Un pequeño bufido salió de los labios de Giselle mientras rodeaba la cintura de Luke por debajo de su chaqueta para que sus manos entrarán un poco en calor mientras seguían en la fila para pedir un café.

Se inclinó un poco para besar la barbilla de Luke, haciendo a este otro sonreír adormilado.

A medida que la fila no avanzaba y Giselle seguía cabezeando en el pecho del rubio, ésta última se arrepentía de insistir en tomar el primer vuelo a Toronto el día después de la llegada de Luke, pero la emoción le había ganado y la idea de estar en su casa con Luke la ponía ansiosa.

Aunque la extremadamente enorme fila y el hecho de que se moría de sueño no ayudaban con su ansiedad.

— Esta fila es enorme, vamos a perder el vuelo, Luke —se quejó—. ¿No pudiste haber elegido una cafetería menos llena?

Luke soltó una pequeña risita, su pecho vibrando en el rostro de Giselle.

— Bebé, estamos a dos personas de pasar, tranquila —Giselle iba a hablar pero Luke continuó—, además aún faltan dos horas y media para nuestro vuelo, no te estreses por eso.

Giselle rodó los ojos.

Siguieron en aquella fila que a vista de la castaña seguía siendo eterna y cuando si turno por fin llegó Luke ordenó por ambos.

Ya con sus cafés en mano y una bolsa con tres galletas con chispas de chocolate blanco -por que Luke sabía que eran las favoritas de Giselle-, caminaban con sus manos entrelazadas  mientras la castaña hablaba de lo emocionada que estaba por ver a sus padres.

— Les vas a encantar, Lukey, ya verás —dijo por milésima vez—. Espero también poder ver a nana, la extraño muchísimo, también me muero por ver a Shawn, a Aaliyah y a sus papás  —el brillo de sus ojos mientras hablaba de su familia hacía a Luke sonreír a más no poder—. Espera —la chica se detuvo en seco y su sonrisa decayó levemente.

— ¿Qué pasa? —Luke frunció el ceño ante el cambio algo drástico de su expresión.

— Uhm, ¿irás al hotel con los chicos? Por que yo quiero quedarme en casa.

— Supongo que podría quedarme ahí también, si a tus papás no les molesta, claro —se encogió de hombros.

— Bah, no tendrán problema —contesta Giselle sonriente—. Pero no sería más complicado para ti, ¿por eso de ir a la prueba de sonido y...

— No importa, por ahora tenemos dos días antes de los iHeart MMVAs y el concierto, después ya veremos.

Después de darse cuenta que ya debían dirigirse a la sala de abordar, un grupo de tres chicas se acercó a ellos, con obvias intenciones.

— ¿Podemos tomarnos una foto?

— Claro.

Giselle se apartó de Luke y una por una las chicas se tomaron fotos con su novio, entonces, antes de irse una de ellas se acercó a la castaña y le pregunto si podía tomarse una foto con ella, Giselle obviamente aceptó gustosa; se tomaron una foto juntas y después otra junto a Luke antes de que ellos tuvieran que irse.

Cuando finalmente estuvieron arriba del avión, con un vuelo de cuatro horas y media por delante, Giselle cayó rendida en el hombro de Luke.