Acto trece: Bonus.




Italia Año 1939 - 1940. 




El otoño ha llegado a Italia. Es una hermosa tarde de domingo, Junmyeon se encuentra frente al espejo peinando sus cabellos rebeldes quienes no quieren quedarse en su lugar y falta muy poco para que Yixing llegue y puedan ir a su cita.

Después de comprometerse por fin tuvieron la oportunidad de salir que antes les era imposible debido a la carga de trabajo que llego a la granja así que Junmyeon prefiero que su prometido descansara, la salud es primero. A continuación llaman a su puerta.


―Adelante.responde.


―Junmyeon, Yixing ya está aquí.


―¡No puede ser! ¡Mi cabello aún no está listo! ―dice preocupado.


Antonella ríe.


―No es gracioso Antonella, mi cabello. ―responde mientras hace un puchero frente al espejo.


―Cariño te ves perfecto, ya deja ese cepillo. ―dice para luego quitárselo.


Antonella arregla un poco la ropa de Junmyeon alisándola. El coreano viste unos pantalones de mezclilla, a juego con una camisa de cuello de tortuga color marrón y una chaqueta negra y zapatos negros relucientes.


―Te ves muy guapo con todo y tus dos cabellos rebeldes. ―sonríe.


―¿Se.. segura? ―pregunta con un tono de inseguridad.


―¡Por supuesto! Anda ya no hagas esperar a Yixing.


Junmyeon sonríe para por ultimo salir acompañado de Antonella. Al llegar a la sala Yixing deja de beber su té y se pone de pie en cuanto ve a su prometido llegar al lugar.


―Te ves hermoso Junmyeon.


El coreano se ruboriza ante el halago del chino.


―Gracias Yixing.


―Parece que ambos se pusieron de acuerdo para vestir de marrón. ―dice la abuela.


―Señora Yixing trae beige. ―le corrige Antonella.


―Ah, es verdad. ―ríe apenada.


El chino vestía también de pantalón mezclilla junto con una camisa blanca que tenia de estampado líneas negras cubierta por una gabardina beige y por ultimo tenis blancos.


―Nos vamos. ―le dice Junmyeon a Yixing.


―Claro.


―Yixing.―llama la abuela. ―el chino voltea a verla.― Cuida muy bien de mi nieto, pobre de ti se le pasa algo. ―dice seriamente la mujer.



―Abuela.―reprocha un poco Junmyeon.



―Mientras tú no des el sí en el altar aun formas parte de mi familia cariño.


―No se preocupe abuela, yo cuidare de su nieto. ―sentencia el chino.


Matilde asiente.


―Vayan cuidado. ―responde Santino.


Ambos jóvenes asienten. Una vez estando afuera de la casa Junmyeon le da un beso de manera fugaz y Yixing sonríe para después él también darle un beso pero este es más duradero en donde sus bocas se acarician suavemente, el chino muerde el labio inferior de su prometido. 


―Eres tan lindo. ―dice y se separa.


Junmyeon le regala una risa suave y enseguida responde:


―Y tu muy encantador.―responde tranquilamente. ― ¿Puedo acariciar tu ropa? Ya que no puedo ver, quiero imaginarme como vienes arreglado y la textura de tu ropa.


Junmyeon, tú miras con el corazón.  ―Por supuesto.


Seguidamente Junmyeon posa sus manos sobre el cuerpo de Yixing, sonríe cuando siente la delicada tela de la camisa blanca de botones, posteriormente sus manos aterrizan sobre la tela gruesa de la gabardina baige que lo cubre del pequeño frio, por ultimo llega a la cintura de su prometido y siente la tela gruesa su pantalón de mezclilla.


―Al parecer voy a tener una cita con un actor. ―sonríe. ―Estas muy guapo mi amor.


El chino niega divertido y responde.


―¿Me dibujaras?


―Si.


Minutos después Yixing le abre la puerta del copiloto a su prometido y cuando este se acomoda la cierra, a los pocos segundos él también se sube. El abuelo Santino sorprendió a Yixing un día al llegar a su casa en su auto clásico continental color negro. Como todo hombre con educación lo invito a pasar a su humilde morada en donde conversaron tan amenamente acompañado de un café, después el abuelo saco "mágicamente" de su gabardina negra una botella de vino de la marca "Castello Dei Rampolla" y se sirvieron en las tazas de café que se encontraban vacías para continuar con los temas de conversación hasta que Santino le dijo al chino que le regalaba su auto como regalo de bodas, Yixing se atraganto un poco con el vino por la noticia. Obviamente se negó en aceptar el regalo pero el abuelo le respondió que ya era demasiado viejo para conducirlo, además su trabajo en la granja era excelente y por eso también se lo daba. El chino sonrió y le agradeció por confiar en él.


―Estoy feliz de que el auto de mi abuelo este contigo. ―sonríe.


―Aún me da pena conducirlo sabes.―dice un poco inquieto.


―No tienes porque, mi abuelo te quiere mucho. Eres como un segundo hijo para él y mi abuela. ―responde y acaricia las manos de su prometido.


El asiente y se dispone a encender el auto para iniciar con su cita. El chino condujo aproximadamente cuarenta y cinco minutos para llegar al primer lugar en donde comenzaría su cita.


―Llegamos. ―dice y apaga el motor del auto.


―¿Dónde estamos? ―pregunta curioso el coreano.


Su prometido no le responde y solo se baja del auto, a los pocos minutos la puerta de Junmyeon es abierta, el coreano dirige su mirada hacia él.


―En el teatro. ―finalmente responde.


Yixing lo toma de la mano para ayudarlo a bajar para después entrelazar sus manos, por ultimo caminan hacia la entrada del teatro. El día de hoy la cartelera del teatro di San Carlo tiene como espectáculo la obra de Florindo e Isabella, la historia de dos jóvenes enamorados que sufren el acoso/opresión familiar de los Vecchi como Pantaleone o Il Doctore, o tipos furiosos y rocambolescos de la talla de Il Capitano. 

El sitio es muy amplio y lujoso con una estructura imperial, tiene seis pisos a los costados en donde también hay asientos aparte del piso principal que es donde la pareja disfrutara de la función, toman asiento en la tercera fila.


―No había tenido la oportunidad de venir al teatro. ―comunica el coreano.


―¿De verdad?―dice sorprendido.― Yo creía que ya lo habías hecho.


―Intente venir con Antonella pero siempre estaba ocupada.


―Oh... ya veo. Espero y te guste la obra. ―dice de forma preocupada. ―Ya que te gusta la literatura italiana, por el libro que tienes. ―sonríe nervioso.


―Gracias. ―responde para luego darle un beso rápido en la mejilla.


La función inicia y la pareja se sumerge en la trama de la historia. Dos horas después la pareja sale del sitio nuevamente tomados de la mano hasta que llegan al auto, el chino deshace el agarre para abrir la puerta del copiloto para que suba Junmyeon, cierra la puerta. Yixing corre para subirse y conducir hacia su siguiente parada. 


―¿Tienes hambre?―cuestiona el chino sin despejar su vista del camino.


―Por supuesto.―afirma.


―Bien porque un restaurante será nuestra siguiente parada.―sonríe.


El coreano asiente. ―¿Cómo están tus padres?


―Se encuentran perfectamente bien. Mamá cuenta los días para la boda. ―comenta alegre.


―Yo también lo hago. ―expresa avergonzado.


Yixing ríe. ―Lindo tomatito. ―se burla.


―Basta, no es divertido. ―concluye.


De nuevo el auto se detiene a lo cual Junmyeon deduce que han llegado al restaurante, de nueva cuenta su prometido le abre la puerta y le ayuda a bajarse del vehículo.


―Gracias. ―agradece.


―De nada. ―responde.


El hombre estaba por cerrar la puerta pero repentinamente recordó algo así que sube una pierna al asiento del copiloto para después estirar su mano hacia el asiento trasero y tomar lo que había comprado, cierra la puerta.


―¿Listo? ―pregunta el coreano.


―Si, vamos. ―dice y toma a Junmyeon de la mano. ―Este sitio me lo recomendó tu abuela. ―informa. ―dice que aquí tuvo su primera cita con tu abuelo.


―¡Wow! ¡Que romántico! ―exclama emocionado. ―Oye sí que tienes todo preparado . ―dice divertido.


―Claro que sí. ―expresa con orgullo.


Junmyeon suelta una leve carcajada. Al estar dentro del lugar Yixing saluda y a continuación camina hacia la mesa más alejada de aquel lugar donde al poco tiempo recorre la silla para que su prometido se siente y por último la empuja con cuidado, Yixing toma asiento también a un costado suyo.

El restaurante tiene una estructura rocosa, las paredes están pintadas de color blanco, en las paredes hay cuadros de pinturas y paisajes colgando de ellas, el techo, el piso, las mesas junto con las sillas son de madera. A los pocos segundos se acerca un mesero.



―Buenas tardes, perdón casi buenas noches mejor dicho, soy Jongdae. ―comunica y se presenta. ― aquí les dejo el menú.―dice y deja las cartas sobre la mesa. ― Llámenme cuando estén listos para ordenar.


―Muchas gracias.―responden al unisonó.


―Ordena lo que quieras. ―dice el chino sin ninguna preocupación. ―Hay caponata, pasta, pizza, guisado de buey con champiñones, risotto de calabaza...


―Te sonara raro pero...¿Qué trae la caponata?―cuestiona Junmyeon y ríe un poco. ―Se que llevo un buen tiempo aquí en Italia pero no recuerdo ese platillo.


Su prometido sonríe. ―La caponata es un platillo en donde la berenjena es el principal protagonista junto con otras verduras como el apio, tomate por decir algunos, se cocinan en aceite de oliva y se acompaña también con alcaparras.


―Oh... vaya estudiaste muy bien cielo. ―se sorprende.



―Uno siempre tiene que venir preparado para lo que sea.


Junmyeon asiente. ―Me iré por el risotto de calabaza, ¿tu cariño?


―El guisado de buey con champiñones. ―responde. ¿Y de beber? ―pregunta. ―Sin alcohol solo tienen el fonsequito y la limonada rosada con frambuesas, y agua ya todo lo demás es con alcohol. ―dice y dirige su mirada hacia Junmyeon.


―Fonsequito. ―responde sin dudar el coreano.


―Entendido, el fernet está bien para mí.


La pareja cierra el menú, Yixing llama al mesero Jongdae quien rápidamente se acerca y apunta en su libreta todo lo que aquel hombre le dice. Después de eso se retira.


―Lo que pediste de beber, ¿no esta fuerte?


―No, está tranquilo. Junmyeon...


El coreano voltea hacia donde está el chino. ―¿Si?


―Extiende tu mano derecha, por favor. ―pide.


El coreano obedece a su pareja, a los pocos minutos Yixing toma el detalle que compro y lo coloca en la mano de Junmyeon.


―Listo, tócalo.


Junmyeon siente una textura suave y un olor agradable que inunda sus fosas nasales, sonríe ampliamente.


―Gracias por la margarita. Me ha encantado.


―Me alegra. ―sonríe. ―Lamento no habértela dado antes, se me olvido. ―ríe apenado.


Junmyeon acerca su silla para después tomar el rostro de su prometido entre sus manos y besar sus labios, Yixing corresponde inmediatamente el beso, a los pocos segundos sus lenguas juegan en medio del beso en donde también se escuchan pequeños chasquidos. Al separarse respiran un poco agitados. El chino acaricia con su pulgar los labios rojos de su pareja además de deshacerse del pequeño hilo de saliva.


Media hora más tarde la pareja disgusta lo que ordeno, de vez en cuando se dan de comer, así como también besos de manera fugaz.


―Está muy bueno todo. ―halaga el coreano.


―Concuerdo.


―¿Puedo obtener un poco de fernet?―pregunta.


El hombre le tiende su bebida a su prometido que al poco tiempo bebe y que Yixing termina por reírse por las muecas que su futuro esposo hace.


―¿Cómo te puede gustar esto? ―cuestiona desconcertado.―Esta muy amargo. ―responde posteriormente bebe de su bebida.

―Porque es delicioso.


Más tarde la pareja camina por la plaza del pueblo, la cual está iluminada por los faroles mientras van tomados de la mano. 


―Gracias por este día tan maravilloso Yixing. ―sonríe.


―De nada. ―responde.―¿A dónde te gustaría ir de luna de miel? ¿Corea?


―Mmh tal vez, pero estaba pensando en Japón o tu país, ¿te parece?―Junmyeon voltea a verlo.


―A donde sea está bien mientras estés tú.


―Te amo.


Yixing le da un ligero apretón a la mano de su pareja dándole a entender que él también lo ama. Minutos después se dirigen a su última parada.


―¿Y ahora en donde estamos?


―En el bar donde Jinki hyung y yo venimos a tomar.


Yixing se sorprendió al ver poca gente en el lugar pero aun así saludo. Llevo a Junmyeon a sentarse en una de las mesas que estaban pegadas a la pared.


―Espérame aquí. No tardo. ―murmura.


―¿A dónde vas?


―No tardo. ―dice y se va.


El lugar estaba iluminado con luces amarillas a un bajo nivel, a los costados del escenario que es hacia donde caminaba el chino se encontraban mesas también , al igual que gente conversando en ellas.

Los encargados del lugar le prestaron una silla y una guitarra al extranjero. Al poco tiempo comienzan a sonar los acordes de la guitarra entonando una suave y dulce melodía, Junmyeon dirige su mirada hacia donde proviene aquella melodía.


(*)


"Suntanned, windblown

Honeymooners at last alone

Feeling far above par

Oh, how lucky we are

While I give to you and you give to me

True love, true love

So on and on, it'll always be

True love, true love

For you and I have a guardian angel

On high with nothin' to do

But to give to you and to give to me

Love, forever true..."


(*)



Los acordes de la guitarra finalizan y la gente del lugar aplaude, la pareja de enamorados se mira por un largo tiempo hasta que Junmyeon rompe el contacto y se levanta de su asiento para dirigirse hacia la salida. Yixing inmediatamente deja la guitarra encima de la silla para ir tras Junmyeon. Afortunadamente logra sujetar una de sus manos.



―¿Qué pasa?―pregunta confundido. ―¿No...te gusto?


Junmyeon respira profundamente para después darle la cara a su prometido y lo besa apasionadamente llegándose a morder los labios en medio del beso, Junmyeon se separa.


―Yixing te veías malditamente sexy tocando la guitarra. ―murmura.


―Mmh...¿sí?―responde coqueto. ―Bueno tocar la guitarra al igual que el piano me genera placer.


―Tócame como a ellos, hazme el amor. ―ordena. 




El auto continental negro está varado en un callejón oscuro, dentro de este mismo se respira un ambiente intenso y sensual.

Embriagado por la emoción Yixing siente de nuevo el sabor de los labios de su amado quien lo besa con pasión y desesperación. Junmyeon lo estrechaba, y él chino le besaba la frente, la barbilla, el cuello, los labios, le mordisqueaba la oreja, la chaqueta y la camisa de cuello de tortuga han desparecido del cuerpo de Junmyeon. Minutos después la gabardina baige del chino también desaparece para terminar en algún lugar del coche, y solo queda la camisa blanca de botones desabrochada dejando ver su trabajado cuerpo. Ahora Yixing se las ingenia para acostar el cuerpo de Junmyeon sobre el asiento trasero, no pierde el tiempo y desabrocha su pantalón el cual baja junto con la ropa interior del coreano para a continuación introducir un dedo en su ano.



―¡Ah!―jadea. ―Du...duele...


―Aguanta, solo serán por unos minutos cariño ―dice posteriormente juguetea un poco e introduce un segundo dedo.


―Aahh...¡Yixing!―el cuerpo de Junmyeon tiembla.―¡hazlo rápido por favor!


Liquido pre seminal comienza a salir de Junmyeon, saca los dedos de su ano. Yixing procede a desabrochar su pantalón saca de su ropa interior su pene. Acerca un poco más el cuerpo de Junmyeon al suyo, las piernas del coreano terminan abrazando la cintura del chino.


―Junmyeon... aguanta aunque duela.


Él asiente. Yixing comienza a introducir su pene en el ano del coreano.


―¡Aahh Yixing! ¡Hngh...duele!. ―exclama, su cuerpo es una ola de placer ante la intromisión.


―Lo se... todo estará bien. ―responde el chino y da un último empuje. ―Junmyeon jadea de nuevo.


―Muévete. ―murmura.


Yixing obedece y las penetraciones comienzan siendo suaves para disminuir el dolor de Junmyeon. Mientras tanto deja besos en el rostro de su prometido, mordisquea su oreja, a los pocos minutos besa sus labios y el coreano le corresponde. El beso es ruidoso por los chasquidos y por el atrevido juego de lenguas. El chino al sentir la falta de oxígeno rompe con el beso y Junmyeon gime ante la repentina separación, sonríe con orgullo.


Es muy profundo, se siente tan bien―piensa el coreano. ―¿Por qué lo haces lentamente?―reprocha.


―¿Quieres que vaya rápido?


―Si, por favor. ―jadea.


Las penetraciones se vuelven rápidas, de nuevo el coreano es un mar de gimoteos y gritos de placer.


―Ahh... ¡Haaa...Ahh!


―¿Quieres que vaya más rápido? ―informa mientras agarra las piernas de Junmyeon con mayor fuerza.


―Mmh...sí.


El chino sonríe y acelera las penetraciones, ríe cuando oye a Junmyeon decir "más rápido" mientras se trata de sostenerse de algún lado.


―¿Vas a correrte cariño?


―¡Ungh...! ¡Si!


El da unas cuantas embestidas más y Junmyeon termina por eyacular arqueando su espalda. Restos de líquido seminal caen sobre el estómago del coreano, inmediatamente el chino sale del interior de su prometido. Enseguida Yixing lame los rastros de Junmyeon de su estómago haciendo que su prometido sienta deliciosas corrientes de placer.


―Eres... maravilloso...―gime.


―Y tú tan delicioso Jùn Mián..―murmura con voz ronca.


Joder su acento―Mmh.. Ahhh Yixing. ―gimotea suavemente al sentir la lengua de su prometido sobre su estómago.


Minutos después el chino está sentado en el asiento trasero mientras Junmyeon está encima de él moviéndose hacia adelante y hacia atrás creando embestidas, las manos del chino están en las caderas de su prometido. 


―No puedo parar, no puedo.... ¡Esto se siente de maravilla!. ―gime Junmyeon.


―Eso es Jùn Mián sigue moviéndote, tu interior se siente asombroso.―responde sensualmente el chino. A continuación ataca uno de los pezones haciendo la secuencia de lamer, succionar y chupar. Junmyeon acelera las embestidas, el chino hace los mismo con las caricias, ambos torturándose de placer.


―¡Dios mío Yixing! ―exclama fuerte para luego eyacular y al poco tiempo lo hace también Yixing. Junmyeon se desploma en el pecho de su prometido. El otro lo abraza.


―¿Otra vez?―cuestiona posteriormente deja suaves besos en uno de los hombros de Junmyeon.


―Si...―susurra.


De nueva cuenta Junmyeon esta acostado en el asiento mientras Yixing masturba tanto su pene como el suyo al mismo tiempo.


―¿Te gusta cariño? ―expresa jadeante.


―¡Joder! ¡Me encanta! ¡Mas rápido!


―Eres un pervertido cariño.


Junmyeon asiente. El hombre acelera las masturbaciones haciendo que Junmyeon sea ruidoso. Minutos después ambos se corren. Ahora Yixing levanta las piernas del coreano para colocarlas sobre sus hombros para hacer su siguiente movimiento. Junmyeon se encuentra cansado así que está un tanto desorientado.


―¿Por qué siento una brisa caliente en mi pene? ¿A caso....―¡Oh Dios mío! ¡Mierda Yixing!


Ahora el chino chupaba el pene de su futuro esposo. Escucha como Junmyeon le pide que se detenga pero él decide ignorarlo.


―¡Basta por favor! ¡No podré aguantarlo! ¡Yixing!


Yixing va más profundo para continuar chupando y lamiendo.


―Cariño, voy... voy a...¡Ahh!


Junmyeon se corre y Yixing traga su esencia.


―Jùn Mián, ¿estas bien? ―pregunta preocupado.


―Eres realmente increíble. ―dice agitado.


―¿De nuevo cariño?―responde sonriente.


¡Dios mío cuanta resistencia! ―No...no. Vámonos, ya es tarde. Estoy cansado. ―murmura débilmente.


Yixing asiente y se encarga de limpiar a Junmyeon, él también se limpia. Mas tarde la pareja se viste en silencio. Tiempo después Yixing conduce hacia la granja. Veinte minutos después el chino apaga el motor del auto. Mueve un poco a Junmyeon para que despierte, poco a poco el coreano abre los ojos, voltea ver a su prometido.

―Llegamos.


―Si.


Bajan del auto, el chino acompaña a Junmyeon hasta la puerta de su casa. El coreano abre la puerta.


―Báñate y descansa. ―dice y le da un beso en la frente.


El comienza a alejarse pero al corto tiempo es detenido, voltea a ver a Junmyeon. ―¿Qué sucede?


―Duerme conmigo por favor. ―ordena. 


Yixing descansa un poco en la cama de su prometido mientras espera a que salga de la ducha. Mira el reloj de la pared el cual marca veinte minutos para las dos de la mañana, bosteza, está por cerrar los ojos pero al oír la puerta del baño abrirse los abre por completo. Sonríe con ternura al ver a Junmyeon en pijama y con el cabello desordenado.


―Listo puedes usar la ducha. ―dice tranquilamente el coreano.


Yixing asiente y deja la cama para dirigirse al baño. El coreano saca ropa de uno de sus cajones para dejarla a un costado de la cama, por último se mete a la cama. Para cuando el chino sale de la ducha ve a Junmyeon dormir plácidamente. Ríe levemente al observar ropa a un lado de la cama justo de su talla. No hace falta decir que su prometido la compro en el mercado del pueblo.


Se seca y a continuación se coloca el bóxer, después el pantalón de la pijama, para por último meterse a la cama, El coreano se despierta al sentir un peso extra, sonríe ampliamente. Enseguida se acurruca en el pecho de Yixing y este lo abraza.


―¿No tienes frio?―cuestiona el coreano.


―No porque nos damos calor mutuamente . ―dice y sonríe.


Yixing le da un beso de buenas noches a Junmyeon, y al poco tiempo ambos caen profundamente dormidos. Para la mañana siguiente Antonella toca la puerta de la habitación del coreano varias veces pero no recibe respuesta así que decide entrar y se lleva una gran sorpresa. La mujer ve a la pareja de enamorados dormir plácidamente mientras están abrazados. Cierra con cuidado la puerta, Yixing abre los ojos y sonríe.


―Yi...Yixing...―susurra un Junmyeon dormido.


―Shh... aquí estoy mi amor. 








N/A

Un ultimo regalo les traigo para está  historia. Gracias por el apoyo, nos vemos. 

Les dejo fotos de como Junmyeon  y Yixing están vestidos. 

―ohmykjm. 






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