꒰⁠ O13 ꒱

━━━━━━━━ ꒰⁠ ♡⁠ ꒱ ━━━━━━━━

Isabela suspiró poniéndose roja de la ira, volvió a marcar por quinta vez al número en pantalla aunque el pitido de la llamada y la voz de la contestadora diciendo "ésta es la casilla de Mariano, ahora estoy ocupado pero por favor deja tu mensaje, lo escucharé en cuanto pueda" la estaban sacando de quicio.
Mariano no le contestaba, y Alma no parecía contenta por esto.

─ D-debe estar ocupado─ masculló Isabela negándose a ver a su abuela a la cara. Con un poco de suerte le tendría piedad y la dejaría intentar una sexta vez─ con cosas de doctores y eso.

Sin embargo, para desgracia de Isabela, Mariano había puesto su teléfono en silencio mientras cargaba porque estaba en algo completamente ajeno a su profesión de médico: estaba mirando una película con Camilo.
Y era una de esas súper románticas.

"¡C-claro!; Dominique, ¿quieres hacer tu pregunta una vez más?"
"Sí. Anna, ¿cuánto tiempo crees que estarás en el Reino Unido?"
"Indefinidamente."

─ ¡Oh, amo esa canción, va perfecta con la escena! ¡con todo! ¡es tan romántico!─ exclamó Mariano en un suspiro enamorado.

─ Es tan culero─ pero Camilo no parecía tan emocionado como lo estaba el mayor.

─ ¡¿Qué?! ¡¿porqué?! ¡es muy romántico todo!, el ambiente suburbano inglés, la música, la trama, la forma en la que Julia Roberts y Hugh Grant se miran, ¡todo! ¿qué no te parece romántico de todo eso?

─ Osea sí, pero también es muy culero, no sé... a mí ni me gustan las películas románticas, soy más de películas de acción, o de terror, o de acción y terror... o una porno.

─ ¡Milo!

─ ¿Qué?, uno tiene necesidades, Mariano─ y Camilo se rió de sus palabras aunque más de las reacciones de Mariano al escuchar a un chico bonito hablar de coger─ ¿tú no?

Mariano apenado era todavía más adorable que el Mariano regular.

─ B-bueno─ titubeó el otro. Lo más prudente era hablar como cuando atendía a sus pacientes o si no se moriría de la vergüenza─ sí, pero no soy alguien que suela pensar en eso, de entre mis necesidades fisiológicas el sexo está en el puesto más bajo, casi nunca lo he hecho y casi nunca siento ganas de hacerlo. Hasta podría contar con los dedos de una mano las veces que me he masturbado.

Aún así Camilo todavía tenía una sonrisa maliciosa en su carita pecosa.

─ Hum...─ masculló bien bajito─ debe haber mucho ahí acumulado─ lo suficiente para que Mariano no lo oyera.

Los créditos de la película comenzaron a subir en la pantalla y ambos, hombre y doncel, se desperezaron sobre el sofá de la sala del primero.
Por un momento Mariano consideró levantarse, llevar el tazón vacío de palomitas a la cocina, revisar su celular, apagar algunas luces encendidas y darle a Camilo una cama en el cuarto de invitados para que cada uno se fuera a dormir por su lado, sin embargo estaba tan cómodo allí sentado con Camilo a su lado acurrucado contra él que dijo "a la mierda" y se quedó en el sofá tapándose mejor para que no les entrara el fresco del otoño venidero. Lo mismo Camilo, el cual se negó a moverse del sofá hasta la mañana siguiente. Y así fue.

En la mañana Camilo estaba increíblemente cómodo y calentito, contra lo que fuera que estaba durmiendo y lo estaba abrazando sin dudas era la cosa más perfecta sobre la que había descansado, y no quería abrir lo ojos o moverse siquiera, por lo que simplemente permitió que el retazo de somnolencia que le quedaba dentro lo inundara y se volvió a dormir con mucho gusto.
Tres horas después, Mariano saltó del sofá por culpa de su alarma.

─ ¡¿YA SON LAS OCHO Y MEDIA?! ¡VOY A LLEGAR TARDE AL HOSPITAL!─ y por consecuencia Camilo se despertó también.

─ Hm... Mariano... ¿qué pasa?─ preguntó tallándose el ojito.

─ Me quedé dormido, ¡eso pasa!─ exclamó Mariano todo acelerado─ tengo que bañarme, desayunar, encender el auto, buscar los estudios de mamá... no, no, eso era mañana, ¿hoy qué día es?, si no me apuro no-.

─ Ya, cálmate─ dijo Camilo─ es muy temprano para ponerse a gritar─ abrazó al mayor por la cintura y se acomodó contra su pecho─ ¿no quieres que desayunemos juntos?, el hospital no explotará si su médico estrella llega quince minutos tarde, aún hay muchos otros médicos igual de capaces que podrán ayudar en lo demás.

─ Tienes razón Milo─ le sonrió el mayor regresando a su humor sereno y pasota─ desayunemos.

Mariano dijo eso, pero en realidad no quería deshacer el tierno abrazo en el que Camilo lo tenía atrapado.

Como el tiempo no da descanso, Mariano y Camilo tuvieron que separarse e ir cada uno por su lado hasta el almuerzo cuando se encontrarían en el consultorio de el mayor, sin embargo Camilo estaba tan ansioso por eso que no prestó nada de atención a su clase o cualquier cosa que los profesores dijeran en ella, fuera importante o no. Es más, su mañana había sido tan perfecta habiendo despertado en los brazos de Mariano, recibiendo besos y caricias del mayor, charlando con él hasta el último minuto antes de separarse, que Camilo se sentía en las nubes y lo único que podía pensar era "Mariano, Mariano, Mariano" sin cesar.
Ni siquiera había encendido su celular, imagínense.

No fue hasta el primer descanso que Camilo encendió su celular porque quería mensajearse con Mariano, ya que increíblemente sus descansos eran al mismo tiempo, y le llegaron no cinco, no diez, no treinta, no cincuenta llamadas perdidas de su mamá, si no CIENTO CINCUENTA llamadas perdidas de su mamá, su papá, su hermana Dolores y su tía Julieta además de miles (y sin exagerar, miles) de mensajes de toda su familia preguntando dónde carajo estaba.

─ Uh-oh─ fue lo único que Camilo pudo decir─ creo que metí la pata.

En efecto, hasta el fondo.

Lo más prudente a esa altura, y por experiencia, era que Camilo saliera de la escuela, fuera a su casa, explicara a su familia (y probablemente la policía) que estaba bien y que sólo había perdido la noción del tiempo estando con un "amigo", lo cual era cierto en teoría, pero eso no lo libraría del castigo que caería sobre él, el que seguramente haría que no lo volvieran a dejar ir solo a ningún lado jamás y por ende no ver a Mariano, así que Camilo decidió no ser prudente (como siempre) y pospuso a su familia hasta después de su sagrado almuerzo con Mariano.

Fue, compró unas pizzas otra vez, marchó al hospital donde trabajaba Mariano y subió a su consultorio.

─ ¡Buen día, Mariano!─ entró sin siquiera tocar─ ¿cómo estás?, bueno, técnicamente no "buen día" porque ya te dije "buen día" en la mañana pero igual, ¡buen día! ¿cómo estás?

─ Ho-hola Milo...─ pero hubiera sido prudente haberlo hecho porque de esa forma se habría ahorrado muchas, muchas cosas. No obstante, como se destacó antes, Camilo no era prudente en nada.

─ ¡Así que ahí estabas!

─ Verga.

Y por eso se la pasaba arrepintiéndose de todo.

─ ¿Sabes cuánto te hemos buscado? ¡¿SABES A CUÁNTAS PERSONAS HEMOS LLAMADO?! ¡CREIMOS QUE ESTARÍAS MUERTO!

Bueno, por suerte no lo estaba.

Para empezar si Camilo hubiera sido prudente y tocado la puerta del consultorio, Mariano hubiera salido a recibirlo. Viendo que quien tocó fue su lindo doncel, Mariano le habría avisado a Camilo que dentro estaba Isabela con los pelos de punta explicándole que su primo había desaparecido, que no volvió a casa después del colegio y que si lo había visto o sabía algo les dijera porque su tía Pepa estaba muriendo de angustia. Eso le hubiera dado tiempo a Camilo de ir a su casa o al menos inventar una excusa creíble para que Isabela no le saltara a la yugular. Hubiera.

Ya que Camilo rara vez piensa antes de actuar, y fue algo que heredó de su mamá, nada de lo anterior sucedió y Camilo entró de golpe al consultorio encontrándose a su prima más loca que de costumbre.
Luego ella le gritó como nunca lo había hecho.

─ Sí, sí, perdón, simplemente se me fue el tiempo, no me di cuenta que debía avisarles dónde estaba, fue un desliz y ya, no es para tanto.

─ ¡¿Cómo que "no es para tanto"?! ¡TU MAMÁ SUFRIÓ UN DESMAYO DEL ESTRÉS, TU HERMANA ESTUVO LLORANDO POR HORAS! ¡Y TÚ DICES QUE NO FUE PARA TANTO!

─ ¡Pero no lo digas así, me haces quedar como un monstruo!

─ ¡ES QUE TÚ-!

─ Oigan, oigan, no griten, están en un hospital.

─ Cuando lleguemos a tu casa te mato.

Y mataría a Camilo como últimamente el chico parecía rogarle que hiciera.

─ Como sea─ fue la única respuesta que Isabela recibió de su primo.

Sin más dilatación Isabela se peinó el cabello hacia atrás, tomó aire, se despidió de Mariano agradeciéndole por haberla recibido, metió a Camilo a su Pontiac Solstice negro, condujo a casa de él y continuó gritando ahora junto a el resto de su gran familia.

Final técnicamente feliz para la familia porque Camilo estaba a salvo después de todo, bueno, no para Mariano que terminó almorzando solo, pero sí.

━━━━━━━━ ꒰⁠ ♡⁠ ꒱ ━━━━━━━━

No olvides votar si te gustó ⁽⁠⁽⁠ଘ⁠(⁠ ⁠ˊ⁠ᵕ⁠ˋ⁠ ⁠)⁠ଓ⁠⁾⁠⁾

En diez días sale ELEMENTOS y, aunque me cagan ese tipo de tramas predecibles, los protas tienen las personalidades de Mariano y Camilo, así que se viene ELEMENTOS de Pixar con Marianilo.

<3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top