.. ocupada──sugirió Sadie jugueteando nerviosamente con sus manos.

──No te creo──se cruzó de brazos el pelirubio adoptando dureza en su voz.

──Eli..──llamó su atención de forma rápida el castaño──¿No crees que deberías hablar con Miguel primero? Se lo veía bastante afectado.

──Eso es porque su madre no quiere que pelee en el torneo de All Valley──comunicó repensando en los hechos ocurridos──Si ven a Tory diganle que me escriba──comenzó a caminar hacia el interior de la institución──Tengo un plan.

Sadie y Robby se miraron el uno al otro con el ceño fruncido, no comprendían del todo la situación pero les intrigaban las reacciones del pelirubio.

──Bien.. pero nada que involucre sexo con mi amiga──lo retó la pelirubia apuntándolo con su dedo índice.

──Fue suficiente el de ayer──se burló Eli mientras se alejaba.

En cuanto Eli se encontró lo suficientemente alejado, Robby se atrevió a preguntar.

──Ahora si dime; ¿dónde está Tory?

──Es confidencial──se limitó a responder la pelirroja──No seas chismoso──murmuró enganchando su brazo con el de él, para luego adentrarse al instituto.

La mañana transcurrió intranquila, Miguel le lanzaba miradas de desprecio a aquel que él creía llamar amigo, Demetri observaba la situación sintiéndose completamente marginado y a la vez desconcertado, la realidad era que se encontraba de tal forma desde que Eli no le contaba nada acerca de su vida. Por otro lado, Sam se dedicaba a murmurar por lo bajo con Yasmine acerca de su prima, quien parecía tener más de un secreto que esconder.

──Hey, Miguel──le tocó el hombro Sadie intentando captar su atención──¿Estás bien? No te ves para nada contento──añadió en cuanto el pelinegro se volteó a mirarla.

──Sadie, no es momento para tus burlas.

──No me estoy burlando──remarcó sintiéndose ofendida ante tal dicho──Soy tu amiga, me importa saber que estés bien.

──Pues realmente estoy muy confundido──suspiró sintiendo como sus músculos se destensionaban levemente──Es como si de la noche a la mañana.. todo hubiese cambiado. Y lo peor es que no tengo idea de cómo solucionarlo.

──A veces los cambios son para eso──murmuró la pelirroja apoyando su mano en el hombro de él──Soltar todo aquello que creímos que nos pertenecía, incluso si nunca fueron nuestros.

──Supongo..──frunció el ceño Miguel intentando comprender aquella frase.

El resto de la clase concurrió de forma habitual hasta que sonó el timbre que indicaba el receso. En la cafetería tuvo lugar el segundo encuentro cargado de intensidad, vulnerabilidad y violencia.

──Robby, no es momento para que te metas en esto──lo aconsejó Miguel manteniendo su postura enfurecida de la mañana.

──Sólo quiero saber una cosa..──se acercó a la mesa en la cual se encontraban el resto del grupo de Miyagi-Do, apoyando luego sus manos sobre la misma──¿Qué crees que te haya enseñado el señor LaRusso? ¿Las posibilidades de vencer a Cobra Kai?──soltó una risa burlona──Tú lo sabes, yo lo sé, e incluso mi padre lo sabe.

──¿A que te refieres, Robby?──frunció el ceño Sam mostrándose molesta ante el nombramiento de su padre.

──A que no estoy hablando contigo Samantha──le restó importancia el castaño──Sólo digo que deberías considerar mejor las formas en las que te expresas──lo miró de arriba a abajo mientras se alejaba──No creo que al señor miyagi le hubieses agradado──volvió a burlarse, esta vez en un murmullo.

──Robby..──lo detuvo Tory en cuanto se encontró frente a frente con él, luego de observar aquella acalorada conversación que había dejado a Miguel más que confundido──¿Qué estabas haciendo?──de inmediato, conectó sus ojos con los de él, les era imposible evitar sus miradas──Apenas podemos permanecer aquí, ¿acaso quieres que nos envíen a la correccional?

──Tory.. yo──vaciló sintiéndose invadido y mortificafo por su presencia──Es solo que.. creí que Miguel podría distraerse conflictuandose conmigo y no con..──dirigió su mirada al pelirubio ojiazul que se adentraba en la cafetería──Él.

──Eli puede desconflictuarse solo──le aconsejó ella soltando un suspiro──Por otro lado, nosotros tenemos un problema.

──¿Qué? ¿Cuál? ¿Por qué?──indagó sintiéndose confundido, a su vez, la pelirubia tiró de su brazo para alejarse del tumulto.

──Silver.. no confío en él, ni en Kreese──confesó ella en cuanto ambos estuvieron sentados en una de las mesas──Sé que traman algo.

──Ninguno es lo suficientemente fuerte para enfrentarse a nosotros ¿si?──le aseguró Robby tomando la mano de ella y entrelazando sus dedos, como si de alguna forma quisiera fundar la calma en la vida de Tory──Mientras estés conmigo, nada va a ser más fuerte.

Tory asentía con la cabeza baja, intentaba mostrarse tranquila pero cada situación que no podía manejar, la consideraba una amenaza, ella creía que debía estar alerta cada segundo de su vida. Robby; le proporcionaba protección y calidez, la rodeaba entre sus brazos y creía en la posibilidad de que ganarían.

──Es solo que.. no lo entiendes Robby──suspiró ella──Estoy cansada de las amenazas, de tener que enfrentar todo esto. Solo quiero que se termine.

──Estoy seguro de que vamos a conseguir lo que nos propongamos.

Mientras ambos continuaban hilando la posibilidad de consagrarse campeones, a tan solo unos pasos de allí, Eli los observaba con los brazos cruzados y una mirada cargada de incredulidad, desafío y celos.

──¿Qué miramos?──preguntó Sadie colocándose a un lado de Eli.

──¿Tú que crees?──se resignó rodando los ojos──A la parejita feliz demostrando cuanto se aman.

La pelirroja soltó una carcajada al notar que hablaba de su mejor amiga y Robby.

──¿Acaso te molesta?

──¿Es necesario que tome su mano y le hable tan cerca de sus labios?──se quejó evidenciando la molestia en su voz──A veces creo que lo hace apropósito.. como si quisiera demostrar que él puede estar incluso más cerca de conseguir su gracia que yo.

──Eli.. no lo pienses demasiado──le aconsejó la pelirroja──¿Tú de verdad la amas?──inquirió dejando de observar a Robby, para posar su mirada en el joven conflictuado.

Aquella pregunta logró tomar de imprevisto al pelirubio. Él jamás le había demostrado a alguien su capacidad de amar, ni siquiera podía identificarlo. Pero con Tory, cada sentimiento que durante toda su vida le había costado demostrar, parecía encontrar sentido al estar a su lado. Ella era para él, el más puro y sincero significado del amor.

──La amo..──murmuró Eli concentrando su vista en la pelirubia──Siempre ha sido así.

Sadie sonrió alegremente ante tal confesión, su amiga se merecía todo el amor y la felicidad que el mundo pudiera brindarle.

Al finalizar el receso, cada estudiante debía dirigirse hacia su casillero o hacia la siguiente hora de clase. Eli, se dirigió a su casillero, al abrirlo encontró una pequeña nota escrita con tinta negra y sombreado rojo.

"Amanecer a tu lado debería ser un pecado, solamente por lo adictivo de querer permanecer contigo"

El pelirubio sonrió al leerla, detrás de la misma pudo notar la letra "T", al instante comenzó a buscarla con la mirada. Al final del pasillo se encontraba ella, dedicandole una sonrisa traviesa y a su vez, cargada de sentimientos que ya no se atrevía a reprimir. Él guardó la nota en su cuaderno, no estaba dispuesto a perderla. Caminó despreocupado sin dejar de mirarla, le era inevitable el deseo de unir sus labios.

──El pecado son tus labios──le murmuró él deteniendo el pasa en cuanto estuvo cerca del oído de la pelirubia──No puedo dejar de pensar en besarte.

──¿Qué te detiene?──susurró girando sobre su propio eje, solo para mantener el disimulo.

En aquel instante supieron que les era imposible estar alejados el uno del otro, incluso si así lo quisieran, su conexión no se los permitiría.

──Dejen de desnudarse con la mirada──murmuró entredientes la pelirroja, consiguiendo empujar a Eli dentro de un salón, para luego tomar el brazo de Tory──¿Qué les sucede hoy? Miguel está justo a unos pasos de nosotras.

──¿Qué él está que cosa?──murmuró abriendo sus ojos de golpe.

──Justo detrás de nosotras──volvió a mencionar tirando del brazo de la pelirubia para comenzar a alejarse de allí──¿Dónde se supone que estuviste hoy? No sabes lo difícil que ha sido convencer a Robby de que querías ir a la ginecóloga.

──¿Qué yo quería que?──inquirió sorprendida.

──Te levantaste con una sordera terrible hoy──admitió la pecosa al notar lo distraida que estaba su amiga.

──Es solo que.. fui a hablar con Silver──confesó deteniéndose a un lado del casillero de Sadie──Él me llamó en la mañana.. quería que lo visitara.

──¿Por qué ese viejo quería estar contigo a solas?──la interrumpió la pelirroja cruzándose de brazos y enmarcando su ceño fruncido.

──Mencionó algo sobre un entrenamiento aislado──mintió encogiendose de hombros──Para poder mejorar en aquello que crea una debilidad.

──No me gusta nada como suena eso.

──¿Saben qué me gustaría a mí?──les preguntó Robby al acercarse a ambas──Que me hagan parte de sus secretitos, yo también soy miembro del club──apoyó su mano en el casillero, cerrando la pequeña ronda.

──¿Realmente quieres saber?──inquirió Sadie elevando una ceja.

──No creo que él quiera eso──negó la pelirubia enmarcando un tono juguetón en su voz.

──No lo soportaría──afirmó la pelirroja riendo.

──¿Pueden solo dejar de excluirme? Les pido muy poco──confesó Robby sin dejar de observarlas a ambas, luego recibió una sonrisa complice por parte de Tory.

──Sólo le contaba a Sadie que hablé con Silver en la mañana y que nos quería temprano en el Dojo──resumió posando sus ojos en el castaño, quien asintió sin creer del todo en sus palabras.

Tory y Robby se despidieron de Sadie para caminar en dirección al salón de clases. Por otro lado, Eli salió del respectivo salón al cual la pelirroja decidió empujarlo y le envió un mensaje a la pelirubia.

13:45 pm "Espero verte al terminar
las clases, ni siquiera pude
abrazarte." ──Eli

14:25 pm "Y yo no pude decirte
cuanto extraño tus besos." ──Tory

En cuanto Eli recibió ese mensaje se volteó a verla, ella le sonrió como de costumbre; enseñando todos sus dientes, lo cual generaba que sus ojos verdosos se achinaran levemente. Aquello era algo que, sin dudas, a Eli le encantaba observar. Segundos más tarde, le guiñó un ojo, sin molestarse en disimular frente a los demás.

──¿Qué es lo que haces?──le preguntó Miguel sin dejar de mirarlo con los ojos entrecerrados, se encontraba detrás del banco de Eli.

──Pensar──comunicó el pelirubio balanceándose en su silla──Deberías probarlo, a algunas personas les sirve.

Miguel revoleó los ojos con pesadez y decidió prestar atención a la clase. En cuanto la misma se dio por finalizada luego de media hora, los estudiantes comenzaban a retirarse de la institución a pasos apurados.

──¿Hablaremos luego?──inquirió Miguel observando de reojo a su amigo.

──Te veo en el Dojo──afirmó Eli esperando calmar la situación al decir aquello. Había estado pensando lo suficiente y la situación era complicada.

Su mente se debatía entre la angustia y el afecto, dos emociones complicadas reinaban en su corazón y en su mente. Sabía que debía tomar una decisión con respecto a su relación con Tory, en definitiva, ni siquiera él sabía lo que eran y antes de finalmente enfrentarse a lo que más temía -confesarle a Miguel que estaba más que enamorado de su ex novia-, debía hablar con aquella a la que consideraba la dueña de su corazón; Tory.

Flashback de Halcón

Un año atrás.

──Esto es nuestra culpa, Eli. No debí iniciar esto──murmuró Tory con la voz entrecortada por el pequeño sollozo que se negaba a salir de su boca, produciendo un eco en su garganta.

──No es tu culpa, Bebe──se acercó él pasando su brazo por el hombro de la pelirubia.

──No sé por qué creí que estar aquí me haría mejor──confesó colocando un mechon de cabello detrás de su oreja.

──Pues, Cobra Kai es el lugar más seguro de All Valley──le aseguró el joven de la cresta sin dejar de mirarla.

──Es solo que.. no puedo dejar de pensar en que Miguel está internado, todo es mi culpa──apoyó su cabeza en el hombro de él permitiéndose liberar aquellos sentimientos que había querido sepultar.

──Tory.. la culpa es de todos nosotros, no fuiste tú quien lo empujó y le quebró la espalda──argumentó Eli mientras le acariciaba la mejilla, a su vez, no podía evitar pensar lo tierna e indefensa que se veía al estar entre sus brazos──Además él va a estar bien, o al menos eso dice el sensei.

──¿Tú crees?──inquirió levantando levemente la vista con sus ojos llorosos.

──Te aseguro que lo sé.

Él le dedicó una pequeña sonrisa logrando destensionar el momento, Tory supo aprovechar el instante en el cual los brazos de Eli le rodearon la cintura atrayendola aún más hacia él. Provocando así que ambos encontrarán la contención en el otro.

──¿Por qué finges que eres malo?──le preguntó ella elevando una ceja.

Eli no pudo evitar soltar una pequeña risa, le parecía bastante tierno e inusual que justamente ella se lo preguntase, sobre todo porque la pregunta parecía ser formulada por alguien externo a su vida y no por, su amiga.

──Yo jamás finjo..──le guiñó un ojo en sentido burlón, ella simplemente rodó los ojos, y aún así continuaba sosteniéndole la mirada──¿Acaso no me crees?

──No lo suficiente──rió la pelirubia intentando recuperar la compostura, no era usual que ella se mostrase tan vulnerable.

──Te lo demostraré──concluyó él sin apartar la mirada de ella──Verás que puedes confiar solo en mi──le comunicó tomando lentamente su mano para entrelazar sus dedos.

Tory asintió con la cabeza intentando convencerse de que depositar su confianza en Eli era suficiente para no regresar al infierno que era su mente.

Fin del flashback de Halcón.

Durante aquellos instantes en los cuales Eli observó a la pelirubia recordó la forma en la cual se habían prometido confiar y como él había roto ese pacto, sabía que era momento de reformularlo y de finalmente expresarse.

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