vii. protocolo: auxilio

ᴀᴄᴛᴏ ɪ ━ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠɪɪ
─━━━━━╮✶╭━━━━━─
❝ protocolo: auxilio ❞

I S L A N D ASYLUM
secret headquartes of hydra

s t e v e

          STEVE FINALMENTE HABIA LOGRO RECUPERAR CONTROL TOTAL SOBRE SU CUERPO, aunque claro, no hubiera podido hacerlo sin ti. De no haberlo sacado de ese estado, quizás el si hubiera terminado con tu vida justo cómo está dispuesto a hacerlo. Pues no hubiera sido capaz de seguir después de haber echo algo tan atroz cómo lo que tenía pensado.

          «Menos mal esto acabo»

          Sin embargo aún se encontraba encina tuyo, cuando finalmente reaccióno por completo quedó totalmente horrorizado por lo que había echo. Tenias la mirada perdida, roja e inchada, culpa de las  lágrimas que ardían por haberse mezclado con la sangre y golpes. Golpes que el propio Steve causo. Tus quejidos era débiles, aduras penas salían de tu garganta. Pero aún así erizaron la piel del capitán.

          Se podía ver que el continuar respirando era algo realmente difícil, estabas agonizando... Pero aún en suelo entre un charco de tu mismo sangre, tu parecías no estár dispuesto a rendirte. Continuabas luchando, aferrándote a la vida. Aun sin importar que solo estuvieras prolongando una tortuosa agonía.

          «¡¿Que eh echó?!»

          Verte así, y peor aún, saber que fue el quién causo todo esto lo termino quebrando por completo. Toda esa culpa que sentía, lo estaba llevando al borde del colapsó. Inclusive el aire comenzó a faltarle.

          «Fui yo... Yo hice esto»

«Te lo dije...»         

          De nuevo, ese lado mas oscuro el cual vivía encerrado dentro suyo había tomado control, aquella era otra de las muchas razones por las que había dejado Hydra. Ya que ellos solo habían aprovecho el peor momento de su vida para su propio beneficio. Tardo años en darse cuenta, pero al final logró arrancar la venda de sus ojos y ver la verdad. No importaba lo que tan cruda sería su nueva realidad.

          Ahora solo buscaba librarse de toda esa oscuridad que ellos introdujeron en él, y no importaba que era lo que tendría que hacer para conseguirlo, pero una cosa era clara ya no volvería a asesinar a ningún inocente. Pero no sería fácil, pues si pasado siempre lo terminaría alcanzando, arrastrándolo al único camino que conocía: la violencia. Aquel parecía ser su legado. Steve Rogers solo llevaría muerte, dolor y sufrimiento ahí donde fuera.

«¿Que vas a hacer ahora?»        

          ─H-Hazlo...─aquella súplica, causo un escalofrío en todo mi cuerpo─T-termina... Termina con esto de una vez.

          ─No... No voy a hacer eso.

          Steve te observa, atento pues al parecer tenías la intención de decir algo más. Pero un fuerte ataca de tos lo impido, segundos después escupiste aún mas sangre.

          ─Por favor... M-Mátame.

          Tus palabras fueron suficientes para finalmente quebrarlo, comenzó a temblar inclusive el escudo se le resbaló de las manos. Su rostro ensombrecio, lágrimas comenzaron resbalar por sus mejillas. Ya nisiquiera era capaz de sostener la mirada, no sabiendo que es por su culpa que estés apunto de morir. Oficialmente Steve se repudiaba así mismo.

          ─... Perdóname, por favor─murmuro avergonzando entre sollozos─. Y-yo nunca quise que esto pasará.

           Para ese momento Roger ya se encontraba sosteniendo tu moribundo cuerpo entre sus brazos, lo hacía de forma tan cuidadosa y protectora, que inclusive el mismo se llegó a sorprender. Hace años que no rogaba por el perdón de alguien con tanta desesperación como lo hacía contigo. Y tal parecía tú habías escuchado sus súplicas.

          ¿Cómo lo llegó a saberlo?, tu mirada.

          Su cuerpo entero de paralizó cuando tus frío dedos rozaron su cálida mejilla, en verdad parecías desesperado por decirle algo. Pero te era imposible hacerlo, obviamente. Al dejar de sentir tu toque un vacui se instaló en su pecho, el pánico comenzaba a apoderarse de Roger. Mientras que tú con dificultad y lograste llevar tu mano al cuello, buscaste algo en el interior del traje una vez lo encontraste reuiniste fuerzas y tiraste de el.

           La mirada escarlata del capitán te observaba con suma atención, intentando averiguar que hacias. Tu temblorosa mano ahora en un puño busco la suya. Una vez la encontró la abriste para entregarle eso que llevabas oculto entre los dedos. Aquel simplemente contacto pareció quemar la piel de Steve, hasta que el frío del metal calmo esa sensación. 

           Inmediatamente observo eso que habías dejado entre sus dedos, unas placas militares: tus placas. Las placas estaba recubiertas y protegidas con un borde de goma oscuro. El frio metal que sintió pertenecía a la cadena. Rogers finalmente supo culo era tu intención con ese gesto... Te estabas despidiendo.

          «No, no, no».

          Al volver la mirada a la tuya, ese vacío en el pecho dolió y finalmente el alma abandonaba su cuerpo. El brillo en tu mirada se había extinguido, igual que una vela al ser soplada. Una lágrima solitaria bajaba por tu mejilla, mientras una de tus manos caía hasta golpear el piso.

          Habías muerto.

          ─¡No!

          Inmediatamente llevó sus dedos a tu cuello, no parecía haber pulsó.

          La impotencia y desesperación lo invadieron, comenzó a gritar y exigirte que despertarás mientras movía de forma errática tu cuerpo. No tardó en volver en sí, y darse cuenta que algo como eso no funcionaria. Pero eso no significa que se daría por vencido.

          ─Debo actuar rápido... No voy dejar que mueras, ¡¿me escuchaste?!.

«¡¿Que haces!?»         

          Volvió a colocar tu cuelor con cuidado sobre el suelo, para de inmediato empezar a dar compresiones en tu pecho.

          ─No te voy a dejarte morir.

          Mientras hacia todo lo que estaba en sus manos para salvarte, una parte de el, dudaba poder hacer que tú corazón volviera a latir.

          ─¡Vamos! ¡tienes que despertar!

          Seguía sin dar resultados, inclusive tomo el atrevimiento de darte respiración boca a boca. Cosa que lo hizo sonrojar de inmediato, sin importar lo serio de la situación.

          ─Abre los ojos... ¡Vamos!

          Nada, tal parecía te habías dado por vencido.

          ─P-por favor hazlo─mis compresiones cada ves eran menos constantes debido al llanto─. D-Despierta... No puedes hacer un caos en mi mi y luego irte así sin más.

«Resignate de una buena vez...          
El esta muerto, igual que todos»        

          Era inútil, Steve también se dio por vencido, así que dejo de intentarlo, tal vez si no hubieras perdido toda esa sangre... o quizás el no te hubiera causado todos esos golpes. Que seguramente provocaron hemorragias internas... muy  probablemente las cosas serían diferente. Pero ya  había nada más que hacer.

           La culpa, desesperación e impotencia lo estaban llevando nuevamente a un punto sin retorno. Tanto así que nisiquiera noto el instante en el que termino con la punta del revolver en su cien.

«¡¿Que mierda crees que haces?!»         

          ─Lo que debía hacer desde un principio.

          Antes de tirar del gatillo, un último momento de lucidez llegó a su mente. Estupefacto Rogers alejo el arma de su cabeza y empezó a rebuscar con unrgencia en el cinturon del traje. Al encontrarlo inmediatamente lo saco. Un delgado tubo de metal y cristal, en su interior, un líquido azul traslúcido. Aquel tubo contenía un poderoso fármaco, el cual era capaz de contrarrestar los mismos efectos del mismo supresor de poder que Rogers te había inyectando horas atrás.

          ─No se que más hacer...─digo miro aquel pequeño objeto en mi mano, mi última esperanza─. Solo espero... espero y esto funcione.

          «Tiene que funcionar»

           Con ayuda de una navaja, corto la parte de tu traje que protegía el tórax, antes de clavar las pequeñas y filosas agujas junto su frente con la tuya. Murmuró algo que incluso nisiquiera el escudo a causa de la adrenalina que sentía. Finalmente el delgado tubo termino clavado donde estaba tu corazón.

          ─Funciona... ¡Funciona!─comence a rezar

          El líquido desaparecía poco a poco, comenzando a entrar en tu cuerpo y correr por tus venas. Un par de segundos pasaron, luego minutos. Aquello tampoco dio resultado.

          ─¡Mierda!─golpeo el suelo lleno de irá y frustración

          Steve se sobresalto debió al fuerte suspiro que habías dado, tu espalda se arqueó hasta un punto casi extremo. De igual forma  abriste los ojos de golpes, brillantes, plateados. La energía cósmica recubrio tu cuerpo de forma tenue, tu tórax recupero volumen, debido a las costillas fracturadas que se acomodaron. Así mismo tús demás huesos hicieron lo mismo, inclusive, recuperaste algo de tu color natural de piel.

          El dolor era insoportable, era como estar anestesiado y no poder gritar.

          De alguna forma había funcionado, o eso parecía, ya que volviste a desmayarte. Solo que en esta ocasión tu respiración era más constante. Eso tranquilizó a Steve quien están al borde de sufrir un verdadero ataque al corazón.

          «Aun no se rinde, que estupido fui al pensar así»

«Que fastidio»         

          El capitán no perdió tiempo, volvió a tomarte el pulso, solo para apasiguar su alma. Se deshizo de la parte superior del traje, se retiró la playera oscura de manga larga para hacerte un torniquete al rededor del corte que te había echo. Quedandose solo con un playera de tirantes oscuro tomo tu cuerpo, ya que uso la chaqueta para cobijar tu cuerpo. El cual por instinto busco una fuerte de calor, la más cercana fue el pecho de Steve.

          «No es momento para esas cosas, debes salvarlo primero»

            Su desesperación por salvarte no le permitió disfrutar de aquel momento, una vez creo tubo bien sujeto entre sus brazos emprendió camino a la salida. Cualquiera que viera a Rogers en ese momento se daría cuenta de la urgencia que tenía por sacarte de ahí. Nisiquiera fue conciente de cuando salió de la base y de las ruinas del psiquiátrico, hasta que el frío de la tarde golpeó tu cuerpo.

          ─¡Casi salimos de aquí, aguanta un poco más!.

          Volvió a emprender otra carrera ahora para atravesar la isla hasta llegar al otro extremo. Ahí había un viejo muelle que comentaba la isla con el resto de Nueva York. Justo en ese punto, oculto estaba su boleto de salida, el vehículo que lo trajo ahí en primer lugar.

          De la nada a medio trayecto comezón a escuchar una distorsionada voz femenina.

          ─¡¿Que carajos?!─me detuve en seco, alerta mirando a todas partes.

         ─S-Stev... copias... e-estas... ahí?

          De nuevo volvió a escucharla.

          ─¡¿Quien anda ahí?!.

          La interferencia terminó, para luego volverse una voz clara.

          ─Steve, ¿me copias?─una preocupada voz femenina llegó atravez de mi comunicador.

          Si, Rogers se había olvidado del resto del mundo mientras estaba ahí, inclusive de su equipo.  El rubio apresuró el paso, solo quedaban unos cuantos metro más.  Nada más llegar abrió la puerta del Jeep, colocando y asegurando tu cuerpo en los asientos traseros.

          ─Aqui Rogers, ¿que corre Alexis?.

           La línea volvió, dejando escuchar el alivio de la chica al otro lado.

          ─¡¿Que que ocurre?!─chillo exasperada─. ¡Eso debería preguntarlo yo!... Te perdí durante todo esté tiempo.

          Ahora fue el quién suspiro, no tenía tiempo para esto.

          ─Sabiamos que eso podría llegar a ocurrir─no le estaba dando mucha importancia─. Alexis, ahora no tengo tiempo pa...

          Ella volvió a interrumpirlo, frustrando aún más al capitán.

           ─Solo dime... ¿conseguiste los archivos?─ su actitud empezaba a extrañarme─ ¿Dime por favor que ya estás largandote de ahí?.

          Aquellos comentarios extrañaron al rubio.

           ─Mas o menos...─vacile mientras observaba al muchacho inconciente frente a mi.

           ─¡¿Que putas mierdas quieres decir con eso?!

           «En serio no tengo tiempo para esto».

            ─¡Cuida tu lenguaje!─la reprendo─. Enserio que no tengo tiempo para esto, ¡habla de una vez!.

            Hubo un largo e incomodo silencio del otro lado de la línea. Inclusive el mayor creyó que la comunicación volvió a perderse

           ─¿A-Alexis? ¿Sigues ahí?

           ─...Una señal de auxilio fue lanzada hace 90 segundos en tu ubicación actual─informo, bastante nerviosa y veloz─. Tal parece se activo un protocolo de rescaté de emergencia, S.H.I.E.L.D ya desplegó a sus activos más cercanos─trago saliva antes de continuar─.  Llegaran a ti en 9 minutos.

          «Eso sí que es un problema»

           ─De quien se trata, ¿STRIKE?

           ─No

           ─¿Si no sin ellos de quién se trata trata? ¡Habla ya!.

           ─Los vengadores... Se trata de los vengadores─respondió con algo de pánico─ . O por lo menos dos de ellos: Thor y el doctor Banner. Ellos serán los primeros en llegar...  el resto ya viene en caminó.

           «¡Carajo!»

          Ahora más que nunca debía salir de ahí cuanto antes. Procesó la información que recibió lo más rápido posible. Debía encontrar una solución rápida.

            ─¡Interfiere la señal, hazla desaparecer!.

           ─¡¿Cómo dices?!... Creo que no estás entendiendo la gravedad del asunto.

           ─Haz lo que te ordeno, también crea una ruta seguirá y rápida a Brooklyn.

           ─Enseguida─la chica respondió a regañadientes.

           La hacker no discutió más y comenzó a trabajar, mientras que Rogers nada más ponerse tras el volante piso afondo el acelerador. No tardó mucho en dejar atrás la isla y entrar a la cuidad. Mientras se abría caminó por las calles, un extraño fenómeno meteorológico estaba comenzado a ocurrir.

          Pues el antes despejado cielo se nubló de golpe, oscureciendo la cuidad, que solo se iluminaba gracias a los rayos entre las densas nubes se formaron. Entre las cuáles fuertes truenos hicieron retumbar por completo los cielos. Aquello parecía el inicio perfecto inicio de una verdadera tempestad.

           «Lo que me faltaba».

          Steve apretó el volante antes de echarte una mirada por el retrovisor.

            ─Te vas a poner bien, ¿me escuchaste?...─le seguro mientras trato de no derrapar por la carretera─ . Vas a salvarte. Te lo prometo.

B R O O K L Y N
new yok, city

           Steve arribo a su departamento en Brooklyn pasando las 18:30 pm, aparco su Jeep en el callejón adyacente al edificio. Ya de por si era demasiado arriesgado haberte llevado ahí. Pero era el único lugar seguro, y donde podrían ayudarlo sin muchas preguntas.

          «En serio, espero que nos ayude... De lo contrario»

            El rubio dejo de pensar de forma tan negativa, mejor ocupo su mente en otra cosa, por ejemplo como entrar sin llamar la atención. Considero prudente usar las escaleras de incendios, pues era demasiado arriesgado atravesar el edificio contigo en brazos. Pues ha está hora el señor Jacobs ya estaba cumpliendo con su turno en la guardia semanal del edificio.

          Aunque con el diluvio que azotaba la cuidad, dudaba que el hombre de más de cincuenta años se atreviera a dejar la recepción. Su corazón volvió a estrujarse cuando te tubo de nuevo entre sus brazos. Tu pulso no había cambiado, seguía ahí pero débil. Te cubrió lo mejor que pudo de la lluvia y comenzó a subir las escaleras.

          ─A el no le queda mucho tiempo, y yo qui parada perdiendolo.

          Subio con cuidado las escaleras, hasta llegar a su piso y respectiva ventana. Fue un reto ingresar por ahí, aún así lo conseguío. Termino en su dormitorio, Rogers volvió depositarte sobre la cama siendo en extremo cuidadoso. Una vez te dejo ahí comenzó a deshacerse de su ropa. O por lo menos las partes superiores del traje, ocultandolo junto al escudo.

          Corrio hasta el cuarto de baño en búsqueda del botiquín qué su vecina, Kate, le obsequio meses atrás cuando llegó al edificio. Atendió de forma rápida la puñalada en su abdomen, así como las quemaduras y golpes. Ya que ahora mismo la prioridad para el eras tú.

          «Aún estás vivo, y así debe seguir».

          ─¡Ya regreso, voy por la ayuda!.

          Reviso tu pulso antas de salir del apartamento, una vez estuvo parado frente a otra puerta comenzó a tocarla desperado. Escucho movimientos, seguido por un; voy. La puerta se abrió dejando ver a una simpática y bella rubia quien sostenía un teléfono en la mano.

          Su rostro cambio al ver el estado en qué se encontraba su vecino/amigo. Quién de inmediato ingreso al interior del apartamento. Kate se disculpa con la persona al otro lado de línea y corto.

          ─¡Stefan!─la angustia se apoderó de ella─. Pero... ¡¿q-que te ocurrió?!.

          Stefan Roberts; miembro y capitán de una unidad de élite del ejército de los estados unidos. Aquella había sido la identidad falsa que tubo que adoptar para sobrevivir. La cual no fue muy original... pero funcionaba para encubir su doble vida como ex agente de una organización terrorista.

          ─¡Necesito de tu ayuda, Kate!... Es urgente, de vida o muerte, de hecho─intente parecer lo más tranquilo posible.

          Pero el terror de poder llegar a perderte era más que obvio en Steve.

          ─Stefan, no entiendo─realmente se veía confundida─¿Que está ocurriendo? ¿tu estás bien?.

          Le fue inevitable no frustrarse y poner los ojos en blanco.

          ─¡Te parece como si yo necesitara ayuda urgente, Kate!─solte, estaba comenzó a perder la paciencia.

          Ella lo examinó de pies a cabeza, si se lo preguntaban diría que si. Pues tenía varios golpes, cortes en el rostro, sin mencionar el leve sangrado en su camiseta y las vendas en su brazo y tzo. Aún así no parecía ser algo grave... no como la última vez. 

           ─¡Calmate!...─murmuro levantando ambos manos─. Solo estoy preocupada, y trato de comprender lo que ocurre. Ahora dime, ¿para qué me necesitas?.

          ─Necesito que le salves la vida a una persona.

           Ella se quedó en silencio.

           «Rápido, no se si aún puede morir en cualquier instante».

         ─Lo volveré a preguntar... ¿que está ocurriendo, Stephan?.

          Su tono se volvió serio, incluso su lenguaje corporal cambió.

           ─Prometo explicártelo. Pero ahora no hay tiempo que perder.

          Kate bufo antes de ir en busca de tu maletin y encaminarse a la puerta..

          ─¡¿Dónde está?!─cuestiono ella.

          ─En mi apartamento.

          Ambos salieron a todo prisa entrando nuevamente al hogar del rubio, quien le indico a la mujer donde estabas. Nada más verte ella quedó se paralizado y horrorizada por completo. Su rostro se torno pálido, como si hubiera visto un fantasma. Y Rogers lo noto de inmediato.

          ─¿Kate, estás bien?.

          ─¿D-Dónde lo encontraste?─dijo con un hilo de voz─. ¡Respóndeme!.

          ─No hay tiempo para esto, es que no ves puede estar muriendo.

          La rubia pareció volver a entrar en si.

          ─Okay, okay... tienes razón─concordo─. Debemos comenzar de inmediato, quítale la ropa. Yo iré a mi apartamento a buscarlo lo necesario para atenderlo.

           Kate, era médico de urgencias en el hospital general de Nueva York, su departamento contaba con un imprevisado consultorio que ofrecía servicio a personas que no podían pagarlo. Y en más de una ocasión, ella misma fue quien atendió las heridas que dejaban sus misiones a las bases de Hydra.

          ─Si fueran otras las circunstancias...─comence a retirar su traje─. Quizás y hasta hubiera disfrutado hacer esto, perdón─ y acate lo que Kate me pidió.

           El rubio tubo algunas complicaciones debido a que el traje de batalla, no tenía broches y cierres a la vista. Al final lo conseguí, dejandote solo en unos boxers oscuros. Tu cuerpo de gimnasio ahora estaba lleno de moretones y ni hablar del feo corté que ya empezaba a infectarse.

            ─¿Crees poder salvarlo?.

            ─Haré lo que pueda─respondio con decisión una vez volvió al cuerto─. Lo mejor hubiera sido llevarlo a un hospital, debido al estado en el qué se encuentra─Kate suspiro antes de empezar a controlar la emorriagia─. Tal parece perdido mucha sangre, podría entar en crisis en cualquier momento. Tenemos el tiempo contado.

          «No lo había pensado, pudo a ver muerto».

          ─¿No crees que sobreviva?...─no pude ocultar el pánico de mi voz.

          ─¡No dije eso! Solo digo que en un hospital hubiera recibido mejor atencion, y los riesgos no serían tan altos─expone ella─. O esque no se ocurrio eso mientras lo traías para acá... ahora, su vida depende de nosotros.

           La mujer desvió su atención del rubio mientras preparaba una intravenosa.

          ─La verdad si, pero... 

          ─Pero era mejor ahorrarte las sospechas u preguntas, ¿no?─reclamo─. ¿Esa por eso lo trajiste aquí?─sus última palabras tenían un  sutil tono acusatorio.

          ─¿A que te refieres con eso? ¿tu crees que yo le haría algo así a alguien?.

          «Si»

          Casi pudo oírla pensar pensar respuestas.

           ─Lo que yo crea o no, no importa. Ahora solo debemos centrarnos en salvarlo.

           Steve suspiro, frustrado.

          ─Estoy de acuerdo, ¡¿okay?! Pero también me puse a pensar, y si los sujetos que le hicieron esto se enteran que fallaron, que aún está vivo─Hydra por ejemplo─. ¿Que ocurre si lo buscan para terminar lo que no pudieron? ¿que tal si lo encuentran ahí y finalmente lo matan?.

          La geringa tembló en la manos de Kate con tan solo imaginarse algo como eso.

           ─¿Y que pasa contigo?─insistio─. O es que no te has parado a pensar en que lo mismo podría llegar a ocurrite a ti si se enteran que lo ayudaste.

           ─Eso no importa ahora. Además, si eso te preocupa sabes muy bien que puedo protegerlos tanto a ti como a el. Te recuerdo que forma parte de un equipo especial.

          ─Como sea, solo ten cuidado...

          ─Si, si, lo prometo─respondi─¿que ocurre?.

         El semblante en la mujer no podía significar nada bueno.

          ─Tendras que ayudarme a suturar el corte, mientras atiendo sus demás heridas─al ver el corte en su abdomen trage en seco─. Me imagino lo has echo antes.

          «Nunca imaginé curar las heridas que yo mismo le provoqué»

          ─Estar en el ejercito te enseña cosas, saber algo de medicina es una de ellas─no mentia aquello era verdad─. ¿Dime qué debía hacer?.

          Cuando Kate inyectó anestésico a la intravenosa los nervios del capitán se dispararon. Pues ahora mismo tu cuerpo tenía una gran cantidad de fármacos. Y aún con tus poderes activos, no estaba seguro el como reaccionaria tu sistema ante eso.

             «Es fuerte, no es nada comprado a lo que ha sobrevivido».

            Saturar un corte así de grande y profundo fue una tarea dura, pues literalmente corrían el riesgo de otra emorragia. Al final Steve demostró ser más que capaz de controlar la situación. Terminaste con casi diez puntadas. Dejaría una cicatriz considerable, de no ser porque tú factor regenerativo ya estaba ocuoandise de eso. Kate igualmente suspiro aliviada una vez termino de curar el resto de tus heridas. 

          ─Por fortuna lo tragiste a tiempo, tiene algunas fracturas no puedo determinas que tran greves son... Pero ahora ya no corre mayor riesgo─explico─. Ahora lo que más me preocupo es que no deje secuelas graves o contusiones.

           «Yo tampoco espero que eso ocurra...»

           Steve rogoba por qué no fuera así, pues no había sido presiso ni consiente de los lugares donde te había golpeado. Recordó haberte lanzado contra la pared múltiples veces, y por mucha resistencia tu cuerpo resulto gravemente herido. Eso sin tener en cuenta aquel considerable sangrado, mismo que de no ser tratado a tiempo si podría llegar a ser fatal.

           ─Ah perdido mucha sangre, y yo no cuento con ella aquí─diji Kate─. Sacar la cantidad que necesita del hospital sería imposible...

          Si lo dejamos así podría sufrir de un paro cardíaco, y está vez morir de verdad.

           ─¡Yo soy donante universal!─menti, a medias─. Hazles una transferencia directa.

          Kate al principio lo dudo, pero termino aceptando al ver lo complicado que fue estabilizarte y sacar tu vida de peligro. No muy seguro la mujer comenzó con el proceso de transfusión. Al final después algunas horas - cinco, para ser exactos- lograron poner nuevamente tu vida a salvo. Después de eso ella tubo que irse pues tenía que cumplir su turno en el hospital. No sin antes decir a Steve o (Stefan) que la llamara si tú estado empeoraba.

          ─Cumpliere la promesa que te hice, vas a estar bien.

ɴ ᴏ ᴛ ᴇ

¡!ES VIERNES!¡
VIERNES
CAPITAN HYDRA

🎊

tenemos nuevo capitulo, pasaron cosas interesantes, no lo se.
eso ya dependerá de ustedes.

Igualmente conocimos a nuevos 'personajes' y sabes que el capi no trabajo solo ahora que ya no está con Hydra

Con ustedes

ALEXIS SHAW
AKA
SOMBRA

interpretada por la diosa
  Emeraude Toubia

en cuento a Kate espero sepan ya de quien se entrara, pero para esos que no la  recuerdan pues... ni modo.

¿Que les pareció?.

en el próximo tal vez y vemos como la está pasando el equipo con esta situación.

aunque aquí ya vimos una pequeña pista.

! ¡ ᴅ ɪ ꜱ ꜰ ʀ ᴜ ᴛ ᴇ ɴ ¡ !

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top