𝐌𝐢𝐤𝐚𝐬𝐚 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 ¦ Sʜɪɴɢᴇᴋɪ Nᴏ Kʏᴏᴊɪɴ
Advertencia : Amor lesbico | Bisexual, Fem! Reader, lectora sensible, leve angustia, discusión, one shot corto, menciones de heridas, pelusa.
"Heridas"
Los ojos negros de Mikasa la miraban fijamente, siguiendo cada uno de sus pasos. Era incómodo y puede decir que un tanto molesto el silencio que inundaba la habitación del baño.
En días antes de su reciente misión fuera de las murallas, la habitación de las chicas estaba inundada de voces chillonas y risas escandalosas que llegaban a penetrar la gruesa madera de la puerta del baño. Antes ese sonido era considerado molesto por la pelinegra, pero ahora sentía que lo extrañaba y el silencio de la contraria la estaba carcomiendo por dentro.
— (N) — La llamó con su característico tono monótono, pero no respondió.
El silencio volvió a inundar la habitación, siendo interrumpido solamente por los sonidos de los utensilios médicos que la femenina estaba preparando en el tocador. Una vez que todo estaba listo, se acercó a Mikasa, quien estaba sentada encima de un banco de madera a la par del tocador.
— Voy a quitar tus vendas — Anuncia sin mirarla, la pelinegra solamente asintió. Dejó que las manos de (N) desaten los vendajes ya sucios que protegían sus heridas tanto en el abdomen como brazos y hombros. La joven revisó si nada estuviera en mal estado, para poder limpiar bastante bien las heridas.
— (N), algo te pasa, ¿Qué es? — Mikasa volvió a hablar una vez que noto como las manos de la mencionada estaban temblando mientras limpiaba, pero a pesar de su preocupación siguió ignorandola. — (N)...
— Lo que hiciste fue estúpido... — Soltó con un poco de rabia acumulada. Mikasa sabía a lo que se referías.
En la reciente misión que fue, Eren estaba en peligro y Mikasa solo reaccionó en defensa del castaño. Pero hubo un contratiempo que hizo que nada saliera como pensaron. Terminando así con un Eren desmayado y una Mikasa herida.
— ¡Pudiste haber muerto! — (N) alzó la voz, conectando miradas con Mikasa por primera vez en todo este rato. — ¿Pensaste siquiera en las consecuencias de tus acciones?, ¡Mira como estás! — Pasó con delicadeza los vendajes limpios por encima de las heridas, a pesar de su ira no quiso lastimarle las heridas.
— Eren estaba en peligro, no podía dejarlo ahí a su suerte — Comentó Mikasa. (N) cerró los ojos y agachó la mirada, ocultando así su dolor. — Haría cualquier cosa por él, incluso si eso significaría que yo tenga que arriesgar mi vida.
— Tienes razón, después de todo lo único que está en tu mente es Eren — Murmuró abrazándose a si misma, tratando de reprimir el llanto y el enojo. — Todo es Eren... — Las lágrimas inundaron sus ojos.
— Eren es importante para mi — El frío tono de Mikasa heló los huesos y el corazón de (N). Son estos los momentos que dudaba de los sentimientos de la pelinegra tenía por ella. — Pero también lo eres tú... — Mikasa se agachó al suelo estando al frente de ella, su mano se posó en el mentón de la joven y la obligó a levantar la mirada. — Sé que estás enojada por lo que hice, puedo entenderlo, pero ten en cuenta que no puedo permitir que nada malo le pase a Eren o a Armin, son mi familia... — (N) bajó la mirada, ahora sintiéndose mal por su arrebato. Después de todo haría lo mismo si su familia estuviera en problemas. — Pero también ten en cuenta que lo mismo que haría por Eren o por Armin, es lo mismo que haría por ti. — Mikasa secó las lágrimas con sus pulgares, pasándolos suavemente por la piel de la joven. — También eres importante para mi, después de todo eres mi novia... — Las mejillas de Mikasa se tiñeron en un tono rojizo, se le estaba dificultando expresar sus sentimientos, pero hacía un esfuerzo por ella.
— Lo siento, fue egoísta de mi parte enojarme contigo... — Mikasa negó la disculpa, dejándole en claro que estaba bien, pero aún así continuó. — También eres muy importante para mi, por eso no pude evitar reaccionar así... Yo no sabría que haría si hubieras muerto. — Una suave sonrisa decoro el rostro de Mikasa, ella se acercó hacia ella y dejó un pequeño beso en sus labios. — ¿Porqué eres tan buena después de que fui tan mala contigo? — Hipo comenzando a llorar de nuevo, pero Mikasa calló sus quejas con otro beso.
—Esta bien, yo también reaccionaria así si algo te pasa. — Una risa aireada salió de (N), sus ojos se encontraron con los de Mikasa y en ellos comprendió que estuvo mal en dudar de los sentimientos que la pelinegra tenía por ella.
— Te quiero demasiado, Mikasa, por favor no vuelvas a hacer cosas así en la medida de lo posible.
— También te quiero (N)...
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Nota de autora: ¿Qué fruta me recomiendan para tener buena imaginación?, demonios, me siento mal por no escribir un one shot largo como lo hacía antes. ¿Será la vejez? (17 años y ya me siento anciana, qué-)
En fin, Mikasa me da aire de ser como esa madre que haría todo por sus hijos y a pesar de ser dura siempre sabe que decir.
(No sé, no tengo madre como para saber si existe eso, pero me da vibes🤭)
6/20
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