23 |Un grito de ayuda|
Skylar
—Elijah, ¿Cómo está Rebekah? ¿Klaus está ahí?—Pregunto preocupada cuándo luego de mucho intentos me contesta el teléfono—Eres el único que me contesto la llamada, Klaus es Klaus y jamás iba a contestarme, pero esperaba que tu hermana lo hiciera por lo menos para confirmarme que sigue viva
—Niklause quitó su teléfono cuándo la escuchó hablar con Marcel, ella está escondida y bien, mi hermano está justo frente a mi.
—Entonces le diré lo que tengo que decir: Sé que te duele la decisión que tomaron Rebekah y Marcel hace un siglo, cometieron un error que puso en juego muchas cosas, pero eso no significa que puedas matarla, si haces eso tú no vas a poder perdonarte a ti mismo y el resto de personas que la aman tampoco lo harán, no te pido que la perdones porque sé que eso cuesta mucho, solo déjala vivir su vida en algún lugar lejos de aquí, suelta la estúpida estaca que ya causó demasiado dolor y déjala en paz.
—Lo haría si pudiera, amor, pero es Elijah quién tiene la estaca de roble blanco y la daga de Papá Tunde, si él quiere proteger a Rebekah deberá usar la estaca de roble blanco—Dice obvio
—Bien, entonces les hablo a los dos: Creo que Elijah podrá controlar su temperamento más que tú, pero me parece que necesito recordarles que estoy embarazada y no pienso tener que explicarle a mi hija que su padre fué asesinado por su tío o que su padre enloqueció y mató a su tía, piensen en lo mucho que le dolería a una niña enterarse de una de las dos situaciones y el pensamiento que tendría sobe alguno de los dos en un futuro, así que les recomiendo pensar con claridad, a menos que quieran que ella sepa que la promesa del siempre y para siempre no duró por culpa de una bruja psicótica.
—No voy a matar a Niklaus, pero no dejaré que lastime a Rebekah.
—Tienes razón, amor, no voy a permitir que nuestra hija sufra la muerte de su tía en un futuro o que me odies luego, no voy a matar a mis hermanos, eso te lo prometo, pero tal vez los haga sufrir mucho—Afirma y yo suspiro frustrada cuándo unos fuertes ruidos se escuchan y la llamada se corta
—¿Pudiste evitar que se mataran?—Interroga Davina observando a través del gran ventanal de la iglesia
—De hecho si y eso es un milagro—Digo con una sonrisa triunfante, escucho su estómago rugir y ella me mira apenada—¿Cuanto hace que no comes?
—Desde que volví a la vida no he comido nada, no tenía hambre, pero ahora sí.
—¿Que te parece si vamos a tomar un café o, si eso no te gusta, algo más? ¿Un helado, tal vez?—Sugiero y ella me mira pensativa—Ninguna bruja se atreverá a hacernos nada después de haber matado a dos de esas perras y de haber secuestrado a Celeste, saben que no dudaré en matar a quién sea necesario
—Aún no puedo creer que hayas hecho eso—Dice asombrada—¿Qué hay de Marcel? No nos dejará irnos cómo si nada
—Lo escuché salir de la iglesia hace cómo quince minutos, si nos vamos ahora no se dará cuenta y cuando volvamos yo asumiré toda la culpa, mereces un tiempo de paz después de todo ese dolor, así que, ¿Vienes a comer conmigo o prefieres quedarte aquí muriendote de hambre?
—El café suena bien—Accede y yo le sonrío, las dos salimos de la iglesia con ella a escondidas de Cami y su tío, comenzamos a caminar por las calles del Barrio Francés para poder llegar a la cafetería cuyo nombre es "Café Du Monde Mail Order" que tiene una comida deliciosa—Tengo 16, no eres muchísimo más grande que yo, ¿Por qué me das la mano para cruzar la calle?—Interroga con diversión y yo dirijo mi mirada a nuestras manos, ni siquiera me había dado cuenta de esa acción que tomé inconscientemente por su seguridad a pesar de que es casi una adulta
—No lo sé, supongo que estar embarazada despertó mi instinto maternal y quiero cuidarte, tener un bebé te vuelve extremadamente protectora, el otro día le quité un cuchillo a Hayley y me puse a cortar la comida yo para que no se cortara—Le cuento y ambas reímos—Y abracé a uno de los vampiros amigos de Marcel porque se veían tristes
—No lo hiciste—Dice soltando una carcajada y yo asiento mientras nos sentamos en una de las mesas de afuera de la cafetería—Serás una buena madre, Sky
—¿Tu crees? No se mucho sobre niños más que lo esencial, no creí que tendría hijos y da mucho miedo, pero cada vez que siento sus movimientos me siento en paz—Explico observando con ternura mi vientre ahora bastante abultado porque justamente hoy cumplo 32 semanas, es decir, ocho meses de embarazo, ella me sonríe mientras lee la carta para decidir que pedir
—Buenas tardes, ¿Ya han decidido que tomar?—Pregunta amable un moreno, él le dedica una mirada nada disimulada a Davina y yo sonrío divertida porque ella no lo notó
—Queremos una malteada de mantequilla de maní con crema batida, mucha crema batida y que tenga salsa de chocolate y de esas chispitas de colores—Pido acariciando mi vientre, a mi bebé le gusta lo dulce y los mariscos, pero últimamente detesta la carne y las frituras o cosas muy saladas—Tambien una porción de pastel de fresa, ¿Tú que quieres comer? Debes tener mucha hambre
—Yo quiero una malteada de chocolate con crema batida y también un trozo de pastel de fresa—Habla mientras el anota todo en su libreta
—Bien, entonces una malteada de mantequilla de maní con mucha crema batida, salsa de chocolate y chispas de colores, una malteada de chocolate con crema batida y dos trozos de pastel de fresa, ¿Está bien?
—Perfecto—Afirmo y el asiente antes de retirarse—Le gustas al mesero
—No digas tonterías.
—Le encantas, pero no notaste cómo te miró, es lindo, tal vez deberían salir alguna vez.
—No, tal vez Klaus lo mate también—Dice suspirando y yo la miro apenada, abro la boca para decirme que siento que eso haya ocurrido, pero ella vuelve a hablar:—Ni se te ocurra disculparte por él, fué su culpa, no la tuya, tú no has hecho más que ayudarme
—De todas formas lo siento y sé que en un futuro muy lejano el lo sentirá también, o al menos eso espero—Murmuro suspirando—Volviendo al tema del mesero, ¿No te gusta ni un poco?
—Es atractivo, no lo niego, pero no lo conozco y odio la banda de su remera—Refunfuña haciéndome reír—No es gracioso, tiene un gusto pésimo en música y por lo que vi en su libreta, tiene demasiadas faltas de ortografía y una pesima letra
—Mira el lado bueno, tal vez pueda compensar todo eso con sus gustos en cine—Digo encogiéndome de hombros, a lo que ella me dedica una mirada cansada
—Aquí tienen—Dice el chico acercándose, deja su respectiva malteada y un trozo de un pastel que luce delicioso frente a cada una y luego nos mira—¿Necesitan algo más?
—Nada relacionado a comida, pero, ¿Qué opinas de Marvel y Dc?—Interogo haciendo que Davina se ahogue con su malteada, le paso una servilleta antes de volver mi mirada al pelirrojo
—Los superheroes son para niños, Marvel es aburrido—Responde rápidamente a lo que lo miro indignada
—¿Grey's Anatomy?
—Odio los hospitales y los doctores, esa serie es basura para mi.
—¿Que opinas de las brujas?
—Las odio y si te refieres a las de ese programa Charmed, son aún peor.
—¿Gilmore Girls?
—Mi ex novia me hizo ver los primeros cinco capítulos, odié a Lorelai con todo mi corazón y no pude continuar la serie.
—¿Crepúsculo?
—Para mujeres despechadas o locas.
—¿Friends?
—Uno de los programas mas aburridos que vi, solo vi la primer temporada y obligado por mi madre.
—¿Sobrenatural?
—No me gustan las cosas que no pueden suceder en la realidad.
—Empecé a odiarte cuándo dijiste que los super heroes son para niños y no creí que pudiera odiarte más hasta que seguiste hablando, quiero un cambio de mesero y mi amiga no va a darte su número porque eres el humano más desagradable que conocí y eso que conocí a Matt Donovan, puedes irte—Él me mira con la boca abierta y le hago una seña con la mano para que se vaya, cosa que hace observandome cómo si estuviera loca—Que idiota
—Todo lo lindo desapareció cuándo abrió la boca—Bufa irritada y yo suspiro antes de comenzar a beber mi malteada, siento un cosquilleo en el estómago y cómo el bebé se mueve, lo que me asombra bastante—¿Qué sucede?
—A la bebé le encanta tanto la malteada que se está moviendo—Explico con una sonrisa emocionada
—¿Puedo?—Me pregunta señalando mi vientre y yo asiento, por lo que se acerca y posa su mano ahí, bebo un sorbo de la malteada y ambas volvemos a sentir el movimiento de la bebé, ella me mira con una sonrisa de asombro antes de volver a su asiento—Nunca había sentido eso, ¿Te duele?
—A veces si, pero ahora me da cosquillas—Digo mientras tomo la cuchara, corto un trozo de pastel y me lo llevo a la boca, eso parecía tan delicioso cuándo lo trajo y ahora me da mucho asco, escupo la comida en una servilleta y bebo unos sorbos de la malteada para pasarlo—¿Soy yo o el pastel está asqueroso?
—Eres tú, está delicioso—Afirma llevandose la cuchara a la boca—Te pierdes de mucho
—Te regalo mi trozo si lo quieres—Le digo y ella asiente contenta mientras come de una forma extremadamente rápida que me hace darme cuenta de que en serio tenía hambre
—¿Cuánto falta para que nazca la bebé?—Pregunta interesada
—Hoy cumplo ocho meses de embarazo, así que falta un mes, me entusiasma mucho estar en la semana 32 porque la bebé ya puede distinguir los sabores dulces de los salados y empieza a escuchar mejor los sonidos graves con baja frecuencia, cómo mi latido cardíaco y la voz de su padre, cada vez que escucha a Klaus hablar empieza a moverse.
—Sería más tierno si su padre no fuera quién es—Dice divertida—¿Qué más pasa en este mes?
—Bueno, al menos una vez al día la siento tener hipo y ella ya distingue la luz de la oscuridad, además de que en esta época es cuándo comienza a tener sueños—Explico con emoción y ella sonríe de uns forma adorable antes de continuar su comida, mientras Davina come todo cómo si fuese la primera vez que come en la vida, veo a lo lejos a Marcel alejarse de Genevieve, quién nos ve y comienza a caminar hacia nosotras
—Hola, chicas, lindo día, ¿No?—Pregunta con una sonrisa falsa
—Es un lindo día para una fogata—Le sonrío de una forma falsa también utilizando un juego de palabras que ambas entendemos—Te veo muy sola, ¿Y tus amigas? Ah si, están muertas, que lastima
—¿Y tú novio? No lo he visto desde que revelé el secreto de Rebekah, se veía tan sexi todo sudado y amarrado—Una parte de mi desea arrancarle la cabeza ahora mismo, pero la otra no quiere darle la satisfacción de verme enojada
—¿Volviste a la vida solo por él, no es así? ¿Querías que te rechazara y te dejara por mi otra vez? Pobre Genevieve, siempre la segunda opción—Me burlo y ella me mira mal—Tienes razón, se ve muy sexi todo sudado y amarrado
—Y ahora estoy traumada, muchas gracias—Se queja la bruja con asco—Ya no tengo hambre, sus palabras me van a hacer vomitar
—Davina, ¿Cómo estás? Me enteré que vas a volver a unirte a nosotras, creo que los ancestros te advirtieron lo que pasaría si sigues juntándote con esta gente que no te ayuda a progresar y solo te debilita, ellos te volvieron contra las únicas que podemos y queremos salvarte.
—No se que opine Davina, pero esta "gente" mató a tus amigas y casi te mató con solo mover su mano y jamás intentó asesinarla para tener más poder—Digo seria—¿Te digo algo? Hoy aprendí que los pelirrojos son todos muy desagradables, exceptuando a los de series, películas y libros, tal vez debería extinguir a una, ya sabes, para limpiar al mundo
—No podrías, ni siquiera pudiste extinguir a las personas que se te encargó—Dice obvia y justo en ese momento mi teléfono comienza a sonar, es una llamada de Marcel—De todas formas, solo vine a decirle a Davina que hoy tomó una buena decisión, eligió el bando ganador y las brujas vamos a recibirte muy felices de vuelta en nuestra comunidad
—¿Qué?—Preguntamos a la vez
—Te veo luego, Davina—Genevieve ignora nuestra pregunta y solo nos sonríe antes de alejarse
—Marcel está llamándome, ¿Pedimos las cosas para llevar?—Sugiero y ella asiente por lo que le hago una seña al mesero que nos desagrada para que nos traiga la cuenta, en cuanto lo hace pago todo, le pido que guarde lo que sobró que es un trozo de pastel de fresa en una bolsa y ambas nos vamos rápidamente de la cafetería—¿De qué crees que hablaba Genevieve sobre pasarte al bando ganador?
—Creo que piensa que voy a volver con las brujas, pero yo jamás haría eso, quién sabe las cosas horribles que podrían hacerme, además ahora te tengo a ti y también eres una bruja, así que podrás ayudarme con mi problema de los ancestros—Dice mientras caminamos—¿Y si intenta llevarme a la fuerza?
—La volveré a matar y a todas las otras dementes.
—¡Ahí están!—Exclama al vernos Marcel, quien se encuentra parado en la puerta de la iglesia con una mueca de preocupación—He estado llamándote durante 10 minutos, ¿Dónde estaban?
—En la cafetería, teníamos hambre—Explica la morena a mi lado, a quién se le escapa un bostezo de los labios al terminar esa oración—Tengo sueño
—Ve a dormir, nosotros tenemos que hablar unas cosas—Determina con seriedad, pero ella no se mueve a ningun lado
—¿Puede Skylar venir conmigo?—Pregunta suplicante—Solo hasta que me duerma
—Está bien, hablamos después—Le digo al vampiro antes de caminar hacia el ático con la brujita
—Sé que parezco una niña malcriada, pero me da miedo dormir sola después de lo que pasó y cómo tú eres la criatura más poderosa de todas, me siento segura cuándo estoy contigo—Explica mientras se acuesta en la cama y yo le sonrío con dulzura
—No suenas cómo una niña malcriada, suenas cómo una persona que ha pasado por muchas cosas y necesita sentirse segura y tranquila—Digo acostándome a su lado, ambas nos tapamos y ella apoya su cabeza en mi pecho hasta que luego de unos cuantos minutos se queda dormida, utilizo mis habilidades telepáticas que no ocasionan que mis poderes se descontrolen para convertir sus pesadillas en sueños buenos y la veo sonreír un poco
Acaricio el cabello de Davina mientras ella duerme plácidamente sobre mi pecho y sonrío un poco, luce tan pacifica mientras duerme, desearía poder calmar sus demonios y ayudarla, no se merece nada de lo que sufrió por culpa de esas desgraciadas que solo quieren poder, durante todo el día la vi preocupada y asustada por que se aparecieran e intentaran lastimarla cómo prometieron hasta que le prometí que la ayudaría contra ellos.
—¿Cómo está?—Pregunta preocupado el moreno y yo me levanto con cuidado para que Davina no se despierte
—Deprimida y asustada, ella necesita ayuda—Digo suspirando—Tal vez una institución dónde puedan cuidarla siempre y medicarla
—No, si se queda en un lugar así nunca más saldrá—Niega cruzándose de brazos
—¿Tienes una idea mejor? No puede estar encerrada en este ático, eso no es sano—Digo obvia, él la observa unos minutos decidiendo que hacer antes de voltear a verme nuevamente
—La llevaremos con su gente—Determina haciendo que lo mire incrédula
—¿Qué?—Pregunto molesta—¿Eso es lo que hablabas hoy con la perra de Genevieve?
—Están sucediendo cosas más importantes, Sky, es la única opción que tiene.
—Debemos hablar de esto—Intento hacerlo cambiar de opinión
—No te estaba pidiendo permiso—Dice serio intentando salir de la habitación, pero lo tomo del brazo impidiendo que se vaya
—Conoces a las brujas, ella no va a estar bien con ellas y si tú no quieres o no puedes ayudarla, yo lo haré—Digo firme—Puede venir a la mansión conmigo...
—¿Contigo y Klaus? ¿Crees que ella estará bien con él? La matará en el momento en que se niegue a obedecerlo.
—¿Crees que las brujas no lo harán? Puedo controlar a Klaus, pero a esas perras no y ellas sí que la matarían.
—Vete a casa, ella estuvo bien antes de que entraras en su vida y también lo estará si te vas porque yo estoy aquí para ayudarla, ustedes solo vienen y hacen que los querramos para luego irse y abandonarnos—Dice dolido—Voy a proteger a Davina de eso, si te vas ahora antes de que su cariño por ti empeore estará bien
—¿Sabes qué? Me iré a casa, pero volveré en la mañana y espero que dejes de actuar cómo si Klaus y yo hubieramos querido abandonarte hace 100 años, todos le teníamos miedo a Mikael y tú sabes cómo fué que el llegó a New Orleans—Digo molesta
—Ella estará bien sin ti, yo lo estuve cuándo te fuiste y me dejaste solo a mi suerte en esta ciudad, te necesitaba y me abandonaste, no dejaré que le hagas eso a ella también.
—¿Crees que quería hacerlo? ¿En serio piensas que no me dolió tener que dejarte aquí? Tú y Rebekah fueron los que trajeron a Mikael en primer lugar, si me hubieran escuchado nada de eso habría pasado.
—Ya se que lo arruinamos, pero no fué mi intención y eso no cambia el hecho de que te borraste la memoria a ti misma y te fuiste.
—Esto no se trata de tí o de lo que pasó hace 100 años, se trata de Davina y de que hay que ayudarla y le prometí que la ayudaría, así que quieras o no lo haré, yo siempre cumplo mi palabra—Afirmo antes de salir del ático y posteriormente de la iglesia, en el camino a casa siento a alguien seguirme y no tengo que ser muy inteligente o voltearme para saber quién es—¿Por qué me sigues?
—Vamos al mismo lugar y a pesar de todo, no quiero que nada te pase al caminar sola en la noche—Dice frío Marcel llegando a mi lado, los dos caminamos en completo silencio porque ya nos dijimos todo lo que debíamos y si abrimos la boca otra vez va a empeorar todo
—¿Tienen algún motivo para estar en mi casa?—Pregunta serio Klaus a los múltiples vampiros a su alrededor
—Yo los invité—Afirma el vampiro a mi lado, haciendo que el ojiazul me mire sorprendido de que llegara con su persona menos favorita en este momento—Tú y yo tenemos asuntos que resolver
—No esperaba que llegaran juntos, pensé que estarías en el pantano con tu hermana, pero veo que has estado todo el día con él—Dice irritado—Y tú... supuse que ya habrías huído
—Si, pero es mi ciudad, quizás quieras que suplique perdón, pero no lo siento, quizás no pueda vencerte, pero vine a enfrentarte, a terminar esto frente de mi gente, asi que si vas a matarme por eso, hazlo ahora—Pide y al contrario de todo lo que esperaba, Klaus solo suspira frustrado y sube las escaleras mientras que Elijah se aparece y lanza a Marcel contra una pared
—A veces me pregunto cuál es el que está más loco, si tú o Klaus y es en ocasiones cómo esta que llego a la conclusión de que eres tú—Exclamo frustrada—¿Qué ustedes no pueden recurrir a algo que no sea la violencia?
—Buenas noches, imagino que no debo presentarme, después se todo esta solía ser mi casa familiar, esta noche voy a recuperarla, sus privilegios aquí han sido revocados, Marcellus, por respeto a mi hermana voy a mostrarte una unica piedad y te dejaré seguir con vida, de todos modos, te declaro exiliado, si encuentro un solo rastro tuyo en el Barrio Francés no tendrás un bonito final, ¿Has comprendido? Eso es todo, váyanse—Ordena y todos los vampiros comienzan a irse del lugar, incluido Marcel, quién me mira serio antes de salir también
—Bien hecho, hermano, estás empezando a sonar cómo yo, me siento impresionado—Halaga el híbrido
—¿Qué hacías con Marcel?—Pregunta el moreno y los dos me miran espectantes a que responda, abro la boca para hacerlo, pero recibo inmediatamente un mensaje y saco mi teléfono para leerlo
De: Bekah ⭐
Estoy afuera, sal.
—Denme un segundo, debo hacer algo, pero volveré enseguida y les explicaré todo, lo prometo—Digo firme antes de salir de la casa sin darles tiempo a reaccionar, afuera me encuentro a la persona que me mandó el mensaje—Bekah, ¿Qué haces aquí? Klaus...
—Vine a despedirme—Se apresura a responder
—¿Qué pasó con eso de que las chicas deben apoyarse?—Pregunto confundida
—Nik y yo llegamos a un acuerdo de todo o nada, me dejó despedirme de tí, pero debo irme luego, él me lo permite, no puedo decir que no.
—Mil años con Klaus, creo que mereces unas vacaciones.
—Escucha, Nik es un monstruo, nunca te enfrentes a él, tiene una extraña debilidad por tí y me gustaría creeer que no te lastimará, pero no puedo estar segura, Elijah me prometió que te mantendría a salvo de todo y eso incluye a nuestro hermano—Dice un tanto preocupada—Él quiere algo más además de que le teman y eso es a tí y a la bebé, pero está muy dañado para buscarlo solo, creo que aún hay esperanza por el bebé que cargas en tu vientre y por que no te diste por vencida con el a pesar de todo
—Confío en él, Bekah y no me daré por vencida con tu hermano, sé que el verdadero Klaus no es ese que mata sin remordimiento y que nuestra bebé podrá hacer que el hombre del que me enamoré salga a la superficie.
—Hablando de tu hija, nuestra familia tiene muchos enemigos, ella heredará todos, ten cuidado por favor.
—Siempre puedes venir y visitarnos, puedo guardarle uno o dos secretos a Klaus.
—Si no puedo, asegúrate de contarle a esa niña sobre su loca tía Bex y dile que a pesar de mi ausencia la quiero mucho.
—Te voy a extrañar muchísimo—Digo abrazándola fuertemente
—Yo aún mas—Dice aferrándose a mi con fuerza mientras las lagrimas bajan por nuestras mejillas—Adiós, Bekah, cuídate y escríbeme a diario
—Adiós, cuídate mucho y a mi sobrina—Pide antes de desaparecer a velocidad vampírica, vuelvo a ingresar en la casa mientras me limpio las lágrimas ignorando las llamadas de Caroline y Stefan, quienes me pidieron que les de un poco de mi sangre para curar el veneno de licántropo que tiene Elena en su sistema porque aparentemente Katherine la infectó con eso y un virus destripador antes de morir
—¿Tienes algo que contarnos?—Preguntan ambos hermanos a la vez
—Mucho, en realidad.
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