𝐒 𝐄 𝐒 𝐄 𝐍 𝐓 𝐀


Doce de octubre 2024
Toronto, Canadá


Jeongin se despedía de sus compañeros de clase de la universidad y, contento, caminó hacia fuera del campus. Los años fueron pasando y todo el mundo pudo retomar el curso de su vida con normalidad.

Bangchan y Jeongin se casaron el año siguiente. Sus padres pensaban que eran demasiado jóvenes y tenían toda la vida por delante, pero después de todo lo que habían pasado, no podían esperar más. Fue una ceremonia tranquila, solo con sus padres y amigos más cercanos —Seungmin y Jungsu—. Aunque también se invitó a Felix, pero estaba ocupado con la mudanza.

Su luna de miel la pasaron en Toronto, en el departamento que habían comprado y en el que vivirían posteriormente. Hicieron el amor por primera vez en un colchón sobre el suelo y rodeados de plástico para cubrir los muebles de la pintura. Aún estaban reformando su vivienda en ese entonces.

Jeongin empezó a estudiar matemáticas cuando se le presentó la ocasión. Estudiaba por las mañanas y los fines de semana trabajaba en un cine. Conoció a mucha gente simpática e hizo nuevos amigos. Acudía a terapia algunas tardes, las cuales se hacían más lejanas porque estaba mejorando bastante bien.

Sus cicatrices permanecían. Algunas se iban, otras se quedaban. Era algo que le provocaba inseguridad. A pesar de que ya podía hacer una vida normal, ocurrían cosas que desencadenaban crisis de ansiedad.

Justo al pisar el primer escalón para salir del edificio, vio entre los estudiantes una cabellera de color morado que activó todas sus alarmas. Retrocedió hasta tropezar con el mismo escalón y caer al suelo. Unas chicas se agacharon para ayudarle, pero solo veía esos brazos que intentaban raptarle.

Se levantó a trompicones y corrió hacia dentro hasta esconderse en uno de los cubículos del cuarto de baño. Tembloroso cogió su teléfono y llamó. No sabe cuándo empezó a llorar, pero tenía la cara empapada.

Hola, mi vida —Chan contestó feliz. De fondo se escuchaba una olla hervir, estaría haciendo la comida—. ¿Ya has salido?

Está aquí de nuevo —jadeó dando grandes bocanadas de aire.

¿Jeongin? —preguntó alerta, conocía sus estados de pánico— ¿Qué pasa?

Viene a llevarme otra vez.

— Tranquilo, pequeño.

— Ven a buscarme —sollozó—. Por favor.

Ya voy, estoy saliendo de casa —escuchó el tintineo de las llaves y una puerta ser cerrada.

— Deprisa, por favor, ya viene —susurró.

No cuelgues, estoy llegando. Todo está bien, ¿vale?

— Vale. Sí. Sí.

— Estoy entrando —sonaba exhausto, jadeaba falto de aire.

— En el baño, en el tercer servicio.

Escuchó una puerta abrirse y Jeongin se encogió en su sitio, tapándose la boca.

— Jeongin, soy Chris, ábreme.

Se lanzó a abrirle la puerta y Chan lo arropó con sus brazos.

— Está aquí otra vez —tembló.

— No, pequeño —habló suavemente. Debía tener paciencia en estos casos.

— Lo he visto.

— Está muerto. No podrá hacerte más daño.

Jeongin se tranquilizó minutos después, sopesando las palabras de su pareja. Estaba muerto. Claro que lo estaba. Christopher le disparó, él mismo lo vio muerto sobre sus pies. Se conoció el nombre de Minho días después de su muerte. Cómo se esperaba, nadie lo conocía. No tenía a nadie y murió solo.

Sin embargo, no fue lo mismo con Hyunjin y Jisung. Los padres de Hwang fueron localizados y avisados de la muerte de su primogénito. Fue la madre la que acudió a Bloodside y recogió sus cenizas en una urna común.

Por otro lado, Jisung fue el único que sobrevivió del clan. Retenido en una prisión de máxima seguridad en la que se le condenó a pena de muerte. Un psiquiatra acudió y habló con él. Le hizo ver que había sido un niño arrebatado de los brazos de su familia, la cual abusó de él y solo se aferró a Minho. Que él también lo agredió sexualmente y lo maltrató hasta que le lavó el cerebro haciéndole creer que lo que hacían era lo adecuado.

El día en el que se iba a llevar a cabo su ejecución, su madre acudió a despedirse. Él la perdonó a ella y, finalmente, los dos pudieron descansar.

En el caso de Changbin, se avisó al padre de que había fallecido y en lo que estaba metido —retenido— y lo que habían hecho con él. Se le veía afectado realmente. Les cerró la puerta a Jungsu y Yuna y, cuando nadie lo veía, lloró, porque siempre tuvo la mínima esperanza de que su niño volvería y estaría dispuesto a dejar su orgullo a un lado para pedirle disculpas por la poca calidad de vida que le había dado.

Pero sus cenizas acabaron en manos de Seungmin. El señor Seo no las solicitó, es más, dijo que no quería tenerlas. Seungmin alegó que él se haría cargo de ellas, que las necesitaba para pasar página.

¿Y qué harás con ellas? —le preguntó Jeongin al teléfono.

— Las tiraré por ahí. Por ahora, tengo planeado viajar por el mundo y ya veré donde las deposito —respondió Seungmin viendo la urna.

¿Hacia dónde te diriges?

Seungmin guardó silencio unos segundos largos.

— A ningún lugar en concreto.

¿Y cómo sabes si habrás llegado?

— Lo sabré cuando esté allí.

¿Esto es solo por Changbin o... algo más?

— Supongo que estoy buscando la confianza en mí mismo, la que tenía cuando mi vida era tranquila y todo parecía ir bien —dijo—. Estoy buscando la confianza en los finales felices.

Así, Seungmin llevaba casi tres años viajando por el mundo con la herencia de sus difuntos padres y las cenizas de Changbin en su mochila, esperando por ser liberadas, al fin.

Hace dos semanas le envió una fotografía junto a Felix en la Torre Eiffel, la imagen la habría tomado Oliver, el novio de Seungmin, a quien conoció en la sala de espera del psicólogo. Se habían reencontrado allí, pues Kim viajaba solo.

Felix, en cuanto estuvo recuperado, se mudó a París, el lugar de sus sueños. Empezó a estudiar moda como siempre quiso. Su proceso de recuperación fue similar al de Jeongin, pero pudo conseguir hacer una vida normal. Tenía sus problemas y manías tras el suceso, pero para ello tenía a su soporte; Chaeryeong, una chica francesa que conoció en su universidad cuando esta le tiró el café encima. Ahora llevaban dos años de noviazgo y estaban muy felices.

— ¿Estás más tranquilo? —preguntó Chan. Jeongin asintió— Vamos a casa.

Tras haberse recuperado totalmente de la herida de bala, Chris estuvo unos meses de baja en los que no pudo trabajar. Después de eso, tomó la decisión de retirarse oficial e indefinidamente de la policía. Dejó su trabajo como inspector y obtuvo un puesto como asesor en los tribunales de justicia en Toronto.

Era requerido por muchos fiscales y jueces para tomar una decisión final en casos graves, pero jamás ha vuelto a implicarse personalmente. En ocasiones debía viajar a otros países del continente, pero procuraba no pasar mucho tiempo lejos de Jeongin.

En cuanto llegaron a casa, se refugiaron bajo las sábanas de su cómoda cama y compartieron una ronda de besos que se convirtió en sexo improvisado.

Al terminar, Chan se apoyó en su codo para observar detenidamente a Jeongin con una sonrisa boba. Este estaba medio somnoliento y se retorcía en la cama estirazandose. El menor, al darse cuenta de cómo le miraba su esposo, se tapó con la sábana.

— Jeongin... —murmuró a modo de advertencia. No debía ocultarse frente a él.

— Pero... ¿no te molestan las cicatrices? —preguntó en un hilo de voz.

Christopher negó con la cabeza

— Me muestran lo fuerte que eres.



FIN


Muchas gracias por haber leído hasta aquí, ¿les ha gustado la historia?

He de decir que he disfrutado mucho escribiéndola y a día de hoy es la más larga que tengo (cosa de la que estoy orgullosa porque no suelo escribir cosas largas). También disfruto mucho con sus comentarios y votos, me hacen muy feliz

Me gustaría hacerles unas preguntas;

¿Personaje favorito?

¿Personaje que quisieron salvar de una muerte?

¿Qué opinan de la trayectoria de Jeongin?

¿Mejor evolución de personaje?

¿Qué opinan de Chan? ¿Hizo las cosas bien?

¿Alguna vez pensaron que Minho también era una víctima?

Y si quieren añadir algo más pueden hacerlo, me encantan sus opiniones y puntos de vista <8

Gracias por responder, espero verte en alguna de mis otras historias, las cuales te presentaré ahora;

OTRAS HISTORIAS;

Hyunjin comienza su nuevo trabajo en la morgue y llega el peculiar cuerpo de un niño ”

** Contiene temas paranormales, religiosos y muerte de personajes.

Es una nueva historia que acabo de publicar (literalmente me he esperado a tenerla lista para publicar este último capítulo) y espero que le den amor <8

“ Felix solo iba a conocer a la peculiar familia de su novio ”

** Contiene mitología griega y temas paranormales, rituales y sacrificios.

Está en emisión todavía, aunque le quedan pocos capítulos para su fin <8

“ Minho iba a vengarse de todos aquellos que le hicieron daño ”

** Muerte de personajes, abusos sexuales, humillaciones, contenido explícito de heridas y sangre.

Está terminada y estoy segura de que no les decepcionará <8

Los amigos de Jisung insistieron en acampar en ese extraño bosque habitado por un ser que pondrá en peligro sus vidas ”

** Muerte de personajes, seres paranormales, heridas

Está terminada y solo tiene cinco capítulos, ¿como no darle una oportuna?

“ Chan solo quería reunir a la banda tras su trágica separación ”

** No pongo los TW, quiero que vayan a descubrir de qué va jeje :)

Y sin más me despido, espero que nos volvamos a leer pronto, muchas gracias por leer Cannibal <8

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