55 |La hermana perdida|

Skylar suspiró con frustración cuando por milésima vez su magia falló al intentar localizar a su amigo. Se pasó toda la mañana intentando encontrar a Kai sin lograr siquiera saber dónde estaba. Literalmente recorrió todo el Barrio Francés y no había rastro de él. Intentó todos los hechizos localizadores que conocía, pero era como si hubiera desaparecido del planeta. Lo peor de todo es que no era él único que le preocupaba porque ni Stefan, ni Damon, ni Bonnie respondian sus llamadas, hasta probó llamar a Elena y nada.

—Damon, me harté de que me ignoren. Así que si no me llamas lo más pronto posible voy a ir a Mystic Falls —dijo molesta en el mensaje de voz antes de acercarse a Klaus que se encontraba parado en lo alto del complejo observando a dos de los lobos luchar—. ¿Has visto a Kai?

—No lo veo desde que fuimos a Rosseau's y nos encontramos a Damon y Elena.

—¿Damon y Elena estuvieron aquí? —interrogó confundida.

—Si, vinieron a pedirle ayuda para abrir un mundo prisión o algo así. El dijo que volvería, pero como no lo hizo tal vez está haciendo cosas de sociopatas como terminar de matar a sus hermanos —sugirió observando a algunos de los lobos pelear—. Justo cuando pensé que tal vez podría tener un amigo decide desaparecer. Me estaba agradando y me pareció bastante sangrienta la forma en la que se vengó de su familia, simplemente perfecta.

—Primero, ya no es un sociopata y segundo, no desaparecería así como si nada. Creo que algo le pasó y Damon y Elena tienen que ver con eso, estoy segura. Debiste verlo ayer, estaba enamorado de la ciudad y parecía tener pensando quedarse por un tiempo. Se cansó de intentar matar a sus hermanos y no tiene a nadie en el mundo, las únicas personas que lo aceptamos somos nosotros.

—Nunca te cansas de querer matar a tus hermanos, eso te lo aseguro.

—Hablando de tus hermanos —murmuró recibiendo una llamada en conjunto con Rebekah y Elijah.

—Sky, ¿Nik está contigo? —interrogó Rebekah al otro lado de la línea, el nombrado la miró alarmado antes de hacer señas para que mintiera y dijera que no.

—Si, está aquí. —Puso la llamada en altavoz y Klaus suspiró con frustración dedicándole una mala mirada—. ¿Qué sucede?

—Quiero pedir que paremos con este drama familiar —dijo suplicante debido a que Elijah se había ido la noche anterior prácticamente a escondidas luego de la boda porque no soportaba convivir con los recien casados—. Por favor, Nik, hasta tu sabes lo rara que se ha vuelto esta situación.

—No hay nada raro. Skylar, Hope y Hayley deben estar en casa, dónde están seguras. Aunque me gustaría que Elijah me ayudara a matar a Finn, si su delicada sensibilidad se ofende por la presencia del nuevo esposo de Hayley, puede seguir haciendo berrinches al otro lado del río.

—Yo estoy de acuerdo con la decisión de Elijah, si tu te casaras con otra y la trajeras a vivir a mi casa, también me iría —le dijo la Trihibrida con sinceridad.

—Yo jamás haría algo así, amor. Sería estúpido, ¿Por qué casarme con otra cuando puedo hacerlo contigo?—aseguró indignado en un susurro para que nadie más lo oyera, pero claramente fue un fracaso porque sus hermanos lo escucharon.

—Como ya expliqué, mi presencia en Algiers es para convocar aliados por los enemigos que tenemos en forma de hermanos rebeldes, ancianas y tías Dahlias. Creí que aplaudirías mi esfuerzo —dijo ofendido Elijah en un intento de disimular que había oído a su hermano comportarse de una manera tierna con Skylar, lo que le generaba un mejor humor porque veía el cambio en su personalidad.

—Si lo que buscas es que te aplauda, no debiste huir de ese modo.

—¡Oigan! —exclamó Bekah—. ¿Podrían al menos enfocarse en lo que es mejor para la seguridad de Hope?

—Eso es lo que quiero.

—Eso es lo que estoy haciendo —determinó el rubio

—¿Ven? Estamos todos en el mismo equipo —intentó intervenir la morena.

—Exactamente, conflicto resuelto, crisis evitada —dijo la ahora bruja antes de colgar.

—¿Querías hablar con nosotros? —preguntó Hayley llegando con su esposo a su lado. Klaus asintió y les hizo una seña para que lo siguieran hacia la sala de estar.

—Finn y la mujer que dice ser mi hermana están en la ciudad, los lobos pueden ayudarnos a localizarlos.

—No, los necesitamos aquí todo el tiempo para Hope —dijo Jackson, generando enojo en Klaus—. Puedes hipnotizar a los humanos para buscar a tus enemigos.

—¿Mis oidos me engañan o acabas de darme una orden en mi casa?

—No es sobre tu ego, Klaus, se trata sobre lo que es mejor para la niña.

—¿Cómo te atreves a cuestionar mis intenciones hacia mi hija?

—El cuerpo de Finn desapareció de la morgue de Mystic Falls, lo que significa que fue tan poderoso como para salvarse de mi o que Freya es tan poderosa como para salvarlo —habló con seriedad recordando que Damon luego de volver del hospital limpió la casa y dejó el cuerpo muerto del brujo en la morgue, el cuál desapareció horas después.

—Jack, ellos tienen razón. No los encontraremos a menos que mandemos a los mejores a buscarlos.

—Estoy seguro que tu y tus hombres felices los encontrarán enseguida —afirmó con una sonrisa de superioridad porque Hayley le había dado la razón y sabía que eso heria su frágil ego de hombre lobo.

—Solo para ser claro, daré la orden porque Hayley lo pide —aseguró molesto acercandose amenazante hacia el—. No creas ni por un segundo que obedecere tus órdenes.

—Eres el lider de la manada creciente, pero nosotros seguimos siendo los reyes de la ciudad. Así que cuida tu tono —amenazó Sky de la misma forma y el la miró con irritación antes de salir de la habitación.

—No le hables así, no se por que estás tan seca con Jack. No te hizo nada —murmuró con tristeza a su hermana antes de alejarse también.

Klaus le hizo una seña a su novia para que creara un hechizo que evitara que sean escuchados y eso hizo.

—Tambien note eso, parece desagradarte más de lo que me desagrada a mi —comentó con curiosidad—. ¿Es por tu visión?

—Lo quiero y se que Hayley tambien, pero hasta ahora todas mis visiones se cumplieron y no quiero seguirlo queriendo si se va a morir. Así que lo alejo porque ya no quiero sufrir más —murmuró con tristeza—. No quiero ser mala con él, pero hasta que no esté segura de que voy a poder salvarlo, prefiero mantenerlo alejado.

—¿Hablaste con Hayley de esto?

—No, ella no puede saberlo. Se volvería loca y quiero que esté bien. Tengo que encontrar una forma de salvarlo.

—Y tú, ¿Estás volviendote loca? —interrogó mientras deshacia el hechizo y se dirigían hacia la habitación de Hope porque la escucharon llorar

—No, haber podido contarles a ti y a Elijah me ayudó bastante. Si no pudiera decirle a nadie, tal vez si me volvería loca —afirmó observando a Hope que al verlos sonrió y dejó de llorar—. Hola, mi princesita.

Klaus la levantó de su cuna y se sentaron los tres en el suelo para pasar un rato los tres juntos hasta que una discusión en la parte de abajo entre Jackson y Aiden los interrumpió.

—Ya te dije, Finn es poderoso. Si vamos a encontrarlo necesitamos hombres, fuerza y velocidad —dijo irritado Jackson

—Espera, Jack, con estas nuevas habilidades la gente habla de lo que podemos hacer a nivel individual. Tienen que sentirse respetados. Perderemos a muchos si...

—No perderemos a nadie si estan alertas. Si encontramos a Finn como manada lo atraparemos desprevenido. Mientras más pronto encontremos a este monstruo, más rápido nos relajaremos.

—Va a hacer que los maten a todos —dijo preocupada la Trihibrida.

—Y Aiden, te agradezco tu preocupación, pero, ¿Por qué no me dejas a mi encargarme de la manada? —afirmó realmente molesto y escucharon sus pasos alejarse, por lo que se acercaron hacia el hombre lobo que quedó mirando el suelo con tristeza.

—Es sorprendente lo poco que valora tu iniciativa, considerando que fuiste tu quien se encargó de la manada durante su autoexilio.

—¿Que quieres, Klaus?

—Solo quiero ofrecerte un consejo que podría salvar la vida de muchos hombres. Mi hermano Finn no está muy cuerdo, pero es inteligente. Si llegan en manada los va a ver llegar y los destruirá a todos. En lugar de eso, sean estratégicos y muevanse en silencio. Yo me encargare del resto.

—¿Esa niña nunca duerme? —interrogó Hayley con diversión llegando su lado—. Tengo la sobrina más linda del mundo.

—Y yo la hija más linda del mundo —afirmó observando a la bebe jugar con su lobito y reír.

—Sky, ¿Crees que podamos hablar un momento? Es que no se con quien hablar.

—Puedes hablar conmigo cada vez que quieras —murmuró siendo acompañada por ella a la habitación de su bebé—. ¿Qué sucede, hermana?

—Es Jack, lo noto muy distante y cuando le pregunté que le sucede dijo que no quiere que me sienta obligada al matrimonio, pero se que habla de otra cosa. Dijo que el ritual de unificación funciono, pero que aún debemos vivir como hombre y mujer.

—Su noche de bodas fue lo más aburrido del mundo, cuando volví del cementerio todos se habían ido y estaban los dos dormidos en su cama con la ropa con la que se casaron puesta—Dijo divertida

—No es gracioso, es solo que ni siquiera nos habíamos besado hasta ese día.

—Eso debería ser lo que los motive a querer hacerlo, querer conocerse más. ¿Quieres hacerlo con el?

—Si, pero no se como decirle que no deberíamos ser tímidos al respecto porque somos adultos y estamos casados.

—De la misma forma en que me lo acabas de decir a mi. Si quieres podríamos dejarles la casa para ustedes solos. Prendan velas, escuchen música sensual y déjense llevar. No es tan difícil.

—Estoy nerviosa, me siento como si estuviera por hacerlo por primera vez.

—Nunca te pregunté, ¿Con quien fue tu primera vez?

—Un amigo que tuve, teníamos 15 y estábamos ebrios. ¿La tuya fue con Klaus?

—No, con Jason —soltó de repente, por lo que Hayley la miró divertida antes de soltar una fuerte carcajada.

—¡Ya se con que hacer enojar a Klaus! —afirmó entre risas—. ¿Cómo es que Jason sigue vivo después de robarle esa oportunidad a Klaus?

—Klaus fue mi primer beso, que se conforme con eso por no haberlo hecho cuando tuvo la oportunidad —respondió divertida—En 1919, cuando tenía 16, intente varias veces que surgiera la ocasión y el decía que no porque tenía que ser especial y bla, bla bla.

—¿En serio dijo eso?

—Si, y como Elijah siempre aparecía en el momento menos oportuno para interrumpirnos nunca se dió la ocasión —se quejó rodando los ojos—. Cuando estábamos solos siempre aparecía Elijah. O algunas veces Rebekah y Kol. ¡Parecía a propósito!

—¿Y fue especial? Porque la mía fue de lo peor.

—La verdad no, como era la primera vez de ambos fue terriblemente mala. Ese día habíamos acordado hacerlo en mi casa porque Liz y Caroline no iban a estar, pero aparecieron las dos y tuve que esconderlo en el closet —soltó entre risas—. Fue horrible y Care se dió cuenta, así que lo sacamos a escondidas cuando Liz se había dormido.

—¡No puede ser, pobre Jason! La mía fue dentro de un auto. Mi cabeza chocó contra el techo, la ventana y la puerta.

—Creo que es un empate, tuvimos las dos una primera vez terrible —murmuró viendo al híbrido ingresar en la habitación.

—Amor...

—¿Con quién fue tu primera vez? —le preguntó Hayley con intriga y el la miró confundido.

—Tatia, la primer doppelganger de Amara—comentó la Trihibrida cuando aquella mujer pasó por su cabeza—. La primera vez de Elijah también fue con ella.

—¡Que asco! —La ojiverde no pudo evitar sentir celos por el vampiro y Skylar muy en el fondo también, pero por Klaus.

—Apreciaría que no te metieras en mi cabeza para hurgar en esos temas, no creo que te agrade saber esas cosas —murmuró nervioso—. Ademas, tu jamás me contaste con quién fue la tuya sin importar cuantas veces te lo pregunté

—Tienes razón, te lo diré ahora. —Ambos la miraron impacientes hasta que ella soltó una risa—. Fue con Tom Hiddleston... Lo lamento, es que siempre me gustaron los que tienen acento británico —dijo fingiendo estar triste y el la miró mal—. No te voy a decir, lo matarías.

—No es cierto.

—Si lo es.

—No es cierto porque se que ese es tu pasado. No puedo culparte por haber tenido una vida cuando no me recordabas —dijo con tranquilidad, haciendo que ambas lo miraran con sorpresa.

—¿Quien eres y que hiciste con Klaus Mikaelson? —preguntó incrédula la híbrida

—Ya dime, amor —pidió ignorando a su cuñada.

—Fue con Damon Salvatore —murmuró reprimiendo una risa.

—Hubieras dicho Stefan Salvatore, el es muchísimo más sexy que Damon. Ojala lo hubiera conocido antes que Elena o Caroline.

—Concuerdo con tu hermana, Stefan es mucho más atractivo.

—Yo estoy en desacuerdo, creo que es al revés.

—Claro que no, amor, Stefan es mejor que Damon en absolutamente todo.

—¿Sabes? Siempre pensé que había una tensión entre Stefan y tú. Estoy segura de que algo pasó entre ustedes en los años 20 —fingió ofenderse, haciéndolo reír.

—Solo digo que si hablamos de atractivo es mucho más atractivo que Damon y que es mi Salvatore favorito.

—¡No lo negaste! —señaló Hayley con incredulidad para molestarlo y el solo rodó los ojos.

—¿Vas a decirme la verdad? —interrogó con curiosidad Klaus—. Se que no fue con ninguno de los dos Salvatore.

—¿Que venías a decirme? —Cambió de tema, por lo que el suspira con resignación.

—Finn está en el cementerio, pensé que tal vez querrías venir conmigo a darle su merecido.

—Ve, yo me quedo con esta hermosura —pidió la ojiverde y Sky asintió antes de comenzar a caminar.

—¿Y bien? —Nuevamente intentó que le respondiera.

—Fue con Jason —murmuró incómoda mientras salían de la casa.

El abrió la boca para decir algo, pero su novia utilizó su velocidad vampírica para correr hacia el cementerio.

—Era obvio, pero al contrario de lo que piensas no lo voy a matar porque creo que me agrada. —Es lo primero que dijo al posicionarse a su lado, causando que lo mirara sorprendida. El teléfono del hibrido somó en ese instante, pero rápidamente fue apagado y cuando el de su novia sonó revelando una llamada de Elijah, se lo quitó para hacer lo mismo—. ¡Finn! Se que estás aquí. Los lobos me contaron que estás muy activo robando tumbas y profanando cuerpos. Suena a ti.

—¡¿Por que no sales para que terminemos esto?! —gritó con irritación la morena.

—Hola, Niklaus y hola, Skylar. —Escucharon a sus espaldas y al voltear estaba parado en el mismo cuerpo en que había fallecido a manos de la Trihibrida.

—Que saludo tan vulgar, que desgracia que sean tus últimas palabras —dijo con una seriedad un tanto escalofriante—. Amor, ¿Quieres hacer los honores?

—Su arrogancia no tiene límites, atacan a un brujo en el lugar que los ancestros llaman hogar.

—Estás loco si crees que a los ancestros les importas.

—Puede que no se preocupen por mi, pero los odian —aseguró antes de lanzar fuego hacia ellos con su magia, el cual desapareció antes de llegar a ellos por una energía color azul eléctrico proviniente de su cuñada.

—Pense que habías aprendido con la última vez que nos vimos, pero veo que sigues pensando que tienes oportunidad contra mi —se burló la Trihibrida, y eso lo enfureció tanto que hizo volar una reja hacia Klaus para clavarla en su pecho. La cual quedó suspendida en el aire gracias a Skylar.

—¿Terminaste tan pronto, mi interminable hermano? Padre tenía razón sobre ti, no eres más que una patética decepción.

—¿Lo juzgas? ¿Tú, que maldijiste a Kol hasta la muerte? —preguntó la morena haciendo volar la misma reja hacia el pecho del brujo—. ¡Y no te detuviste ahí, intentaste matar a una niña inocente! —exclamó furiosa arrancando la reja de su pecho para verlo caer al suelo desangrándose—. ¡Nuestra hija! ¡Tu sobrina, por Dios!

—Por lo que pudiste hacerle a Hope, voy a disfrutar haciéndote sufrir. —Klaus arrancó un pedazo de la reja y se acercó a su hermano dispuesto a matarlo, pero fue apartado por Elijah.

—No respondieron mi llamada.

—Estabamos algo ocupados —comentó con obviedad la castaña—. ¿Por qué lo defiendes?

—Lo necesito vivo.

—No tengo tiempo para tu compasión —dijo el rubio soltándose de su agarre—. Deja que muera, Elijah.

—Las brujas quieren ese cuerpo de vuelta, ileso.

—¿Y que más quieren? ¿Un desfile? ¿Escobas gratis para todas?

—Esta alianza puede ser muy buena para todos.

—Si, pero ganarme el favor de una bruja no me concierne.

—Deberia. —Frente a Sky apareció una chica muy hermosa que poseía un lacio cabello rubio y atrapantes ojos que en un principio parecían azules, pero que realmente eran verdes—. Las alianzas con las brujas pueden ser beneficiosas.

—Freya, ¿No es así? —interrogó la morena.

—Tu debes ser Skylar, eres aún más hermosa que en mis visiones —murmuró para si misma, ocasionando una sonrisa en la nombrada.

La Trihibrida tomó la decisión de meterse en su cabeza para saber si era de fiar porque era mejor desconfiar siempre antes de ser traicionada. Revisó cada rincón de su mente, viviendo en carne propia el sufrimiento que atravesó a lo largo de los siglos por culpa de Dahlia y cómo intentó suicidarse cuando estuvo embarazada para que no se robara a su bebé.

«Puedes confiar en mi, no hace falta que te metas en mi cabeza para asegurarte. Mi pasado no es algo agradable de ver» Pensó la bruja para que leyera su mente, sabiendo lo que estaba haciendo Skylar.

«Lo siento muchísimo, Freya, nadie debería pasar por algo así»

—¡Freya, ayúdame! —suplicó Finn desesperado, trayendolas de vuelta a la realidad.

—No te preocupes, hermano. No dejaré que te lastimen —aseguró antes de realizar un hechizo que hizo que el cristal azul en su cuello se ilumine, atrapando a su hermano dentro de este.

—¿Quién eres? —cuestionó el verdadero Vincent Griffith. Ella no respondió, simplemente extendió su mano para ponerlo a dormir.

—¿Qué le hiciste? —preguntó desconfiado el híbrido

—Finn está a salvo del dolor y su odio ya no danara nuestra causa.

—¿Nuestra causa? —preguntó confundido Elijah

—Si, nuestra. Ahora ustedes pueden dejar de discutir y tal vez dejar que su hermana mayor les proponga un trato.

—¿Qué puedes ofrecernos además de cuentos de hadas y mentiras?

—Sin importar que pienses de mi, Niklaus, escucha esto: Cuando hablo con ustedes es la verdad. Si tienen dudas recuerden que fui yo la que rescató a Rebekah de la cabaña.

—¿No fuiste tú quién ayudó a Finn en su vil misión de acabar con la vida de Hope? —interrogó el moreno.

—La amenaza a Hope venía de Finn, no de mi. El hermano que conocí no habría pensado en atacar a una niña. Madre lo destruyó como hizo conmigo, con ustedes y todo lo que tocara.

—No hables como si fuéramos familiares. No sabemos nada de ti.

Freya extiendió sus manos hacia los tres, e inmediatamente lo visto por Skylar en Mystic Falls cuando entró en la cabeza de Esther apareció en sus mentes.

—¡No puedo darte a mi hija!—Gritó Esther mientras una pequeña niña de ojos azules y cabello rubio era arrastrada lejos de su madre por una mujer de cabello oscuro y ojos marrones—¡No, Dahlia!

—¡Mami!—Chilló la pequeña niña entre lágrimas

—Entonces, ¿Miento?

—No, no lo haces —aseguró con firmeza la Trihibrida—. Pero Klaus es paranoico, necesita algo más qué eso.

—Antes de rechazarme, escuchame —pidió suplicante—. Si yo desperté de mi sueño entonces Dahlia también. En cuanto sienta la magia de tu hija vendrá por ella y tiene el poder de matar a quien se ponga en su camino a menos que la matemos primero.

—Es muy conveniente, ¿No? Apareces justo a tiempo para ayudar a matar a la mujer con la que pasaste mil años.

—No tienes idea de lo que hice para escapar de ella o lo que perdi en el intento. Su castigo será terrible.

—¿Y sabes como detenerla? —preguntó el vampiro.

—Con los materiales correctos, si. Mande a padre a conseguirlos.

—¿Pusiste la vida de mi hija en las manos de Mikael? —interrogó molesto antes de comenzar a alejarse, pero Skylar lo detuvo.

—Klaus, Freya tiene el conocimiento sobre la amenaza que enfrentamos y quiere compartirla. Escúchala al menos.

—Lo siento, amor, pero no puedes pedirme que me incline a confiar en la misteriosa hermana que acabamos de conocer —negó con seriedad—. Pero, por favor, si quieres participar en esta idiotez, adelante —dijo antes de desaparecer a velocidad vampírica.

—Gracias, Skylar, te agradezco mucho tu amabilidad.

—He visto tu pasado, se lo que piensas y lo que sientes, pero no esperes que confíe en ti del todo.

—Entonces buscaré la forma de ganarme tu confianza, la de ambos —aseguró antes de alejarse.

Elijah desapareció a velocidad vampírica con el cuerpo de Vincent, mientras que Skylar decidió volver al complejo. En el mismo momento en que entró escuchó a Hope llorar, lo que la preocupó muchísimo. Al llegar a la habitación de la niña con su velocidad vampírica descubrió que su hija estaba en brazos de su hermana que no sabía muy bien que hacer.

—Por favor, deja de llorar. Me estás traumando. —La súplica de la ojiverde hizo que Sky se acercara para tomar a su bebé en brazos, haciendo que deje de llorar inmediatamente—. ¿Es posible que sea la peor tía del mundo?

—No eres la peor tía del mundo, Hayley.

—Aiden llamó, perdimos a Jerrick. Mikael lo atrapó —comentó Jackson acercandose con tristeza.

—Lo siento mucho —pronunciaron al unísono.

—Creo que pudimos perder a muchos más, pero Aiden actuó bien. Los separó en vez de agruparlos, fue muy inteligente.

—Lo aprendió de ti. —Skylar solo la miró reprimiendo una sonrisa burlona porque sabía que ese había sido el plan de Klaus.

—¿Tu crees? No es lo que le dije que hiciera. Habría sido una masacre.

—Finn ya no es más un problema, pero me gustaría que usaran su manada para poder encontrar a las otras dos personas que generan una amenaza para mi hija que son Mikael y mi madre.

—No, hoy ya perdimos a un buen hombre. No dejaré que más lobos mueran, Sky.

—Ellos son una amenaza para Hope.

—Ellos son una amenaza para Klaus y tú —la corrigió con seriedad—. Si vienen por Hope ellos estarán listos para defenderla, pero no dejaré que los usen para resolver sus problemas. Si vuelven a intentar usarla para manipularme, será la última vez que me veas y a tu hermana.

—Y si vuelves a amenazarme, serás tú quien no vuelva a verme porque estarás muerto.

—Sky... —trató de mediar Hayley.

—Les voy a pedir amablemente que se retiren de mi habitación —pronunció molesta, pero ambos se quedaron estáticos en su lugar, por lo que los empujó suavemente hacia afuera con su magia y luego cerró la puerta—. ¡Disfruten de su tiempo a solas!

Sabía que no podía echarlos porque el complejo era su hogar, pero lo que si podia hacer era encerrarse en su habitación como una adolescente rebelde y enviarle a Klaus un mensaje para que les llevara algo que comer a las dos, ya que necesitaba con urgencia una bolsa de sangre.

Se había dado cuenta de que desde que Hope volvió evitaba comer porque se sentía incorrecto, aunque era algo perfectamente normal. La bebé algún día tendría que saber que su mamá era una trihibrida, su papá un híbrido y sus tíos y tias vampiros; exceptuando a Hayley que era una híbrida.

Acostó a la bebé en la cama a su lado, ella la miraba con una sonrisa antes de hacer flotar a su lobito hasta dónde ella se encontraba. Fingió estar asustada y eso la hizo reír.

Hope hizo lo mismo unas cinco veces más porque le daba risa ver cómo su madre se "asustaba" hasta que decidió hacer aparecer un lobo azul eléctrico que saltaba por la habitación, al que miraba totalmente embelesada.

—¿Hay lugar para uno más? —Klaus estaba parado en el marco de la puerta presenciando la escena con un brillo en sus ojos nunca antes visto y solo podía sentir una inmensa alegría en su pecho que lo hacía sentir vivo.

—Por supuesto. —Sonrió mientras se sentaba en la cama justo al lado de su novia. Tomó a Hope para darle un biberón mientras le extendía una de las bolsas de sangre que había traido—. Lamento haberme ido así, necesitaba pensar.

—No te disculpes por eso, entiendo que necesites un tiempo a solas de vez en cuando porque yo también lo necesito. Además, no debe ser fácil para ti descubrir que tienes una hermana perdida, que tu tía loca podría venir a intentar llevarse a nuestra hija y que Mikael está ayudando a Freya para poder derrotarla.

—Ciertamente no lo es. —Se terminó su bolsa de sangre rápidamente antes de tomar otra, estaba muy hambrienta—. Pero tampoco debe ser fácil ver qué la mujer que te crío y tu mejor amigo murieran con un día de diferencia. Además de que se que también te mueres de nervios por la nueva amenaza a la que nos enfrentamos.

—Hablando de eso... encontre esto esta mañana, mira.

Abrió uno de los cajones de la mesita de luz que estaba al costado de su cama y le extendió dos cartas escritas por Liz antes de morir. Una decía Skylar y la otra Caroline, y las había encontrado en su bolso.

Elizabeth las había guardado cuando ella estaba distraída. Lo había planeado todo a la perfección.

—¿Por qué no abres la tuya?

—Porque eso es todo lo que queda de ella, siento que si la leo la voy a perder otra vez.

—Ella siempre va a estar contigo, no importa si no sea físicamente. Ella te amaba y tu la amabas a ella. Ese amor va a estar contigo y mientras la recuerdes, ella jamás va a morir.

—No me sueltes.

—Jamas lo haría.

Abrió el sobre con tristeza e intriga mientras Klaus la abrazaba y Hope la tomaba de la mano como si entendiera lo que Skylar estaba sintiendo.

Respiró profundamente antes de abrir la cartay leerla.

Querida hija, porque eso es lo que eres, mi hija:

Quiero comenzar recordándote que te amo tanto como a Caroline porque el amor no se trata solo de sangre o de genes.

Deseo que seas feliz con todo mi corazón, que cumplas tus sueños, que mi nieta sea feliz, que ambas estén a salvo y que vivan la eternidad de la forma más hermosa posible.

Siempre supe que llegaría el día en que tendría que dejarlas, pero esperaba que fuera dentro de muchísimos años para poder disfrutarlas más. Se que tu mente no está en equilibrio ahora y que tu corazón está destrozado, pero te conozco y no quiero que te culpes por lo que me pasó porque la realidad es que soy afortunada por poder morir de forma natural, en lugar de ser asesinada por algún ser sobrenatural.

Me siento impotente por no poder atrasar mi muerte o escapar de esta porque no quiero lastimarlas y lo que más odio es que sufran, así que quiero que se mantengan fuertes y no lloren por mi. Quisiera haber podido decirte muchísimo tiempo antes que aunque no hayas salido de mi vientre yo siempre voy a ser tu mamá porque alegrarse de tus triunfos, contarte cuentos en la noche, abrazarte cuando llorabas, cuidarte y darte cariño son cosas que hacen los padres de verdad y nuestro vínculo va a ser eterno sin importar que me suceda.

Aunque haya pasado el tiempo y seas una mujer fuerte, hermosa y valiente siempre serás mi niñita. Estoy segura de que eres una madre asombrosa y que vas a criar a otra mujer tan increíble como tú.

Ya se que lo dije muchas veces, pero quiero recordarte que te amo con mi vida y voy a estar contigo siempre cuidándote aunque no puedas verme.

Con todo el amor del mundo, Liz.

Sollozó al terminar de leer la carta sintiéndose muy triste por todo lo que estaba pasando. Una idea pasó por su mente al recordar que su mejor amiga no había perdido su humanidad: y se trataba de que debía enviarle la carta a Stefan o llevársela ella misma para traerla de vuelta.

Los tres juntos pasaron el resto de la noche entre risas y platicas entre los dos adultos hasta que Hope se durmió con ellos en el medio de la cama y no tuvieron el valor para acostarla en su cuna, por lo que la dejaron y se quedaron dormidos a su lado. Esa noche nadie tuvo pesadillas y fue una de las más lindas que habían tenido tanto Skylar como Klaus.

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