𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙞𝙣𝙘𝙚 — 𝙝𝙪𝙛𝙛𝙡𝙚𝙥𝙪𝙛𝙛𝙨 𝙪𝙣𝙞𝙙𝙤𝙨
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        ERA, DIA DE ACCION DE GRACIAS, una noche en la que Brendon no tenía que trabajar. En lugar de tomar pedidos o hacer café o decir nombres (correcta e incorrectamente, dependiendo de si le gustaba o no la persona), estaba tumbado en su cama con los pies en el regazo de Betty (su laptop apoyada en sus pies) y en la cama de Cindy estaban Bren y Harry, acurrucados.

Nunca lo admitirían después, pero definitivamente se estaban haciendo ojitos y estaba muy claro que estaban así de cerca de besarse. (No es que Brendon se opusiera si lo hacían, llevaban meses bailando el uno alrededor del otro y estaba dispuesto a empezar a gritar para que se besaran si era necesario). Betty se habría dado cuenta de lo mismo que él si hubiera dejado de mirar su pantalla mientras editaba otro artículo para el Bugle.

(Brendon se preguntaba cómo no se había vuelto loca todavía, mirando constantemente a las pantallas y limpiando los desastres que dejaban los periodistas de verdad que deberían saber gramática y, por supuesto, cómo escribir un puto artículo. Pero bueno...)

Era el día después de que las clases volvieran a empezar tras las vacaciones de Acción de Gracias y Brendon seguía pensando en Peter -de nuevo, ¿cuándo no pensaba en ese chico? Pero no era sólo por su atractivo general y por cómo tenía que estar jodidamente destrozado y estaba increíble con sólo una camiseta y no con su habitual jersey, o por cómo era tan inteligente que hacía que Brendon quisiera llorar. Por celos pero también por orgullo, al fin y al cabo ese era su futuro marido.

—Peter me invitó al Día de Acción de Gracias—,les dijo Brendon, mirando al techo, sin fijarse en cómo Harry se atragantó con su saliva e incluso Betty dejó de teclear.

—¿Que hizo qué?—le preguntó Betty.

Todos los ojos se fijaron en él mientras asentía.—Sí—,confirmó,—me invitó a su casa. Eran sólo él y su tía May, que es una mujer increíble, por cierto. Fue muy dulce—.

—¿Cómo no lo habías mencionado antes?—le preguntó Bren,—¿Cómo no nos enviaste un mensaje de texto con este detalle tan importante que definitivamente debía ser compartido?—

—No importa eso, ¿cómo no me dijo Peter que iba a hacer esto?—preguntó Harry, pero fue más que nada para sí mismo. Luego frunció el ceño:—Definitivamente voy a tener que hablar con la tía May sobre esto...—

—Déjalo en paz—,le dijo Brendon a Harry,—no creo que lo haya pensado bien. Su tía ni siquiera lo sabía hasta que me presenté en su casa con él. Pero fue amable y me dejó quedarme—.

—Claro que lo hizo, May es increíble—,le dijo Harry,—Recuerdo cuando éramos más pequeños y ella trataba de hornearnos galletas. La palabra clave es intentar porque cualquier cosa que involucre a May y la cocina está destinada a terminar en un desastre—.

Brendon resopló ante eso:—Todo lo que tenía sólo había que meterlo en el microondas para calentarlo—.

Harry se rió y asintió, pensando en que eso sonaba igual que May. Bren lo miró con cariño y Brendon tuvo que contenerse para no romperles la cabeza y obligarlos a besarse. Se lo agradecerían más tarde si lo hacía, pero también eso podría acabar en desastre, así que decidió no hacerlo.

—Parker es un desastre—,gimió Betty y Brendon le lanzó una mirada:—¿Qué? ¡Lo es! Pregúntale a Harry ya que en realidad vive con él—.

El chico Osborn asintió ante eso,—Siempre deja su ropa interior en el suelo y no me importa lo sexy que creas que es ese chico, sus calzoncillos de patito definitivamente no le hacen nada—.

Brendon resopló ante eso, encontrando el hecho de que tuviera calzoncillos de patito más tonto que degradante, y los otros dos en la habitación rieron incontroladamente por un momento.

—Oh, Dios mío, nunca voy a dejar que viva eso—,prometió Betty,—definitivamente voy a usar este conocimiento contra él para siempre—.

—También tengo pantalones de Hello Kitty, si te lo estás preguntando—,añadió Harry y los tres empezaron a reírse de nuevo.

—Dios, qué desastre—,asintió Betty en señal de confirmación, presumiendo de que su suposición era correcta, como siempre.—Me da mucha alegría saber todo esto. Realmente no sé cómo te gusta, Brendon—.

Brendon se quejó ante eso:—Porque es jodidamente inteligente, como si yo nunca pudiera hacer eso. Y es amable y se sonroja tan fácilmente y sus mejillas se ponen tan rosadas que quiero pellizcarlas porque es adorable. Y... y tartamudea y hace que mi corazón se agite—.

Betty parpadeó.—Corrección: los dos son unos desastres, por eso te gusta y probablemente por eso también le gustas a él—.

Le lanzó una mirada escandalosa.—¡Peter no tiene ni idea de que me gusta!—

—Entonces eres un idiota—,le dijo Bren. Brendon lo fulminó con la mirada y él puso los ojos en blanco:—Oh, no me mires así. Eres tan obvio sobre tu enamoramiento - quiero decir, los dos lo son. Realmente no sé cómo crees que no le gusta, está escrito en todas partes. No sólo en sus ojos o en su postura, sino en todas partes, maldita sea—.

Brendon puso los ojos en blanco y estuvo a punto de discrepar pero Harry le cortó: ¿—Habla de ti, ¿sabes? Y sólo quiere ir a la cafetería si estás trabajando ahí—.

—Así que le gusta mi servicio, eso no significa que yo le guste—,apuntó Brendon, sólo para ganarse tres miradas de incredulidad,—¿Qué?—.

—No sé cómo soy amiga tuya, eres una auténtica idiota—,murmuró Betty y Brendon frunció el ceño ante sus palabras.

—¡Oye! ¡Que sepas que soy encantador!—protestó Brendon.

—Claro...—Betty asintió sarcásticamente y su ceño se frunció aún más aunque sabía que ella no lo decía en serio.

—Bueno, eso sí que es una grosería—,concluyó y ella se limitó a poner los ojos en blanco.

Le golpeó ligeramente el pie antes de decir:—Deja de negar la verdad y quizá deje de ser tan grosera contigo—.

Brendon se burló de eso:—No estoy negando la verdad, sólo digo que a Peter nunca le gustaría—.

—Por supuesto que le gustaría—,interrumpió Harry.

—Da igual, no quiero hablar más de esto—,murmuró Brendon,—Lo que sí quiero saber es qué pasa entre ustedes dos—.

Señaló a los dos chicos sentados en la otra cama, que se miraron antes de sonrojarse y apartar la mirada.—¿Qué?—Preguntó Bren en voz muy alta,—No tengo ni idea de lo que quieres decir—.

Betty puso los ojos en blanco,—Claro...—soltó, igual que antes con Brendon.

—¡Betty!—Bren le siseó.

—Um—,Harry se aclaró la voz,—No hay nada entre nosotros—.

—Sí, no me lo creo ni por un segundo—,Brendon les llamó la atención por sus tonterías,—Vamos, está muy claro que ustedes están listos para tirarse a la cama. Como que la tensión sexual me está matando—.

Bren le envió una mirada antes de mirar a Harry, que tenía los ojos clavados en él.—¿Qué te parece esto?—,empezó Harry,—le dices a Parker que te gusta y quedamos, y luego tenemos una cita—.

Bren fulminó a Harry con la mirada:—No lo dices en serio, ¿verdad? Ahora no pasará nada porque Brendon nunca lo haría—.

—Lo haré—,Brendon cortó el susurro de Bren a su futuro novio.

Betty levantó una ceja:—¿De verdad?—.

—Si eso hace que estén juntos -lo que realmente ocurrirá-, supongo que me romperá el corazón trágicamente Peter cuando me rechace y luego lloraré por ello durante semanas después ante ellos hasta que se sientan culpables—,les sonrió Brendon.

Los dos chicos se quedaron mirándolo.—Nos estás haciendo sentir culpables—,afirmó Bren,—lo odio—.

Brendon se encogió de hombros:—Oye, es tu novio el que empezó esto, así que cúlpalo a él por tus acciones, no a mí—.

—¡Eso no tiene ningún sentido!—Bren gritó ante su lógica pero Brendon no dijo ni hizo nada.

—Supongo que tenemos un trato—,Harry lo miró.

—Sí—.

—No—,irrumpió Bren,—Ninguno de los dos está de acuerdo con esto: no me gusta—.

Harry puso los ojos en blanco y se inclinó para susurrarle a Bren:—Parker no lo va a rechazar, sólo está siendo dramático. Confía en mí, sé lo que estoy haciendo—.

—Más te vale o te daré una patada en el trasero—,le susurró Bren, pero no protestó más.

Brendon miró entre ellos y cuando se separaron, preguntó:—¿Entonces tenemos un acuerdo?—.

Harry asintió:—Sí—.

—Genial—.

Betty negó con la cabeza:—Esto no va a acabar bien...—.

—Oh, cállate—,le dijo Harry antes de replegarse sobre sí mismo cuando ella lo fulminó con la mirada.—¡Lo siento!—

&

La noche siguiente, sin embargo, Brendon no tuvo tanta suerte y le tocó el turno de cierre. Así que cuando la cafetería cerró, Izzy se fue y sólo quedó él para limpiar todo. Así que empezó a limpiar los electrodomésticos y a pasar un trapo por los mostradores y todas las mesas antes de poner las sillas encima.

Tarareó para sí mismo mientras hacía su trabajo, tratando de ir lo más rápido posible porque realmente quería ir a la cama. Echaba de menos no tener que quedarse despierto hasta tarde durante las vacaciones y esto le estaba poniendo de mal humor.

Cuando casi había terminado de limpiar todas las mesas, la puerta se abrió y se escuchó el timbre. Sin girarse para mirar a la persona, Brendon llamó:—¡Estamos cerrados!—.

—¿Incluso para mí?—,preguntó la voz desde detrás de él, haciendo que se quedara congelado un momento antes de girarse y ver a Spiderman ahí de pie.

—Volviste—,soltó Brendon antes de decir rápidamente:—Quiero decir que hace tiempo que no vienes—.

—Sí, el crimen me ha mantenido alejado y las noches que puedo venir... no estás aquí o es demasiado tarde—,se explicó Spiderman.

Brendon sonrió y preguntó:—¿Así que no vas por ahí encantando a todos los empleados para que te den café gratis? Ahora me siento muy especial—.

Spiderman se rió de él:—No puedo decir que lo haya hecho—.

—Bien—,dijo Brendon,—Me has hecho sentir demasiado importante como para golpearme—.

—Lo tendré en cuenta—,le dijo el superhéroe enmascarado.

—Espera un minuto a que termine de limpiar y luego nos prepararé una bebida—,le dijo Brendon, limpiando la última mesa y colocando las sillas encima antes de ir detrás del mostrador y poner en marcha la máquina de nuevo.—Entonces, ¿cómo te sientes esta noche?—

Brendon no esperaba realmente una respuesta de él -el conocimiento de antes le decía que el superhéroe no sabía nada sobre el café aparte de que lo despertaba y probablemente tomaría cualquier cosa que alguien le ofreciera-, así que miró sus opciones y llegando a una decisión por sí mismo.

—Sorpréndeme—,le dijo Spiderman, tal y como predijo Brendon.

—Muy bien, pues s'mores—,le dijo Brendon. Tras esperar un momento a que se quejara y no recibir ninguna, empezó a preparar el café, lo que sólo le llevó uno o dos minutos, y luego volvió a sentarse en una mesa en el centro de la tienda frente a Spiderman.

Spiderman tomó la bebida y la dejó reposar ante él, sin atreverse a beberla y quemarse la lengua. Brendon hizo lo mismo, la experiencia del pasado le decía que era mejor esperar y disfrutar del sabor en lugar de quemar sus papilas gustativas para poder calentarse. Nueva York era demasiado fría para él, realmente no entendía cómo la gente podía amar el invierno. A la mierda la nieve, era terrible.

—¿Y cómo ha estado la ciudad?—le preguntó Brendon.

Spiderman se encogió de hombros:—Lo mismo de siempre. Muchos crímenes de idiotas y algunos que realmente planearon. Aunque es muy divertido frustrar sus planes—.

Brendon resopló y luego se maldijo en silencio por hacer eso delante de uno de sus héroes favoritos.—Eso parece—,coincidió, recordando la emoción de Cindy por atrapar a los malos que eran especialmente engreídos por sus habilidades.—De todos modos, ¿cuál es tu programa favorito?—

El superhéroe se rió:—¿En serio?—.

—¿Qué?—preguntó Brendon a la defensiva.—No puedo hacerte preguntas personales, con identidad secreta y todo, así que esto es lo que tengo que hacer... y te he hecho café, así que contesta a la pregunta—.

—No lo sé, Brooklyn Nine-Nine probablemente—,Spiderman se encogió de hombros.

—Buena elección, me encanta esa serie—,coincidió Brendon,—también me encanta Keeping Up with the Kardashians—.

Nunca admitiría eso a ninguno de sus amigos o a la gente que conocía en su vida personal, pero se trataba de Spider-Man, alguien de quien nunca conocería la identidad civil. Era como admitirlo ante un desconocido en Internet. No había consecuencias, así que ¿a quién le importaba que le gustara el programa? Era tan dramático y entretenido.

—Nunca te consideré un aficionado a los realities—,dijo Spiderman sorprendido.

Brendon se encogió de hombros:—Bueno, no es que me conozcas de verdad, y no veo muchos, solo las Kardashian y todos sus spin-offs, en realidad—.

No vio cómo el superhéroe se congeló internamente, recordando una vez más que Brendon no sabe que es él, que sí conocía a Brendon, que eran amigos dentro y fuera del disfraz. Que estaba admitiendo esto a un superhéroe enmascarado, no a él, pero que aún así lo sabía porque sí lo conocía.

—Sí, supongo—,aceptó Spiderman, dando un sorbo a su bebida antes de hacer una mueca de dolor por el calor que hacía. Debería haberse dado cuenta de todo el vapor que aún salía de ella.

Brendon esperó un momento y buscó otra pregunta antes de preguntar:—¿En qué casa de Hogwarts estás?—.

—Oh, Hufflepuff—,respondió el superhéroe sin dudar.

El chico de Winchester asintió ante la nueva información:—Cierto, el amistoso hombre araña del barrio, debería haberlo adivinado—.

—¿En qué casa estás?—,devolvió la pregunta el héroe.

—Um, duh. Soy un Hufflepuff, claro—,dijo Brendon,—He conseguido ganar como seis amigos desde que me mudé aquí y aquí estoy, haciéndote café. Creo que está claro dónde están mis lealtades—.

—Supongo que eso tiene sentido—,coincidió Spiderman, asintiendo con la cabeza.—Entonces, ¿cuál es tu libro favorito de la serie?—

Brendon se encogió de hombros:—La verdad es que no lo sé. Me gusta La cámara secreta y La orden del Fénix, aunque sea muy angustiante para los adolescentes—.

—A mí me gusta El prisionero de Azkaban—,le respondió y Brendon asintió.

—Buena elección—,dijo antes de suspirar,—Dios, quiero tanto a Sirius Black. Es tan genial—.

—¡Lo sé!—, exclamó el superhéroe en acuerdo, —¿Pero quién podría odiarlo? Básicamente se mataba de hambre y sólo comía ratas y vivía en una cueva para poder estar cerca de Harry en caso de necesitar algo en el Cáliz de Fuego.—

—El mejor padrino de la historia, fácilmente—, coincidió Brendon, sonriendo para sí mismo mientras el superhéroe se entusiasmaba y seguía sacando a relucir puntos sobre lo genial que era Sirius, con los que siempre estaba de acuerdo e incluso añadía los suyos.

Aunque no pudiera conocer la identidad deSpiderman ni nada demasiado personal que lo delatara, sí que podía saber loenorme que era como friki. Esotenía que contar para algo.

Wow dos capítulos, un logro para la historia :).

Cuantos Hufflepuffs están leyendo esta historia??