𝐱𝐱𝐢𝐢𝐢. Emociones conflictivas

𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙫𝙚𝙞𝙣𝙩𝙞𝙩𝙧𝙚𝙨 𝙚𝙢𝙤𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨 𝙘𝙤𝙣𝙛𝙡𝙞𝙘𝙩𝙞𝙫𝙖𝙨
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BRENDON SE SIENTÍA EN CONFLICTO con Peter. En realidad, no sabía qué pensar o sentir por él porque ese chico era su novio y siempre era una araña que luchaba contra el crimen por la noche, que había tomado café con él y que lo trataba como si fuera muy especial. Pero ahora sabe que todo se debe a que Spiderman era Peter y ahora Peter es su novio. No era que el superhéroe fuera un desconocido al que sólo le gustaba su compañía; era su novio.

         No se sentía traicionado porque Peter lo mantuviera en secreto, no, ese no era el problema. El público no conocía la identidad de Spiderman así que, por supuesto, no iba a revelársela a su compañero de clase convertido en novio de inmediato porque las cosas podrían ir muy mal y podrían cortar y entonces Brendon -un civil cualquiera- sabría la verdad y podría, si fuera una persona terrible, exponer su identidad y entonces la vida de Peter se acabaría.

         Así que lo entendía, no le importaba. El secreto tenía sentido y entendía por qué Peter esperaría a contárselo hasta que llevaran más tiempo juntos y fuera más probable que estuvieran juntos quizá para siempre. No estaba enojado por eso.

         Estaba enojado porque Peter iba a seguir encontrándose con él como Spider-Man y mintiéndole. Porque Peter le estaba mintiendo. La identidad secreta, la sombra... podía vivir con eso. Lo entendía, pero lo que no comprendía era la lógica de seguir engañando a Brendon como Peter Parker y como Spiderman y no hacerle saber la verdad. Estaba engañando a Brendon y, si hubiera sido más idiota, quizá habría soltado algo que no quería que nadie supiera en su vida normal, pero entonces Peter sí lo sabría. Eso estaba mal; Peter estaba equivocado.

         Así que se sintió en conflicto. Porque Peter le gustaba de verdad, con el tiempo eso se convertiría en amor, pero odiaba cómo Peter le mentía. Odiaba que Peter lo engañara intencionadamente esa noche y que al día siguiente lo viera como Peter Parker y actuara como si nada hubiera pasado. Odiaba que Peter no viera nada malo en sus acciones y que nunca hubiera sabido que estaban mal si Brendon no hubiera dicho nada al respecto.

         No le importaba Spiderman; eso era genial y todo eso. ¡Era Brendon Winchester, un don nadie, y estaba saliendo con el puto Spiderman! Eso es una locura. Pero sí que le importaba la relación a dos tiempos; odiaba ese aspecto.

         Así que ahora estaba acostado en su cama y mirando al techo, gimiendo para sí mismo y dándose la vuelta hasta que estaba boca abajo y con la cara apretada contra la almohada. Fue entonces cuando Cindy entró en la habitación y suspiró al ver su posición.

         —¿Qué ha pasado?—,le preguntó mientras tomaba asiento a los pies de la cama. Él se limitó a gemir en respuesta y supo que ella ponía los ojos en blanco.—Gemir no me ayuda, Brennie—.

         Movió la cabeza hacia un lado para poder articular correctamente.—Es Peter—,hizo un mohín,—No es tan perfecto como pensaba. Ahora tengo que encontrar a alguien más a quien pueda endulzar—.

         —Peter ni siquiera es rico—,señaló Cindy.

         —Sí, pero lo será algún día. Y yo iba a ser su esposo de trofeo, pero no estoy muy seguro de si eso sigue en pie—,le dijo Brendon.

         Ella le dirigió una mirada comprensiva y se acercó más a él.—Me contó cómo te enteraste de que era Spiderman—,dijo ella y los ojos de él se abrieron de par en par.

         —¿Lo sabes? Espera, claro que lo sabes. Eres Seda y todo eso—,se dijo Brendon.

         Ella asintió:—Sí, descubrimos a Harry drogándose y luego nos revelamos nuestras identidades—.

         —Espera, ¿Harry se droga?—

         —Sí, pero no vamos a hablar de eso ahora. Resolvamos esta crisis antes de ahondar en eso—,sugirió Cindy y él asintió.—Es una mierda de manera de descubrirlo, así que lo siento—.

         —No me molesta lo de Spiderman—,dijo Brendon como si fuera obvio, pero por la mirada de Cindy, para ella no lo era.

         —¿No?—

         —Por supuesto que no. ¿Por qué iba a hacerlo? Eres Seda, así que no es como si fuera la primera vez que trato con un justiciero o un superhéroe—,Brendon puso los ojos en blanco.

         Cindy frunció el ceño antes de asentir:—De acuerdo, acepto la explicación. Así que no estás enojado por la parte de superhéroe, ¿estás enojado por cómo te enteraste?—.

—No. Eres muy mala en este juego de adivinanzas—,le dijo Brendon y ella le dio un puñetazo en represalia, haciéndole chillar antes de explicarse:—Estoy enojada porque fue a Vanilla Bean e iba a ser Spiderman y a fingir que no es mi novio. Estoy enojado porque iba a mentirme y engañarme intencionalmente cuando no tenía que hacerlo. No era una situación en la que yo iba caminando por un callejón y le vi con la máscara y él tenía que hacerlo; él quería fingir ser Spiderman y no conocerme y tener una conversación. No fue accidental—.

         Cindy asintió y fue a frotarle los hombros en señal de consuelo.—Lo entiendo, pero él no quería decir eso—.

         Brendon puso los ojos en blanco y se sentó, retorciéndose hasta quedar en la posición correcta.—Claro que no. Es un imbécil, y lo digo de la forma más cariñosa—.

         —¿Pero no te estás planteando ser el esposo de trofeo de otro?—.Cindy enarcó una ceja.

         Él la golpeó ligeramente.—Oh, cállate—,le dijo,—Y, no sé, quizá ni siquiera debería plantearme ser un esposo de trofeo. Quizá la decepción sea la forma que tiene el universo de decirme que me busque un puto trabajo y el del esposo de trofeo—.

         —Lo dudo mucho. Tú no eres la persona competente en ninguna relación y sólo el sostén de la familia puede serlo; esposo de trofeo te queda mejor—,discrepó Cindy.

         Él hizo un mohín:—Pero no sé de quién más quiero ser el esposo de trofeo—.

         —Bueno, si realmente no quieres estar con Peter, hay muchas otras personas en el mundo y no tienen por qué venir sólo de la gente que conoces ahora mismo—,ofreció Cindy.—Pero sigues queriendo mucho a Peter, lo sé—.

         —¿Pero debería?—Brendon cuestionó,—Realmente me gusta, Cindy, pero él planeaba mentirme. No quiero estar con alguien que hace eso cuando no es necesario. Entiendo que tenga una identidad secreta y que nadie pueda saberlo, lo respeto, pero no tenía por qué venir a continuar nuestras pequeñas citas de café con Spiderman. Eso... eso está mal—.

         Cindy suspiró:—Peter no quería decir eso, y no lo digo para invalidar tus sentimientos porque son reales y no deberías tener que aceptar sin más sus decisiones, pero que te sientas así no significa que lo harás para siempre y no deberías decidir si vas a terminar o no las cosas con él basándote en eso.—

         Brendon pensó en sus palabras antes de asentir. Parecía razonable y los Winchester nunca eran conocidos por guardar rencores, pero esto era algo más grande que una discusión o el robo de una camisa. Pero él no lo sabía.

         —Tienes razón, pero aún... no lo sé. Quiero decir, no quiero hablar con Peter ahora o en absoluto hasta que resuelva esto, pero también me siento mal si no lo hago. No quiero ponerlo nervioso ni nada parecido—,admitió Brendon.

         Cindy puso los ojos en blanco, pero una sonrisa apareció en su rostro:—Si realmente necesitabas una señal de que Peter te sigue gustando, es ésa. Sigues queriendo asegurarte de que no está triste por esto a pesar de que eres tú la que ha sido bombardeada con esto.—

         Brendon la empujó ligeramente, provocando su risa mientras sus mejillas se ponían rojas. Ni siquiera se había dado cuenta de que estaba diciendo eso y de lo que significaba. Claro que Peter le seguía importando, ni siquiera podía soñar con el día en que no lo hiciera porque llevaba meses pensando y soñando con el chico, pero eso no equivalía a querer estar con él

         Sabía que le había prometido a Peter que no iba a romper con él, que sólo necesitaba un poco de tiempo para pensar las cosas, pero cuando tuvo ese tiempo, cuando pensó en esa noche y los acontecimientos que ocurrieron, sus sentimientos al respecto, simplemente ya no lo sabía.

         Una parte abrumadora de él quería a Peter; quería ese futuro que había estado imaginando desde que vio al chico, pero tal vez eso era sólo un sueño y no una realidad. Tal vez no estaba destinado a ser porque no se veía a sí mismo superando el engaño.

         Pero seguía queriendo al chico, seguía queriendo darle la mano y besar sus suaves labios, ver cómo sus mejillas se sonrojaban cuando se ponía nervioso o avergonzado, y eso probablemente importaba más. Seguía queriendo estar con Peter a pesar de que el chico le había hecho daño y eso tenía que significar algo.

         —Todavía lo quiero, Cindy—le dijo Brendon, —sólo que no sé si debería hacerlo ahora mismo—.

         —Como dije antes, todos tus sentimientos y emociones son válidos—,le aseguró Cindy rápidamente.—Si todavía quieres a Peter ahora mismo, entonces deja de buscar a otra persona y de proclamar que el romance y tu futuro como esposo de trofeo están muertos. Lo quieres y sabes que ahora y más adelante, cuando tengas todos esos sentimientos resueltos, podrás volver a estar con él. Pero quizá deberías decírselo. No ahora, obviamente, pero pronto, sólo para hacerle saber que realmente no vas a terminar con él y que todavía te gusta mucho, sólo hay un poco de mierda emocional que superar.—

         Brendon asintió a su consejo, meditándolo. Podía hacerlo. No ahora, como ella había dicho, sino dentro de unos días, cuando hubiera tenido más tiempo para reunir todos sus sentimientos.

         —Okay, gracias—,le dijo Brendon con seriedad y ella le sonrió.—Y ahora, ¿qué es eso de que Harry se droga?—.

         La chica Moon suspiró ante eso y bajó la mirada,—Como hace un mes o dos Peter y yo vimos a Harry drogándose. No le he dicho nada y Peter tampoco porque estamos esperando que Harry venga a nosotros con esto pero él simplemente... no lo ha hecho. No quiero alejarlo exponiéndole que sabemos lo de su adicción porque me da miedo que se aísle y empeore, pero tampoco quiero que siga haciéndolo—.

         Brendon bajó la mirada. Nunca se había imaginado a ninguno de sus amigos consumiendo drogas. Claro que había visto a Harry beber muchas veces, pero él también lo había hecho en las pocas fiestas a las que había ido. Todo el mundo bebía en la universidad, era algo habitual, pero no todo el mundo se drogaba y él no sabía cómo enfocar aquello. Era diferente, era peor, y entendía por qué Cindy y Peter no habían hablado de su descubrimiento.

         —Creo—,empezó Brendon con cuidado, pensando en sus palabras mientras hablaba,—que tenemos que hablar con él. No al estilo de una intervención ni nada parecido -eso lo asustaría y todo-, sino con calma. Como, tal vez sólo uno de nosotros para que no sea bombardeado y se exponga todo lo que nos estaba ocultando. Y entonces esa persona puede preguntarle por qué se droga y por cuánto tiempo. Para que todos lo sepan—.

         —Vaya, la verdad es que no se me había ocurrido—,admitió Cindy,—estaba tan metida en todo lo demás que ni siquiera había pensado en eso; quiero decir, me olvidé un poco de la adicción de Harry durante un tiempo porque estaba muy ocupada. En realidad es una gran idea, Brennie—.

         Se encontró sonriendo ante el elogio, aunque probablemente no debería haberlo hecho debido al tema.—Ya se sabe que pasa—,siguió restándole importancia,—creo que deberías ser tú. Tú fuiste quien lo descubrió y eres más cercana a él que Peter. Al menos, eso creo. Peter nunca está en su residencia así que supongo que lo conoces mejor—.

         —Tal vez—,dijo Cindy,—pero no soy muy buena para este tipo de cosas. Soy brusca y ofensiva, más analítica que emocional y soy una mierda suavizando el golpe en las cosas y Peter es demasiado torpe para sacar un tema como este. Creo... creo que deberías ser tú quien lo hiciera—.

         Brendon parpadeó sorprendido y se apartó visualmente de ella:—¿Yo?—.

         Ella asintió:—Sí, tú. Se te da bien manejar tus emociones y consolar a la gente. Eres la elección obvia—.

         Él no la creyó. Él nunca fue la elección obvia para nada. Tampoco era el mejor en nada porque todos sus amigos eran increíblemente listos o habían perfeccionado sus habilidades en un área concreta y él no. Era raro y extrañamente reconfortante saber que era el mejor en emociones y en personas, incluso cuando eso no era tan importante como la física o la política y todo lo demás.

         —Puede que sí—,dijo Brendon,—si de verdad crees que es la mejor decisión—.

         Cindy le dirigió una mirada comprensiva antes de asentir:—Claro que sí. No habría dicho otra cosa si pensara de otra manera—.

        Le reconfortó la fe que ella tenía en él, cómo le creía sus habilidadesy las reconocía incluso cuando él seguía ignorando su capacidad. Así que le sonrió y se inclinó para darle un abrazo, que ella le devolvió amablemente.

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