07

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PRISCILLA MIRABA EL LUGAR CON EMOCIÓN, quería subir a cuantos juegos le fuesen posibles y divertirse con sus amigos, ya que a Ethan y Alice no los vería con tanta frecuencia como con los demás.

—¡Mira este!—Ethan agarró la mano de Priscilla arrastrándola hacia los autos chocadores.

El grupo se rió ante el aura de niño que emanaba Ethan, arrastraba a todos a los juegos emocionando como un niño pequeño.

—¿Subimos?

—Okey, está bien.

Cada uno subió a uno de los autitos, Ariana y Alice comenzaron a chocar a cualquiera que se le cruzará en el camino, Walker y Lucy se estrellaban por si solos con las paredes sin saber cómo manejar bien el auto. Priscilla reía con diversión siendo chocada por varios autos mientras conducía. Pero Malachi, él realmente solo veía como objetivo a Ethan y cada vez que lo veía con intensión de acercarse a Priscilla lo estrellaba lejos.

—¡Oye!—se quejo Ethan un poco molesto.—Amigo, hay como 100 autos más aquí.

—Lo siento.—se disculpo el moreno sin sentirse tan culpable.

Y lo volvió a chocar.

—¡Malachi!—le reto Priscilla al notarlo.

—¡Perdón es que me emocionan los autos!

Priscilla rodó los ojos con una sonrisa.

Que bobo.

Pensó ella mientras lo veía chocar a los demás.

—¿Soy yo o creo que está celoso?

Miro a Lucy incrédula, ¿celoso de que?

—Si Lucy, claro.

—¡Vamos Pri, es obvio!

No.

No iba a creer algo que no era, además Malachi no mentía, era algo bien sabido que tenía una emoción inmensa con los autos fueran reales o de juego.

Decidió que no pensaría más en ello, por lo tanto comenzó a chocar al pobre Walker que no tenía control sobre el juego.

—¡Bien, ya basta!—se quejo el rubio frustrado.—Me acabo de dar cuenta que la película "Baby" no me enseñó a manejar en lo absoluto.

Priscilla rió ante su ocurrencia, a lo lejos observo nuevamente como Ethan manejaba huyendo de Malachi y sus choques.

—Ja, creo que alguien está celoso...—le insinuó Walker, Priscilla volvió a chocarlo.—¡Ya, no dije nada!

Walker estaba comenzando a pensar que todos tenían algo en su contra.

—Me voy, ya se que no me quieres por ser rubio bonito.

Y al decir esas palabras manejo en reversa, chocando con otro auto.

—Ya no me gusta este juego.

Luego de 10 minutos bajaron del juego buscando otro para divertirse, Walker y Ethan insistían en no más juegos con autos implicados.

El grupo de chicas iban buscando más juegos en los cuales entretenerse.
Más atrás iban Walker, Ethan y Malachi...

El rubio caminaba en silencio sintiendo una clase de tensión entre sus dos acompañantes.
Ninguno se miraba, Malachi le clavaba la mirada de vez en cuando.

—Creo que Lucy me llama, adiós.

—No te llama.—le detuvo Ethan incómodo sin querer estar al lado de Malachi.

—Si, si me llama.

Y Walker salió casi corriendo de la incomodidad en el aire, Malachi sonrió de lado mirando a Ethan, luego su mirada viajo a Priscilla.

—Escucha.—le llamo el chico guardando sus manos en su chaqueta.—Si tienes algo contra mi creo que deberías decírmelo o disimularlo un poco, creo que todos se han dado cuenta de eso.

—Yo no tengo nada en tu contra, no sé que dices.—respondió Malachi fingiendo demencia.

—Si lo tienes, desde que llegué ha sido así.—le aseguro, Malachi simplemente rodó los ojos apresurando su paso a un lado de la castaña.—Y se que es por Cilla.

Malachi trago saliva mientras rascaba su nuca.
Bien, quizás si tenía algo encontra de aquel niñito alegre y quizás si era razón por Pipi.

—Bien, si tienes razón.—solto abruptamente.

¿Para que mentir? Si estaba un poco celoso, pero solo era por el hecho de que parecía que Ethan quería acaparar el tiempo y la atención de Priscilla para él.

—¿Por qué?—pregunto el chico igual de brusco.—Cilla no es nada tuyo, no tienes razón por cual sentirse celoso, a menos que te guste.

Malachi aparto la mirada, debía admitir que el tonto tenía razón, Pipi no era más que su amiga, ¿con que derecho o razón se ponía celoso?

Gustar...
La sola idea le hacía perder la cabeza y le causaba una sensación extraña en su estómago.

—Priscilla no me gusta.

Ethan rodo los ojos, la voz de el otro mostraba duda al igual que su mirada, ¿por qué le costaba admitir lo obvio?

—Bien, entonces no jodas.—le respondió sin miedo alguno.

Y camino hasta Priscilla, no era su intención ser tan brusco con sus palabras pero vamos, solo llevaba un día conociendo a Malachi y noto la tensión entre él y Priscilla, como él buscaba su atención y como se ponía celoso cuando estaba cerca de ella.
Si no iba a admitirlo en voz alta, lo haría sufrir internamente de los celos.
Quizás así lograría admitir que si le gustaba Priscilla.

—¿Ocurrió algo?—la castaña miro a su amigo notando leve color rojizo de su cara.

—No, ¿por qué preguntas?

Priscilla arqueo las cejas, acercó su mano al rostro de su amigo comprobando que no tuviera fiebre, odiaría que Ethan se enfermara ese día.

Malachi aún alejado al ver la escena se detuvo por un segundo, ¿por qué debía tocarle la cara de esa manera?¿por qué sonreían?¿por qué se sentía tan mal y enojado al mismo tiempo?

"A menos que te guste."

Se llevó una mano a su cien, ¿por qué debía gustarle Priscilla ahora? ella se veía más feliz desde que volvió del campamento sin su interés en él.

—Ugh...no debería sentirme así, ella es mi amiga y no tengo por qué ponerme celoso.

Aparto la mirada mientras se aproximaba donde Ariana y Alice intentando no hacer notar su disgusto.

—¿Y tu?—Ariana lo miro.—¿Que tienes?

Bien, no era muy bueno disimulando, si bien podía decir que estaba bien pero su rostro terminaba delatando la verdad.

No contesto pero su mirada se cruzó efímera con la de Priscilla.

—Oh...ya veo.—sonrió la peli-negra perspizcas.—Estas celoso ahora que Priscilla está interesada en alguien más.

¿¡Interesada!?

—¿Es broma, no?—pregunto él con respecto a lo último.—Priscilla no puede tener tan mal gusto...

—Si, lo mismo le dije yo cuando estaba interesada en ti.—recordo la chica riendo.—Da igual, él la trata muy lindo y se la ve feliz, ¿quieres que sea feliz, verdad?

Intento disimular el horror que sentía, si, ella merecía ser feliz y él miserable por tardar en corresponderle.

—Si...

—Bien, entonces quita esa cara Malachi.—le reprendió.—Mirala, está muy feliz de estar aquí con nosotros y no necesitamos que se arruine.

Malachi asintió sin sorprenderse por la brusquedad que tenía Ariana con las palabras.

—¿Que hay de este?—propuso Alice mirando la montaña rusa.

Todos asintieron con emoción, excepto Priscilla. Jamás subiría a una de esas cosas por alguien más devuelta.

—Vayan ustedes, los espero aquí abajo.—sus amigos la voltearon a ver.

—Vamos Cilla por favor.—le rogo Ethan.

Malachi se mantuvo cruzado de brazos sin emitir alguna palabra.

—No Ethan, suban ustedes y luego podemos ir a otra clase de juego.—le sonrió la castaña.—Diviertanse, yo me quedaré aquí cuidando nuestras cosas.

—¿Estás segura?—la miraron sus amigos intentando ocultar la emoción que les traía la montaña rusa.—Podemos buscar otro.

Ella soltó un suspiro y sonrió.

—Vayan, no se preocupen.—les aseguro con tranquilidad.

Realmente no le apetecía a la montaña rusa, odiaba ese juego.
Pero no quería que sus amigos hicieran de lado lo que les divertía por ella.
Todos le abrazaron emocionados antes de correr a formar la fija.
Frunció el ceño notando la ausencia de una persona. Se giro sobre su lugar.

Malachi estaba a un lado suyo.

—¿Malachi, no vas a subir?—pregunto extrañada de verlo junto a ella.—Te encanta la montaña rusa.

—Si lo sé, pero no es lo mismo.

Admitió alzando sus hombros mientras intentaba demostrar indiferencia.

—¿Lo mismo?—cuestiono sin entenderlo.

—Lo mismo, no es lo mismo subir sin ti.—le confeso.—Era divertido oírte gritar mientras te aferrabas a mi brazo.

Priscilla bajo la mirada al suelo recordando eso, odiaba realmente admitir que solamente en el pasado se subió a la montaña rusa con tal de aferrarse a Malachi.

Él intento no sonreír al verla, pero era algo inevitable.

—¿Entonces, Ethan?—su imprudencia lo delató.

Ella levantó la mirada con confusión. ¿Ethan que?

—¿Que hay con él?

Malachi intento mantener una expresión desinteresada pero su corazón se lo impedía.
No entendía por qué la sola idea de Priscilla, su Pipi interesada en alguien más le estaba rompiendo el corazón.
Y si, quizás estaba siendo un poquito exagerado.

—¿Te gusta?

El corazón de Priscilla dio un brinco, ¿gustarle Ethan?¿de dónde sacaba eso?

—No—se apresuró a negar avergonzada.—Es mi amigo y nada más, no me gusta.

—Ah...

Malachi miro a otro lado mientras se le escapaba una sonrisa.

—¿Por qué lo preguntas?—cuestiono la castaña sintiéndose un poco extraña.

¿Desde cuándo a Malachi le interesaba lo que le gustaba, la presentaba a sus amigos y le interesaba quien le gustaba?

La pregunta lo tomo por sorpresa, rió ocultando sus evidentes nervios.

—Mera curiosidad...

Priscilla no se convenció ante tal respuesta pero decidió que no preguntaría más.

Oyó los gritos cuando el juego comenzó a andar, era un recorrido bastante largo y tan solo verlo le causaba mareos y náuseas.

—¿Quieres helado?—se dirigió a el chico, quien le sonrió y asintió.—Vamos, todavía falta mucho para que bajen del juego.

Y así se encaminaron hasta un puesto de helados que estaba cerca de allí, él se mantenía en silencio mientras que caminaba detrás de ella notando su baja estatura y su cuerpo casi diminuto al lado del suyo, caminaba y se movía con delicadeza. Algo que claro, no había notado antes.

Priscilla se mordió los labios sintiendo la mirada de él en el trayecto.
¿Por qué rayos la estaba mirando todo el tiempo?

¿Los celos le habían echo ver la realidad? Efectivamente. Priscilla no tenía interés en Ethan y salió de su propia boca, entonces no había razón para hacerse a un lado como si ella no le interesará.


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