51 |Rezando por los moribundos|

Skylar se encontraba en su auto de camino hacia el hospital de Mystic Falls, ya que había hablado con Caroline horas antes y ella le solicitó que fuera lo más pronto posible porque la enfermedad había empeorado. Es por ello que la noche anterior, luego de despedirse de su novio, creó un portal y buscó a Hope para poder llevarla a conocer a Liz. La mujer sería lo más parecido que alguna vez tendría de una abuela y aunque tal vez no logren pasar mucho tiempo juntas, lo que la castaña más quería era que al menos se conocieran.

Después de estacionar el vehículo, tomó el cochecito de bebé que estaba doblado en el baúl colocó a la bebé en su asiento. Con incertidumbre y tristeza comenzó a caminar por los largos pasillos blancos del establecimiento. Hope, intuyendo que algo no andaba bien le hacía muecas a su madre para hacerla reir y eso la hacia olvidar todo lo malo al menos unos segundos.

El teléfono de la castaña sonó y supo que se trataba de Hayley. Trató sacarlo de su bolsillo, pero su hija se adelantó y se lo pasó con su magia. A Skylar, que estaba muy sorprendida  se le ocurrió que tal vez tenía su capacidad de leer mentes.

—Hola, hermanita —saludó la ojiverde del otro lado de la línea—. ¿Llegaste?

—Si, hace unos minutos. ¿Cómo está todo en New Orleans?

—Klaus tiene todo bajo control, no te preocupes. Te llamaba porque necesito hacerte una pregunta.

—¿Qué sucede?

—Mira, no es fácil tener que pedirte esto —murmuró con nerviosismo—. Para poder casarme con Jackson debo cumplir algunas pruebas y una de ellas es el intercambio de todos los secretos después de fumar la raíz de calamo azul. El problema es que lo único que le oculto a Jackson está contigo en este momento.

—¿Quieres contarle a Jackson sobre Hope? —preguntó con seriedad.

—Solo si tú estás de acuerdo.

—No es solo mi decisión, es la de Klaus también.

—El jamás estará de acuerdo —dijo con obviedad y tenia razón—. Solo piensalo, sería algo bueno para todos.

—¿Por que no lo dejas confesarte sus secretos primero? ¿Cómo sabes que el no te guarda ningún secreto de este estilo?

—El ya me dijo el único secreto que me ocultaba: su abuelo es el hombre al que viste discutiendo con papá y fue quien ayudó a tu madre a matarlo.

—Conozco a Jackson desde los siete y se que el te ama, jamás haría nada que ponga en peligro la boda. —Sky suspiró, intentando tomar fuerza para aceptar su petición porque estaba en desacuerdo con ese matrimonio—. Puedes decirle, confío en ti y se que tu confias en él.

—¿Que hay de Klaus?

—Preguntale disimuladamente y si se pone como un demente me llamas... O mejor no le preguntes y solo cuentale, prefiero que no intente asesinar a Jackson mientras no estoy. Si por alguna razón se entera, dile que lo solucione conmigo porque yo te di permiso.

—Esta bien, gracias, Sky. Nos vemos.

—Adiós, Hay. —Colgó y continuó su camino, intentando descifrar el lugar en el que estarían sus amigos.

—Pedi que Duke me enviara el expediente médico de Collin. —Escuchó una voz al pasar por una puerta, por lo que se acercó y pudo visualizar dentro a Damon, Stefan, Elena y una doctora que les mostraba imágenes—. Esta tomografía es de su cabeza la semana pasada y esta se la hicimos hace unos minutos, ¿ven lo rojo?

—No soy medica, pero ese tal Collin parece estar muy mal. —Su voz llamó la atención de los presentes, que la miraron entre asombrados y confundidos.

—¿Ella es tu hija? —La pregunta de Elena era la que todos allí deseaban hacer—. Pense que estaba...

—No lo está, es obvio —sentenció con irritación.

—Te extrañe tanto. —Stefan fue el primero en acercarse y rodearla con sus brazos con cariño. Ella correspondió el abrazo con una pequeña sonrisa.

—Tambien yo, Stef. —Su amistad no se había roto a pesar del tiempo y estaba realmente alegre de verlo a pesar de las circunstancias, claro.

—Por fin puedo acercarme, fue horroroso verte atrapada del otro lado de esa casa. —Apartó a su hermano de un solo movimiento e imitó su acción, pero con un poco más de brusquedad. Al separarse dirigió su vista a la niña que lo observaba con curiosidad—. Hola, pequeña.

—¿Quieres cargarla?

—No se como —murmuró, nervioso.

—Es fácil, solo sostenla e intenta que no se te caiga —Sky la sacó del cochecito y se la tendió al vampiro, que la tomó de la forma correcta.

—Escuchame, yo tengo que ser tu tío favorito. No esos tontos Mikaelson o Stefan —le susurró a la bebé que soltó una risita. Mientras tanto, Elena los miraba con tristeza, deseando poder tener una hija con él—. Creo que me entendió, ¿no es así, pequeña? Hope dijo que soy su favorito.

—No es cierto, yo soy su tío favorito —negó el castaño, indignado.

—Oh, hola. En la emoción de verlo olvide que estabas aquí, lo siento —Al notar otra presencia en la habitación, se acercó a la mujer y le habló con amabilidad: —Mi nombre es Skylar. Tú debes ser Josette, la novia de Alaric.

A pesar de que vivía en New Orleans, Caroline se encargaba de ponerla al tanto de todo lo que sucedía en el pueblo.

—Es un placer conocerte, he oído mucho de ti.

—¿Cosas buenas? —interrogó divertida—. Mejor no respondas, se que no.

—Se que eres una buena persona, que te hayas equivocado no implica lo contrario —aseguró, haciendola sonreír—. Jamás pensé que vería a la Trihibrida con mis propios ojos.

—Entonces, ¿qué decían de Collin? —cambió el tema la doppelganger, ya que no le gustaba el regreso de Skylar. Odiaba que le dieran más atención que a ella.

—Decia que la sangre de vampiro no le curó el cancer, sino que se lo intensificó y lo mató —comentó el castaño.

—Y yo decia que ahora tengo un paciente en fase diez de cancer, que por cierto no existe. Está en fase terminal y es vampiro, es decir que sus emociones se intensificaron y no puede morir.

—Sin ofender, ¿alguien puede decirme por qué me llamaron para escuchar la historia trágica de Collin el Cancer-Vamp? —interrogó el pelinegro sin entender.

—Porque Caroline me dio su sangre anoche, así que lo mismo me pasará a mi. —La voz de Liz hizo que todos se quedarán helados. Damon se acercó rápidamente junto a Sky que tenía lágrimas en lo ojos.

—Ella es Hope Elaine Andrea Mikaelson, es mi hija. —El ojiazul se la dió para que la sujetara, cosa que hizo mientras la veía con el mismo amor que a las dos mujeres que había criado. La bebé la miró con tristeza y la culpa invadió a Sky, que se replanteó el haberla llevado.

—Es hermosa, se parece tanto a ti. —Las lágrimas de emoción se hicieron presentes en la mujer que estaba contenta de conocer a su nieta.

—Hola, Hope. ¿Extrañaste a la tía Care? —interrogó la vampira y la bebé le sonrió—. ¡Está tan grande!

—Ayer cumplió nueve meses y aún no puedo creer lo grande que está. —En ese momento, Liz se mareo, por lo que Sky se apresuró a sujetar a la bebé y la ayudó a mantenerse en pie.

—Sheriff, creo que lo mejor es que la ingresemos en el hospital para poder comenzar a tratarla lo más pronto posible —dijo Jo antes de tomar una camilla que estaba en el pasillo. Liz se acostó sin quejarse y la doctora se la llevó hacia una habitación siendo seguida por Care.

—¿Sabías que Caroline le iba a dar sangre de vampiro a su madre? —interrogó molesta Elena a su ex novio.

—Si, estuve ahí cuando curó a Collin.

—Y luego te fuiste, y el murió. Entonces la sangre no lo curó, fue lo opuesto.

—Caroline estaba segura de que funcionaria.

—Si, pero tú no, Stefan. Tienes 165 años y fuiste paramédico en hospitales.

—¿Y crees que eso lo hace experto en tratamientos de cancer sobrenatural? —lo defendió la Trihibrida—. Si solo vas a intentar buscar culpables, tal vez deberías irte porque no es culpa de Stefan o Caroline que Liz tenga cancer.

—No es culpa de ellos que tenga cancer, pero si que haya empeorado —aseguró molesta—. Debieron haber investigado o esperado otro día

—Porque tu pensabas tan racionalmente cuando Damon murió, ¿no? —Stefan le recriminó lo sucedido y la castaña los miró confundida porque Caroline se olvidó de contarle esa parte.

—No tienes derecho a juzgarlos, Elena. Mucho menos cuando no entiendes lo que ellos sentían en ese momento.

—Sky tiene razón, no viste la esperanza en sus ojos cuando creyó que tal vez su madre no moriría y yo no quería ser quien se la quitara.

—Jo tiene una idea. —Tras ellos se escuchó la voz dolida de Caroline, que había escuchado todo—. Mamá está en la habitación 244.

—Care... —intentó hablar con ella, pero salió corriendo fuera del hospital, siendo seguida por Stefan. Sky suspiró y caminó hacia la habitación, observando por la ventana junto a Josette como le hacían una transfusión sanguínea a la mujer que la crío—. Es una buena idea.

—Medicamente hablando, es su mejor opción. Si la sangre de vampiro es el problema, una transfusión de sangre humana podría estabilizar su condición.

—¿Podría?

—Por favor, dígalo más segura, doc —pidió Damon sarcásticamente.

—Mira, esto es un territorio nuevo. No es solo un problema médico, Damon, también es mágico. Por desgracia, esto va más allá de cualquier habilidad mágica que conozca.

—Entonces tal vez haya algo que yo pueda hacer al respecto.

Skylar colocó a su hija de nuevo en el coche y se adentró en la habitación rezando que lo que iba a hacer funcionara. Tomó una de las manos de Liz, utilizando sus poderes para intentar sanarla.
Luego de que Jo comentarla que realizaría estudios para ver si había tenido efecto, comenzó a caminar sin rumbo sujetando el carrito con mucha fuerza.

—Sky, creo que un hospital no es un lugar apropiado para un bebé tanto tiempo y los estudios van a tardar un rato. —Damon, que había estado siguiendola, la sacó de sus pensamientos—. ¿Que te parece si vamos a desayunar?

—Si, vamos —accedió inmediatamente porque odiaba los hospitales y no quería que la bebé estuviera más tiempo del debido en ese lugar.

—Elena, ¿quieres venir? —le preguntó a la morena, que negó sentándose en un banco de la sala de espera.

—Me quedaré a ver si hay novedades, pero ustedes vayan.

Ambos amigos decidieron caminar hacia el Mystic Grill mientras la ponía al día de todo lo que había pasado: Bonnie y Damon, tras la destrucción del Otro Lado, fueron enviados al mundo prisión de 1994, donde también se encontraba atrapado Kai, un brujo sifón que fue enviado ahí por su aquelarre tras haber asesinado a varios miembros de su familia. Él debía fusionarse con Jo, su hermana gemela para volverse el lider del aquelarre géminis. Al volver al presente, Damon se enteró de que Elena borró su memoria y no recuerda su amor por él.

—¿Entonces hay un brujo demente suelto en el pueblo? Creo que mejor llamaré a Elijah y volveré a llevar a Hope a New York otra vez —dijo preocupada.

—No te preocupes, no dejaremos que nada le pasé, te lo prometo.

—De todas formas, toda esta situación no me gusta nada y prefiero dejarla en un lugar seguro.

En ese instante, su teléfono sonó revelando una llamada de Klaus. Atendió inmediatamente mientras se adentraban en el restaurante.

—¿Le diste permiso a Hayley de contarle a Jackson sobre Hope? —Estaba molesto y lo supo porque esa había sido la primer frase que pronunció.

—Si, confío más en Jackson que en Elena Gilbert y sin embargo ella sabe que nuestra hija está viva. Ni se te ocurra hacer ninguna estupidez, déjalos tranquilos.

—Muy tarde, amor.

—¿Que hiciste? Por favor dime que no lo mataste.

—No... Bueno, casi.

—¡Klaus! Me fuí solo unas horas y ya intentaste matar al futuro esposo de mi hermana —se quejó indignada—. ¿Jackson está bien?

—Si, debiste ver la ferocidad con la que lo defendió Hayley. Solo espero que no te equivoques en confiar en él.

—No me equivoco, Jackson está perdidamente enamorado de Hayley y no haría nada para perjudicar esa boda.

—Confio en ti, así que mientras Jackson no abra su bocota, voy a intentar que su cabeza se quede dónde está.

—Klaus, hay algo más de lo que te quiero hablar... —No pudo finalizar la oración porque Damon le quitó el telefono y finalizó la llamada—. ¿Que demonios haces?

—Hope va a estar bien, si le dices sobre Kai va a querer llevarsela al otro lado del mundo y quiero pasar más tiempo con ella —comentó con obviedad—. A Kai solo le interesa fusionarse con Jo, no creo que una bebé Trihibrida que ni siquiera sabe que existe corra peligro.

—Mas te vale que no te equivoques.

Ambos notaron como una malteada que acababa de ser dejada en una mesa por una mesera flotó hacia Hope, que había esperado a que la mujer que la había ordenado se distragera para quitársela.

—Sky, iba a pedirle una, no era necesario que la robaras —la regañó sutilmente mientras la pobre señora se quejaba de que su pedido había desaparecido.

—No fuí yo, lo juro —aseguró viendo a la bebé tomar la malteada de mantequilla de maní con crema batida—. Cuando estaba embarazada desarrollé una obsesión por esa bebida, creo que era de esperarse que quisiera robarla.

—Bueno, teniendo en cuenta quienes son sus padres es preferible que robe malteadas a que arranque corazones.

Ambos tomaron asiento y colocaron el cochecito a su lado antes de que el vampiro le hiciera su pedido a un mesero. Algunos minutos después Hope le robó a la misma persona una porción de Brownie entera. El problema fue que en esta oportunidad la mujer lo notó y Damon tuvo que ir a hipnotizarla para que lo olvidara y se fuera a comer a otra parte.

—Hope, mami te ama, pero no puedes estar robandole comida a la gente como si nada —intentó regañarla, pero ella solo la observó con una sonrisa mientras bebia la malteada con un sorbete. Sky se preguntó cómo había aprendido a beber de esa forma, porque es muy difícil que un bebé aprenda eso.

—Creo que tenía un problema con esa mujer, solo a ella decidió robarle —afirmó el ojiazul divertido.

El mesero apareció con el pedido que era una malteada como la de Hope para Skylar con un sándwich tostado y un café con dos medialunas para Damon.

—Pobre chica —negó con una sonrisa—. Debo enseñarle que eso está mal.

—¿Cómo es eso de que Kol y Finn Mikaelson estan vivos? —El pelinegro le robó un pedazo de Brownie a Hope, quien lo miró mal. Antes de que este pudiera llevarselo a la boca, se lo quitó con su magia y lo hizo flotar hacia su boca, haciendo reír a su madre—. Tienes que enseñarle a compartir también.

—Esther Mikaelson los revivió en el cuerpo de dos brujos y pensaba meternos en cuerpos de otros brujos a mi y al resto de sus hijos para que seamos todos la familia perfecta.

—Asi que esa maldita está viva.

—Y no solo ella, Mikael y mi madre también.

—Y yo pensaba que Mystic Falls era un caos —afirmó asombrado—. Caroline estuvo desaparecida por ocho meses según Elena, ¿estuvo con ustedes?

—No, estuvo cuidando a Hope con Rebekah en una casa protegida mágicamente por mi. El día de su nacimiento todas las brujas de New Orleans intentaron sacrificarla en un ritual a pedido de Esther y Elise, así que tuvimos que fingir su muerte y a escondidas la sacamos de la ciudad. Klaus y yo no la volvimos a ver hasta hace unos días.

—Lo lamento tanto, debe haber sido terrible —murmuró apenado mientras sujetaba su mano en forma de apoyo.

—Estar aquí en Mystic Falls con ella es asombroso, no sabes lo mucho que la extrañaba y cuando deseaba que la conocieran. Solo me gustaría que Liz estuviera bien para que pudiera verla crecer. —Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras la veía porque no quería dejarla en New York otra vez.

—Elena dice que los resultados ya están listos —informó el ojiazul viendo su teléfono que acababa de vibrar.

Los tres salieron del Grill y caminaron nuevamente hacia el hospital mientras deseaban que todo saliera bien. Al llegar solo fue suficiente ver las caras de tristeza de Stefan y Elena para notar que no funcionó.

—No puede ser —susurró con tristeza—, ¿por qué no funcionó?

—Jo dice que es porque intentaste curarla y eso no es lo que necesita, lo que necesita es que los tumores dejen de crecer —comentó Elena.

—Tiene que haber algo que podamos hacer, no soporto saber que empeora cada vez más y no puedo ayudarla —se quejó con frustración.

A lo lejos pudo ver a Caroline meter monedas en una máquina y supo que debía hablarle.

—Ve, nosotros cuidamos a Hope. Ella te necesita —dijo el castaño y ella asintió antes de acercarse a su mejor amiga.

—La máquina de café no funciona, ¿qué clase de hospital es este? —Estaba dirigiendo su enojo hacia el artefacto, pero ya no sabía que hacer—. Si no arreglan una máquina, ¿cómo se supone que arreglarán a una persona?

—¿Quieres que encontremos comida de verdad, Care? Tal vez encontremos una máquina que venda sangre cero positivo.

—Lo arruiné, muy mal. —La miró desesperada mientras se jalaba los cabellos hacia atrás—. ¿Por qué le di esa sangre?

—Estabas intentando ayudar, no sabías que la sangre de vampiro no serviría.

—No, estaba intentando arreglar algo que yo no podía arreglar. Soy la definición de "Loca controladora del infierno".

—Eso no es cierto, Care, eres optimista. Quieres creer que todo es posible y eso es exactamente lo que Liz necesita escuchar ahora.

La rubia iba a protestar, pero oyeron unos gritos provinientes de una habitación cercana y caminaron hacia ahí, dónde estaba un hombre clavándose en el pecho un pedazo de metal.

—No puedo morir, ¡¿Por qué no puedo morir?!  —gritaba entre sollozos.

—Ey, cálmate —susurró la Trihibrida mientras se acercaba lentamente—. Tranquilo, está bien.

—¡No está bien! ¡Estoy agonizando, escucho los tumores crecer! —Sky podia sentir su dolor, por lo que supo que debía ayudarlo. No era justo que siguiera viviendo así.

—Intentaremos ayudar, pero por favor deja de lastimarte —rogó la ojiazul y el utilizó su velocidad vampírica para estamparla contra una pared.

—¿Quieres ayudarme? ¡Ayúdame a morir! —su súplica fue suficiente para que la castaña se acercara a arrancar el corazón de su pecho.

—¿Por que hiciste eso? —preguntó confundida mientras la veía descargar el órgano en el cesto de basura.

—Era lo mejor para el —dijo con obviedad mientras se metía al baño de la habitación y se lavaba la mano ensangrentada—. Estaba sufriendo, no podíamos dejarlo en aquí para poder estudiarlo como si fuera una cosa. Era una persona y merecía poder decidir cómo y cuándo morir.

—Sky tiene razón, el pidió un deseo y ella se lo concedió —habló Damon acercandose—. La transfusión de sangre no funcionó. Así que no solo lo mataste a el, rubia.

—Ya basta, Damon —ordenó con seriedad.

—No, está bien. Solamente dice lo que todos piensan: maté a mi mamá —aseguró antes de desaparecer a velocidad vampírica.

Al salir de la habitación, vieron a Stefan con el cochecito que dijo que iba a encontrarla. Sky le agracedió antes de arrastrar el cochecito hacia la habitación de Liz, que estaba despertando en ese momento.

—Liz, ¿cómo te sientes?

—Como un muñeco vudú —bromeó para quitarle seriedad al asunto—. Entonces, ¿cual es el veredicto? ¿la transfusión de sangre funcionó?

—Todavia no lo sabemos, los médicos siguen haciendo pruebas —mintió debido a que vió la esperanza en sus ojos segundos antes de preguntar.

—No deberías mentirle a los enfermos, Skylar, es un mal karma —susurró con lágrimas en los ojos.

—Creyeron que retrasaría la reproducción de las células cancerígenas, pero no funcionó. Lo siento, Liz. —No pudo evitar comenzar a llorar, pero supo que debía mantenerse fuerte. Es por ello que respiró profundamente y se limpió el rostro.

—¿Cómo está Caroline? —inquirió preocupada.

—Diria que está bien, pero sabes cuándo miento. Ella se fue y Stefan fue a buscarla.

—Ella no se lo perdonará, ¿no es así?

—Voy a estar junto a ella, lo prometo —aseguró tomando su mano en señal de apoyo.

—¿Sabes? Tienes una hermosa niña, es simplemente perfecta. —Miró con ternura a la bebé que estaba profundamente dormida—Y yo tengo a las dos mejores hijas del mundo. Desearía tener mas tiempo para ver a Hope crecer y a ustedes también. Me gustaría tener más nietos, tal vez un niño o una niña mas.

—Ya no puedo tener más hijos. —Su voz se quebró y no pudo evitar comenzar a llorar—. Elise revivió y me maldijo con magia para que no sea feliz.

—Todo hechizo puede deshacerse, no dejes que vuelva a quitarte tu felicidad. Mereces tener una familia grande como siempre quisiste.

El teléfono de la chica sonó y rápidamente lo sacó de su bolsillo para leer el mensaje que acababa de llegarle.

Stefan🩸

Encontré a Caroline. Está bien, solo necesita un tiempo.

—Care está bien, está con Stefan.

Liz y Sky se pasaron el resto de la mañana hablando hasta que, a la hora del almuerzo, Hope se despertó y tuvo que ir a comprarle algo para comer. Al regresar al hospital no vió ni a Damon ni a Elena y la humana estaba descansando, por lo que se quedó jugando con Hope hasta que se volvió a dormir.

Cuando se dió cuenta de que ya no había nadie que la distrajera de su tristeza, su cabeza comenzó a repetir todos los momentos lindos que tuvo con Liz y con Caroline. Algunos minutos después robó una bolsa de sangre del hospital, colocó el contenido en un vaso térmico que estaba dentro de su bolso y lo bebió lentamente.

Así se le pasó toda la tarde, simplemente viendo a su hija dormir hasta que Damon apareció seguido de un chico de cabello marrón y ojos grisáceos que parecía estar en su veinte.

—¿Quién es? ¿Amigo tuyo? —interrogó con curiosidad mientras ingresaban en la habitación.

—Mi nombre es Kai, tu debes ser amiga de Damon. Vi fotos tuyas en su casa —comentó el chico con una gran sonrisa, por lo que Skylar se volteó a ver a su amigo con una ceja alzada—. Eres mucho más hermosa en persona.

—Damon, ¿Kai no es nombre del brujo demente que me mencionaste hoy? —cuestionó confundida, pero al ver los recuerdos del ojiazul se acercó a Hope por si llegaba a intentar algo.

—Escuché eso —murmuró ofendido el castaño—. Y no fue nada gentil de tu parte.

—Vino a ayudar —aseguró el vampiro—. Estuve pensando y si debemos quitar la magia de Liz, lo que necesitamos es alguien que absorba magia y Kai es el único brujo sifón que tenemos disponible, a menos que quieras ir a buscar a tu madre que está aún más demente.

—¿Tu madre es como yo? —inquirió interesado, pero nadie le respondió.

—¿Y que quiere a cambio, Damon? —murmuró desconfiada.

—Quiero fusionarme con mi hermana.

—Si intenta algo, voy a matarlo y luego te mataré a tí porque fue tu idea. —Lo apuntó con el dedo nada convencida de esta idea.

—Necesito un juego de agujas. No se por que, pero necesito uno —dijo divertido mientras se lavaba las manos en el baño de la habitación.

—No eres un doctor, deja de jugar a serlo porque soy la Trihibrida y no dudaré en arrancarte la cabeza si lo arruinas —amenazó haciendo brillar sus ojos color azul eléctrico.

—¡Con razón me resultabas tan familiar! —exclamó comprendiendo la situación—. Solían hacer dibujos de ti en mi casa cuando tenian premoniciones.

—Ya deja de hablar, ahora haz tu truco de magia y succiona su magia ahora mismo.

—Eres muy interesante, Sky —continuó ignorando al vampiro—, ¿puedo decirte Sky?

—No.

—Eres una fuente de poder inagotable, ¿Lo sabías, Sky? —recalcó el apodo solo para molestarlo—. Con absorber un poco de tu magia podría dominar el mundo.

—Empieza a trabajar, Kai. Te escucho hablar y me quiero morir —se quejó la rubia.

—Es buena —dijo divertido antes de colocar sus manos sobre el brazo de la humana. Cerró sus ojos y de sus manos comenzó a desprenderse una luz roja.

—¿Funcionó? —preguntó el vampiro.

—No lo se, supongo que si porque fue igual que cuando mi madre lo hacía.

—¿Qué demonios está pasando? ¿Qué hace el aqui? —chilló preocupada Jo haciendo acto de aparición.

—Hermanita estoy algo ocupado. Estoy contigo en un momento.

—Damon te va a explicar —aseguró Sky empujándolos hacia la salida—. Yo me quedaré aquí a vigilarte.

—Ya está, terminé —afirmó acercandose lentamente hasta quedar justo frente a la chica.

—Gracias —murmuró con una pequeña sonrisa.

—No hay de que. Si me disculpas, tengo asuntos pendientes con mi hermana.

La Trihibrida intentó detenerlo, pero el desapareció y la máquina que monitoreaba el corazón de Liz comenzó a hacer un ruido, lo que le indicó que estaba teniendo un paro cardíaco. Desesperada, comenzó a hacerle RCP mientras escuchaba a Hope llorar como si supiera lo que está a punto de suceder.

—Sky, ¿Qué sucedió? —cuestionó Damon preocupado levantando a Hope de su carrito, pero eso no la calmó.

—Es su corazón, ¡La estoy perdiendo, Damon! —gritó desesperada sin dejar de intentar reanimarla.

—Sin ofender, Sky, pero necesitamos un médico de verdad.

—Entonces ve a buscar a uno, ¡Ahora! —exclamó entrando en pánico y el la obedeció. Segundos después volvió a entrar en la habitación con un hombre.

—¿Hace cuanto está así? —inquirió estático en su lugar.

—No lo se, como un minuto. Se sintió como horas —murmuró dándole espacio para que la salvará.

—¡Despejen! —El hombre colocó las paletas del desfibrilador en el pecho de la humana e intentó reanimarla unas cuantas veces hasta que se dió por vencidom

—¡No! ¡Haga algo! —chilló tomandolo del cuello de la bata para mirarlo a los ojos—. Te obligo a que la salves, ¡Haz tu maldito trabajo!

—No puedo, hice todo lo posible. Murió, lo siento.

—Vete de aquí y recuerda siempre que eres un completo fracaso —lo hipnotizó y el hombre la obedeció—. No, no, no... —negó entre lágrimas mientras comenzaban a hacerle RCP otra vez—. No dejaré que esto pase.

—Sky, ella se fue. —Intentó alejarla, pero ella no se detuvo.

—¡Por favor, Liz! —suplicó desesperada.

—Mama, no... —Caroline, ingresó en ese momento en la habitación. Llorando se aferró a ella e intentó despertarla:— ¡No! ¡No me dejes! Por favor, por favor.

Sky tomó a Hope en sus brazos mientras sollozaba, y la niña se calmó inmediatamente. De un momento a otro Liz volvió a la vida tomando una gran bocanada de aire y eso hizo que ambas suspiraran aliviadas.

—¿Liz? —murmuró sin poder creerlo.

—Esta bien, cariño, aquí estoy —aseguró en un susurro casi inaudible.

—Mama —chilló la vampira abrazandola fuertemente.

—Esta bien, aquí estoy —repitió nuevamente.

Skylar no soportó más aquella situación y salió fuera del hospital, necesitaba alejarse un momento y tomar aire.

—¿A dónde vas? —le preguntó Stefan, que la había seguido.

—No lo se, necesito aire, agua o algo. La mujer que me crío y me trató como una hija casi muere en mis brazos...

—Lo se y estoy aquí para ti para lo que necesites, si necesitas un abrazo o solo un hombro para llorar.

—Gracias, Stef —dijo secándose las lágrimas.

Como no podía dejar de llorar él se acercó a abrazarla, ya que sabia que era exactamente lo que necesitaba en ese momento, solo alguien que la entendiera y esté ahí. Hope miró a su madre con una notoria tristeza en sus pequeños ojos azules y colocó una mano en su rostro, lo que la hizo sentirse mucho mejor.

—¿Que hizo? —murmuró confundido.

—No lo sé, pero me quitó la tristeza —aseguró sorprendida y la niña soltó una de sus risitas adorables.

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