33 |Entre la vida y la muerte|
Klaus
Me encuentro caminando entre la multitud que avanza por la ciudad para ir al cementerio entre unas optimistas notas de jazz cómo una forma de dar honor al Padre Kieran, observo de reojo a Skylar caminar a mi lado y del otro lado a mi hermano, ella va observando a la nada con el ceño ligeramente fruncido cómo cuándo está concentrada analizando algo, sin poderlo evitar sonrío porque se ve completamente hermosa con ese vestido negro un poco más arriba de las rodillas y un saco del mismo color encima.
Hayley se acerca y se posiciona al lado de Skylar, quedando entre su hermana y él mío, eso parece sacarla de sus pensamientos, ya que la mira con felicidad y le dedica una sonrisa que le es devuelta de inmediato, dirijo mi vista al frente extrañando por un momento a mi hermana Rebekah hasta que escucho a Skylar tocer varias veces, cosa que me deja algo confundido porque no debería poder resfriarse debido a la sangre de vampiro en su cuerpo, pero es exactamente lo que le sucedió.
—¿Estás bién?—Pregunto preocupado y ella asiente levemente, alzo una ceja porque no le creo en lo absoluto, cuándo miente intenta utilizar la menor cantidad de palabras posibles y juguetea con el brazalete azul que está en su muñeca derecha—Luces...
—¿Embarazada de 100 meses y enojada con el mundo?—Me interrumpe con ironía y algo de fastidio
—Iba a decir hermosa—Me sincero y eso parece cambiar su humor porque me dedica una de sus preciosas sonrisas, puedo jurar ver un breve rubor en sus mejillas y eso me divierte un poco, pero decido no hacer ningún comentario al respecto porque sé que eso la haría volver a estar de mal humor y me encanta cuando sonríe y está feliz
Si alguien me hubiera dicho hace algunos siglos que estaría en esta situación, a punto de tener una hija con el amor de mi vida, me hubiera reído en su cara y le habría arrancado el corazón por darme falsas esperanzas al respecto, a veces me despierto y cuándo miro a mi lado no puedo creer que ella siga ahí, que después de haberla esperado y amado por mil años por fin podamos estar juntos y no tenga que huir por culpa de mi padre.
Cada día estoy más seguro de que ella es la mujer con la que quiero pasar toda la eternidad, con cada sonrisa y cada cosa que me dice me enamora un poco más aúnque suene completamente imposible, aún no puedo creer que se haya convertido en esta mujer fuerte y decidida, no porque no crea en ella, sinó porque cuándo la conocí era una niña insegura y triste, jamás me olvidé de la primera vez que la vi y cómo me salvó, si ella no se hubiera aparecido en mi vida no se que sería de mi, tal vez sería un monstruo sin corazón ni alma que no puede ser salvado.
—¿Creen que nosotras éramos el objetivo de ese bombardeo?—Pregunta Hayley de repente observando a Francesca Correa secarse lágrimas invisibles y fingir dolor cómo si no estuviera feliz de ser quién tomó el lugar del Padre Kieran en la facción de los humanos
—Por supuesto que lo eran, el hombre preguntó por Skylar y si tuviera que librar una guerra contra los lobos serían las primeras a las que mataría, las colgaría para que toda tu gente las viera—Exclamo con obviedad a lo que me miran con el ceño fruncido, Skylar tiene una mueca de culpa, Hayley de preocupación y Elijah de desaprobación por mi último comentario—Ustedes dos son las últimas descendientes del clan Creciente, son hijas de un alfa que a su vez es hijo de uno y nieto de otro, se supone que son las líderes, si matas al que está a cargo los demás serán carnada facil, su manada ha sido liderada por el primogénito durante generaciones y tú, amor, eres la Trihibrida, lo que significa que puedes reinar a quién sea y tienes una posición firme en la manada
—Creo que lo que mi hermano quiere decirles es que le gustaría que volvieran a casa con nosotros, ambas estarán a salvo ahí—Dice mi hermano en un intento de cambiar el sentido de mis palabras—Tal vez deberías intentar un enfoque diferente, Niklaus, con menos referencias a asesinatos
—Por mucho que me odiaría tener que subirte a mi hombro y tener que arrastrarte pateando y gritando al complejo lo haré por el bién de Skylar y mi hija—Digo completamente serio
No creo que Hayley quiera volver al complejo ahora que ya no están vinculadas, pero no me importa lo que quiera, mi novia es muy terca y me dijo que no quiere quedarse en casa cuándo su hermana está desprotegida en el pantano, ella ha demostrado que no le importa poner su vida en peligro cuándo se trata de protegerla y creo que alguien debe evitarlo.
—Una pesadillas y de repente quieres ser un padre responsable—Se burla y yo debo retener mi impulso de arrancarle la cabeza del cuerpo solo por Skylar, a quién me acerco y coloco mi brazo alrededor de sus hombros porque ella es la única que evita que quiera matar personas
—Déjame poner esto en perspectiva, mi padre vivió para atormentarme y no es mi intención convertirme en él—Determino fulminandola con la mirada—El ciclo de sufrimiento se termina con mi hija
—Te olvidas algo en este intento de abogar por tu caso, no es tu hija, es nuestra—Me corrige la morena con obviedad antes de alejarse con Hayley a darle su pésame a Cami, o mejor dicho, a interrogarla acerca de Francesca Correa, cosa que me confunde, ella no parece una mujer tan inteligente cómo para ser una terrorista, aúnque hay algunas cosas que me hacen dudar
—Muy sincero, Niklaus—Me regaña mi hermano
—Odio los funerales—Me defiendo y él niega con la cabeza
—¡Klaus!—El grito de Genevieve me saca de reprocharme a mi mismo la mala elección de palabras que utilicé anteriormente, observo a dónde ella mira y descubro que Skylar ha comenzado a tocer sangre
—¡Sky!—Chilla la ojiverde sosteniendo a su hermana cuándo esta pierde el conocimiento, no lo pienso dos veces y corro hacia ella, la levanto al estilo nupcial antes de caminar tan rápido cómo puedo para ir hacia el complejo, mi hermano lanza todas las cosas que estaban sobre la mesa al suelo y acuesto a la morena ahí
—Puedo ayudar—Asegura Genevieve acercándose
—¡No toques a mi hermana!—Ordena con fastidio la ojiverde—Te arrancaré las manos
—Déjala, Hayley, ella era enfermera—Murmuro sin pensar en nada más que en ayudar a la mujer que amo
—Hay un hechizo que puedo hacer, Hayley trae manzanilla de la despensa—Pide y ella se aleja nada contenta con recibir órdenes de la pelirroja—Está temblando, dame tu chaqueta—A mi tampoco me gusta obedecer órdenes, pero no lo dudo y prácticamente me arranco la chaqueta negra del traje y se la coloco encima
—No está respirando, puedo oir el latido de la bebé, pero no el de ella—Dice preocupado Elijah, la licántropo vuelve con las cosas pedidas y Genevieve se pone a recitar el hechizo, colocando su mano en su frente, mientras que yo muerdo mi muñeca e intento darle mi sangre a Skylar, cosa que no logro y que hace que mi desesperación sea aún más intensa
—Vamos, amor, por favor—Suplico con la esperanza de que de algún modo mis palabras la hagan reaccionar
—Todavía no respira, no está funcionando—Se queja mi hermano antes de lanzar un banco contra la pared con frustración e ira, normalmente soy yo quién reacciona de ese modo, pero se que ninguno de los tres está estable en este momento porque Elijah parece querer destrozar la casa y Hayley lanzarse al suelo a llorar, así que debo mantener la calma y tener fe en que el hechizo va a funcionar y Skylar y mi hija van a estar bién
—Hay que llevarla al hospital, tenemos que hacer algo—Dice desesperada la morena y mi hermano intenta levantarla
—Si la mueves de aquí mi hechizo se romperá, no habrá tiempo para llevarla a un hospital—Interviene la ojiazul y él se aleja nuevamente jalandose el cabello con frustración
—¿La bebé sobrevivirá si da a luz ahora? Se la arrancaré yo mismo si eso va a salvarla y a su madre—Intento acercarme dispuesto a hacerlo, pero Elijah me detiene
—Skylar morirá desangrada—Dice obvia y yo gruño molesto, no se cómo reaccionar a esto y en serio me aterra perderlas, si bién Skylar es parte vampiro y se supone que volvería a la vida, no se sabe cómo funciona esto y algo podría salir mal, ambas podrían morir y si eso pasa, jamás podré perdonármelo a mi mismo
—No puedo vivir sin ella, Elijah, no puedo perderlas...
—No vas a perderlas, no vamos a perderlas—Se encarga de tranquilizarme a pesar de que dudo que el crea que eso va a ser cierto, está tan preocupado cómo yo, él ama a Skylar y la considera parte de la familia, cree que ella es nuestra esperanza y mi redención y aunque al principio estaba celoso y preocupado de que la historia se repitiera, me di cuenta de que solo la ve de forma amistosa o franternal y ella a él de la misma forma
—Ella es todo lo que me queda, por favor díganme que va a sobrevivir—Suplica Hayley caminando de un lado a otro sin quitar la vista de su hermana—He vivido por 20 años sola en el mundo hasta que la conocí y en unos meses me hizo sentir más amor del que tuve en toda mi vida, es mi hermanita, la necesito, se supone que debo cuidarla y ahora ella y mi sobrina están al borde de la muerte porque soy una terrible hermana mayor, la única tarea que tuve la heché a perder
—Nadie pensó que esto iba a pasar, Hayley, eres una buena hermana mayor y nadie va a pederla—Aseguro en un intento de calmarla, ella asiente cómo si se lo creyera, pero unos segundos después las lágrimas comienzan a salir de sus ojos, por lo que Elijah se aproxima a abrazarla
—Ya se que hay que hacer, dame mi bolso, la bolsa Gris-Gris, ¡Ahora!—Ordena Genevieve y yo tomo el bolso que lanzó al suelo frente a la entrada y le entrego lo que pidió, ella comienza a recitar un hechizo, lanza lo que supongo es sal de la bolsa y hace un símbolo extraño, segundos después escucho una respiración fuerte y veo a Skylar despertar, cosa que me produce un inmenso alivio, los tres la ayudamos a levantarse y ella nos mira con los ojos bién abierto, la misma expresión que hace cuándo algo que no esperaba sucede
—Estás bién, amor, estás bién—Aseguro acariciando su rostro
—Los vi... A Mikael y Elise, trataron de matarme, pero Kol y mi papá me salvaron—Suelta rápidamente, dejándonos completamente asombrados por esa revelación
[...]
Skylar
Me encuentro sentada en mi cama hablando con mi hermana acerca de lo sucedido hace un rato, después de mi horrible encuentro con esas personas que solo me causaron dolor, le di las gracias a Genevieve por salvarme y luego de asegurarle a los dos Mikaelson y a Hayley que estaba bién, prácticamente salí corriendo a ducharme y cambiarme de ropa, ya que estaba cubierta de sangre y me producía una sensación nada agradable eso.
—¿Estás segura que estás bién?—Pregunta por milésima vez y yo le dedico una sonrisa divertida
—No, ¿Sabes por qué? Porque no hay helado en el refrigerador—Me quejo y ella me lanza una almohada, río y se la vuelvo a lanzar, ella se queda mirándome fijamente y se acerca a mi para abrazarme con mucha fuerza, cómo si su mayor miedo se hubiera convertido en realidad y necesitara saber que en verdad estoy bien
—Jamás vuelvas a hacer una cosa así, ¿Me oíste? Si mueres, te reviviré y volveré a matarte por morirte—Dice con su tono de hermana mayor—Tienes prohibido dejarme sola en este horrible mundo, no pudes morirte, no puedes abandonarme
—No voy a abandonarte, Hayley, pero tú tampoco puedes dejarme a mi, así que te mueres me suicidaré para traerte aquí a la fuerza y luego te voy a volver a matar por morirte—Aseguro y ella ríe por mi promesa, escucho a alguien tocar la puerta y al ver en esa dirección descubro a Klaus recargado contra el marco de la puerta observándome como si fuera de oro
—Estoy muy contenta de que estes bién, pero debo ir a hacer... algo muy importante—Se apresura a decir en un intento de dejarnos a solas antes de salir de la habitación, cosa que Klaus aprovecha para acercarse a mi
—Probaste ser bastante resistente, amor, ambas son unas luchadoras.
—Supongo que tuvimos que serlo, sobretodo últimamente-Digo suspirando-Hayley me dijo que va a volver a quedarse aquí y yo también de tiempo completo, no quería estar lejos de ella ni que saliera herida, pero ahora va a estar bién
—Bueno, me siento aliviado de escucharlo.
—Pero nada de guardaespaldas acosadores ni de decirnos que hacer.
—Todo lo que quiero es que tú y nuestra hija estén bién—Dice firme y me sorprendo por un momento debido a que remarcó el "Nuestra hija" en la oración, creo que acaba de corregir lo de la mañana
—Entiendo que quieras cuidarnos, pero Hayley es mi hermana y necesito que me prometas que aunque ustedes no se lleven muy bién harás lo posible para cuidarla y que la tratarás bién, tal vez en un par de días Caroline, Liz y los demás vuelvan a visitarnos y no quiero que...
—Ven conmigo, por favor, quiero mostrarte algo—Me interrumpe y yo frunzo el ceño con confusión antes de seguirlo, él abre la puerta de nuestra habitación y lo que veo me deja totalmente asombrada: Una habitación decorada perfectamente para un bebé con una cuna en el centro, colgantes, juguetes de distintos tipos y en las paredes cuadros con fotos de nosotros, de sus hermanos y de la ecografía que la doctora Fell me hizo en Mystic Falls cuándo me desmayé—Lo creas o no, Skylar, me encantaría que tus amigos y hermana estén aquí, nuestra hija debe ser criada por sus dos padres en nuestra casa familiar y estar rodeada de su familia
—Tú, yo, Elijah, Hayley y el bebé milagroso todos en una misma casa suena cómo un mal reality show—Digo divertida
—Dijiste que viste a mi padre...
—¿Por qué lo llamas así?—Interrumpo con curiosidad—No es tu verdadero padre y jamás se comportó de ese modo contigo
—El daño que hizo solo un padre puede hacerlo—Se limita a responder y le doy una mirada de pena, sabiendo que tiene razón—¿Qué te dijo?
Las palabras de Klaus desatan un caos en mi subconsciente y aúnque he estado intentando no pensar en eso desde que sucedió, solo basta esa simple pregunta para recordar lo que pasó del otro lado:
Despierto sobre una mesa en medio de la mansión Mikaelson, esa está vacía y totalmente helada, los colores son opacos y no tengo que analizar muchísimo la situación para saber dónde estoy debido a que Esther Mikaelson me trajo a un lugar muy similar hace tiempo, escucho un ruido tras de mi antes de poder analizar la situación y al voltear veo al hombre que se suponía que debía dejarnos en paz luego de que lo asesiné.
—Mikael...
—Supongo que no esperabas verme después de la última vez, creo que somos familia ahora—Dice con un tono sombrío que me deja congelada en mi lugar
—Esto es una pesadilla, estoy soñando—Murmuro intentando convencerme a mi misma de eso
—Al contrario, mi querida, esto es muy real—Asegura antes de correr hacia mi con su velocidad vampírica y ahorcarme desde atrás—Bienvenida al infierno al que me mandaste cuándo me asesinaste, me dejaste atascado aquí por la eternidad vigilando a esa horrible criatura a la que mis hijos llaman hermanos
—Si estás muerto y yo estoy aquí... ¡Oh por dios! ¡No! ¡No! ¡El bebé!
—¿Él bebé? ¡Ese bebé no iba a tener oportunidad! Cómo si tu linaje no fuera lo suficientemente inmundo lo envenenaste con el de él, debías matarlo y mírate ahora, estás muerta por tu patético amor por él—Se burla y eso me enfurece—La alimaña inmortal fantasea con ser un padre—Grito irritada y rompo su brazo antes de lanzarlo lejos de mí y golpearlo con un pedazo de metal de la lámpara
—Ella no está muerta, yo no estoy muerta, si fuera así no estarías tratando de matarme—Aseguro haciendo brillar mis ojos color azul eléctrico, pero eso no parece cambiar nada porque siento a alguien ahorcarme del mismo modo que él anteriormente
—Hola, niña—Susurra con ese tono frío que tanto me asustaba, pateo su pierna con tal fuerza que se rompe y me suelta, pero no logro nada debido a que ambos se recuperan rápidamente—Lamento la tardanza
—Ustedes están muertos, dense cuenta de una vez que sus hijos los vencieron—Digo retrocediendo lentamente hacia atrás porque aunque desearía poder atacarlos, debo tener cuidado por mi hija y hacer todo lo posible para volver a la vida
—¡El no es mi hijo! ¡Es un castigo, un símbolo andante de debilidad!—Grita furioso y yo arranco un pedazo de madera de la escalera—No hay salvación para esa atrocidad que se pudre en tu vientre, Klaus lo destruirá de un modo u otro
—O tú lo harás, los Jones están muertos por dentro y se destruyen los unos a los otros, yo te hice lo que eres y es por eso que terminarás siendo cómo yo, el abusado se vuelve abusador y así continúa la historia, lo mejor es que esa cosa muera y tú con ella—Comenta la morena y Mikael asiente de acuerdo mientras me siguen al piso de arriba—Deja de huir cómo una cobarde, sin importar quién sea tu padre, aún eres una Blackwell y nosotras no somos cobardes
—Dijo la mujer que torturó a una niña de siete años por puro placer—Ironizo antes de saltar de vuelta al primer piso, ellos me imitan de modo que quedo rodeada por ambos, rápidamente se la clavo en el pecho a Mikael e intento huir fuera de la casa, pero Elise es más rápida y mete su mano en mi pecho—Mi hija tiene una ventaja que Klaus y yo nunca tuvimos, ella nunca los conocerá
—Voy a disfrutar esto—Dice con una sonrisa maliciosa, apreta mi corazón y un grito se escapa de mis labios por el profundo dolor en esa área
—También yo—Escucho una voz masculina y luego veo cómo papá clava un pedazo de madera en el pecho de la pelinegra, de modo que termina soltandome—Han pasado muchos años desde la última vez que te ví y sigues siendo una perra, la única cosa bién que hiciste fué a Skylar, después de eso te pudriste aún más de lo que ya estabas
—La segunda cosa que hice bién fué matarte... No podrás fingir ser un buen padre por siempre, Alexander, aunque logre volver a la vida, les prometo que yo también lo haré y que no podrán librarse de mi—Sonríe falsamente e intenta atacarlo, pero él es más rápido y le rompe el cuello, Mikael aprovecha eso para correr hacia mí con total furia, pero no llega porque Kol le clava una estaca en el corazón
—Papá, Kol, están aquí—Digo asombrada
—Tenemos que irnos, no tardarán en despertar, después de todo están muertos—Dice papá antes de tomarme de la mano y llevarme por la ciudad, a lo lejos veo a distintas personas pelear y a la verdadera definición del caos
—Gracias por salvarme—Le digo con una gran sonrisa antes de darle un abrazo a cada uno—No saben lo feliz que estoy de verlos, los extrañé muchísimo
—Y nosotros a tí, pequeña brujita—Dice con una sonrisa—Escuché que mi sobrina va a se una niña, ¿Se llamará Elaine, no es así?
—Dile que se llamará Amaris cómo tu abuela y nó cómo él decida—Dice papá fulminandolo con la mirada
—Dejen de darme más nombres porque si siguen así mi hija tendrá al menos diez—Digo suspirando—Cuándo nazca lo decidiré junto con Klaus
—Que conste que yo soy tu mejor amigo en el mundo y por eso tengo prioridad.
—Que conste que yo soy su padre y naciste gracias a mi.
—Es gracioso, Elise formó equipo con Mikael y con Esther cuándo había vuelto a la vida para matarme y ustedes dos formaron un equipo para salvarme—Digo divertida, siento la luz volverse más brillante y entiendo lo que está a punto de suceder—Los amo
—Y nosotros a tí—Es lo último que escucho antes de despertar en la mesa y ver a Klaus, Elijah y Hayley
—Nada que fuera verdadero—Respondo a la pregunta que Klaus me había hecho antes de perderme entre los recuerdos, él me sonríe ampliamente antes de salir de la habitación, observo por algunos minutos más el lugar maravillada antes de acercarme a la ventana a ver a las personas bailar y el desfile en honor a el Padre Kieran, siento a alguien tras de mi y al voltear veo a Elijah, a quién le dedico una sonrisa ladeada—Si muriera y alguien hiciera una fiesta, estaría muy molesta
—Casi lo hiciste, en mil años no puedo recordar ningun momento en que me haya sentido tan asustado—Confiesa con pesar, me quedo callada y el comienza a alejarse
—Elijah—Lo llamo y él se detiene, por lo que me acerco rápidamente abrazarlo—La bebé está bién, no te preocupes
—No es solo mi sobrina lo que me procupaba, te conozco desde hace mil años y aúnque en ese tiempo no nos llevábamos muy bién, hoy en día no me imagino mi vida sin mi mejor amiga y compañera de proyectos para mejorar la ciudad—Dice suspirando—¿Crees que las cosas estarán bién?
—Depende de tu concepto de bién, esta ciudad tiene mucho por mejorar, pero creo que podemos arreglar algunas de sus grietas, tengo fe en nosotros y en que luego de que mi hija nazca las cosas mejorarán.
—También tengo fe en eso, después de todo, ustedes son nuestra esperanza.
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