Lena irrumpió en el cuarto de Giselle pues ya se había cansado de llamar a su amiga y que ella no contestará.

Want you back resonaba por todo el departamento y era una de las razones por las que la castaña se encontraba perdida en el espacio -a demás de cierto rubio con el que conversaba día y noche-.

— Llamando a Tierra Giselle, ¿hay alguien ahí? —se mofa Marlene en cuanto entra, bajando el volumen de la vocina que se encontraba en el cuarto de la canadiense.

— ¿Qué sucede? —Giselle no despega su vista del celular ni un momento.

— No tengo ganas de cocinar hoy, ¿qué quieres pedir?

— Lo que tú quieras está bien —se encogió de hombros y siguió con la vista en su celular.

Marlene bufó y se dejó caer a su lado en la cama mientras intentaba ver que tenía a su amiga tan entretenida y sonriente.

— ¿Acaso me estás engañando, Giselle María?

— Para empezar, no me llamo María, y no, sabes que eres la única en mi vida —Giselle rodó los ojos.

— Bueno ya, ¿con quién hablas? —codeó a la castaña.

— Uhh... Con Luke —contestó con un leve rubor.

— ¿Luke Hemmings?

— No, Lena, Luke la concha de tu tía —se mofó.

— Tu sarcasmo me lástima —Lena se hizo la ofendida.

— Ese es el punto.

El teléfono de Giselle volvió a sonar y tomó con una sonrisa.

— A Giselle le gusta Luke —canturreo la pelinegra.

— No me gusta —afirmó, aunque realmente no estaba segura—. Simplemente nos hemos vuelto buenos amigos.

— Ajá, y Tyler es virgen —se mofó su compañera.

— ¿Hasta cuándo será costumbre meter la virginidad de Tyler en todo? —la canadiense intentó evadir el tema, pero su amiga ya conocía ese truco.

— No trates de evadir el tema —advirtió—. Si te sirve de algo, creo que harían bonita pareja, tal vez él por fin te pueda sacar de tu vida tan aburrida.

Marlene se levantó de la cama y caminó hasta la puerta.

— Mi vida no es aburrida —Lena enarcó una ceja—. Bueno, sí lo es, pero yo soy muy felíz así —se encogió de hombros y sonrió al ver otro mensaje.

— Sí tú lo dices.

La cantante salió del cuarto y Giselle suspiró después de contestarle a Luke. Bloqueo su celular y lo dejó caer a su lado.

Este volvió a sonar y otra sonrisa tiró inevitablemente de las comisuras de sus labios.

Definitivamente no le gustaba él rubio.