03 |Una decisión radical|
Skylar
Cómo es usual en mí desde hace meses, me encuentro vomitando, lo poco que hablé con la doctora Fell acerca del embarazo me dijo que las náuseas son un síntoma que desaparece en la mayoría de las mujeres en el segundo trimestre, espero estar dentro de esa categoría porque estoy empezando a cansarme de que lo primero que hago al despertarme es vomitar, a veces incluso debo levantarme de la cama a media noche para eso y lo detesto, soy una persona que ama dormir y que no la interrumpan cuándo lo hace, pero aparentemente eso no va a poder pasar mientras siga embarazada. Esta mañana no sentí náuseas, pero estas me atacaron hace algunos minutos cuando estaba tomando un té, aparentemente a mi bebé no le gusta esa bebida y solo tolera las malteadas de mantequilla de maní con crema batida
Cepillo mis dientes para luego ir a la habitación de Hayley con la intención de poder quejarme de que no pude terminar mi merienda en paz, pero para mi sorpresa, su cama está perfectamente acomodada y no hay señal de ella en ningún lado, cosa qué me estresa porque no se supone que salga sola, le pedí específicamente que me avisara si quiere salir para que pudiera acompañarla y asegurarme de que nadie la lastimara
Para: Hayley 🌺
¿Dónde estás?
¿Te encuentras bien?
De: Hayley 🌺
Estoy bien, salí a buscar una forma de que lo que dijo Rebekah no se cumpla, veme en el bar de Sophie en 5 minutos
Su respuesta llega inmediatamente y le contesto con un simple "Ok" para luego salir de la casa y caminar hacia el lugar que dijo tan rápido cómo puedo, ya que no tengo idea de lo que habla y me preocupa su salud. En cuanto llego la veo sentada en un banco frente al bar con una botella de agua y unos pequeños frascos con algo dentro
-—Hola, sé que eres mayor que yo y que no tengo derecho en decirte lo que puedes hacer y lo que no, pero agradecería que la próxima vez que sales me avises para que yo sepa dónde estás y a donde vas, es por precaución, las personas de esta ciudad están dementes—Ella permanece seria en todo momento observando la botella con agua en su mano, al principio creo que le molestaron mis palabras, pero no sé si realmente me escuchó, por lo que decido leer su mente
"Tienes que decirle, sé una buena hermana mayor y protegela" "No seas cobarde, Hayley" Piensa para si misma
—Siéntate, tenemos que hablar—Afirma antes de que pudiera preguntarle que es lo que sucede y cumplo su petició—Sé que tú en serio estás enamorada de Klaus, no entiendo por qué y posiblemente jamás lo haga, pero creo que no has pensado bien todo esto sobre tener un bebe con él
—¿De qué estás hablando?—Pregunto confundida—Sé que lo que dijo Rebekah te asustó, pero te prometo que no voy a dejar que te meta en un ataúd
—No puedes evitarlo si te mete en uno también, esta botella tiene agua mezclada con acónito y verbena, si la bebes no estaremos vinculadas y podremos huir a algún lugar donde Klaus no nos encuentre jamás, tal vez un lugar tropical con chicos guapos.
—Pero tampoco estaría embarazada—Murmuro entendiendo a que va todo esto—Quiero creer que no acabas de pedirme lo que acabas de pedirme
—Es nuestra única oportunidad, viste lo que Klaus le hizo a Elijah, sin él estaremos perdidas, es el único que parece preocuparse y que realmente quiere protegernos—La miro completamente incrédula, no puedo creer que esté pensando que esta es la única opción que tenemos para evitar que salgamos heridas, cuándo le prometí que la protegería y que estaríamos bien—Puedes decir que perdiste el bebé, muchas parejas se separan luego de eso y ya no estaremos en peligro
—Toda mi vida he deseado ser madre, creí que al estar con Klaus eso no sucedería, pero pasó y no quiero renunciar a eso ni tampoco irme a un lugar tropical con chicos guapos, quiero estar aquí con mi novio y nuestro bebé, entiendo tu miedo, pero no puedo hacerle eso a Klaus.
—Por un segundo deja de pensar en Klaus, piensa en ti misma, en lo que tú quieres y si realmente dices que quieres protegerme, entonces piensa en mí—Dice suplicante—Esta es una decisión radical que cambiará el rumbo de tu vida y solo te concierne a ti, no te preocupes, tal vez duela un poco al beberlo, pero luego todo estará bien
—Tienes razón, es mi cuerpo y mí decisión, no la tuya ni la de nadie más y por ende solo me concierne a mi, ¿Y quieres saber que decido? Decido continuar con el embarazo y espero que me apoyes en esto a pesar de no estar de acuerdo.
—Es por tu bien, no quiero que termines en un ataúd mientras Klaus cría a su hijo a su imagen, quiero que tengas una gran vida, yo te apoyo en lo que decidas, pero me parece que no lo pensaste y que tampoco quieres hacerlo, piénsalo: Ni siquiera ha nacido y ya han intentado matarlo, ¿En serio crees que podrá tener una vida normal sin que nadie intente matarlo cada dos segundos con el padre que tiene? Siempre va a ser el hijo de Klaus y de la Trihibrida, los que odien a Klaus van a venir a intentar matarlo y los que no estén de acuerdo con que ames al hombre que se supone que debías matar también van a querer intentarlo, ¿En serio quieres traer un hijo al mundo que va a vivir con el miedo de que alguien quiera matarlo constantemente? Solo le vas a causar dolor y sabes por experiencia propia que nadie merece una vida en la que tu padre es un sociópata.
—No lo sé, Hayley—Murmuro indecisa, todas las cosas que dijo son ciertas y quizás sería egoísta de mi parte traer un hijo al mundo que va a tener que cargar con todo eso, pero algo en mi interior me dice que no haga esto
—Vamos, Skylar, un pequeño dolor de estómago y todo este estúpido drama se habrá acabado—Acerca el sorbete a mis labios, pero no me atrevo a hacerlo—No te preocupes, todo estará bien...—Escuchamos un ruido tras de nosotras por lo que nos paramos y volteamos a ver, encontrándonos a dos vampiros frente a nosotras
—Fue mala idea venir al Barrio Francés, lobitas, ustedes vienen con nosotros—Dice uno de los vampiros
—¡Estoy harta de que todos me digan que hacer!—Le quito la botella a Hayley y le lanzo el agua a la cara, logrando que se quemara y que el otro viniera a atacarme, antes de dejarlo hacer algo, corro hacia él y le arranco el corazón con ayuda de mis uñas. Cuándo el otro se recupera, lo muerdo y luego le rompo el cuello. Hayley y yo intentamos huir, pero otros dos aparecen con la misma intención, quienes son asesinados por Rebekah
—Esa no es forma de tratar a una dama embarazada, odio los malos modales—Dice irritada mientras observa los corazones en sus manos antes de lanzarlos al suelo
Luego de eliminar a los vampiros que buscaban llevarnos con ellos o algo aún peor, para evitar más problemas con Marcel llevamos los cuerpos de estos a la casa para que Klaus pudiera deshacerse de ellos a su manera. Cuando le explicamos que es lo que sucedió y porque teníamos cuatro cadáveres con nosotras se enfureció, es por ello que ahora nos está dando un largo sermón sobre por qué actuamos mal.
—Es por esto que les dije que nunca salieran de la casa—Gruñe molesto y eso me trae de vuelta a la realidad—Los licántropos están prohibidos en el Barrio Francés, tenía un plan y su pequeño paseo puso todo en riesgo—Rebekah intenta acercarse para ayudarlo, pero eso parece enojarlo mucho más—¡Dejalo! ¿No crees que has hecho suficiente? Dejaste un rastro de cadáveres cómo mapa hasta mi casa
—Déjala en paz, no todo fué culpa de Rebekah, salí de la casa para poder proteger a Hayley y si no hubiera matado a esos vampiros, ella habría muerto.
—Y yo si no hubiera oído a estos dos alardeando sobre matar licántropos, todos aquí estarían acabados—Se defiende—Y no digas mentiras sobre tener un plan, tuviste mucho tiempo para ejecutar uno y nadie te vio hacer nada, Elijah hizo un trato para proteger a tu hijo para poder salvarte de tu egoísta personalidad, pero obviamente no te importa ni el niño ni Elijah porque, ¿Qué hiciste en su honor?
—¡He hecho todo! Permíteme explicártelo, ¿Quieres? Desde el primer día en que llegué, Marcel no confío en mi, desde el primer día hizo que sus vampiros bebieran verbena que, cómo sabes, hermanita, los protege de mi control mental—Comienza a explicar—Necesitaba un espía, alguien que estuviera dentro conmigo sin que Marcel sospechara, así que cree a un día cero y llegué primero, Marcel perdió 6 vampiros gracias a que los asesinaste y necesitaba nuevos reclutas, por eso me aseguré de que el nuevo no bebiera ni una gota de verbena, sin embargo, todos sabemos que a un hombre se le llega mediante el corazón, así que hipnoticé a una mesera que le gusta para que le diera una oportunidad y me contara todo lo que hace—Se acerca nuevamente a la pila de vampiros y toma del cabello al que mordí para luego ingresar en la casa con este y dejarlo en la entrada—A este le quitaré toda la verbena y lo hipnotizaré para que crea que sus amigos hallaron la religión y se fueron a Utah, para poder explicarle a Marcel cómo es que perdió tres vampiros más hoy, ¿Alguien más tiene otra pregunta? ¿No? Porque yo tengo una: ¿Qué hacías en el maldito Barrio Francés en primer lugar Hayley? ¡Contestame!
—Dejala en paz—Murmuro con la mirada baja, intentando que no se entere de lo que casi sucede
—¡¿Quieres saber que hacía?!—Grita molesta acercándose a el—Fuí a comprar veneno para poder sacar a tu bebito de su miseria—Eso parece ser la gota que rebalsa su casi inexistente paciencia, ya que la estampa contra la pared mientras la ahorca, en ese mismo instante comienzo a sentir una gran opresión en la garganta y no puedo respirar, me llevo la mano a la garganta cómo si esto pudiera cambiar el hecho de que eso se debe a que Klaus está desquitando su ira con Hayley
—¡Nik! ¡Nik!—Lo llama la rubia repetidas veces para hacerlo entrar en razón, pero no parece siquiera escucharla
—¡Déjala en paz! ¡Es mi hermana!—Grito cómo puedo y eso parece ser lo que lo desconcentra de su misión homicida, el verme en el suelo retorciendome para poder respirar
—¡Quítale las manos de encima! ¡Esta vinculada a Skylar, quien está embarazada de tu bebé, por dios santo!—Grita molesta separándolo de la morena—Decías que no querías al bebé, pero...—No termina la oración, ya que nota la culpa en su mirada—Está bien que te importe, está bien querer algo, es lo único que Elijah quería para ti, lo único que ambos queríamos
—Amor...—Intenta acercarse, pero retrocedo al mismo tiempo que me aferro al brazo de Hayley
—¡Aléjate de nosotras! Entiendo que yo no te importe, pero casi la matas y a tu bebé—Dice la ojiverde y observo los ojos del híbrido llenarse de lágrimas que no suelta mientras se deja caer en el sofá junto con Rebekah. Me aseguro que Hayley esté bien y cuándo noto que en verdad lo está, me giro para observar a los hermanos
—Entregué a Elijah a Marcel.
—¿Qué?
—Marcel estaba nervioso, no solo uno, sinó dos Originales volvieron a la ciudad y su pandilla se puso inquieta—Explica sin quitar su mirada de mi cuello con completo arrepentimiento—Quería que Elijah se fuera de la ciudad, así que se lo di en señal de paz
—¿Intercambiaste a nuestro hermano?
—Yo tengo un plan: Ganar la confianza de Marcel, desmantelar su imperio y honrar el deseo de Elijah de que el bebé nazca, estoy realizando el plan de la unica forma que sé, si no te gusta, allí está la puerta, no me importa—Me da una última mirada cargada de dolor antes de caminar hacia su oficina y encerrarse allí, Hayley y yo caminamos hacia afuera porque creo que ambas necesitamos tomar un poco de aire y pensar
—Lamento lo que hice, no respeté tu decisión y quise obligarte a hacer algo que no querías—Se disculpa—Hoy lo vi en sus ojos, se odia a si mismo por haberte lastimado, le importas más de lo que parece, a pesar de que diga y actúe cómo si no fuera así
—Sé que querías protegerme, solo que no era la forma, el bebé no es el causante de mis problemas—Digo obvia mientras vemos a la rubia salir y tomar asiento a nuestro lado—Lo que hiciste hoy fue estúpido, debiste decirme tus intenciones, mi madre me dijo una vez que si alguna vez quieres deshacerte de un bebé milagroso, no le compres mata lobos a ninguna bruja de New Orleans porque podrían secuestrarte o tratar de matarme y creo que eso fue lo único útil que me dijo
—Lo siento—Me dice arrepentida para luego dirigir su mirada a la Original—Sé que no nos conocemos muy bien, pero aprecio lo que hiciste
—También yo—Digo con una leve sonrisa
—Las chicas tenemos que cuidarnos entre nosotras—Afirma con una sonrisa
—¿Qué pasa con ustedes?—Pregunta intrigada la licántropo—Dices odiarlo, pero al verte con él es evidente: Incluso cuándo lo odian, aún lo aman
—Creo que cuándo pasas mil años con una persona, dejarlo sería cómo perder una parte de ti misma, pero a veces el odio es muy poderoso.
—Ese es el encanto de Klaus, no puedes alejarte de él por más que quieras y cuándo te alejas, te hace sentir tan mal que no quieres dejarlo nunca.
—Emil no fué mi único novio que Klaus mató, lo hizo una y otra vez cada vez que encontraba alguien que me importaba hasta que finalmente dejé de enamorarme, me decía que quería protegerme de mis errores y que nadie seria suficiente para su hermanita, hasta que un día alguien lo fué.
—Marcel—Afirmo con seguridad, ya que los vi un siglo atrás y estos lucían sumamente enamorados
—Si sabes que Marcel tiene a Elijah, ¿Por qué no vas a buscarlo?—Vuelve a interrogar
—Porque si traiciono a mi hermano, hay un ataúd ahí abajo esperándome.
—Un ataúd si, pero sin daga es inútil—Digo obvia mostrándole las dagas que Hayley y yo encontramos en la mañana y que escondí entre las plantas de una maceta—Las encontramos bajo tu ataúd, si un par de cuchillos de carne antiguos son lo que evita que recuperes a Elijah, entonces aquí los tienes
—Gracias—Rebekah nos sonríe antes de tomar las dagas y desaparecer a velocidad vampírica en busca de su hermano
—No quiero dejarte aquí sola, pero me estoy muriendo de sueño—Le digo apenada cuándo un bostezo se escapa de mis labios
—Toma, sigue siendo tu decisión y esta vez planeo respetarla, ten el bebé o no, eso no es de mi incumbencia—Me da el pequeño frasquito que contiene el acónito y otro que tiene verbena—Buenas noches
—Buenas noches—Camino hacia mi habitación e ingreso al baño de esta para luego dejarlos en el mueble frente a mi cama, apago la luz y me acuesto en la cama. Me destapo en cuanto comienzo a sentir mucho calor, pero eso me da frío así que decido volverme a tapar e intentar dormir. Escucho cómo alguien entra en mi habitación y siento una mirada en mi, por lo que enciendo la lámpara al costado de mi cama y me siento, encontrándome a Klaus parado con los frascos en la mano—No lo tomé, no pude
—Estas despierta—Murmura sin atreverse a mirarme a los ojos—¿Qué te detuvo? Pudiste haberte librado de todo esto y de mi
—Cuándo estaba luchando contra los vampiros, me di cuenta de que no solo me protegía a mi misma, tal vez sea porque crecí pensando que mi padre me odiaba al igual que la mujer a la que creía mi madre, además de que cuándo me di cuenta quien era la verdadera supe que en verdad me odiaba y que lo primero que hizo al enterarse que estaba embarazada fué intentar deshacerse de mi, pero no puedo hacer eso porque no quiero convertirme en ella y mucho menos perder la oportunidad de tener lo que siempre quise: Una familia, no quiero librarme de ti y no iba a beberlo aunque Hayley me lo rogara porque, puede que quizas no signifique mucho para ti, pero este bebé lo significa todo para mi.
—Para mi también, lo que hice esta noche jamas se va a borrar de mi memoria, te lastimé y no creo poder alguna vez perdonarme a mi mismo—Dice sentandose a mi lado en la cama—El bebé también significa todo para mi, al igual que tú, y te prometo, amor, que jamás voy a volver a hacerte daño, tu y yo somos iguales, ambos fuimos rechazados y aprendimos a pelear al vernos arrinconados
—Ahora estamos arrinconados—Le recuerdo, refiriendome al nuevo rey de New Orleans
—Eso es cierto, es hora de pelear, amor.
—El asunto con Marcel y el trato que hiciste con las brujas para eliminarlo y quitarle lo que es suyo, ustedes solían amarse cómo familia, lo querías cómo a un hijo, ¿Qué cambió?
—Convertí a Marcel en lo que es y lo traté cómo a un hijo, cuándo mi padre llegó a New Orleans y nos echó, yo no te recordaba y pensamos que él había sido asesinado, cada uno lo lloró a su manera, pero cuándo regresé, no solo descubrí que lo habías salvado, sinó que no le borraste la memoria como hiciste con nosotros y que había prosperado, en vez de buscarnos para permanecer juntos, decidió tomar lo que habíamos construido y hacerlo suyo, ahora vive en nuestra casa, duerme en nuestras camas, esa M que estampa en todas partes no es de Marcel, es de Mikaelson, quiero recuperarlo todo y si tengo que eliminarlo para ello, entonces es exactamente lo que haré.
—Lo haremos juntos entonces, cómo una familia—Determino y me sonríe
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