𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙤𝙣𝙘𝙚 — 𝙝𝙤𝙡𝙖, 𝙨𝙤𝙘𝙞𝙤
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         PETER ESTABA TENIENDO una semana realmente buena, lo cual, tristemente, era algo raro en su vida. Por supuesto, había días buenos en sus semanas o momentos buenos, pero nunca semanas totalmente buenas para llenar su vida. Cuando era más joven, había bravucones como Flash Thompson a los que enfrentarse y ridiculizar durante la clase de educación física, y con Spiderman llegaba el hecho inevitable de que no podía salvar a todo el mundo y de que podía colocarse en posiciones muy dañinas.

         En realidad, no le importaba hacerse daño a sí mismo si eso significaba salvar a otros del mismo peligro -podía soportarlo mejor que ellos y se curaba más rápido que un humano normal, así que estaba bien-, pero otros en su vida no parecían estar de acuerdo con eso. Él también lo entendía, por supuesto, pero eso no siempre significaba que le gustara.

         Y con la escuela en general venían los exámenes y las tareas y el olvido de proyectos, lo que a menudo hacía en su estado de privación de sueño en el que vivía constantemente, así que había estrés por todas partes y ninguna semana realmente buena a la vista. Aun así, se mantenía alegre a pesar de todo, porque así era él, a pesar de que había muchos días, semanas y momentos malos que llenaban su vida.

         Esta semana, sin embargo, fue diferente. Muy diferente. Pudo pasar el fin de semana en la Torre Stark con Tony (por fin dejó de llamarle Sr. Stark, cosa que al hombre le alegró demasiado) trabajando en sus telarañas y en la codificación de su traje. Pudo meditar con el Doctor Strange (todavía no lo llamaba Stephen, el hombre estaba enojado, pero no era tan malo como Tony) y eso fue genial porque realmente lo necesitaba. Y los demás Vengadores estaban ahí, lo cual era genial y hacía que Ned alucinara a pesar de que esa había sido su vida durante años.

         Y luego, el lunes, se pasó por la cafetería con Harry después de las clases porque Bren estaba ahí y pudo ver a su propio Brendon trabajando. En realidad no dijo nada, pero igual lo disfrutó. El chico se veía lindo cuando trabajaba, ¿y qué?

         Todo estaba saliendo a pedir de boca para Peter, lo cual era genial para él porque realmente lo necesitaba. Y ahora le tocaba tener clase con Brendon. Español, aunque no le encantaba, siempre le hacía feliz porque eso significaba sentarse al lado de Brendon y, sí, la mayoría de las veces se quedaba dormido, así que no era como si pudiera disfrutar realmente de su tiempo con el chico, pero aun así. Al menos sabía que Brendon estaba ahí y que, para despertarlo, Brendon le sacudía los hombros. Eso fue conmovedor, ¡conmovedor!

         Lo mejor era que estaba bien descansado y eso significaba que iba a permanecer despierto durante toda la clase para disfrutar de su limitado tiempo con el chico. Admitió que sonaba un poco espeluznante cuando lo decía así, pero no estaba siempre cerca de Brendon. La mayoría de las veces sólo en español y en los almuerzos de los jueves. Y alguna que otra parada en la cafetería, como Peter Parker y Spiderman.

         Esos eran algunos de sus momentos favoritos con Brendon, sólo lo admitía para sí mismo. Estaban los dos solos y Brendon hablaba y era él mismo. Sonreía con un brillo en los ojos sin que nadie más que Peter se diera cuenta. No había nadie más que arrastrara su atención; sólo se quedaba en él: Peter; el Hombre Araña.

         Peter estaba seguro de que el mundo podría desmoronarse a sus espaldas y él ni siquiera se daría cuenta, pues estaba demasiado concentrado en la maravilla que tenía delante. Pero eso es justo lo que Brendon podía hacerle.

         Llegó al salón de clases antes de su habitual aparición con cinco minutos de retraso, con el café en la mano y la mochila colgada del otro hombro. Se sentó donde siempre, y esperó la llegada de Brendon. El chico de pelo desordenado no tardó en llegar, sentándose al lado de Peter y ofreciéndole una sonrisa.

         —Veo que esto de ser madrugador se está convirtiendo en una moda—,bromeó Brendon y tuvo que luchar contra sí mismo para no sonreír demasiado.

         Peter se limitó a encogerse de hombros, tratando de mantener la calma.—Tratando de adquirir algunos buenos hábitos, escuché que están en esta temporada—.

         Brendon se rió, con una mirada alegre en sus ojos que hizo que el corazón de Peter se detuviera por un momento. Sin embargo, después de recuperarse, se encontraba casi bien. En gran parte.—Deberías decírselo a esa Cindy - realmente necesita oírlo—.

         —¿Oh?—Peter le incitó a seguir hablando, sin querer que se detuviera.

         —Sí—,Brendon asintió,—Dios, su horario de sueño es el peor. No sé cómo puede siquiera funcionar, todo deja de funcionar en mí si no duermo al menos cinco horas y media. Es un desastre—.

         Peter tuvo que tararear dándole la razón a Brendon aunque él hacía exactamente lo mismo y sus amigos se preguntaban lo mismo. Ned era una mamá gallina para él, siempre lo obligaba a dormir una siesta si siquiera bostezaba cuando se suponía que estaban pasando el rato. Decía que nunca le importaba, pero Peter no estaba seguro de creer realmente a su amigo.

         Y luego Harry... bueno, Harry siempre le lanzaba miradas de preocupación cuando veía las aparentes bolsas bajo sus ojos y le hacía algún comentario sugerente sobre cómo el sueño afecta a tu vida diaria. Pero nunca hizo nada más que eso. Peter sospechaba porque él mismo tenía su propio insomnio.

         —Bueno, supongo que duerme mucho los fines de semana, prácticamente todo el día. Olvídate de intentar planear algo con ella el sábado o el domingo—,le aconsejó Brendon, aunque Peter no tenía previsto hacerlo.

         No es que no le gustara Cindy: era simpática y tenía un bonito tono de voz. A veces le hacía pensar en MJ, y luego le hacía echar de menos a MJ. Pero ella iba a una buena escuela de arte y eso era todo lo que Peter podía desear para ella, así que estaba bien.

         —¿Qué pasa con tu horario de sueño?—Peter se encontró preguntando, y luego tratando de explicarse cuando se dio cuenta de que era una pregunta tan rara y definitivamente no quería que Brendon pensara que era raro (aunque en cierto modo lo era).—Quiero decir, normalmente tienes turnos de cierre en la cafetería, ¿verdad?—.

         Brendon asintió, aparentemente ajeno a lo extraño de la pregunta.—Sí, supongo. Pero sigo teniendo unas seis horas más o menos incluso en esas noches. A no ser que tenga deberes que hacer, pero no me quedo despierto hasta muy tarde la mayoría de las noches—.

         Dios, Peter deseaba ser él. Pero no renunciaría a ser el amistoso Spiderman del barrio por nada, ni siquiera por la dulce felicidad del sueño, por mucho que lo deseara.

         Antes de que su conversación pudiera continuar, su tutor entró y comenzó la lección. A Peter le costaba prestar atención, ya que no estaba acostumbrado a hacerlo en esta clase, y en su lugar se concentraba en el chico que estaba a su lado, que parecía estar absorbiendo las palabras del tutor.

         Se encontró con que se desconectaba y sólo se concentraba en el repiqueteo de Brendon a su lado y le echaba miradas furtivas desde su zona periférica, tratando aún de mantener la ilusión de concentrarse en el profesor a pesar de que se estaba perdiendo cada palabra que decía. Y entonces:

         —...Parker, Winchester...—

         Espera, ¿qué?

         Su atención volvió a centrarse en el profesor que estaba al frente y que miraba una lista y decía los nombres en ella por parejas. Frunció el ceño y luego miró a Brendon, esperando que el chico supiera lo que estaba pasando.

         —Su proyecto debe ser entregado en dos semanas. Que tengan un buen día todos—,terminó su profesor antes de salir del salón de clases.

         En su estado de confusión, no vio a Brendon girarse hacia él con una sonrisa hasta que le dijo:—Hola, compañero—.

         Peter parpadeó, mirándolo.—Perdona, ¿qué?—,preguntó avergonzado.

         Brendon lo miró antes de levantar una ceja.—No estabas prestando atención en absoluto durante la clase, ¿verdad?—,el chico Parker tuvo que negar con la cabeza, lo que hizo que Brendon se riera:—Oh, dios mío, da igual. Tenemos un proyecto sobre un país de habla hispana. Te mandaré un mensaje más tarde y podremos encontrar un momento para quedar. ¿Qué te parece?—

         —Uh, bien—,dijo Peter,—Y, uh, lo siento. No he podido evitar desconectar. No estoy realmente, ya sabes, acostumbrado a prestar atención aquí—.

         Se sonrojaba mientras se explicaba pero Brendon se limitó a hacerle un gesto para que no lo hiciera.—No pasa nada. Debería haber sabido que no lo harías, nunca lo haces. Mierda, eso suena grosero. No estoy tratando de ser grosero, sólo estoy exponiendo un hecho—.

         A Peter le pareció simpática la divagación, ni siquiera le afectó el pinchazo accidental que hizo Brendon.—Lo entiendo, no te preocupes—.

         Brendon pareció relajarse por eso y se puso de pie.—Bueno, nos vemos luego, Peter—.

         —Nos vemos—,repitió Peter, poniéndose él mismo en pie y siguiendo a Brendon fuera del salón de clases antes de separarse de él.

         No pudo evitar que se le dibujara una sonrisa en la cara por el hecho de que un proyecto juntos significara pasar más tiempo con él, probablemente a solas. Ni siquiera necesitaría a Spiderman para hacerlo. Aunque eso significaba hablar y probablemente hacer el ridículo muchas más veces, también significaba poder conocer más a Brendon y estar más cerca de él, lo cual era más importante.

         Y quizás, quizás, la clase de español no era tan mala después de todo.

que es esto? un capítulo después de casi un mes??