Skylar

—¡¿Una niña?!—Chilla Caroline del otro lado de la linea—Odio perder, pero debo de admitir que un mini Klaus sería algo catastrófico, una mini Sky es controlable—Asegura y veo a Hayley acercarse mi y asentir de acuerdo con sus palabras—Mamá y Stefan van a estar muy felices y Damon va a fastidiarme por toda la eternidad por no haber acertado

—Hablando de ellos, ¿Cómo está todo en Mystic Falls?—Pregunto intrigada

—Terrible: Bonnie murió, mi compañera de cuarto fué asesinada por un vampiro y la Universidad por alguna razón lo encubrió con el pretexto de que se suicidó, descubrimos que Stefan no se fué, sino que Silas lo encerró en una caja y lo lanzo al agua, estuvo ahogándose éstos últimos tres meses y cuándo logró salir de ahí, Qetsiyah lo atrapó y borró su memoria porque aparentemente es doppelganger de Silas, quién ahora está cazando a Katherine porque quiere la cura que está en su sangre

—¿Qué?—Pregunto incrédula, esto es demasiada información que procesar en tan poco tiempo—¿Bonnie murió?

—Si, pero estamos intentando traerla de vuelta.

—¿Cómo está Stefan ahora?—Pregunto preocupada

—Tiene amnesia, así que no recuerda nada—Dice triste—Es algo malo, pero me alegra que no deba recordar eso, debió ser terrible ahogarse una y otra vez

—¿Y Katherine?—No puedo creer que convencí a Klaus que le diera su libertad y ahora está huyendo de otro inmortal

—No tengo idea, lo único que si sé es que ahora es humana y está sufriendo mucho.

—¿Si la vez podrías decirle que si necesita ayuda que me llame? Estoy intentando un hechizo para contrarrestar el de las brujas y que Hayley o yo podamos salir de New Orleans por unas horas en caso de emergencia—Digo suplicante—Ustedes parecen estar pasandola terrible

—Tienes suerte de tener que luchar con unas brujas desquiciadas y no con Silas, te fuiste en el momento indicado, no quiero ni imaginar lo horrible que sería que Silas te encontrara después de lo que le hiciste la última vez—Dice obvia—¿Qué tal todo en New Orleans? ¿Es cómo en "La princesa y el sapo"? Tu eres Tiana por tus problemas familiares y Klaus es Naveen porque se comporta cómo un asqueroso sapo la mayor parte del tiempo—No puedo evitar soltar una gran carcajada por su comparación—Dime que no hay ninguna Charlotte

—No que yo sepa, ¿Por qué lo dices?

—Porque ella casi se casa con Naveen y comienzo a aceptar tu relación, no dejes que ninguna rubia te lo quite—Ordena seria—Debo irme, cuidate mucho y a mini Sky

—Adiós, Care—Me despido y noto la mirada de cierta licántropo sobre mi, cómo si quisiera decirme algo

—Creo que encontré a la princesa rubia roba novios, solo que no se llama Charlotte y no es princesa, es mesera—La miro sin entender y se encoge de hombros—Le abrí la puerta hace algunos minutos, dijo que buscaba a Klaus y ahora está encerrada con él en su oficina—Camino hacia la oficina tan rápido cómo puedo porque las palabras de Hayley no suenan nada alentadoras, y a pesar de que confío en Klaus, no soy estúpida y tengo que ver por mi misma lo que sea que está pasando. Cuándo llego, descubro que la puerta está entre abierta y hay una chica rubia hablando con él híbrido

—A lo largo de mi vida, me encontré con muchos de esos que presumen hablar del bien y del mal, esos términos no significan nada—Escucho a Klaus decirle—Las personas hacen lo que es mejor para sus intereses, sin importar quién sale herido, ¿Es malo tomar lo que uno quiere para satisfacer la necesidad, aunque al hacerlo, eso cause el sufrimiento de otro? Lo que algunos llaman maldad, creo que es una respuesta apropiada a un mundo severo e injusto

—No te ofendas, pero sigo sin entender por que me invitaste aquí—Dice confundida

—Quiero presentarte a alguien, mi novia, creo que ustedes dos van a llevarse muy bien, y creo que tienes la capacidad para comprender a alguien tan complejo cómo yo, además, necesito tu ayuda para arreglar mi relación, no hemos estado muy bien desde que llegamos a New Orleans y no quiero perderla—Deja de mirar la pintura de un rostro que representa una gran oscuridad y desvía su mirada hacia mi—¿Hace cuanto estas ahí parada?—Me encojo de hombros y observo atentamente a la chica: Es rubia, tiene ojos azules y no tengo que mirarla mucho para darme cuenta que es muy bonita

—Lo lamento, no te había visto, tu debes ser Skylar—Intento permanecer seria, pero en cuanto sonríe y me extiende su mano para presentarse me recuerda mucho a Caroline y me hace notar lo mucho que extraño a mi mejor amiga, lo que me hace ceder—No nos conocemos, soy amiga de Klaus y él me habló mucho de ti—Se apresura a agregar mientras estrecho su mano con una leve sonrisa—Lo aclaro en caso de que creas que estoy loca o te acoso

—Está bien, no pareces loca ni acosadora—Le resto importancia, ya que en serio conocí personas locas y acosadoras y no parece nada de eso—Tu sabes mi nombre, pero yo no se el tuyo, ¿Cómo te llamas?

—Soy Camille, pero dime Cami—Dice divertida y yo asiento—Camille es nombre de anciana

—Bien, lamento interrumpir su charla, ustedes sigan con lo suyo, yo iré a...

—Quedate—Suplica Klaus, por lo que me veo obligada a ingresar en la habitación y sentarme en el sofá, seguida por la humana—¿Que estaba diciendo? Ah si, volvimos a New Orleans para investigar una amenaza contra nosotros, la cuál no existía y era un engaño para que una bruja se vinculara a Skylar, ya que quiere que la ayude a acabar con el imperio de Marcel y ahora ella necesita mi protección

—No la necesito, soy perfectamente capaz de protegerme por mi misma—Corrijo—Pero me alegra que quieras protegerme, demuestra cuanto has cambiado

—Cómo decía, el problema es que entonces conocí a una mujer, una niña en realidad, con un gran potencial, un tirano la tiene cautiva, quiero ayudarlas a ambas, proteger a una y liberar a la otra, así que, dime, Cami, ¿Acaso piensas que eso es malo?

—Yo no creo en el mal cómo diagnostico, creo que tienes relaciones personales inestables, paranoia, estrés, problemas crónicos de ira y temor al abandono—Da su diagnóstico y no puedo evitar reir al ver la cara de fastidio del híbrido—Creo que te vendría bien hablar con un profesional

—Creo que prefiero hablar con Skylar—Lo escucho murmurar con molestia

—Eso debió doler—Me burlo—Me agradas, Cami, ¿Si te cuento mi vida me darías un diagnóstico mejor que el que le diste a Klaus?

—Eso espero, es suficiente con un Klaus, no puedo con dos—Vuelvo a reir y el nos mira mal a lo lejos—El mundo no podría con dos Klaus

—¿Te puedo dar mi diagnóstico?—Le pregunto al ojiazul y el asiente antes de suspirar con frustración, demostrando que no puede decirme que no—No soy psicóloga, pero creo que buscaste a Cami porque necesitas que otra persona que no sea yo te confirme que no eres malo y que solo eres un tanto... Extravagante

—Es un diagnóstico excelente para no ser psicóloga—Dice impresionada la rubia

—Volviendo al tema, decidí que no me gusta tu diagnóstico y te ofrezco otro trabajo: Seras mi escribana.

—De acuerdo, ¿Qué voy a escribir?—Pregunta intrigada

—Mis memorias, por supuesto, alguien debería saber mi historia y eso nos dará tiempo para hablar de otros asuntos fascinantes, cómo tu guapo pretendiente Marcel.

—¿Disculpa?—Pregunta ofendida—Mi vida privada es...

—Tu vida privada parece ser esencial para mis planes, verás, Marcel te quiere y por esa razón confiará en ti, cosa que me conviene—Ella lo mira asustada y me siento algo mal por ella, el va a borrarle la memoria luego de esto y no creo que se merezca eso—La cosa es que el Barrio Francés está al borde de la guerra: Por un lado estoy yo y por el otro Marcel junto con una bruja muy poderosa y un ejercito de vampiros

—Tu tienes algo mejor: A la Trihibrida—Le recuerdo—Pero cómo prefieres mantenerme encerrada aquí y mis poderes están descontrolados, soy completamente inútil... Supongo que no tienes nada y Marcel sigue siendo el que tiene más ventaja

—Tu no eres inutil, amor, jamás vuelvas a decir eso—Regaña y observo en la mente de la mesera, las ganas de salir huyendo por el temor de haber escuchado la palabra "Vampiro" salir de su boca, por lo que la tomo del brazo y la obligo a mirarme a los ojos

—No tengas miedo, no te haremos daño—La hipnotizo y ella deja su intento de escape

—Ya no tengo miedo, eso fué maravilloso, ¿Cómo lo hiciste?—Su pregunta me asombra, pero aún más su emoción ante una cosa que he podido hacer desde siempre

—Se llama hipnosis, generalmente solo los vampiros lo pueden hacer, pero cómo soy una Trihibrida puedo hacer eso y mucho mas—Explico—Si te gustó ese truco, podré mostrarte algunos mucho mejores en unos meses

—Lamento interrupir, pero Agnes está aquí otra vez y creo que quiere hacerte la misma pregunta que esta mañana—Dice Hayley observandonos con confusión desde el marco de la puerta

—Fué un placer conocerte, Cami, eres muy agradable—Digo sonriente para luego seguir a la licántropo para poder hablar con la insistente bruja, la cuál, aparentemente parece interesada en mi embarazo y mi salud

—Creí que matarías a la rubia en un ataque de celos o la golpearías, pero parecen llevarse bien—Dice impresionada

—No siente nada por Klaus, leo mentes y estoy segura de que solo busca una amistad—Digo encogiéndome de hombros—Agnes, hola, estás aquí otra vez—Saludo intentando disimular mi desagrado cuándo llego a la sala

—Skylar, ¿Pensaste en lo que hablamos en la mañana?

—Lo hice y te prometo que me siento muy bien, no tienes de que preocuparte.

—Tu control se atrasó—Repite la misma frase que esta mañana y suspiro

—Lo que haré es aparecer en el barrio a hacerme un ultrasonido rápido, ¿Una Trihibrida embarazada junto con una bruja y una licántropo? Nada que ver aquí—Ironizo

—Muchas mujeres matarían por tener hijos, me duele ver que tu no quieras cuidar al tuyo—Dice seria Rebekah y volteo a verla con el ceño fruncido, sé él por qué de sus palabras y puedo asegurar que no se trata de que no quiera cuidar al bebé, sinó que no confío en Agnes ni en ninguna otra bruja de New Orleans

—Conozco a una doctora en el pantano, no es muy conocida, me tomé la libertad de pedir una cita para ti esta noche, después de la media noche, los vampiros jamas se enterarán—Comenta a lo que la miro asombrada, no puedo creer que tenga tanto interes en mi embarazo cuándo trataron de matarme no hace mucho

—Está bien—Accedo y me sonríe complacida

[...]

Pasado el horario que la bruja me indicó, Hayley, Agnes y yo partimos en un auto conducido por un humano al cuál Klaus hipnotizó para que solo nos llevara al lugar que la bruja dijo. Al llegar al consultorio de la doctora descubro que se trata de un lugar bastante oscuro, tenebroso, bastante alejado de todo y eso me da muy mala espina. Comienzo a creer que no estuvo muy bien mi decisión de venir aquí y menos aceptar que Hayley viniera conmigo, ya que esto puede ser muy peligroso.

—¿Este es el consultorio de la doctora?—Pregunto desconfiada

—El consultorio de la doctora Paige solo está tan lejos porque los vampiros de Marcel se encargan de aterrorizar a sus pacientes—Explica con simpleza—Vayan, ella no muerde

—Pero yo si, te aseguro, Agnes, que si esto es una trampa serás la primera a la que muerda—Digo seria para luego salir del auto y acercarme a la casa seguida por las otras dos mujeres, golpeamos la puerta y una señora nos abra la puerta.

Ella comienza haciendome unas cuantas preguntas acerca del embarazo, me toma la presión, controla que mi corazón se encuentre en buen estado y finalmente coloca un gel en mi vientre, cosa que hace que me retuerza por el frio contacto de este contra mi piel. Comienza a pasar el pequeño aparato similar a un teléfono sobre mi y el sonido del corazón de mi bebé resuena por todo el consultorio, mis ojos se llenan de lagrimas y mi corazón comienza a latir de manera desenfrenada, a pesar de que puedo escucharlo cada vez que quiero por mis habilidades de licántropo, no deja de ser mi sonido favorito en el mundo

—Los latidos del corazón del bebé están perfectos—Informa la doctora y sonrío

—Lo sabía, es fuerte cómo su mamá—Digo orgullosa mientras me limpio el gel con un pedazo de papel que la doctora me dió anteriormente

—Es una marca de nacimiento única la que tienen—Dice impresionada observando nuestros hombros

—Ya terminaron, ¿No?—Cambia el tema la morena y justo en ese momento mi teléfono comienza a sonar

De: Bekah ⭐

¿Dónde están?

Para: Bekah ⭐

En la clínica del pantano con la doctora.

—Tu presión arterial está algo alta, te daré algo para eso—Informa la rubia antes de perderse por el pasillo de la casa, escuchamos el aullido de un lobo y ambas nos acercamos a la ventana para poder verificar que es lo que sucede, al hacerlo descubrimos que hay un auto estacionandose en la entrada

—¿Sabes? No soy muy buena con las pastillas—Murmuro intentando ocultar mi desconfianza al verla aparecer nuevamente con un vasito con agua y una pastilla blanca en la mano

—Bueno, la verdad es que yo tampoco—Se acerca a una mesita y saca una gran jeringa, justo en el mismo momento en el que observo a varios hombre ser recibidos por Agnes. Golpeo a la doctora y la obligo a clavarse la jeringa en el cuello mientras que Hayley cierra la puerta del consultorio y se encarga de abrir la ventana para que ambas podamos escapar, una vez fuera de la casa corremos hacia el bosque. La ojiverde y yo nos encargamos de acabar con absolutamente cada uno de los brujos que parecen querer asesinarme, pero cada vez que matamos a uno, se aparecen cinco más frente a nosotras.

—Debo decir que estoy impresionada—Dice Rebekah luego de acabar con algunos de los brujos que nos atacaron

—¿Cómo nos encontraste?—Interroga confundida la morena

—El mensaje de texto que Sky me envió hizo la mitad, la escucha de vampiro hizo el resto—Explica con obviedad—¿Quienes son?

—Brujas, hechiceros, lo que sea—Respindo no muy segura mientras observamos más de los hombres acerccarse

—Hay más de ellos—Afirma preocupada—¡Corran!—Dudo por unos segundos, pero Hayley me toma del brazo rápidamente y me obliga a correr en dirección contraria, escucho cómo alguien hiere a la vampira y cuándo volteo descubro que alguien le clavó una flecha en el pecho

—¡Rebekah!—Chillo al verla caer al suelo a pesar de que no puede morir y justo en ese momento, unas flechas se clavan en el hombro de Hayley y en mi pecho, haciendo que la oscuridad se apodere de nosotras

[...]

Despierto sola en el medio del bosque sin la flecha en mi pecho, mi ropa está hecha un desastre y tengo tierra en todas partes, sangre seca cubre diversas áreas de mi cuerpo y observo entre la oscuridad de la noche a un lobo con una mancha roja en el hocico mirandome entre las sombras, si no me equivoco es el que estaba en el patio de mi casa el otro día, hay demasiados cadaveres alrededor. Intento pararme,  pero un fuerte dolor de cabeza se hace presente y vuelvo a caer al suelo, estoy debil y no se si voy a poder salir de aquí

—Gracias—Le digo al animal y puedo jurar que asiente con su cabeza antes de perderse entre los árboles, aunque quizás fué producto de mi imaginación—¿Hayley? ¿Bekah?—Interrogo, pero no escucho respuesta alguna, cosa que me desespera notablemente. Decido agudizar mi oido y escucho el fuerte latido del bebé y a lo lejos las voces de Klaus, Rebekah y Hayley. Escuchar la voz del híbrido es la motivación que necesitaba para poder levantarme y comenzar a caminar en esa dirección

—Skylar... ¿Qué sucedió? Amor, cuentame que sucedió—Pregunta desesperado el rubio en cuanto me ve llegar, intento recordar pero mi mente está en blanco, solo puedo recordar al lobo y algunos pequeños fragmentos de cosas cómo ver a Rebekah siendo atravesada por una flecha

—No lo sé, no puedo recordarlo—Murmuro confundida

—¿No recuerdas nada?—Cuestiona con incrédulidad la licántropo y yo niego

—¿Tu si? ¿Sabes que pasó?

—La última vez que te ví, me pediste que huyera y buscara a Klaus, dijiste que si todos los brujos se unían podías hacer algo—Comienza a explicar, pero al ver que no entiendo nada de lo que dice, frunce el ceño y se acerca a mi—Gritaste tan fuerte que la cabeza de todos estalló, ¿Cómo es que no lo recuerdas?

—Te has curado completamente—Klaus tiene razón, hace algunos segundos me sentía bastante mal, pero ahora lo único que tengo es un excesivo cansancio y eso es extraño—No tienes ni un rasguño

—Es la ventaja de ser una Trihibrida y estar vinculada a una mujer loba—Digo obvia

—No, no tan rápido—Me cuesta mucho procesar sus palabras, tengo tanto sueño que no tengo idea cómo estoy haciendo para hablar

—Dejenla, la estan estresando—Regaña la vampira separandome de ellos y ayudándome a sentarme en las escaleras de la casa en la que me hicieron la ecografía—Es el bebé, tiene sangre de vampiro al igual que tú, tener tu sangre y de Klaus corriendo por tu sistema curó todas tus heridas, tu propia hija te curó

—¿Cómo escapaste?—Pregunta confundida Hayley—Me obligaste a irme y ellos eran muchos más, estabas desarmada y cuándo volvimos a intentar encontrarte vimos que esos hombres estaban destrozados

—Creo que fué el lobo, estaba a mi lado cuándo desperté—Explico y me miran sorprendidos—No estoy segura, pero creo haber visto dos lobos, uno estaba pegado a ti y el otro me protegía a mi

—Es posible, creo que también vi dos—Dice no muy segura—Trataban de protegernos

—Se suponía que las brujas las protegerían, cuándo ponga mis manos en Sophie Deveraux...—Intenta amenazar, pero lo interrumpo, ya que por primera vez desde que llegamos, ella no hizo absolutamente nada malo

—No fué Sophie, fué Agnes.

—Bien, Sophie, Agnes, es lo mismo para mi—Dice molesto

—No si Elijah regresa primero—Dice seria la rubia

—¿Elijah? ¿Lo encontraste?—Pregunta contenta la ojiverde

—Se contactó conmigo, tiene un plan, lo único que nos pidió es que las cuidemos—Explica con una sonrisa

—¿Podemos volver a casa ahora? Necesito un baño y dormir por una semana entera—Digo divertida, me levanto y aparentemente muy rápido ya que un fuerte mareo se hace presente, Klaus se apresura a mi y me atrapa antes de que terminara en el suelo

—Te tengo, amor, te tengo—Me sonríe y me acomodo en su pecho mientras cierro mis ojos, siento una fuerte brisa rodearnos y supongo que eso tiene que ver con que esta utilizando su velocidad vampírica para llevarme a la casa porque sabe que voy a quedarme dormida y si eso pasa, no van a poder despertarme en un buen rato—¿Crees poder mantenerte de pié si te dejo en el suelo?—Abro mis ojos nuevamente y descubro que estamos en la habitación, asiento varias veces, por lo que me deja en el suelo mientras me sostiene con fuerza

—Iré a bañarme y luego tu me acompañarás en mi hibernación otoñal—Digo sonriente—O al menos visitame algunos días de la semana

—O podría quedarme a tu lado y no volver a alejarme de ti nunca más.

—Ese es el mejor plan del mundo: Tú y yo juntos—Afirmo con una sonrisa

—Tu y yo juntos—Repite acariciando mi mejilla con una de sus manos—Por siempre y para siempre