v. cara a cara con la muerte

ᴀᴄᴛᴏ ɪ ━ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠ
─━━━━━╮✶╭━━━━━─
❝ Cara a cara con la muerte ❞

I S L A N D
secret headquartes of hydra


          -TU NO IRAS A NINGÚN PARTE-dijo la persona que me sujetaba; un hombre.

            Su voz había provocado algo en ti, pues era áspera, pero firme y ligeramente ronca. No podías negar que eso causo algo en tu interior, algo que no te gustaban en lo absoluto. Quisiste haber evitado demostrar el dolor que te provocaba su apretón, pero ya era tarde para eso. Así que mejor decidiste enfrentar al probé diablo que te se atrevió a tocarte de esa manera.

          Estabas realmente furioso, más toda esa ira se transformó en una extraña mezcla de terror y desconcierto al reconocer a quien tenías delante.

          «No, no, no... Esto no puede ser verdad».

          Aún con el casco-mascara del traje ocultado su rostro, podías reconocerlo, todo gracias a esa espeluznante mirada que nadie más poseía, y que llevaba atormentándote desde hace tiempo. Te negabas a creer que el hombre que protagonizaba tus peores pesadillas, ahora este justo frente a ti. Steve Rogers está vivo... Y algo me decía que pronto yo dejaría de estarlo.

          -E-Eres tu-fue lo único que conseguí proporcionar debido al nudo que se formo en mi garganta-... ¿p-pero como?.

          -¿Como que?... ¿como sigo vivo?-Rogers completo mi pregunta, curioso-. Justo eso mismo debía pregunta yo-aumento la fuerza en su agarre causando un punzante dolor. Con un brusco tirón elimino la poca distancia entre ambos para quedar de frente-. Dime, ¿cómo alguien puede salvarse de morir por una explicación y ser enterrado vivo por toneladas de escombro?.

          «¡¿Que?!».

          Tu ceño se frunció ante la revelación que el mismo te acaba de hacer con tanto descaro.

           «Fue el... el fue quien robo los archivos que Grant extrajo de S.H.I.E.L.D aquel dia. ¿Pero, porque?».

          La paciencia de Rogers parecía estar por agotarse, ¿como lo sabías? ;Su lenguaje corporal, asi como su mirada fueran las encargados de hacértelo saber. El capitán no se esforzaba en ocultar su odio y repudió hacía ti... igual que tú lo hacías con el. Aunque estuvieras muriendo por dentro nunca se lo demostrarías. Tu actitud provocó algo en Steve Rogers, y no solo en su cabeza si no también en sus pantalones,

          -Te propongo algo... -me sonrió de forma ladina-. Entrégame la USB, y puede que considere tener piedad, incluso... dejarte vivir ¿que dices?.

          Su propuesta fue como un ronroneo que te hizo estremecer.

          «¡Reacciona!».

          Fue tu turno para acercarte a el.

          -Esta es mi respuesta: vete a la mierda...

          Rogers comenzó a reír sin una pizca de gracia, no entendias aquella reacción, tampoco hubo tiempo para eso. Incluso no fuiste capaz de prevenir sus movimientos, puesto todo ocurrió en un parpadeo. Una sola mano le bastaba para asfixiarte y mantenerte suspendido a centímetros del suelo. Su reacción tan violenta te había provocó pánico.

          -¡Respuesta incorrecta!-exclamo rabioso aumentando la fuerza en su agarré.

          Estabas vas seguro que su intención era romperte el cuello, no tenías dudas, la falta de oxígeno comenzó a ser cada vez más evidente. incluso te retorcidas en el aire, igual a un pez fuera del agua. Estabas realmente  desesperado por liberarte de esa situación.

          «¡Cálmate t/n, no dejes que el pánico te controle!... Recuerda todo tu entrenamiento».

          Recuperaste la calma un instante, y eso fue más que suficiente para ti. Dejaste de forcejear para liberarte, pues sabías que era inútil. Todo rastro de satisfacción desaparecido en la mirada del rubio al ver qué dejabas luchar. Ahora fue su turno de  fruncir el ceño y darle paso a la confusión.

          Cualquier intención desaparecido al momento en que activaste tu poder. Steve no pudo evitar aullar de dolor a causa del efecto que le provocó tener contacto directo con tu energía. Y eso pareció ser más que suficiente para soltara.

           -¡AGH!... ¡Mierda!.

          Caíste al suelo de forma brusca, empezaste a toser e intentar recuperar el aire de forma desesperada. Regresaste tu mirada al frente solo para encontrarte a Steve examinado su brazo izquierdo. Esa parte del traje ya no existía, dejando ver la piel roja e inchada, con varias quemaduras. Aquello era el resultado y consecuencia para cualquiera que se expusiera a tus habilidades de forma tan directa.

          -Eso fue estúpido...-mascullo adolorido.

          La ira chispío en su mirada carmesí, incluso respiraba igual que una bestia furiosa y sediento por venganza. Justo cuando Rogers hizo el amago de querer acercarse volviste a atacarle. El impacto de tu disparo de energía lo hizo volar e impactar violentamente contra un muro. Solo para después caer al suelo en un golpe seco.

          «¡Que esperas! ¡A correr!».

           Habías conseguiste salir del shock que te provocó ver a Steve Rogers vivo, y fuiste consiente de lo acaba de ocurrir: casi mueres en sus manos. Eso podia volverse realidad si no conseguías abandonar aquel sitió lo antes posible. Volviste a incorporarte de forma torpe, más que dispuesto a salir de ahí.

           «¡Vamos, sal de aqui!».

          Un objeto golpeó tus piernas haciéndote perder el equilibrio y caer nuevamente al suelo, frenando así tú huida. Te habías llevado un buen golpe contra el pavimento, pero sin dudas lo más afectado fue tu cabeza. Debido a eso acabaste algo desorientado. Pero aun en tu estado volviste a ponerte en pie.

          Quién también ya estaba recuperándose era Rogers. El rubio al ver tus intentos por querer huir no dudo en arrojarse contra ti para impedirlo. Ambos terminaron rodando de vuelta en el suelo, de igual forma comenzaron un forcejeo. Hasta que el logro someterte al colocarse detrás tuyo y rodear nuevamente tu cuello con su brazo.

          «¡Aqui vamos de nuevo!».

          Aún así no dejarías de luchar por sacártelo de encima, pues aborecías la sensación de tenerlo sobre ti. Con más odio que antes volviste a sujetarlo más que dispuesto a repetir lo mismo que habías echo antes para librarte de el. Pero tus intensiones se vieron frenadas gracias a un agudo e intenso dolor en la parte posterior de tu cuello.

          -¡AH!...

          El grito de dolor casi te desgarra la garganta. Aquella fue la única manera que encontraste para lidiar con esa horrible sensación de ardor que recorría tus venas. No tenías idea de que era lo que te había hecho... pero no podía ser nada bueno si te causo aquella reacción.

          -¡M-Maldito bastardo!.

          Desperado por librarte de el fue que reaccionaste, ¿como? Pues sacándole ventaja a la cercanía entre ambos. Impactar tu cabeza en su rostro fue lo mejor, incluso lo hiciste con tanta fuerza que juraste haber sentido su nariz romperse.

          -¡AGH!...

          Rogers aflojó el agarre de tu cuello debido al daño que recibió, intentaste alejarte pero quiso volver a retenerte sujetandote de un hombro. Lanzaste una maldición antes de  noquearlo de un codazo. Finalmente parecía que había terminado semi inconciente.

          «Ya era hora».

          La sensación de ardor ya no era tan intensa como antes, aún asi se negaba a desaparecer, volviste a incorporarte aunque no entendias el por qué algo tan simple como eso te habia costaba hacerlo. Algo no andaba bien contigo, lo supiste en cuanto tu desorientación empero y sentías el  cuerpo demasiado pesado.

          -N-no... No me siento bien. Debo salir de aquí o pedir refuerzos ya mismo.

          Realmente estabas desesperado por hallar una salida, aunque en tu actual condición dudabas en poder llegar a hacerlo. Pues ahora los corredores resultaban confusos e interminables. Justo ahora bien podrías estar lleno por una dirección equivocada. Ya que según recordabas esas instalaciones se extendía por debajo de toda la isla.

          Ahora más que nunca te sentías dentro de un laberinto. Uno en el que estabas siendo perseguido, cazado, por un monstruo.

          No querías reconocerlo, pero seguías demasiado alterado por lo todo ocurrido, y eso solo te hacía la víctima perfecta de tu mismo pánico y desesperación. A tal punto que ahora lo único que deseabas era un sitio donde ocultar. Y debía ser rápido.

          El eco que van dejando tus pisadas es lo que se escucha mientras recorres un lúgubre pasillo, tú ceño se frunce y caíste en cuenta de algo. Aquellos firmes pasos no podían ser tuyos, pues gracias a tu condición te movías de forma lento pero sigilosa. Frenaste de inmediato, el también lo hizo.

          «No, no, no...»

            Un peculiar sonido viajando por el aire en tu dirección hizo que regresaras de tus pensamientos, obviamente fuiste incapaz de esquivar lo que fuera que te hubiera lanzado. Gemiste a causa del agudo ardor que esa cosa te provoco al rosar en tu costado izquierdo, justo debajo de las costillas. Te había rasgado el traje, y  juzgar por la sangre que empezaba a salir no había sido algo para nada superficial.

          «¡Me lleva la!».

          Rogers había lanzado con tal fuerza esa cosa, que incluso se terminó incrustado en la pared del corredor. Fue ahí que conseguiste apreciarlo mejor: un escudo. Parecía estar fabricado de alguna aleación metálica. Era oscuro con franjas rojas y plateadas, justo en su centro brilla el logo de Hydra. 

           «Tiene que ser una puta broma de mal gusto».

          Miraste algo inseguro por encima del hombro, y ahí estaba Steve de pie, justo al otro extremo del pasillo. Había una distancia considerable entre ambos, si eras rápido podrías llegar a sacar una ventaja considerable, o incluso llegar a perderlo otra vez. No tuviste que pensarlo mucho, saliste corriendo igual que un niño asustado que huía de su peor pesadilla.

          Por desgracia así te sentías, pues a ver visto Steve Rogers directos los ojos te había dejado totalmente vulnerable. No era algo fácil enfrentar al causante de tus peores pesadillas, ni si quiera para ti y te odiabas por eso. Gruesas lágrimas empañaban aún más tu visión mientras bajan por tus mejillas.

          Justo en esos instantes mientras corrías por tu vida volvías a sentirte igual al pequeño t/n de cinco años, quién un día finalmente había reunido el suficiente coraje y valentía para enfrentar al monstruo del armarlo. El mismo que se encargaba de asustarte todas las noches una vez que tú padre se marchaba de la habitación apagando las luces. Simplemente ver entre la oscuridad aquella aterradora mirada carmesí acabo de inmediato con tu valentía y coraje.

          Quisiste volver a cerrar la puerta, mantenerlo cautivo para que no fuera capaz de lastimarte pero era ya demasiado tarde para eso. Ahora estaba libre, persiguiéndote dispuesto a terminar contigo. Incluso sentías que en cualquier momento de entre la oscuridad vendrían más como el. Monstruos y fantasmas de tu pasado, todos dispuesto a llevarte con ellos a la oscuridad para matarte junto a Steve Rogers.

         Esas pesadillas que llevaban atormentándote noche tras noche sin entender muy bien el porque, todas ellas finalmente terminaron volviéndose realidad y tú quedaste atrapado en la peor de todas. Solo que ahora no te salvarías tan fácil solo abriendo los ojos para despertar.

          Y por más que desearás acabar con esto de una vez por todas, no podías, justo ahora no eras capaz de hacerlo. Lo único que podrías hacer era buscar donde ocultarte y esperar... solo esperar. El pánico ya se había apoderado de ti nublando no solo a tu juicio, si no también impedíendote razonar con calidad.

          «¡¿Que debo hacer realmente?!».

           Aún movido por la desesperación conseguiste sacar ventaja sobre Rogers, lo suficiente como para encontrar algún lugar donde ocultarte. Habías llegado a un pasillo sin aparentemente salida pero con varias puertas. Fuiste lo bastante cuidadoso al ingresar en una de ellas, y una vez estuviste relativamente a salvo entre aquellas cuatro paredes te derrumbaste.

          Caíste de rodillas al suelo, ya no eras capaz de aguantar más, adoptaste una posición fetal abrazando tus piernas justo antes de soltarte a llorar. No querías morir ahí... no de esa forma, no a manos de el.

          La adrenalina junto al terror que llevabas experimentando ya comenzaba a dejar tu cuerpo, dándole paso a otra sensación: dolor agudo, intenso e insoportable. El cual no solo era consecuencia del corte hecho por su infame escudo. Si no también por tu corazón, el cual latía de forma errática.

          Volviste a paralizarte al escuchar sus pisadas justo en el corredor adyacente, incluso habías dejado de respirar debido a eso. Empezaste a temblar y sudar frío cundo Rogers se detuvo justo afuera de la puerta donde estabas. La imponente silueta se proyectaba en el interior gracias al opaco cristal y la iluminación del corredor.

          «¡Me encontró! El ya sabe muy bien que estoy aquí...»

          -¡¿Dónde te escondes?! ¡Sal de una buen vez!...-su potente voz no solo hizo eco por todo el lugar, también empeoró tu estado actual-. ¡Pelea como lo haría un  verdadero hombre!... si es que te pudes considerarte a ti mismo como uno ¡¿o es que no eres nada sin tus poderes?!. Solo un verdadero cobarde necesita de ellos para luchar y vencer-continuo-. Pero tengo noticias: no podrás volver a usarlos. No mientras el supresor esté en tu sistema.

          Eso lo explicaba todo, desde el porque te seguías sintiendo de aquella forma, tu incapacidad de generar energía o de sanar tus heridas. Steve Rogers había conseguido reducirte a nada más que un simple humano. Alguien sin habilidades extranormales.

           Ahora que sabías lo que te había echo te sentías vulnerable, desprotegido. Incluso podías llegar a sentir la muerte cada vez más cerca de ti. Era como si estuviera acechándote oculta entre las sombras, y hubiera mandado a Steve Rogers para torturarte antes de enviarte con ella.

          ¡Boom, boom, boom!...

          Cuando el se acercó al lugar dónde estabas oculto tu corazón detuvo por completó función, solo para luego empezar a latir desenfrenadamente, a tal grado que incluso tu pecho ardía. Tu jurabas que en cualquier instante sufrirías un infarto, después de todo aquella no era la peor forma de morir ahora mismo. De echo casi preferías eso que morir torturado a manos del retorcido, sádico, enfermo y psicópata asesino que era el capitán hydra.

          «¿Debo resignarme a morir? ¿A dónde más puedo ir? ¿Que otra cosa puedo hacer con tal de sobrevivir?».

          Te llevaste una mano al cuello, no tardaste en hallar eso que buscabas y sacarlo del interior del traje: un relicario. Aquel fue un  obsequio al nacer, dentro guardaba fotografías de tu familia. Lo abriste y observaste en silencio y con lágrimas esas fotografías.

          «Lo lamento muchísimo, en verdad lo siento».

Desviaste tu mirada hacia arriba.

          «Se que nunca fui un creyente, me disculpo por eso. No estoy acudiendo a ti en buscando de un milagro... pero si por fuerza para afrontar esto».

          Habías aceptado ya tu destino, estabas dispuesto afrontar el inminente final,  cerraste los ojos para soportar la tención en el ambiente. Tu corazón volvió a detenerse por completó al escuchar el eco que dejaban las pisas de Rogers. Esperaste a que el abriera la puerta de forma brusca y entrará para matarte ahí mismo, pero eso nunca llegó ocurrir. Ya que en realidad el se estaba alejando por el corredor hasta perderse en la base.

          Tras unos pocos segundos, que parecieron eternos, el silencio regresó y con el tu alma también lo hizo.

          -Gracias...-solloce mirando nuevamente al techo. 

         No podías desaprovechar esta nueva oportunidad, aguardaste un poco más para calmarte y una vez lo conseguiste te pusiste de pie.

          «Voy a salir de aquí con vida, se los juro».

          Le diste un último vistazo a tu relicario antes regresarlo al interior del traje. Antes de salir mentálizaste para lo que sea que podría llegar a ocurrir. También activaste finalmente el protocolo de emergencia, lo cual debiste haber echo desde un principio. El símbolo en forma de A ubicado en tu hombro izquierdo se ilumino, enviando una señal de auxilio a S.H.I.E.L.D

          'AVISO: señal de auxilio envida'.

          '¡ERROR DE ENVÍO!'.

          -¡¿Que?!...

          'AVISO: SIN SEÑAL'

          -¡Mierda!-solté con frustración- la estructura debe bloquear la señal. Quizá funcione más cerca de la salida... Solo espero hasta ahí a salvo. 

ɴ ᴏ ᴛ ᴇ

HOY ES 'VIERNES'

SÁBADO... DE CAPITÁN HYDRA!!!

🥳🙌🏻

Steve finalmente hace su debut
oficial en la historia, y vaya
manera de hacerlo.

Espero haberlo desarrolla bien,
o por lo menos en este capítulo

Como dije la anterior versión del capítulo anterior no me convencí y bueno salio esta, la cual creo que esta mejor.

¿que tal les pareció?

🤔

Espero les guste mucho.

Steve podría narrar el siguiente
capítulo.

¿?

! ¡ DISFRUTEN ¡ !

📖

P R O X I M O  C A P I T U L O :

❝ Nunca subestimes a tu enemigo ❞

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top