✿┋𝟎𝟑. 𝐃𝐨 𝐲𝐨𝐮 𝐡𝐚𝐯𝐞 𝐚 𝐛𝐞𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐢𝐝𝐞𝐚?
𝐢𝐭'𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐭𝐞𝐝
𝐢𝐭'𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐭𝐞𝐝
𝐢𝐭'𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐭𝐞𝐝
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El sábado por la mañana el Dojo Miyagi-Do abría sus puertas para que sus estudiantes se adentraran y comenzaran con el entrenamiento dirigido por Daniel LaRusso.
──En la clase se hoy deberán elegir un compañero que les inspire esperanza y fortaleza──explicó el sensei observando como empezaban a formarse los equipos──Espero que hayan desayunado bien porque hoy deberán utilizar todo su potencial.
Halcón y Demetri se observaron entre sí, habían pasado toda la noche jugando a los videojuegos como en los viejos tiempos y cargaban unas ojeras debajo de sus ojos que era difícil no identificarlas. Sam tomó el brazo del joven de la cresta formando así un equipo. Miguel, extrañado por la reacción de su novia eligió formar equipo con Demetri.
──Disimula tu cara de cansancio──lo codeó la pelicastaña logrando despertarlo un poco.
──Tu padre da las explicaciones más aburridas del mundo──rodó los ojos soltando un bufido.
──¿Preferirías seguir siendo el matón de Kreese?
──Si eso me dejará dormir un sábado por la mañana.. lo consideraría.
Sam rodó los ojos con una pequeña risa y luego de unos minutos ambos se dispusieron a realizar el ejercicio que Daniel había explicado minutos antes.
──¿Cuándo crees que sea el próximo torneo? Revise las fechas y posiblemente lo sea dentro de unos seis meses──le comentó Demetri a su amigo──Y no golpees tan alto, tengo brazos cortos.
──¿Y eso que tiene que ver?
──Mis extremidades no cumplen los estándares y no podré pelear. Por más de que le haya dado una paliza a Eli en aquella pelea de la escuela.
──¡Deja de esparcir rumores, Demetri!──le gritó Halcón mientras intentaba que su compañera no se lastimara.
──¡Acepta que te gané!──volvió a mencionar el azabache generando que Miguel se golpeara la cara contra el césped.
──Estoy seguro de que así no es el ejercicio──se burló el de la cresta.
──¿Qué están haciendo?──preguntó Daniel confundido para luego volver a explicar lo que debían hacer.
Tiempo más tarde, la gran mayoría había logrado la propuesta del sensei e incluso otros habían comenzado a entrenar a un costado. Estudiantes como Halcón, Demetri, Mike y otros que se habían unido recientemente debían realizar otro tipo de tareas para lograr un desarrollo más potente y cognitivo que incluya la defensa.
──Parece que la clase de hoy fue buena──habló Amanda mientras apoyaba dos jarras de limonada en una de las mesas junto con los vasos.
──Algo así──rascó su nuca Daniel con una media sonrisa.
──¡Limonada!──anunció Halcón corriendo hacia la mesa──Buenos días señora LaRusso, está tan bella como siempre ¿Le dije qué esta vez si tomé la bebida que me recomendó? No me fue bien en el baño, pero estaba dulce.
──¿Qué nunca te callas?──le preguntó el sensei extrañado mientras su esposa reía.
──¿Vendrán a casa a almorzar?──les preguntó Sam con una sonrisa.
──Hija es nuestra casa, ¿Cómo no vamos a-?──habló Daniel, el cual fue interrumpido.
──Ella habla de nosotros, sensei──le anuncio Miguel.
──Deberías llamarlo suegrito──acotó Halcón cruzándose de brazos y ganándose una mala mirada por parte de Daniel──O sólo suegro, si le gusta más.
──Está bien──asintió Amanda mirando a su hija──Vengan a almorzar a casa.
Sam sonrió entrelazando su mano con la de Miguel, quien dejó un beso en su frente. Mientras que por otro lado, Halcón y Demetri se miraron sincronizadamente poniendo su mejor cara de asco.
──Miren la cara de Demetri, pensar que no decías lo mismo cuando besabas a Yasmine──acotó Miguel.
──¿Sabes? Burlarte de los demás no te posiciona en un lugar de poder.
──A tu mamá la voy a posicionar──lo defendió Halcón riendo.
──¡Fue tu idea!──exclamó el azabache mientras el otro negaba con la cabeza y se alejaba lentamente para acabar persiguiéndolo.
Luego de otra hora de entrenamiento, el grupo junto con Yasmine y Moon se dirigieron a la casa LaRusso para concretar el almuerzo.
──Por favor, no me den sushi como a Kyler──anunció Miguel recibiendo un golpe en la cabeza por parte de Sam.
──Me gusta tu casa, tu living es rústico──comentó Yasmine apoyando su bolso sobre el sofá.
──Antes era más bonita.. cuando no la habian destruido──habló Sam dirigiendo su mirada hacia el joven de la cresta.
Aquella mirada cesó en cuanto se escuchó un grito femenino proveniente del patio trasero.
──Eso no fue muy varonil de tu parte Demetri──se burló Halcón mientras junto a los demás se acercaban para ver lo que había ocurrido.
Sam frunció el ceño al darse cuenta de la presencia de una jóven pelirroja tomando sol en traje de baño a las orillas de su piscina.
──¿Quién es ella?──preguntó Moon confundida elevando una ceja y a su vez cruzándose de brazos.
La pelirroja levantó la mitad de su cuerpo y por consiguiente colocó las gafas de sol sobre su cabeza, dedicándoles una pequeña sonrisa.
──¡Sydney!──chilló Sam con alegría y corrió hacia ella.
──¿Eso es un nombre o una raza de perro?──se burló Yasmine con una risa.
──Si ella se burla de mi nombre lo mínimo que haría sería arrodillarme a sus pies──susurró Demetri.
──Creí que ya habías superado esa obsesión──habló Miguel en un tono obvio.
──¡Chicos!──los llamó la castaña ojiazul tomando el brazo de la joven pelirroja──Ella es Sydney LaRusso.. es mi prima.
──Pueden decirme Sadie──les sonrió de lado posando su vista en un joven azabache de ojos esmeralda.
Halcón frunció el ceño al verla de cerca, su rostro se le hacía demasiado familiar pero no podía recordar de dónde.
──Amanda me dejó quedarme por el resto del año, supongo que seremos compañeros──les sonrió acomodando su cabello hacia un lado.
Sam notó la tensión que Yasmine había creado en el ambiente luego de sus comentarios negativos en voz baja. Por lo cual decidió posar la atención en ella.
──¿Qué les parece si pedimos para almorzar?──les sonrió caminando hacia dentro de la casa.
Mientras se dirigían detrás de ella, la pelirroja tomó el brazo del joven de la cresta y sin acercarse mucho le susurró.
──Más te vale que no digas nada.
Halcón frunció el ceño aún más confundido y se cruzó de brazos con una sonrisa burlona.
──¿De qué estás hablando?
──¿Acaso no recuerdas nada?──volvió a susurrar atónita.
──¿Debería recordarte? Porque pensándolo bien.. no eres mi tipo.
──Claro.. tu tipo suelen ser unas hippies hipócritas ¿Cierto?──se burló generando que él se encontrara más intrigado──Por si no sabias.. te conozco y sé muchas más cosas de las que crees.
Sadie se alejó de él lentamente para no levantar sospechas y se acercó al azabache sentándose a un lado de él, justo en el asiento que la pelirubia quería.
──¿Y de dónde vienen?──preguntó curiosa enviándose una fritura a la boca.
──Mis padres dicen que por mis rasgos provengo de una familia inglesa──acotó Yasmine ladeando su cabello.
──Me refería a por qué están sudados. Pero ese es un gran aporte, Miss Inglaterra──rió Sadie haciendo reír a Miguel.
──Entrenamos en el Dojo──habló Demetri captando su atención──Por lo general vamos allí los días de semana en la tarde y los sábados por la mañana.
──¿Dojo?──elevó una ceja fingiendo no saber de lo que estaba hablando.
──Si. Allí practicamos karate──fue Miguel quien respondió esta vez.
──Tú.. ¿Eres el chico que Sam describió como "moreno formidable con unos músculos del infierno"?──indagó nuevamente Sadie con una mirada pícara.
La joven LaRusso no sabía dónde meterse, sus mejillas se encontraban sonrosadas y su corazón latía a mil por hora. Y la peor parte no era esa, sino que el chico del que se encontraba hablando su prima era Robby y no Miguel.
──Supongo..──carraspeó Miguel encontrándose incómodo.
──Yo soy Moon──habló con una sonrisa amplia presentándose.
Sadie la observó con una sonrisa falsa y preguntó──¿Moon por la luna o por Sailor Moon?
──Por la luna──afirmó con una sonrisa──Seria raro llamarme como un monstruo.
──Tiene razón──la apoyó Yasmine.
Demetri frunció el ceño al escucharlas y justo cuando iba a hablar, la pelirroja interrumpió.
──Sailor Moon no es un monstruo, es un manga──rió mientras comía.
──Si claro.. como si tu supieras algo de mangas con esa blusa──se burló Yasmine.
Miguel y Demetri se miraron entre sí.
──Estás confundida──afirmó Sadie.
──Y tú estás fuera de lugar.
La pecosa soltó una carcajada haciendo enfurecer aún más a Yasmine.
──Bien. ¿Quién quiere pizza?──interrumpió Sam el incómodo momento sentándose en una de las sillas.
Mientras los demás debatían acerca de que almorzar, el joven de la cresta roja se encontraba con sus pies metidos en el agua pensando de dónde conocía a aquella pelirroja entrometida.
Flashback de Halcón.
Unos pocos meses atrás, el sentimiento tras el rompimiento con una de las chicas más populares del instituto lideraba la vida de Eli. Esa misma noche había golpeado sin parar el saco de box que su madre le había regalado semanas atrás. Su cuerpo se encontraba completamente tenso y traspirado, las manos le dolían aunque llevara guantes y la música retumbaba en su habitación de tal forma que parecía que iban a explotarle los oídos.
──¿Qué carajos?──frunció el ceño una pelirubia que lo observaba desde la ventana de la habitación mientras intentaba subirla.
Halcón sintió la brisa fresca recorrer su espalda y como no esperaba visitas lo primero que hizo fue golpear primero. Lanzó una patada consiguiendo golpear la ventana y por consiguiente asustando a la persona que se encontraba allí, la cual rodó por el tejado y cayó al césped golpeándose por completo. Él asomó su cabeza luego de salir hacia el tejado y saltó rápidamente al notar de quién se trataba.
──¡Tory!──le gritó acercándose a ella con preocupación.
──Estoy bien──tosió acomodando sus prendas de vestir mientras él la observaba con el ceño fruncido──¿Y tú?
Halcón rodó los ojos luego de tomar su mano para ayudarla a levantarse. Tras el impulso por parte de ambos, lograron quedar a pocos centímetros de distancia el uno del otro. Allí mismo, él observó que la pelirubia se encontraba arreglada e incluso un poco de maquillaje cubría sus ojos.
──¿Tienes una cita o algo así?──se burló con una risa intentando que no se le quebrara la voz.
Tory apoyó su mano en el hombro de él y le sonrió levemente. No hacía falta hablar, ella lo sabía todo.
──¿Te dejó, verdad?
Él asintió intentando parecer superado, dirigió su rostro hacia otro lado e intentó quitar la mano de Tory de su hombro. Sin embargo, ella a pesar de no demostrar ningún indicio de afecto o cariño, colocó ambas manos en sus hombros y lo acercó hacia ella generando que apoyase la cabeza sobre su hombro. Por consiguiente él le rodeó la cintura con sus brazos.
Aunque ninguno se dignara a admitirlo jamás, ambos sabían que necesitaban ese abrazo. Necesitaban que alguien les demostrará afecto y allí se encontraban el uno para el otro. Sin pensarlo.. sin planearlo, un nuevo lazo comenzaba a formarse entre ambos con cierta intensidad.
──Ahora quita esa cara de alcohólico depresivo o tendré que golpearte y no te va a gustar──exclamó Tory alejándose levemente haciéndolo reír.
──Golpeas como un gatito.
──Oh ¿Quieres probar?──frunció el ceño cruzándose de brazos.
──¿Viniste a buscar una pelea? Eso no es raro de ti──se burló con una pequeña sonrisa.
──Que gracioso──suspiró sarcástica rodando los ojos──¿Qué ibas a hacer hoy? Además de quedarte golpeando una estúpida bolsa.
──¿Tienes una idea mejor?
──De hecho si.
La pelirubia le sonrió generando que él se encontrara confundido. Ambos se adentraron en la casa y cambiaron toda la vestimenta de Halcón. Tiempo más tarde se encontraban en una motocicleta manejada por Tory a una velocidad inexplicable.
──¿Qué le hiciste a los carburadores?──le preguntó él tras haber estirado sus brazos en el aire y sentir como el viento invadía su cuerpo.
──¡Los mejoré!──anunció esquivando autos en zic-zac.
El joven de la cresta se aferró a la cintura de la pelirubia generando que ella relajara su espalda en el pecho de él. Proporcionándoles a ambos una especie de electricidad en cuanto sus cuerpos se rozaron.
Pocos minutos más tarde, Tory ya había estacionado la motocicleta y ambos se encontraban frente a un portón negro observando una larguísima fila de personas que esperaban para entrar. A un lado del portón se encontraba un guardia de seguridad bastante jóven.
──¡Hey Derek!──lo saludó la rubia con una sonrisa.
──¿Hoy eres Victoria, Miranda o Serena?──se burló el azabache de seguridad.
──Sólo Tory──rió tirando del brazo de su acompañante──Y él es mi invitado de esta noche.
──¡Finalmente conozco a tu novio! ¿Eres del equipo de karate, cierto?──indagó Derek palmeandole el hombro──Para festejar que finalmente Tory perdió sus miedos, les regaló unos tragos──les sonrió dándoles unos pases.
Segundos más tarde, ambos habían pasado el portón negro sin siquiera hacer la fila.
Halcón observó el lugar, había gente bailando por todas partes, personas sentadas esperando sus tragos, luces tenues y de colores dependiendo de dónde te encuentres, música alta del momento y buena energía.
──¡Debes ver esto!──tiró de su brazo la rubia llevándolo al centro de la pista. Él caminó junto a ella observando como saludaba a la gran mayoría.
──¿Eres una especie de famosa y no me lo dijiste? Me siento realmente traicionado──le comentó él en el oído.
Tory soltó una risa negando con la cabeza, acto seguido un chico le entregó dos bebidas, por lo cual ella le dió una a Halcón. Segundos más tarde tras haber bebido el trago, ambos se encontraban bailando juntos.
Así como llegó el primer trago fueron llegando más, a tal punto que perdieron la cuenta. El alcohol comenzaba a hacer efecto y la música acompañaba el momento. Ambos bailaban entre ellos o incluso con otras personas, habían logrado soltarse y olvidarse por un momento de sus problemas y/o sentimientos.
──¡Hey Halcón!──lo llamó ella por encima de la música con una sonrisa en sus labios.
Él volteó a verla y se detuvo durante varios segundos. La pelirubia bailaba y movía su cabello al compás de la música, o al menos así era para Halcón. Sus ojos sólo podían centrarse en ella y ni siquiera sabía el porqué.
──Aquí estoy──le susurró él en cuanto llegó a donde ella estaba.
──¡Te extrañe! ¿Dónde estabas?──le preguntó torciendo su cabeza hacia un costado──¡No importa! A que no sabes que descubrí.
Él frunció el ceño, podía estar alcoholizado pero estaba seguro de que Tory jamás le había dicho eso a nadie. Ni siquiera a Miguel.
¿Qué tenía Miguel que había logrado cautivarla? ¿Por qué justamente él?
──¿Qué descubriste?──rió confundido.
──Es un secreto──se acercó a él logrando susurrarle cerca de sus labios──Prométeme que no vas a decir nada.
──Prometo no decir nada──se burló rodando los ojos──A menos que hayas matado a alguien.. ¿No lo hiciste verdad?
Tory soltó una carcajada──No..──se quedó en silencio unos segundos──O eso creo.
──¿Cómo que eso crees?──le preguntó exaltado haciendo que ella riera de nuevo──Y no sé porqué sigo creyéndote.
──Tranquilo.. dijimos que esta noche era pura y exclusivamente para olvidar nuestros problemas.
──¿Cuándo dijimos eso?
──Que importa──se encogió de hombros──¿Qué iba a mostrarte? ¡Ah sí!──tiró nuevamente del brazo de él dirigiéndose a la barra.
El joven de la cresta se había tambaleado algunas veces intentando seguirle el ritmo. Mientras ella caminaba con seguridad. Ambos tomaron asiento frente a la barra.
──¡Ella, es mi amiga Sadie!──exclamó la rubia abrazando a una chica pelirroja a través de la barra.
──¡Hey, Sadie!──la saludó él.
──¿Él es Miguel?──le preguntó la chica confundida.
──Oh no. Él es un amigo.
En cuanto Tory regresó hacia atrás bruscamente, Halcón pasó rápidamente su brazo por la cintura de ella en un acto reflejo por protegerla. Al instante la rubia se aferró a él sosteniendose de su brazo. Logrando así que ambos quedaran a pocos centímetros de distancia, casi parecía que ninguno de los dos quería apartarse del otro.
──Si claro.. un amigo──rió Sadie en un susurro mientras preparaba los tragos.
Fin del flashback de Halcón.
──¿Qué estás haciendo?──le preguntó Demetri sentándose a un lado de él.
──Nada.. sólo pensaba──se encogio de hombros.
──¿En Moon?──se burló elevando una ceja.
──Si.. claro──rió centrando su vista en el agua.
──¿Sabes que aún puedes recuperarla, cierto?
Halcón lo observó atónito, se esperaba cualquier comentario excepto ese.
──No lo creo.
──Yo creo que deberías entrar a verla pelea──lo palmeó Demetri.
──¿Qué pelea?
El azabache se levantó del suelo y por consiguiente Halcón lo siguió.
──¿Cómo es que usas una falda blanca con un top balenciaga color marrón?──se quejó Yasmine confundida.
──Podrías usar tu energía en otra cosa ¿Verdad?──indagó Moon sonriente.
──¿Por qué eres tan relajada Sailor Moon?──le preguntó Sadie.
──Porque fuma marihuana──acotó Miguel.
──¡Ahora todo tiene sentido!
Moon frunció el ceño──No fumó marihuana.
──Pero deberías──rió la pecosa.
Sam negó con la cabeza──Halcón ¿Quieres pizza?
El joven de la cresta asintió sentándose en el único asiento vacío.
──Entonces.. ¿Son el único grupo de karate?──indagó Sadie nuevamente.
──Es un poco complicado.. dígamos que ahora tenemos un rival──le respondió Miguel.
──Uuh.. ¿Y son buenos?
Sam apretó sus labios──Son violentos.
──Define violentos, primita.
──Son tramposos, utilizan la fuerza y la agresión todo el tiempo──afirmó la castaña sintiendo el miedo invadir lentamente su cuerpo.
──¿Y cómo se llaman estos.. karatecas agresivos?──rió mientras comía pizza.
──Cobra Kai──habló Halcón con una sonrisa de costado──El mejor nombre y por mucho tiempo fue el mejor Dojo──observó a Miguel, quien asintió dándole la razón.
──¿Y por qué ya no lo es?
──Es una larga historia..──volvió a contestar Miguel, quien ya se estaba cansando de que indagará tanto.
Sadie frunció el ceño──¿Ahí está tu ex novio, verdad?──observó a Sam.
──¿Cuál de todos?──rió Yasmine elevando una ceja y recibiendo un codazo de Moon.
──¿Te molestaría si yo saliera con él?──le preguntó sin vueltas.
Sam abrió sus ojos de golpe, aquello la había descolocado. Ya era suficiente que Tory se haya convertido en la novia de Robby.
¿Ahora también su prima lo intentaba?
──No creo que le moleste.. al parecer tiene una novia──acotó Miguel.
Sadie entrecerró sus ojos──Oh.. ¿Y ella es bonita?
──Es su ex──rió Halcón señalando a su amigo, segundos más tarde cuando la atención fue puesta en Miguel tensionó su mandíbula.
Aún le molestaba aceptar el hecho de que Robby fuera el novio de Tory, aunque poco a poco empezaba a creer menos en aquel romance.
──¿Quién quiere ir a la playa?──Indagó Demetri apareciendose con tres flotadores y dos toallas en sus hombros.
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Pido disculpas por no haber actualizado en mucho tiempo.
Espero que esté capitulo recompense un poco mi falta :(
Besos!
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