43 |Un profundo odio|
Skylar
—¿Estás bien? ¿Ella está bien?—Pregunto preocupada desde el marco de la puerta al ver a Kol en el suelo intentando despertar a Davina que se encuentra desmayada en el suelo
—Lo estoy y ella también, lo que es raro considerando a quien hizo enojar.
—¿Podrías arrastrarla hacia acá para que pueda asegurarme por mi misma?
—¿Por qué mejor no entras?—Pregunta confundido al ver que solo me dedico a mirar con impotencia por no poder acercarme a ayudar
—Porque no me gusta entrar a las casas a ayudar a mis amigas y prefiero quedarme afuera viéndola herida—Suelto con clara irónica, lo que ocasiona que una de sus clásicas sonrisas burlonas se dibuje en su rostro
—En ese caso quédate afuera, pero si fuera tu entraría.
—¿Acaso tu madre encogió tu cerebro? Tienen que invitarme.
—Eres la Trihibrida, tienes habilidades que un vampiro cualquiera no tiene, entra de una vez—Como solo me dedico a mirarlo confusa desde afuera el decide levantarse y tomar mi mano para luego arrastrarme hacia el interior de la casa, dónde aparentemente puedo estar con total tranquilidad sin ser invitada
—¿Cómo es posible?—Pregunto asombrada
—Según tus amigos del Duayda tus habilidades fueron pensadas para alguien que cazaría vampiros, no humanos y tecnicamente estás más viva que muerta por tus otros dos lados. Piénsalo de este modo: Si tus más grandes enemigos en lugar de amarte te odiaran y se enteraran que existes tratarían de matarte o tú a ellos, por lo que si estos estuvieran en una casa que tiene dueño podrías pasar y matarlos sin tener que ser invitada.
—Tiene lógica—Afirmo pensativa—¿Conociste a Duncan, Aydan y Danna?
—Danna es adorable, Aydan tolerable y Duncan un completo idiota, me engaño para que cruzara el puente y cuando un portal gris se abrió y me consumió se burló de mi—Dice molesto mientras curo a Davina con mis poderes, cuando parece estar mejor la levanto del suelo y la recuesto en el sofá haciendo que una manta aparezca sobre ella
—Duncan es algo extraño y parece disfrutar mucho molestando a los demás, no lo tomes personal—Digo divertida antes de voltear a ver a Klaus que nos mira desde la puerta con molestia y la estaca de roble blanco en la mano
—¿Ya se conocían?—Interroga con seriedad y comienzo a sentirme algo nerviosa porque parece sospechar
—Somos amigos—Murmuro sin mirarlo a los ojos
—Hola, cariño—Saluda el brujo con burla a su hermano—¿Soplarás, soplarás y la casa derrumbarás?
—¿Sabías que la lengua afilada de las personas termina cortando su garganta?
—Klaus, dejalo en paz.
—Si, déjame en paz. Deberías poner un poco de lavanda bajo tu almohada, sirve bien para los idiotas engreídos con problemas de ira.
—Tu tampoco lo molestes, quedate callado—Ordeno curando las pequeñas heridas de su cuerpo mágicamente
—Te prometí que no mataría a Davina, no dije nada acerca de este insolente—Dice molesto, sosteniendo la estaca en su mano con tanta fuerza que por un segundo pienso que va a lanzarsela, por lo que rápidamente me acerco a él
—Klaus, por favor, hace un minuto pudiste matar a tu padre con eso y no lo hiciste, tampoco vas a matarlo a él.
—Bien—Dice dándome la estaca de roble blanco, la cuál guardo entre mi ropa—¿Por qué te importa?
—Porque salvó mi vida de Mikael y estoy viva en este momento por él.
—Que un completo desconocido quisiera salvar tu vida y casi muriera es algo extraño, ¿No es así?—Mi corazón comienza a latir más rápido cuando me doy cuenta de que sabe quién es él—A menos, claro que no lo sea... Desde mi cena con mi madre y Finn he estado preguntándome cuando aparecerías, Kol
—Parece que la fiesta terminó—Dice haciendo una pequeña reverencia con su característica sonrisa traviesa—Hola, hermano
—¿Hace cuanto lo sabes?—Pregunto confundida
—Sospeché que algo pasaba desde que empezaste a ocultarme cosas relacionadas a él y Elijah me dijo que ustedes parecían compartir un fuerte vínculo, no fue hasta que los vi juntos que lo supe, lo que no entiendo es por que decidiste ocultarmelo.
—Porque creerías que está del lado de Esther, pero no es así.
—¿Por qué estás tan segura?
—En primer lugar porque arriesgó su vida para salvarme y en segundo lugar porque lo tienen amenazado, tu madre y hermano no saben que yo se sobre el porque si supieran ya lo habrían matado.
—¿Si eso es cierto entonces estás de nuestro lado?—Pregunta intrigado
—No, estoy del lado del que me proteja y que vaya a ganar y hasta ahora la única que tiene las posibilidades de eso es Skylar. Voy a hacer lo mejor para mi mismo y hasta ahora madre no ha sido tan mala.
—Te equivocas de amistades, hermano, y tengo el poder de demostrarte que tan equivocado estás.
—Pero no lo harás porque Skylar no te dejaría—Dice presumido—Tengo curiosidad, ¿Llevas bolsitas de plástico cuando lo sacas a pasear?
—Lo lamento, amor, pero digas lo que digas voy a matarlo—Dice indignado antes de lanzarme sus llaves—Enciende el auto, llevaremos a Davina a casa y arrollaremos a Kol
—Ya basta los dos o yo voy a ser quien pase el auto sobre ustedes, ¿Entendieron?—Pregunto seria y ambos asienten, por lo que camino hacia el auto. Al llegar a este me sorprendo al ver el baúl vacío y aún más que siento a alguien clavarme algo en el cuello que creo que contiene mata lobos y comenzar a llevarme hacia algún lugar, aprovechando mi momentánea debilidad—Mikael... Klaus va a encontrarte
—Lo sé, pero estaré preparado—Asegura quitándome la estaca de roble blanco
—¿Cómo? He visto la clase de dolor que provoca esa daga.
—He pasado por más dolor que cualquier persona viva o muerta, pero en cuanto me alimente estaré restaurado—Dice seguro y lo observo atemorizada intentando forcejear para liberarme, sin lograr nada porque estoy muy débil
—Se que prefieres la sangre de vampiro, ¿Por qué no bebes un poco de la mía? Me han dicho que es deliciosa.
—No voy a hacer eso sabiendo que no tengo tu permiso porque seria fatal para mi. Tú, querida, eres solo simple carnada, cuando amenace a Klaus con descuartizarte viva frente a él dudará y en ese momento de debilidad lo mataré.
—Eres tan estúpido, te obsesionaste con matar a alguien cuyo error fatal fue tener otro padre, cuando la única culpable de eso es tu esposa—Gruño molesta antes de observarlo pensativa y sonreír con burla
—¡Cállate! Eres la facilitadora de los débiles, ahora entiendo por que está tan enamorado de ti—Dice irritado antes de dirigir su mirada hacia un lugar donde se parece haber una fiesta
—Si lo entiendes entonces déjame ir—Intento negociar, pero el solo me mira mal—¿Por qué no me das la estaca y luego buscamos a Klaus para tener una conversación civilizada sobre que el no tiene la culpa de que Esther decidiera engañarte y que las decisiones que tú y ella tomaran solo les pertenecen a ustedes y sus hijos no tienen la culpa?
—Silencio, niña, escucho música y dónde hay música hay comida—Dice arrastrándome hacia ese lugar dónde efectivamente hay montones de adolescentes bailando y bebiendo—Vaya vaya, ¿Qué tenemos aquí? Una vulgar fiesta, perfecto
—Te crees mejor que los demás vampiros solo por haber bebido de su sangre por siglos, pero el que estes dispuesto a matar a todos esos niños de ahí que tienen personas que los aman y son inocentes prueba que no eres más que un imbecil con complejo de superioridad.
—Repite eso si te atreves.
—Eres un imbécil con complejo de superioridad—Digo sinceramente, logrando que de forma brusca me lance al suelo en medio de la multitud, haciendo que los adolescentes apagaran la música y nos observaran con sorpresa
—¿Estás bien?—Pregunta uno de ellos acercándose a mi mientras fulmina al vampiro con la mirada—Alejate de ella ahora mismo
—Tienes que huir, el va a...—No logro terminar mi oración porque Mikael clava sus colmillos en su cuello y bebe de su sangre hasta que cae muerto, los demás comienzan a correr con desesperación y el Original se acerca a mi antes de clavar la estaca de roble blanco en mi vientre, haciendo que suelte un jadeo de dolor
—Cuidala por mi—Pide entes de perseguir a los humanos, intento quitar la estaca mientras lo veo hipnotizarlos para que le den un mensaje a Klaus, al terminar se acerca y de un tirón arranca la estúpida madera de mi vientre antes de levantarme a la fuerza del suelo y comenzar a guiarme hacia algún lugar mientras lo fulminó con la mirada—No me mires de ese modo, eso no es nada comparado con lo que ha hecho la bestia a la que tanto amas e intentas salvar, pude haberlos matado a todos, pero decidí matar a uno solo
—Siempre intenté convencer a Klaus de que hay bondad en todos, pero cada vez que te veo o a mi madre pierdo la fe en las personas—Le digo mientras ingresamos en una gran casa y ante mis palabras me lanza al suelo, en el cual permanezco acostada porque me siento realmente débil y se que si descanso un poco seré capaz de asesinarlo en cuestión de segundos—El odio que corre por tus venas es tan profundo que podría fácilmente ser comparado con un veneno y ni siquiera puedo comprender por que
—No siempre lo odié, cuando Niklaus nació yo estaba emocionado, pensé que tenía los ojos de un guerrero, que sería digno, pero mi esperanza fue efímera y cuando me enteré que el no era mi hijo mi alivio fue glorioso, pero eso pasó cuando obtuve el conocimiento de que fue engendrado por una bestia.
—¡La infidelidad de su madre no fue la culpa de Klaus!—Exclamo molesta
—¡Todo lo que pasó fue por la obsesión de Niklaus con los lobos!—Grita del mismo modo—Se aventuró a ver a los lobos transformarse con la luna llena y se llevó a mi hijo menor Henrik, el era solo un niño y los despedazaron
—Fue un accidente.
—¡¿Un accidente?! ¡El mató a mi esposa! Su propia madre que juró purificarlo de su naturaleza de bestia, ¡El me traicionó! Puso a toda mi familia en su contra y aún así tu lo defiendes.
—He intentado desesperadamente convencerlo de que los ríos de sangre de tu familia no tienen que ser infinitos, después de todos estos siglos en la tierra, ¿Acaso no ves que toda tu violencia es inútil? ¡Tu también lo traicionaste y no solo a él, a mi!
—¡Eso no es cierto!
—¿No lo es?—Me levanto del suelo tambaleándome un poco en el proceso y tomo su brazo para mostrarle un recuerdo que sucedió hace mil años
Me encuentro parada frente a la puerta roja de la cabaña de la familia Mikaelson y soy recibida por nada más ni nada menos que Mikael, quién me mira con irritación pura y parece querer golpearme o algo mucho peor, me arrepiento de haber aceptado su invitación a cenar hasta que huelo algo delicioso. He estado todo el día en el bosque intentando encontrar una forma de volver a casa porque extraño mucho a Liz y Caroline, pero no logre encontrar nada, solo hice que la mujer que me deja quedarme en su casa se molestara conmigo porque dice que es un lugar muy peligroso y está lleno de monstruos, lo que en lugar de asustarme me generó más curiosidad.
—Entra de una vez—Cierro la puerta trás de mi al entrar y con algo de vergüenza sigo a Mikael hacia la sala, dónde hay una gran mesa en la que están sentados unos chicos, el primero parece de unos 19, el que está sentado a su lado se que se llama Elijah porque lo golpee cuando fue a buscar a Klaus al rio hace una semana parece tener unos 15, luego está Klaus que obviamente tiene 13, un niño muy parecido a Elijah que parece tener unos 9, luego una bonita rubia muy parecida a su madre que debe tener unos 8 y por último un pequeño niño que no puede tener más de 4 años
—Hola, Sky—Saluda Klaus con una sonrisa—Ellos son mis hermanos: Finn, Kol, Rebekah, Henrik, y a Elijah ya lo conoces
—Hola a todos—Saludo con una sonrisa tímida, segundos después veo a Esther acercarse con la comida
—Muchas gracias por aceptar nuestra invitación, mi hijo me habló maravillas de ti y queríamos conocerte—Dice Esther mientras nos sirve a cada uno en un plato lo que parece ser carne con algunas verduras
—Nik no ha dejado de hablar de ti desde que te vió—Dice Kol con diversión, ganándose una mirada nada linda de su hermano
—Dijo que eres la niña más bonita que ha visto—Le sigue Rebekah y río levemente al ver al rubio sonrojarse—Tiene razón, eres muy bonita
—Gracias, tú igual—Contesto observando su cabello dorado
—Niños, no molesten a su hermano—Regaña Esther mientras todos comenzamos a comer
—Está delicioso, señora Mikaelson, muchas gracias—Digo con una sonrisa amable que me devuelve al instante
—¿Vives con tus padres?—Pregunta Mikael de repente
—No, ellos murieron.
—¿Y no tienes más familia?
—No tengo a nadie en este lugar, estoy sola.
—Escuché que saliste del bosque, ¿Es eso cierto?
—¿Eres una de ellos?—Pregunta con curiosidad Klaus
—¿Una qué?—Pregunto confundida
—Una bestia—Dice cortante—¿Lo eres?
—¿Que si soy una bestia?—Pregunto ofendida
—Lo que mi padre quiere preguntarte, es si eres una de los... De los lobos—Corrige Elijah
—¿Un lobo?—Pregunto divertida—Creo que si fuera un lobo no estaría comiendo aquí
—Solo se vuelven lobos una vez al mes en luna llena, podrías serlo.
—¿Como un hombre lobo?—No puedo evitar reir ante ese pensamiento y todos me miran serios—Es solo un mito, los hombres lobo solo existen en películas
—¿Qué son películas?—Pregunta intrigado Finn
—Son...—Me quedo en blanco al recordar que estoy en una época totalmente distinta y ante la mirada expectante y curiosa de la familia que me rodea debo pensar rápido—De donde vengo las películas son una forma de contar una historia mediante dibujos
—Suena lindo, ¿Me muestras una luego?—Pregunta emocionada Rebekah
—A mi también por favor—Pide Kol igual de entusiasmado
—Claro—Murmuro a pesar de que se que eso no va a ser posible
—¿Si no eres una de los lobos por qué saliste de ese peligroso lugar?—Pregunta confundido Elijah—Está prohibido ir al otro lado del río
—Estaba huyendo de una mujer mala que quería hacerme daño y corrí hasta que terminé en el bosque, no sabía que estaba prohibido.
—¿Por que no mejor cambiamos de tema?—Interviene Esther muy posiblemente porque se dio cuenta de que responder esa pregunta no me agradó mucho—Escuché que te estás quedando con Kaira, debe estar muy contenta de que estés ahí, ella perdió a su hija y me pareció que estaba muy sola
—Ha sido muy buena conmigo, me ayudó aún cuando no me conocía y lo aprecio mucho.
—¿Planeas quedarte mucho en el pueblo?—Pregunta Mikael
—No lo he decidido, casi todos en el pueblo son agradables y necesito un poco de paz al menos por un tiempo, por ahora creo que me voy a quedar.
—¿Si decides irte me dirás?—Pregunta suplicante Klaus
—No voy a desaparecer sin decirle a mi único amigo—Digo obvia notando las risas de Kol y Rebekah después de terminar de pronunciar la última palabra—¿Qué pasa?
—Le dijiste amigo—Dice la rubia cubriendose la boca con las manos para no reir, al contrario de Kol que decide hacerlo abiertamente
—Lo es... ¿Somos amigos, no?—Pregunto confundida
—Si, supongo—Se encoge de hombros y eso incrementa las risas de los niños, los cuales dejan de reir cuando sus padres les dan una mirada de advertencia
—¿Alguno quiere más comida?—Interroga Esther y como todos negamos ella comienza a levantar los platos y cosas
—¿Necesita ayuda, señora Mikaelson?
—No, tranquila, iré a preparar un poco de té—Dice con una sonrisa amable antes de perderse por los pasillos de la casa, siendo seguida por Mikael, que parece querer hablar en privado con ella. Algunos minutos más tarde ella nos deja el te y luego vuelve a irse con su esposo
—¿Qué hiceron cuando te llevaste a mi hermano al río?—Pregunta Finn intrigado
—Creí que el interrogatorio se terminaría cuando padre se fuera—Recrimina Elijah
—Solo hago conversación—Se defiende
—Curé sus heridas y hablamos por horas, eso es todo.
—¿Cómo hiciste para hacer eso tan pronto? ¿Tienes hiervas especiales?
—No necesitó ninguna hierva, ella es especial por si sola—Dice el rubio de un momento a otro y yo le sonrío
—¿Has pensado en casarte?—La pregunta de Finn me toma por tanta sorpresa que termino ahogandome con mi taza de té
—¿Disculpa?—Pregunto confundida
—Es solo una niña, aún tiene tiempo de pensar en eso—Regaña el moreno
—Tiene 13, no tiene tanto tiempo.
—La verdad si he pensado en casarme, me encantaría hacerlo si encontrara a la persona indicada, una persona que me amara y a la que amara—Murmuro recordando que en esta época los matrimonios arreglados eran muy comunes.
«Si alguien intenta casarme no dudaré en largarme, eso es seguro» Pienso bastante disgustada por la idea y por el rumbo al que se dirige Finn con esta conversación
—¿Con amor te refieres a tierras y riqueza?—Se burla el mayor de los hermanos
—Yo también quiero casarme con alguien que me ame y tener muchos hijos—Dice la ojiazul con una voz soñadora
—Estoy segura de que vas a conseguir todo eso.
—No le des tanta esperanza, dudo que alguien quiera casarse con ella—Se burla Kol y ella lo mira mal, haciendo que ría por lo adorable que es
—¿Se divierten?—Pregunta la señora Mikaelson volviendo a la mesa
—Creo que ya deberías irte, no es seguro estar afuera esta noche—Habla Mikael con severidad
—Fue un placer conocerlos, me encantó la cena y el té, fue delicioso—Digo con amabilidad mientras me levanto de la mesa y camino hacia la puerta
—Muchas gracias por acompañarnos en la cena, eres bienvenida a cenar con nosotros cada vez que quieras.
—¿Te acompaño a casa? Hay algo que quiero decirte—Dice Klaus algo nervioso y al voltear veo a Kol, Rebekah y Elijah susurrarse cosas y mirarnos con diversión
—Yo la acompañaré, es peligroso salir de noche.
—Pero padre, tengo que hablar con ella.
—Dile lo que le tengas que decir ahora.
—Sky, yo...—Parece querer decir algo, pero al ver a Mikael se arrepiente y baja la mirada—No es nada, ¿Nos vemos mañana?
—Claro, nos vemos—Le sonrío antes de darle un beso en la mejilla que hace que se sonroje
—Awwww—Dice Rebekah con una sonrisa, lo que me hace reir.
Me despido de la familia y luego comienzo a caminar junto con el rubio hacia la casa de Kaira, la mujer rubia de ojos celestes que me deja quedarme en su casa y tiene una mejor amiga un tanto desagradable.
—Por ahí no—Mikael me impide ir para la dirección que está mi casa, noto que no hay absolutamente nadie en ningún lado y eso es extraño porque a esta hora siempre hay alguien en el pueblo, a lo lejos veo a Esther y a sus hijos prácticamente correr hacia algún lugar y comienzo a preocuparme
—¿Qué está pasando? ¿A dónde van?—Pregunto confundida
—A esconderse, esta noche hay luna llena—Dice como si fuera la cosa más común del mundo—Te he visto salir y entrar del bosque cuando crees que nadie te ve, no vas a esconderte con el resto de la aldea, se que hay algo mal contigo y no te dejaré acercarte a mi familia, te quiero alejada de mi hijo, lo vuelves más débil de lo que es y no puedo permitir que sigas haciendo eso
—¿Y si no quiero alejarme de Klaus que? ¿Me matarás?—Pregunto burlona
—Si—Mikael saca una espada de entre sus ropas y el miedo se apodera de mi porque no tengo nada con lo que defenderme, en menos de un según hace un corte en mi cuello que sana en segundos, por lo que comienzo a correr con desesperación al único lugar al que se que no me seguiría. Siento sus pasos trás de mi hasta que me meto en lo profundo del bosque, y no dejo de correr hasta que llego a una especie del aldea privada. De un momento a otro comienzo a escuchar gruñidos y al voltear veo a lobos observarme con curiosidad y cuando creo que voy a morir siento a alguien jalarme y guiarme hacia el interior de una casa
—¿Cómo llegaste aquí?—Pregunta un hombre de cabello castaño claro y unos ojos azules que por alguna razón me resultan bastante familiares—¿Estás herida? Estás sangrando
—El iba a matarme—No puedo evitar comenzar a llorar por el recuerdo, jamás esperé que el fuera alguien tan cruel y me atacara tan de repente—Casi me saca la cabeza con su espada
—¿Cómo te llamas?—Pregunta intrigado
—Soy Skylar.
—Bueno, Skylar, yo soy Ansel, ¿Por que no me dices quién trató de matarte?—Pregunta preocupado observando que no hay herida alguna en mi cuello y es solo sangre
—Su nombre es Mikael.
—¿Mikael?
—¿Lo conoces?
—Conozco a su esposa—Responde algo incómodo—¿Por qué trató de matarte?
—Quería que me alejara de su hijo, dijo que lo hago débil, pero se que Klaus es muy fuerte porque lidia con ese imbecil todos los días.
—¿Estás segura de que estás bién?
—Si, sano rápido.
—Los lobos suelen atacar a los desconocidos, pero parecen respetarte a pesar de que eres una niña y siento algo muy extraño al estar cerca de tí con la luna llena, como si debiera obedecerte a pesar de que yo soy el alfa.
—¿El alfa? ¿De qué hablas?
—No eres como los demás humanos, ¿Cierto?
—Soy especial—Aseguro recordando las palabras que Klaus dijo en la cena
—Así que lo conociste—Afirma Mikael separandose de mi con brusquedad
—Esa fue la primera vez que intentaste matarme y no tuviste éxito porque estabas tan asustado de los licántropos que no me perseguiste al bosque. Hablas mucho acerca de las bestias, pero el padre de Klaus fue más amable conmigo que lo que tu fuiste siendo humano—Digo molesta y eso hace que de un golpe me lance al suelo—La segunda vez tampoco tuviste suerte en matarme, pero decidí irme por Klaus, no iba a dejar que muriera o que lograras lo que querías que era matarme
—Yo no quería matarte, pero debía hacerlo para proteger a mi familia.
—Mientente como quieras, en mi opinión una parte de ti sabía que matar a una niña de 13 años no era la solución, pero de todas formas lo intentaste y utilizaste la cena como una distracción y excusa.
—¡Tu no sabes nada!
—¡Entonces explícame por qué alguien intentaría matar a la amiga de su hijo solo por el simple hecho de que lo hace feliz!
—¿Para qué? Eso no cambiará absolutamente nada de lo que va a pasar ahora—En un agil movimiento Mikael clava otra jeringa en mi cuello y comienzo a ver borroso, siento que voy a desmayarme hasta que escucho pasos y el característico olor de la persona a la que estaba esperando
—Vas a pagar por hacerle daño—Asegura y al abrir los ojos puedo distinguir su rostro preocupado, pero eso pasa cuando Mikael me lanza al suelo
—Que tierno, el perro llora por su perra, voy a arrancarle el corazón del cuerpo frente a ti antes de que ardas—Dice molesto y Klaus corre hacia el para atacarlo, los observo pelear y a Mikael arrinconarlo, por mucho que deseo ayudarlo no logro moverme, así que extiendo mi mano y lo lanzo hacia el otro lado de la casa con ayuda de mis poderes, con debilidad me siento en el suelo mientras observo a Klaus casi clavar la estaca en el pecho de Mikael
—No soy tan debil como recuerdas, ¿No es así?—En un agil movimiento Mikael lanza la daga de Papa Tunde hacia mi, pero antes de que esta llegara a mi pecho Klaus se aparece a mi lado y me salva, lo que sucede a continuación hace que sienta que voy a morir: Mikael se acerca con rapidez clava la estaca de roble blanco en el pecho de Klaus
—¡No!—Grito desesperada antes de, gracias a la adrenalina, levantarme del suelo y correr hacia él, recibiendo un golpe en el estómago que me lanza contra una pared, veo el cuerpo de Klaus caer al suelo poniéndose gris y las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas mientras mi corazón se destruye en el proceso. Es la segunda vez que lo veo de este modo y que no puedo ayudarlo. Sollozo porque no puedo imaginar una vida sin él y explicándole a mi hija que su padre murió por culpa mía y de mi debilidad
—¡¿Por qué no estás ardiendo?!—Pregunta molesto y eso me recuerda que cuando Kol y él murieron no fue de este modo—Si estuvieras muerto arderías, ¡Arde!—Escucho a lo lejos a Kol y Davina resitar un hechizo y eso hace que Mikael se vaya, por lo que corro hacia Klaus y le saco la estaca del pecho, escucho un grito y después veo al Original acercarse a nosotros—¿Qué crees que estás haciendo?
—¡Aléjate de nosotros o te juro que te volveré a matar!—Digo molesta
—Tienes el corazón de una guerrera, debería quedarmelo como un recuerdo—Mikael intenta acercarse a mi, pero Marcel se aparece y lo golpea en reiteradas ocasiones hasta que el rubio lo lanza al suelo mientras toma una estaca del suelo—¡Ya basta! Esta noche ha sido un gran desfile de idiotas, voy a disfrutar matar a cada uno de ustedes
—No lo creo—Hayley se parece y lo ahorca con unas cadenas antes de lanzarlo al suelo, en ese mismo momento Klaus despierta y los cuatro nos paramos dispuestos a luchar junto a Kol y Davina que también se acercan
—Se terminó, Mikael, somos mas, ¿Vas a rogar por tu miserable vida?—Pregunta serio el híbrido
—¿Crees que tus amigos te hacen fuerte? Eso prueba lo debil que eres.
—Al menos tiene personas que lo aman, ¿Tu que tienes?—Pregunto burlona—Estás solo, eres patético
—Buscame cuando no pelees con idiotas, mujeres y niños—Dice ignorando mi comentario antes de desaparecer a velocidad vampírica
—¿Estás bién?—Me preguntan al unísono y no puedo evitar sonreír
—¿Ustedes están bien?—Pregunto preocupada
—No actues como si no hubieras sido tu quien pasó toda la noche con un psicopata homicida—Dice Hayley antes de darme un fuerte abrazo
—Nos asustaste mucho—Dice Davina imitando la acción de mi hermana
—Lo siento—Digo encogiéndome de hombros
—No te disculpes por haber sido secuestrada, a todos les pasa a veces—Bromea Marcel dandome un abrazo
—Kol, estás herido, puedo curarte si...
—No, por poco que puedes mantenerte parada, mi rostro sanará, preocúpate por mantenerte sana y salva, pequeña brujita—Dice antes de quitar a Marcel y darme un abrazo
—Lo mismo digo, vampiro presumido—Le dedico una sonrisa que me devuelve antes de besar mi frente y salir del lugar seguido por Davina
—¿Kol?—Preguntan confundidos Hayley y Marcel al unísono
—Mismo Kol, diferente empaque—Digo burlona y eso hace que Marcel corra hacia donde Davina se fue para regañarla por sus amistades como todo un padre
—Me alegra que estés bién, iré a ver que hace Marcel—Dice mi hermana antes de desaparecer como cuando quiere dejarnos solos
—¿En serio estás bién?—Pregunto tocando su pecho justo dónde está su corazón
—Si, sacaste la estaca en el momento exacto, un poco más y estaría muerto.
—Es lo menos que podía hacer por no ayudarte a matarlo cómo lo prometí.
—El te hirió, solo por eso lo mataría—Dice con una leve sonrisa—¿Sabes? En mil años creo que es la primera vez que lo veo huir
—Aún estás débil.
—Y el lo sabía y por eso tomó ventaja—Dice mi hermana volviendo a entrar junto con el moreno
—Revisamos el perímetro, no está.
—Aprecio su ayuda.
—Bueno, si tu mueres yo muero y Sky salvó mi vida.
—Si tu mueres mucha gente muere, pero Klaus tenemos otro problema...
—Si vamos a tener esta conversación quiero bourbon o helado—Digo divertida
—Comparemos ambas en el camino—Dice Klaus, a lo que le sonrío mientras entrelazo nuestras manos para poder irnos
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