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₊˚ˑ༄ؘ ┊ CHAPTER TWELVE °•*⁀➷
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CORI SE GIRÓ EN SU ASIENTO PARA MIRAR AL CHICO QUE ESTABA SENTADO DETRÁS DEL VOLANTE, con su mano en la de ella y descansando en su regazo. Él le sonrió, con la cabeza apoyada en el respaldo. —Gracias.— Murmuró.
—Siempre.— Ella sonrió mientras se inclinaba sobre la consola y besaba su mejilla, luego miró hacia la casa, todas las luces estaban apagadas y ni la camioneta de Bella ni la patrulla de Charlie estaban en el patio. —Entonces, ¿quieres quedarte a pasar la noche?— ella trazó su pulgar sobre sus nudillos, su cabeza se inclinó un poco hacia un lado y él supo que no se refería a una de sus habituales fiestas de pijamas.
—¿Estás segura?— preguntó y ella asintió, llevándose la mano de él a sus labios. —¿Absolutamente segura?
—Estoy segura.
—Sabes, tenía este plan y no era este.— Él se rió entre dientes. —Había pétalos de rosa.
Ella se encogió un poco de hombros. —No necesito pétalos de rosa.
—No, pero tú te mereces pétalos de rosa.— Se inclinó y presionó sus labios contra los de ella. —¿Estás realmente segura de que quieres que sea yo tu primero?— preguntó, sonaba un poco inseguro e incluso un poco nervioso.
—No quiero que sea nadie más.
—Está bien.— Él asintió y ella le besó los labios de nuevo antes de darse la vuelta y salir del coche, él sonrió un poco mientras alcanzaba el asiento trasero para tomar el oso y luego la siguió hasta la casa.
Carter levantó a la chica del suelo y ella sonrió mientras envolvía sus piernas alrededor de él, presionando sus labios contra los suyos. Sus dedos se entrelazaron en su cabello, agarrando puñados, pero podía sentir la más mínima vacilación en su beso. Ella se apartó y sus manos se deslizaron hacia sus mejillas.
—Quiero hacer esto... tanto.— Presionó su frente contra la de ella, su pulgar moviéndose sobre sus jeans. —Pero solo si estás absolutamente segura.
—Confío en ti.— Murmuró.
Él sonrió, presionando sus labios contra los de ella otra vez. Esta vez estaba más seguro, más firme. —Te amo.
—Te amo.— Murmuró. Sus manos se apretaron en su cabello mientras él volvía a conectar sus labios, fue lento al principio pero rápidamente se puso más caliente. Él agarró sus muslos y se dirigió hacia su cama y se inclinó, recostándola contra el colchón mientras dejaba un rastro de besos húmedos por su cuello, luego ella tiró del extremo de su camisa, queriendo que se fuera.
Y la línea entre solo amigos y más se desdibujó.
[...]
Carter sonrió mientras la chica se acurrucaba contra él, su cabeza en su mano, su cuerpo desnudo contra el de él debajo de las sábanas mientras dormía profundamente. Su frente estaba contra su pecho, su palma plana contra su abdomen y sus piernas enredadas con las de él. Se inclinó hacia adelante y besó la parte superior de su cabeza mientras la arrastraba suavemente.
—Cori.— Susurró, metiendo su cabello detrás de su oreja y ella gimió un poco en protesta. —Vamos, cariño, tienes que despertar.
—No quiero.— Murmuró, cerrando los ojos con fuerza mientras se acurrucaba contra él, haciéndolo reír.
—Lo sé, pero tenemos que prepararnos para la escuela.— Él le besó el hombro. —Te compraré un café.
Ella se apartó lo suficiente para mirarlo y él se rió entre dientes mientras le quitaba un mechón de cabello de la frente. —¿Café?
—Sí.— Se rió entre dientes, sus dedos todavía moviéndose por su cabello. —Ahora, tenemos que levantarnos. Ve a la ducha y yo...
—Dúchate conmigo.— Ella lo envolvió con sus brazos.
—Tentador. Pero si lo hacemos, no llegaremos a la escuela.— Él le dijo y ella resopló mientras se levantaba, la manta cayó hasta su cintura y los ojos de él se abrieron de par en par al ver las capas y capas de chupetones que cubrían su pecho.
—¿Qué?— preguntó mientras lo miraba, pasándose la mano por el cabello.
—Qué bueno que vivimos en Forks y que todavía hace frío.— Murmuró mientras se sentaba a su lado. —De lo contrario, tu papá me mataría.— Sus cejas se arrugaron y él hizo un gesto hacia su pecho y ella miró hacia abajo. Sus ojos se abrieron de par en par y luego volvió a mirarlo, él le dio una sonrisa inocente pero sus ojos se inclinaron hacia abajo, admirando su trabajo. —No me mires así, te gustó.
—Ese no es el punto.— Ella resopló mientras miraba a su alrededor en busca de algo para ponerse y sonrió un poco cuando vio la camisa del chico en el piso al lado de la cama, se inclinó y la agarró antes de ponérsela y levantarse.
—Es un poco el punto.— Él le guiñó un ojo mientras se apoyaba contra la cabecera y ella puso los ojos en blanco mientras se dirigía a su tocador. Él se rió mientras la observaba. Su sonrisa se desvaneció un poco mientras el silencio llenaba la habitación, pero sus ojos nunca la abandonaron. —Hey— Ella se giró hacia él con una suave sonrisa. —¿Estás bien?— su sonrisa se hizo más grande, luego se dirigió hacia la cama y se subió a su regazo, sus rodillas a cada lado de sus caderas, la manta separándolos, mientras ella presionaba un beso en sus labios.
—Estoy bien.— Le dijo mientras sus manos descansaban sobre sus muslos. —Lo prometo. Un poco dolorida, pero estoy bien.
—Solo me aseguro.— Él murmuró y ella rió mientras presionaba un beso en sus labios nuevamente. —No te importa que ninguno de los dos nos hayamos cepillado los dientes todavía, ¿verdad?
—No.— Ella le besó los labios nuevamente antes de levantarse. —Um, tengo algo de tu ropa en el cajón de abajo, voy a ducharme y luego tengo que hablar con mi papá.— Ella agarró su toalla y se dirigió a la puerta.
—¡Cori!— casi gritó, manteniendo la manta envuelta alrededor de su cintura mientras se ponía de pie, con los ojos abiertos por el pánico.
—Ten un poco de fe.— Ella le dio una amplia sonrisa, completamente complacida de haberle provocado un ataque al corazón mientras bajaba el pequeño tramo de escaleras y salía por la puerta hacia el pasillo.
[...]
Unos días después, Cori se sentó en su mesa de almuerzo habitual con Carter y Noah. Tenía los pies en el regazo de Noah y la espalda hacia Carter mientras intentaban resolver la tarea de cálculo que les había dado la profesora; habían tenido algunos días para trabajar en ella, pero eso no sucedió.
—Yo digo que descartemos todas las matemáticas.— Murmuró Cori, mirando fijamente el libro en su regazo. —Todas. Álgebra, cálculo, geometría. ¿Quién las necesita?
—Médicos, científicos, contadores, cajeros. Un montón de gente.
—Cállate.— Ella inclinó la cabeza hacia atrás, mirando a Carter con enojo y él se rió entre dientes mientras le daba un ligero golpe en la frente.
—Estoy con Cori.— Noah asintió. —Esto apesta.
—No es tan difícil.— Les dijo Carter. —Solo tienen que recordar...— se detuvo cuando vio las miradas poco impresionadas que estaba recibiendo. —Está bien.— Murmuró, tomando su agua para tomar un sorbo.
—¿Podemos copiar el tuyo?— preguntó Cori, con el labio inferior sobresaliendo y él sonrió mientras negaba con la cabeza. —Te detesto.
—Claro que sí.— Tarareó, con los ojos entrecerrados ligeramente.
—Lola me dará las respuestas.— Murmuró Noah mientras sacaba su teléfono y comenzaba a escribir y Cori sonrió mientras lo miraba.
—Estoy feliz de que ustedes dos estén hablando.— Le dijo. —Ella necesita un buen chico como tú.
—Vas a hacer que me sonroje.— Le hizo un gesto con la mano, con las mejillas sonrojadas. —¡Oh! ¡Me envió un mensaje de texto!— casi gritó y los otros dos se rieron de su emoción. —Dijo que no. No me ayudará a hacer trampa.
—Lo siento, amigo.— Cori se inclinó hacia delante y le dio una palmadita en el hombro.
—Está bien. Me lanzó un beso.— Él tarareó, completamente concentrado en su teléfono y la chica se rió entre dientes mientras se daba vuelta, bajando los pies al suelo mientras encaraba al otro chico.
—No te voy a dar las respuestas.— Él negó con la cabeza.
—¿Por favor?— ella se inclinó más cerca de él, con el labio inferior sobresaliendo.
Él negó con la cabeza. —No. Y si te acercas más...— bajó la voz a un susurro. —Te besaré delante de todos.
—¿Y si no me importa?— lo desafió, arqueando una ceja, pero antes de que ninguno pudiera decir nada más, Bella se acercó a la mesa.
—Hola, Cori.— Ella se movió sobre sus pies mientras los tres la miraban. —Um, vamos a ver una película esta noche.— Señaló la mesa en la que estaban sentadas sus amigas. —¿Quieres venir?
—¿Qué película?— preguntó, girándose en su asiento.
—Public enemies.
—¿La nueva con Johnny Depp?— preguntó Carter y ella asintió.
—Entonces sí.— Cori asintió. —Amo a Johnny. ¿Pueden venir?
—Sí, cuantos más, mejor.— Bella asintió, dándole a su hermana una especie de sonrisa.
—Me encantaría, pero tengo una cita por Skype con Lola.— Noah les dijo. —Gracias por la invitación.
—¿Carter?
—Estaré allí.— Él asintió y Cori sonrió mientras miraba a Bella nuevamente.
—Genial, eh, les avisaré a los demás.— Bella les dijo antes de regresar a su mesa y Cori sonrió mientras miraba a su hermana.
—Me alegro de que esté mejor.— Ella murmuró, principalmente para sí misma y Carter solo le sonrió a la Swan de ojos azules. —Entonces...— se giró para mirar a Noah. —Cuéntame sobre esta cita.
Sus mejillas se sonrojaron cuando ella levantó la vista de su teléfono. —Deja de preguntar.
—Aww, es tan lindo cuando se sonroja.— Ella le dio un golpecito en la mejilla y él le dio un manotazo en la mano.
—Basta.
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