𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐔𝐀𝐑𝐄𝐍𝐓𝐀 𝐘 𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎
━━━❄️━━━

𝐀𝐋𝐆𝐔𝐈𝐄𝐍 𝐋𝐋𝐀𝐌𝐀 𝐀 𝐌𝐈 𝐏𝐔𝐄𝐑𝐓𝐀 𝐘 𝐄𝐒𝐓𝐀 𝐕𝐄𝐙, no tengo ni idea de quién podría ser. Eliot está a mi lado, balanceando a Janus hacia arriba y hacia abajo con un brazo mientras usa el otro para cocinar huevos revueltos en la cocina.

Estaba medio vestida, pero hubo un segundo golpe impaciente, lo que me hace pensar que podría ser importante. 

Con una camiseta sin mangas, unos pantalones deportivos y el pelo sin cepillar, abrí la puerta. 

En el otro lado, estaba la figura de Coriolanus sonriendo hacia abajo.

Había olvidado por completo que le había dicho que podía pasar hoy, ya que han pasado dos semanas desde la última vez que hablé con él.

─ Hola...

Mi mandíbula se tensa y se relaja antes de levantar una mano, impidiéndole que hable más. 

─ Solo dame un minuto. 

Cierro la puerta, bastante bruscamente en su cara, antes de girarme rápidamente para tomar a Janus de los brazos de Eliot y colocarla en mi cadera. 

─ ¿Sabes que te dije que el padre de Janus iba a venir de visita?

Asiente, con el ceño fruncido por la confusión.

─ Está aquí.

Sus ojos se abren de par en par, la comprensión destellando en su interior.

─ Oh. Eh... ¿qué puedo hacer?

Muevo la cabeza, completamente insegura. Esto fue un error total por mi parte, pero estoy tan desconcertada, tan desprevenida y tan nerviosa que todo lo que puedo hacer es encogerme de hombros y volver a la puerta. 

Al volver a abrirla, me aparto y permito que Coriolanus entre. 

Sus ojos se posan en Janus en mis brazos y veo cómo una nueva expresión se desbloquea en su rostro. Parece desconcertado, asombrado, agradecido y... está llorando.

Sus ojos azules como el océano han empezado a llenarse de lágrimas, y no es para nada lo que esperaba. 

─ Bueno... ella es Janus ─digo, moviendo la cabeza hacia ella, apartando los mechones suaves de su rostro. Estoy totalmente desconcertada porque todo esto fue muy inesperado y la reacción de Coriolanus me ha descompuesto por completo. 

─ Se parece mucho a ti, Mare ─dice, casi con la voz entrecortada y una pequeña sonrisa. 

Casi sonrío. Me he imaginado a Coriolanus y a mí con nuestra hija, felices (bailando en la cocina, despertando juntos en la cama, como una pequeña familia), pero verlo aquí realmente, mirando a la niña que ha ayudado a crear... es algo completamente diferente y fuera de este mundo. 

Me perdí tanto viendo a mi hija interactuar con su padre que olvidé que Eliot estaba justo a mi lado, esperando todavía una presentación. 

Aclaro mi garganta.

─ Oh, y este es Eliot.

La sonrisa de Coriolanus desaparece lentamente mientras levanta la vista de Janus y mira al hombre que saluda con la mano. 

No me pregunta quién es exactamente, no porque ya lo sepa, sino porque no es asunto suyo. Coriolanus ya no está en mi vida y él lo sabe muy bien. 

Endereza su postura, desde dónde estaba inclinado y mirando con fascinación a nuestra hija, y va a darle la mano a Eliot.

─ Coriolanus. 

Eliot sonríe, aceptando la presentación y dando un firme apretón de manos al rubio.

─ Es un placer conocerte. 

━━━❄️━━━

𝐄𝐋𝐈𝐎𝐓 𝐒𝐄 𝐅𝐔𝐄 𝐇𝐀𝐂𝐄 𝐔𝐍𝐎𝐒 𝐌𝐈𝐍𝐔𝐓𝐎𝐒, pero Coriolanus aún está en silencio, al igual que yo. Janus acababa de terminar de gatear alrededor de su parque infantil y ahora estaba sentada en mi regazo en el frío suelo.

Coriolanus había analizado el pequeño apartamento, cómo estábamos en la sala de estar y aun así, mi colchón doble estaba a solo un par de metros de nosotros, incluido el refrigerador. 

Puedo ver que siente simpatía por mí y por la situación en la que me encuentro porque su mirada se ha suavizado y tiene una triste mueca en el rostro cuando me ve poner una sonrisa falsa para complacer a mi hija mientras ella esconde su rostro radiante en la curva de mi cuello.

─ ¿Estás comiendo lo suficiente? Puedo traerte alimentos...

El rastro de mi sonrisa permanece en mi rostro mientras lo miro. 

─ Estoy bien.

Él niega con la cabeza y estrecha la mirada sobre mí. Él lo sabe. Puede ver a través de mí porque estuvo en la misma posición hace solo unos meses.

─ Mare, has perdido mucho peso. 

Eso no era un secreto, pero también gané mucho peso durante mi embarazo. 

─ Puedo comprarte una casa ─ofrece, con la voz suave como un susurro.

No evito el rodar de ojos que tanto quería hacer. 

─ Qué amable. 

Él extiende la mano hacia la mía, pero la retiro inmediatamente. 

─ Mare, podemos ser una familia. 

 ─ ¿Nosotros? ─pregunto, con los ojos oscuros y lascejas fruncidas─. Eres un asesino.

Sus ojos vacilan, y puedo decir que mi frase le ha dolido mucho. Bien. 

─ Llegaste hace un mes y conquistaste a mis padres con tu encanto... el dinero que me estás ofreciendo era mío hace solo unas semanas. Los zapatos que llevas pertenecen a mi hermano y, sin embargo, sigues durmiendo en el mismo apartamento lleno de ratas de hace unos meses ─digo, mis palabras cargadas de veneno─. Y quieres que me mude a alguna casa que compraste con el dinero de mis padres, pero podrías perderlo todo en un instante si simplemente les cuento quién eres realmente ─sus ojos ahora son salvajes y amenazadores, piensa que sabe lo que estoy a punto de decir a continuación. Y bien, tal vez ahora sepa de lo que soy capaz. Yo tengo el poder aquí, ni él ni mis padres─. Eres un fraude, Coriolanus.

© 𝑭𝑨𝑰𝑺𝑻𝑺𝑳𝑼𝑽𝑹𝑹