vi. subestimar al enemigo
ᴀᴄᴛᴏ ɪ ━ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠɪ
─━━━━━╮✶╭━━━━━─
❝ Nunca subestimes al enemigo ❞
I S L A N D ASYLUM
secret headquartes of hydra
ABANDONAR LA 'SEGURIDAD' DE AQUEL REFUGIO TEMPORAL QUIZÁS NO FUE LA MEJOR IDEA, ya que todo jugaba en contra tuya. Los riesgos de enfrentarte nuevamente a Roger eran altos, y todo apuntaba al mismo resulta. Quizás no saldrías con vida está ocasión, pero era un riesgo que decidiste tomar. Ya no había marcha atrás debías continuar.
Tenías claro que no sería una tarea sencilla cruzar las instalaciones, aun menos después haber perdido toda esa sangre. Lo cual empeoraba la situación, poniéndote en una clara desventaja. Débil y sin ser capaz de acceder a tus poderes, no había mucho que pudieras hacer. Incluso ahora te preocupaba más el echó de morir a causa de otras circunstancias, que a manos del propio Steve Rogers.
Y aguardar a que los efectos de lo que fuera que el te inyectó pasarán, tampoco era opción, nisiquiera sabías cuánto demoraría tu cuerpo en eliminar algo como eso, o que efectos dejaría. De igual forma S.H.I.E.L.D quedaba descartado, ya que nisiquiera pudiste contactarlos. Oficialmente estabas solo. Lo que significaba ser cuidadoso a la hora de tomar decisiones... pues estás determinarían tu éxito y supervivencia en esta misión.
-Okay, allá voy...
Atravesar las base iba a ser complicado, pero no tanto como encontrar otra ruta que te llevará a la salida sin cruzarte a Rogers. Era difícil mas no imposible, ya que tu contabas con algo que el no, sigilo. El cual solo un digno pupilo de la mismísima Black Widow llegaría a tener. Con eso a tu favor tenías un ligero chance de escapar.
Trazar una nueva ruta no era tan sencillo como parecía. Mientras más recorrías la base, más confusa te resultaba, te sentías andando en círculos dentro de un laberinto sin salida. Por si no fuera poco, tu estado empeoraba cada ves más, y la perdida de sangre no ayudaba en lo absoluto.
-T-Tengo que salir de aquí cuántos antes...-frene para tomar algo de aire, pues me sentía mareado.
Un par de segundos después volviste a incorporarte, tenías la intención de continuar avanzando hasta que escuchaste pisadas en un pasillos adyacente. De alguna u otra manera Steve Rogers te había localizado, no había duda. Fue así que comenzaste alejarte lenta y sigilosamente, acelerando el paso hasta terminar corriendo. Ya no podías detenerte a recuperar aliento, pues solo estarías otorgándole ventaja al monstruo que te persigue.
«No de nuevo ¡Mierda! ¡No! ¡No!».
Llegaste hasta una intersección, continuaste de frente sin dudarlo, grave error. Solo terminaste en un corredor lleno de puertas sin salida. Querías volver sobre tus pasos e intentar ir por otro caminó, ya era imposible hacer eso. Al intentar retroceder chocas te con algo, o mejor dicho alguien. El firme y sólido cuerpo del capitán actuó igual que un muro obstruyendote el paso.
-Uno, dos, tres por el niño maravilla...-ronronea en mi oído.
Debido a la cercanía entre ambos su calido aliento erizo tu piel, lo que te hizo alejarte instintivamente de él. Rogers soltó una carcajada debido a tu acción. Pues le era satisfactorio saber que el conseguía ese efecto en ti.
-Tal parece... que ya no pondrías seguir huyendo de mi.
Sin duda el rubio disfrutaba la situación, prueba de ello era la enorme sonrisa que adornaba su rostro y el cosquilleo en su cuerpo.
«¡Bastardo!».
-Es inevitable no huir de un psicópata asesino, ¿no crees?-le digo, mientras comenzó a retroceder-. Incluso para alguien cómo yo.
-Asi que... ¿Así es es como me ves?-pregunto irónico-. Por eso es que huyes de mi igual que un cobarde.
Nuevamente volvía a tener aquella perturbadorá expresión en su cara, de igual forma comenzó a avanzar hacia ti. Y por cada paso que el daba tu retrocedías otro.
-¡No soy ningún cobarde¡ ¡imbécil!.
Rogers soltó otra potente carcajada.
-Claro que lo eres... ¿sabes por qué lo se?-me apunto-; Porque saliste huyendo igual como lo haría uno.
«No, eso no es cierto».
Luchabas por que sus palabras no te afectarán.
-Y como no hacerlo...-un nudo se formo en mi garganta impidiendo que hablara con claridad-. S-si... si el monstruo que aparece en todas mis pesadillas viene por mi.
-¿Que fue lo que dijiste?.
No ibas a volver a repetirlo, no podías hacerlo de nuevo. Pues haber aceptado eso teniéndolo de frente te afecto aún más de lo que imaginabas. Finalmente tu espalda tocó la pared, avisándote que no podías seguir huyendo.
«Se acabó».
Inesperadamente la actitud de Rogers hacia ti se transformó drásticamente, aún si el fuerte rubio no detuvo sus intenciones hasta conseguir tenerte acorralado entre su cuerpo y la pared. Las miradas de ambos volvieron a encontrarse, sin duda algo había cambiado en el y no tenías claro si eso era bueno o malo. De la nada bajo la mirada y suspiro de forma casada.
Mientras tanto tu parecías no tener control sobre ti mismo, ya que dejar de temblar, así como calmar tu acelerado corazón parecía una tarea imposible de cumplir ahora mismo.
«Dentente, ya es suficiente... deja de hacerlo. ¡Controlate!».
Rogers lucía bastante fuera de sí, tensó, manteniendo los ojos cerrados con fuerza. Daba la impresión de estar librando una batalla interna. Un par de minutos después volvió a abrilos y termino por relajar todos los músculos de su cuerpo. Las miradas de ambos volvieron a unirse, el odio había desaparecido.
«¿Ahora que?».
Finalmente el despiadado capitán Hydra había logrado su cometido: atraparte. Cientos de escenarios fueron proyectados en tu cabeza cuando tomaste la decisión de abandonar aquel escondite. Pero en ninguno de ellos ocurría algo como lo que estabas viviendo.
Temeroso y sin nada más que poder hacer simplemente te dedicaste a observarlo a detalle. Aún encorvado existía una considerable diferencia de alturas. Aquello solo resaltaba ese aspecto imponente y dominante que solo Steve Rogers poseía.
Inclusive su lenguaje corporal parecía hablar por si mismo. Recordándote que estabas frente a un hombre demasiado peligroso
«Matar, matar personas es lo que mejor sabe hacer».
Steve pareció llevar su mano hasta tu cuello, lo que provocó que el corazón te dejara de latir en ese instante. La tensión en tu cuerpo se desvanecido al percibir la suave caricia en tu mejilla aún por encima del casco. Aunque te esforzarse por ocultarlo, negarlo. El capitán Rogers consiguió dejarte indefenso con un simple toque.
-Retira el caso.
Querías oponer resistencia, negarte, pero ahora menos que nunca debías tentar la suerte. Sin más opción hiciste lo que el podido, ya que fue más un favor que una orden. Una vez tu rostro quedó al descubierto fuiste consiente del frío en la base.
Pues este golpeó tu rostro haciendo enrojecer tus mejillas debido al brusco cambio de temperatura. Esa reacción de tu parte, llevo a qué el experimentado capitán se estremeciera por completo.
-Abre los ojos...-de nuevo, más que una orden sus palabras fueron más como una suplica, una petición.
Fue tu turno de soltar un suspiro derrotado, echaste tu cabeza hacia atrás recargando la en la pared, y finalmente lo hiciste. Al hacerlo un extraño gruñido abandono involuntariamente la garganta del rubio. Su penetrante mirada escarlata te incómoda, causando te aún más sonrojo que antes y terminar por desviar la mirada.
Justo ahora te sentías desprotegido, expuesto, pues tal vez pudiste a verlo enfrentado antes. Solo que ahora mirarlo directo a la cara era imposible. Esta vez no eras el único que estaba pasando por la misma situación. Ya que al volver a hacerlo ambos le revelaría la verdad al otro.
Rogers finalmente veria el terror que provocaba en ti.
Mientras que tu verías lo destruido que están el por dentro.
-¡Hazlo de una vez!-exclame, desesperado-. S-solo házlo... y que sea rápido.
Aquella suplica tan despertada de tu parte, le llego como un golpe de realidad, y a la vez resultó ser un detonante para traer de vuelta fantasmas de su pasado. La reacción que tubo fue demasiado violenta, asustando demasiado. Pues de la nada golpeo la pared detrás de ti con una fuerza descomunal. Su rostro está totalmente rojo y con el ceño fruncido, de igual forma respiraba como una bestia enjaulada.
Al notar el estado en qué te encontrabas el pareció volver en sí. Verte temblar y con lágrimas resbalar por tu mejillas solo lo quebró aún más. Steve inmediatamente se alejo de ti, no sabías que estaba ocurríendo con el. Ya que en sus archivos o viejas grabaciones nunca se le vio actuar asi.
-¡Ya basta!-le grite llevándome ambas manos al rostro-. D-deja de jugar así conmigo, ya no me torturas mas-solloce-. Hazlo lo que tanto querías hacer desde un principio... ¡mátame!
Rogers retrocedió horrorizado por lo que acabas de decirle.
-¡¿Que ocurre?! ¿eso era lo que querías? ¡Matarme!-volví a recordarle-¡¿Que no escuchaste lo que dije?!-aquel grito casi me desgarro la garganta-; ¡hazlo de una vez! ¡Mátame!
-N-no, no... -murmuro con las manos tirando de su cabello-¡No voy a hacer eso!... No contigo
Aquella reacción te desconcertó aún más, tu mente era un caos, debió a todas la que estabas experimentado de golpe. La situación había tomado un giro inesperado y parecía estar saliéndose de control. Quizás solo se traba de un engaño, alguna trampa... O en verdad el capitán Rogers se estaba desmontando frente a ti. Con alguien como el nada podría ser lo que parecía.
«¡¿Que debo hacer ahora?!».
En los minutos siguentes Steve pareció recuperar la compostura, al ver qué eso ocurría nuevamente te pusiste alerta. Aún más cuando el capitán volvió a plantarse frente a ti. Solo que algo había cambiado, pues su rostro se había ensombresido y no te diríjia la mirada,
-Entrega me la USB-murmuro-... y podrás irte.
Habías entrado en shock, no podías creer los que habías escuchado. Creíste que fue una broma de tu cabeza.
-Solo hazlo, pongamos fin a esto.
-¿Que?, ¡No!-respondí sin titubear-. Estos archivos pertenecen a S.H.I.E.L.D, y se irán conmigo...-seque mis lágrimas y fue mi turno de plantarle cara-. Si tanto los quieres, tendrás que matarme por ellos.
El simple se encogió de hombros.
-Como tu quieras.
Finalmente había llegado el momento, Steve Rogers finalmente parecía estar dispuesto a cumplir la que estabas seguro sería tu última voluntad. Comenzaron a avanzar, hasta que la poca distancia que los separaba dejo de existir. Una vez estuvieron frente a frente, ambos tomaron posición de pelea y lanzaron sus golpes de forma simultánea.
I S L A N D ASYLUM
secret headquartes of hydra
s t e v e
DURANTE MÁS DE 70 AÑOS, STEVE ROGERS LE FUE LEAL A HYRDA. Asesino y torturo a inocentes sin ninguna clase de piedad o remordimiento. Incontables veces en el pasado había tirado del gatillo sin titubear. Sin embrago ahora que su camino el tuyo se habían cruzado, algo había cambiado. Y por primera vez el infame capitán no era capaz de acabar contigo.
Eso resultaba algo imposible de creer inclusive para el, pero era así, tal vez se debió a qué una vez contempló tu rostro y vio atrás vez tus ojos... Steve Rogers encontró algo que nunca jamás creyó volver a ver. Haciendole imposible hacerte daño o siquiera llegar a pensarlo. Todo gracias al cautivador y familiar brillo en tu mirada. Ese mismo, que años atrás una persona tubo y que intento ayudarlo a ver la luz en su momento más oscuro.
Pues en ti vio Steve Rogers vio proyectado al que fue el gran amor de su vida. Aquel fue el motivo que detono aquella batalla interna que lo había echo derrumbarse.
«¿Que debo hacer?».
Aquella oscura voz en su mente, la voz de Hydra se abrió camino entre sus pensamientos.
«Matalo»
Steve se estremecio, pues no quería volver a perder el control. No contigo.
«¡No!»
Una tétrica carjacada hizo eco en su cabeza.
«No importa cuánto luches...»
Cuentos de imágenes se proyectaron antes sus ojos
«Terminarás haciéndolo.
Igual que la última vez»
Gritos, súplicas, sangré....
«Ya que eso es lo único que
sabes hacer... Asesinar»
Aquella discusión interna obviamente le estaba afectaba, más de lo que le gustaría aceptar. Llevando a qué recibiera una buena cantidad de daño por tu parte. Ya que además Steve había tomado la decisión de volver a lastimarte más de lo que ya lo había echó.
Steve no quería que tu lo notarás, así que en ocasiónes se defendía lanzando golpes, obviamente conteniendo su fuerza. Eso sí evitandi conectar golpes fatales en los puntos más afectados de tu cuerpo. Mientras que por otro lado tu no tenias compasión con el. Querías hacerlo caer en cada uno de tus ataques, incluso el noto la determinación que habías sacado.
Eso lo hizo sentir aún peor consigo mismo.
«¿Cómo pude si quiera llegar a dañar a alguien como el?».
Aún así Steve no podía dejar que ese combate se alargará demasiado, y en ves de fuerza pasará a ser de resistencia. Pues si eso llegaba a ocurrir. Obviamente tu terminarias cayendo primero, eso debido al estado en qué te encontrabas.
«Tengo que acabar con esto antes de que sea muy tarde».
El rubio finalmente se puso serio, fácilmente esquivo los golpes que tanto te esforzabas por dar, en un segundo ya estábas sujeto de las muñecas y sometido contra la pared. Soltarte un gruñido fue tu respuesta, cosa que provoco una sonrisa al rubio. Quién apesar de no quererte hacer daño no podía aflojar su agarre.
-Esto acaba aquí. ¡Dame lo que te pedí y te dejaré...!
Rogers observo directo a tus ojos antes de fruncir el seño a causa del dolor, aún así no te soltaba, no fue hasta que volviste a golpearlo en los genitales por segunda vez que lo hizo. Antes de caer de rodillas al suelo una débil sonrisa se asomo en los labios del rubio. No cabía dudas de que el muchacho al que se enfrentaba tenía agallas.
Aquello le gustaba más de lo que le gustaría admitir.
-Tu... tu si que sabes jugar sucio, guapo-le acusé-, pero enserio debemos terminar con esto.
Dicho aquello se abalanzó contra ti, sin importarle la molestia que sentía en sus zonas íntimas. Con una ágil maniobra logro llevarte al suelo junto con el, para luego aplicarte una valle al cuello. No buscaba asfixiarte como tú pensabas, solo deseaba dormirte. Ambos comenzaron a forcejear, tu buscando liberarte, ya que el pánico de poder morir finamente fue mayor. Mientras que Rogers solo buscaba dejarte inconciente, tomar la usb y luego.... Ponerte a salvo y huir.
-¡Rindete de una vez!-le exijo mientras continuamos forcejeando en el suelo.
Inclusive el rubio túbo que enredar sus piernas a las tuyas para intentar dejarte lo más inmóvil posible.
-¡J-jamas...!
Se notaba como cada vez le costaba respirar aún mas, el rubio finalmente vio una señal. Con ejercer otra poca de presión terminarias inconciente de una buena vez.
-En verdad, lo siento-le digo antes de Acer lo que tenía planeado-. Pero no me dejas más opción.
En ese momento el forcejeo se volvió más intenso, ambos tenían un objetici claro y no se rendirán ante el otro. Pero de un momento a otro Rogers se detuvo. Se había quedado inmóvil gracias a la palabra que te escuchó decir. Ya que le aterraba lo que podía llegar pasar si algo como la última vez ocurría.
Y esta vez no había nadie para detenerlo.
-Sehnsucht (Anheló)... -escuchar aquello fue peor que recibir una puñalada al corazón-Rostin, siebzehn, Morgendämmerung, ofen, neun, gutartig, Heimkehr, eins, Güterwagen (Anhelo, oxidado, diecisiete, amanecer, horno, nueve, benigno, regreso a casa, uno, vagón de carga)-de inmediato lo solté en un inútil interi cubrí mis oídos igual que un niño asustado.
-¡Detente!-le supliqué-... no sabes lo que haces... ¡Corre!
«Finalmente ocurrirá lo que tanto tenías...»
Steve continuo en el suelo, golpeandose continúamente la cabeza contra el pavimento, mientras gritaba con desesperación que corrieras por tu vida. Todo en un burdo intento por detener el efecto que esas palabras ejerciasn sobre el.
No eras concientes de nada de lo que ocurría a tu alrededor, pues la llave del capitán realmente te estaba dejando fuera de combate. A tal punto que estabas bastante desorientado.
«Mátalo»
«No»
«Es tu misión»
«No es asi»
«Debes hacerlo»
«No tengo que hacerlo»
«Y tu crees que tienes
más opciónes Rogers»
«O prefieres que te llame;
Capitán Hydra»
«¡No!, soy Steve Grant Rogers...»
«¡Yo soy Steve!... ¡Yo soy...!»
De un segundo al otro a otro Steve dejo de luchar, quedándose inmóvil por un momento, para luego ponerse de pie y fijar su brillante y retorcida mirada escarlata en ti. No le importó en lo absoluto que sangrara de la frente por los de hace unos instantes. Ahora mismo el solo tenía un objeto fijo en su mente: Tu.
«¡No, detente el es inocente!»
Grito la despertada voz de Steve Rogers quien ahora era prisionero en su interior
Por tu estado no podías notarlo, así que solo se puso detras de ti observando atento como te ponías de pie. Diste media vuelta para buscar al rubio, ya susto te llevaste cuando lo descubriste a metros de ti con el rostro sangrando, sonriendo y mirándote fijamente. Esa fue la imagen más perturbadora que jamás habías visto. Mientras en su interior el verdero Steve gritaba desperado, tratando inútilmente de advertirte para que huyeras.
-Que miér...
Lo había sujetó bruscamente por el cuello, esta vez no media la fuerza, eso pudo notarlo cuando te arrojó contra una de las puerta más cercana. Debido a la fuerza con la que te lanzo la madera quedó destruido, y tu cuerpo impacto con violencia en la pared del fondo. Un grito ahogado hizo eco en la habitación antes de que cayeras semi inconciente al suelo.
«¡No, ya basta!»
Sin duda te había lanzado con una fuerza y brusquedad descomunal. Aquel dolor que experimentabas era indestructible, pues nunca nadie había sido capaz de herirte o siquiera tocarte de esa manera. Steve juraría que te había roto la espalda, o mínimo más de cuatro costillas. Pues inclusive te quedaste sin aire, y sin el factor curativo que dedujo tenías... tu no durarias mucho... inclusive con una resistencia al dolor desarrolla estaba perdido.
«Vamos no te levantes, si no lo haces esto terminar»
Ahora estabas a merced de ese lado sádico y oscuro que Hydra implantó en el. Pues finamente el verdero Capitán Hydra había salido a la luz. Algo que durante estos últimos meses tras el escape de Hydra, Steve Rogers trato de evitar. Finalmente su peor pesadilla así como la tuya se había echo realidad.
Cuando te vio, levantar la mirada y escupir sangre nuevamente Steve intento volver a tomar el control de su cuerpo.
«No, ya déjalo en paz»
-Cierra la boca-inclusive su voz cambio a un tono más grave-, Ahora es mi turno de arreglar el error que estabas apunto de comer.... todo gracias a tu debilidad.
No cabía duda de que tenias una resistencia admirable, pues a ojos de Rogers le parecías ser intocable. Fue por eso que uso el supresor de habilidades, pues estaba seguir que no diría ni un segundo contigo. Pero la verdad era que incluso tú no estabas exento al dolor. De experimentarlo, pues al contrario tú dolor podía llegar a ser peor que el resto.
-¡Ah!...
El Capitán Hydra no entendía como es que aquel niño frente a el siguiera aún conciente, pero no importaba, pronto dejaría de respirar. Una sonrisa se dijo en sus labios, mientras el veía como intentabas levantarte del suelo. Rogers te lo impido, volviendo a golpearte brutalmente en la espalda y rostro con aquél objeto metálico: su escudo.
-Quédate en el suelo... es ahí donde perteneces.
Planeaba volver a golpearte, más lo sorprendiste al conectar un golpe en su abdomen. El cual lo envío unos pocos metros lejos de ti. Fue inevitable no preguntarse como es que en tu estado lograrás enviar golpes con esa fuerza.
«No lucehes más... Por favor».
Una enferma satisfacción crecía en el capitán, pues por fin encontrar a alguien que le plantará cara. El dejo que te incorporas, sin embargo solo estaba jugando contigo. Ya que en realidad no te permitiría recuperarte o defenderte como debias.
La ira, satisfacción, adrenalina e incluso exitasion llenaban el cuerpo del infame capitán. Quién volvió a intentar derribar te ayudado por su fuerza y escudo. Fallo al primer en intento, pero al final tu cuerpo regreso al frío concreto. Una vez ahí te pateo en el rostro sin consideración, rompiendo asi tu nariz.
«¡Basta!... ¡Basta!»
-¡Deja ya de lloriquear!, apenas y estoy comenzó a divertirme con el.
Nuevamente el capitán esquivo tus burdos intento por querer atacarlo, y sin mucho esfuerzo volvió a tomarte por el cuello para arrojarte lejos. Tu cuerpo todo por el suelo igual que un muñeco de trapo. Steve realmente no estaba teniendo piedad alguna contigo.
El capitán pudo ver como ahora deseabas alejarte de el, soltó una potente carcajada a causa de lo ridículo que le resultaba la escena que está viendo. Volvió a ir hasta donde estabas, ahora para sujetarte por el tobillo, tu garganta se desgarraba debido a los gratos de dolor, Rogers había roto tu sin esfuerzo alguno tobillo.
Todo aquel sufrimiento parecía ser la más preciosa de las sinfonías para el. Las marcas de tus uñas quedaron sobre el pavimento cuando intentaste impedir que te arrastrará. No tenía una idea clara sobre debía hacer, si arrancarte la pierna o continar fracturando cada unos e tus huesos.
Hasta que al final, se decidió, no le costó nada sujetarte para luego impulsar tu cuerpo y estrellarlo nuevamente contra un muero. Para ese punto, el dolor era imposible de tolerar y no tardarías en caer o bien muerto o desmayado.
«Vas a matarlo, ya déjalo en paz».
-Esa es la idea... Aunque debo darle su mérito, es resistente. Me gusta.
Te sujetó del pelo, de esa forma te hizo mirarlo a los ojos.
-Lo ves, te dije que te mataría.
Un intento de sonrisa apareció en tus labios, para después escupierle sangre.
-V-vete... a-a la mierda.
No hubo una reacción violenta de su parte, simplemente volvió a arrastrarte hasta otro punto de la habitación.
-Sabes que... Te haré un favor-murmuro en tu oído-. Antes de matarte de daré unas cuantas lecciónes.
Dicho eso sujeto tu rostro y lo golpeó contra la superficie de un viejo escritorio de madera.
-Leccion uno: debes respetar a tus superiores.
La sangre comenzó a brotar por toda tu cara. El segundo impacto llegó con más fuerza que el anterior, inclusive la madera comenzaba a seder.
-Leccion dos: debes aprender cuál es tu lugar.
El tercer y último golpe fue suficiente para romper el escritorio a la mitad, y con el tu cuerpo callo inerte.
-Leccion tres: Nunca aceptes una pelea que sabes... no vas a ganar.
Una sonrisa de satisfacción adoro el rostro del rubio, finalmente había cumplido su misión y estaba dispuesto a reclamar tu premio. Hasta que algo insólito ocurrió. Seguías con vida, y aún intentando ponerte de pie. El lejos de estar impresionado parecía ya haberse fastidiado de esa situación. Simplemente uso la punta de su bota para darte la vuelta.
«No, por favor... ¡No!»
El pecho te subía y baja de una forma irregular, inclusive te ahogabas con la sangre que escupias de la boca. Ya harto de la situación decidió ponerle final, así que se colocó encima tuyo. Colo el borde afilado de su escudo sobre tu garganta e hizo algo de presión. Al instante comenzó a no solo cortar tu respiración, sinó también tu piel.
Levanto su escudo, listo para hacer un acto de benevolencia según su griterío, pondría fin a tu agonía. Tanto era la sed de sangre, que no se dio cuenta de algo, o mejor dicho de las palabras que estabas restando en aquellos momentos. Cuando se percató de ello fue demasiado tarde.
-Willkommen, Kapitän Steve Rogers (Bienvenido, Capitán Steve Rogers)
ɴ ᴏ ᴛ ᴇ
✨ AÑO NUEVO✨
🎊 CAPITULO NUEVO 🎊
captain Hydra s back
Me pareció muy apropió que para finalizar la primer semana del año, la mejor forma era haciéndolo con un capítulo nuevo.
Espero la pasarás de lo mejor durante todo el mes pasado, y que estés año sea el mejor para todos ustedes.
. . .
Dejando eso de aun lado.
¿Que les pareció este capítulo?
Les gustó la forma en qué esta desarrollado, ¿o quieren que las parte de Steve sean en primera persona?.
Apartir de aquí aqui en adelante la narración en algunos capítulos será compartida.
Otra cosas, entre ustedes... De casualidad
¿hay alguien que haga edits?.
ᴅ ɪ ꜱ ꜰ ʀ ᴜ ᴛ ᴇ ɴ
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top