Capítulo 4
Parecía que Hoseok podía ver el futuro, porque no se había equivocado en nada. Aquel día había sido uno extraño, pero bastante especial.
Pensó que después de animarse a hablar con Taehyung solo intercambiarían algún que otro mensaje y que luego dejarían morir aquella conversación, puesto que no eran más que desconocidos, pero no se esperó que la plática siguiera poniéndose cada vez más interesante hasta el punto de que cuando llegó a casa no se despegó ni un solo segundo del teléfono, incluso estuvo a punto de pasarse al noche en vela tecleando. Ninguno de los dos quería parar de hablar, ambos tenían demasiadas cosas por contar y los temas surgían sin detenerse.
Se dieron cuenta de que tenían mucho en común y aquello los hizo conectar de manera inmediata, daba la sensación de que ya se conocían y que en realidad solo eran viejos amigos que volvían a retomar el contacto después de tanto tiempo.
Desde ese instante no había día en el que no hablaran, normalmente era Taehyung quien iniciaba la conversación con algún mensaje de buenos días cada mañana, y si no era así, Jimin se atrevía a ser el primero en hacerlo. Muy poco después se volvieron a ver en la cafetería. El rubio mentiría si dijera que no se emocionó al verlo, porque no pudo siquiera ocultar su sonrisa al reconocerlo en el instante en que entró por la puerta de cristal.
Taehyung, por su parte, fue sorpresivamente honesto al decirle que había vuelto porque tenía ganas de verlo de nuevo.
"Tú y yo tenemos un asunto pendiente por aclarar."
El castaño le dijo sin rodeos provocando que el rubio se estremeciera en su sitio, su voz era fuerte y profunda pero sedosa a la vez, no podía no prestarle atención cuando tenía un tono demasiado autoritario difícil de ignorar. Taehyung mostró su característica sonrisa cuadrada al notar su reacción, la cual a Jimin le pareció bastante adorable.
"¿Mañana tienes la tarde libre?"
Park de inmediato entendió a lo que se refería. Era obvio que no se podía olvidar de la propuesta que le hizo el día que empezaron a charlar. Recuerda haberla aceptado tímidamente, aunque pronto aquello se había quedado en el aire al empezar a conversar sobre otros temas, pero ahí estaba Taehyung, yendo personalmente a preguntarle si quería salir con él al siguiente día . Como sería sábado y por suerte no tenía tanto trabajo por entregar en la universidad, aceptó sin pensarlo demasiado.
Ese sábado se sentía terriblemente nervioso, era su primera cita con alguien y no sabía muy bien como actuar, pero ese nerviosismo se esfumó por completo gracias a la personalidad tan extrovertida y sociable del castaño, que hizo que todo fuera fácil de sobrellevar. No tuvo la necesidad de forzar nada porque todo lo que él hacía o decía salía de manera natural y espontánea. Era como si supiera como llamar su atención y mantenerla por el tiempo que él quisiera, como si pudiera descifrarlo sin ninguna dificultad para así poder hablar sobre algún tópico que le pudiera interesar y hacerlo participar seguido en la charla.
Aquella cita fue perfecta, ambos habían disfrutado la compañía del otro y estaba más que claro que esa sería la primera de muchas más. Y así fue.
A partir de ese momento Taehyung había entrado a su vida y parecía que no tenía ninguna intención de marcharse. Fue conociéndolo poco a poco y pasaron de ser unos completos desconocidos a a amigos muy cercanos en muy poco tiempo.
¿Pero quién era Taehyung?
El rubio lo podía definir como la persona más cautivadora que podría haber conocido jamás. Era un completo caballero, desde su forma tan educada al hablar hasta sus gestos tan delicados. Sabía muy bien como hablarle a la gente, pero tampoco decía lo que los demás esperaban escuchar, si había algo que no le gustaba no dudaba en dejarlo claro, no podía ser alguien deshonesto pero siempre era respetuoso.
Era como si tuviera un aura mágica que permanecía siempre a su alrededor y te hechizaba en menos de un segundo. Era encantador con su belleza inigualable, su mirada penetrante, su sonrisa brillante y su voz acaramelada. Era una de esas personas tan llamativas y atractivas que coqueteaban sin darse cuenta, aunque lo cierto era que sabía perfectamente lo que hacía con Jimin.
Era como si se tratara de uno de esos personajes ficticios el cual toda la gente quiere.
Taehyung le había contado que había sido un niño abandonado con un pasado un tanto duro, pero que tuvo la gran suerte de tener a una nueva familia en la que, a pesar de tener una apariencia bastante refinada por estar muy bien acomodada y tener un alto estatus social, había crecido en un ambiente lleno de amor y comprensión, con sus padres y su hermano adoptivos.
Su familia era heredera de un negocio familiar de muchos años que se había expandido por todo el país. El negocio se había transformado en una empresa importante dentro del mundo de la economía, tanto, que su relevancia e impacto la hacía una de las empresas más imprescindibles de la nación. Taehyung, totalmente fascinado desde niño por el trabajo de su padre, quien era el jefe de la empresa, decidió seguir sus pasos convirtiéndose así en el primero en la línea de sucesión para heredar la empresa, tal y como un heredero al trono se tratara.
Después de acabar sus estudios, el castaño comenzó a trabajar junto a su padre, siendo su mano derecha en todo, enseñándole todo lo que necesitaría saber una vez él ocupara su lugar.
A Jimin le pareció increíble porque parecía como si ambos vinieran de planetas totalmente distintos. No pudo evitar comparar la vida del castaño con la suya, no por envidia, ya que sabía aquello no le llevaría a ninguna parte, sino porque era exactamente con lo que había fantaseado desde que era un infante que se sentía perdido y abandonado.
Taehyung por su parte desarrolló un sentimiento de empatía hacia él al saber su situación, y el ver como, a pesar de toda, era una persona tan fuerte y llena de resiliencia le hizo sentirse aún más atraído por él de lo que ya estaba.
Porque sí, era consciente de que le gustaba, desde el primer momento en el que sus ojos se posaron él, y no se molestaba para nada en ocultarlo ni opresar sus sentimientos. Le parecía emocionante ganarse su confianza progresivamente y sabía que Jimin pasaba por lo mismo pues este era demasiado obvio, pero lo que no sabía es que el rubio no podía dejar de pensar en algo que le carcomía la cabeza, por más que no quisiera.
¿Por qué Jungkook no había vuelto a la cafetería desde que apareció Taehyung?
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¡Holi!
Sé que todo esto es un lío y que estaréis confundidxs, pero estáis a nada de saber que es lo que está pasando, confiad en mi.
Mientras tanto, ¿Tenéis alguna teoría?
Espero que os haya gustado el capítulo, muchísimas gracias por leer, votar y comentar.
¡Nos vemos pronto!❤️
˗ˏˋ eclipse ˎˊ˗
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