Acto siete.
Italia, Año 1936 - 1937.
El tiempo trascurrió de manera tranquila, bueno tal vez para los demás trabajadores de la granja pero para nuestro Junmyeon es una huida constantemente. Y es que desde que sucedió aquella escena en la cocina con Yixing él se acobardaba como una borrega cuando es la hora del baño en cuanto oía su voz. Así que se mantuvo al margen de "todo esta bien" hasta que un día el guapo chino no le dio la oportunidad de escapar de las caballerizas. Invadió el espacio personal de Junmyeon.
―¿Qué le sucede?―pregunta tranquilamente el chino.
―¿Acaso tiene algo que suceder? ―le responde el coreano lo más tranquilo posible.
―Por supuesto, su comportamiento. ―dijo seriamente. ―¿Qué le he hecho para que huya cada vez que me escucha?―expresa un tanto desconcertado.
"Enamorarme, eso me has hecho"
―No... claro que no huyo de ti. ¡Estás loco! ―se defendió Junmyeon.
―Ok, lo siento. Le pido una disculpa por tratar de besarlo esa vez en la cocina. ―informo.
Después de eso Yixing dejo de invadir el espacio personal de Junmyeon.
―No sé qué paso pero usted...
―¿Yo? ¿Yo que Yixing?―insinuó. ―respóndeme, yo que.―dijo con la esperanza de que el chino continuara.
Yixing solo negó y suspiro. ―Nada joven Junmyeon. Solo que no fue apropiado de mi parte actuar de esa manera sabiendo que yo quiero ser su amigo.
Junmyeon se sintió un idiota al escuchar las palabras del chino. Su pobre corazón.
Amigos, decepción absoluta.
Yixing tuvo que abandonar las caballerizas debido a la llamada de un trabajador para la recolección y supervisión de las frutas y verduras. Mientras tanto un Junmyeon a pasos lentos también comenzó a abandonar las caballerizas con un solo pensamiento en su mente.
"Quiero ser tu amor Yixing"
Esa fue la única conversación que ellos tuvieron. Después de eso Junmyeon estuvo encerrado en su habitación y bueno Yixing siguió con su jornada laboral. Mientras tanto Jinki solo negaba por la decisión que ambos tomaron ante dicho asunto. De Junmyeon si se lo esperaba pero del chino no lo podía creer.
¿Será bueno encerrarlos en el almacén de materiales para que ambos se logren confesar? Su parte coherente le decía que era una descabellada idea pero su parte traviesa estaba a favor . Así que lo tomaría como un buen plan, el plan b si ninguno de los dos da el primer paso.
Al caer la noche se precipito la caída de una fuerte lluvia acompañada de relámpagos dejando a varios lugares sin electricidad, entre ellos estaba la granja del abuelo Santino y el pobre cuarto donde Yixing se hospedaba. Desgraciadamente el pobre chico no alcanzo a bañarse pues el agua se había ido. Busco en su maleta gris una camisa relavada que recién lavabo hace unos días y con eso se secó. La lluvia lo había empapado. Por desgracia el otro conjunto que tenia de ropa y que hace unas semanas compro se había mojado por la lluvia . Esa noche durmió desnudo y arropado con una manta que logro comprar en el mercado del pueblo.
A la mañana siguiente Yixing sintió su cuerpo pesado asimismo caliente y todos sus huesos le dolían.
No puede ser... estoy enfermo.
Lamentablemente el chino no tiene a nadie a quien pedirle ayuda. Y aunque el cuerpo le pesara este se levantó de la cama para vestirse y desayunar. Por ultimo iría en busca de algún remedio al pueblo para curarse. Jamás, en lo que llevaba trabajando nunca había sido irresponsable y está no sería la excepción.
Ya arreglado lo más desecante posible abandono su alcoba para ponerse en marcha al pueblo. Hoy es un día soleado, Yixing agradece por eso.
Mientras tanto en la granja Antonella junto con las chicas preparaban el desayuno para los patrones. El joven Junmyeon también estaba despierto y lo sabe porque él siempre hace ruido aunque lo niegue, de igual manera Jinki también estaba despierto . Minutos después los presentes disfrutan de un delicioso café acompañado de una apetitosa y jugosa tarta de fruta con enrejado.
―¿Cómo va lo de tu boda Jinki?. ―pregunta el abuelo Santino tranquilamente mientras parte otro pedazo de la tarta de frutas. ―¿Todo bien?―dijo y lo miro.
―Así es Señor Santino. ―sonrió y consecuentemente le da un mordisco a su pedazo de tarta. ―En unos días me iré junto con Junmyeon a Corea del Sur.
Volver a Corea del Sur después de un tiempo.
Para Junmyeon es un tanto inquietante pero a la vez emocionante porque en verdad añoraba estar de vuelta en su país de origen nuevamente, aunque solo fuesen unos días.
"Todo saldrá bien, es bueno volver a casa"
―Te extrañaremos hijo. ―expreso Matilde. ―Pero cuando nuestras raíces nos llaman no hay poder que se resista .
―También los extrañare pero...
Se escucho alboroto en la entrada de la casa, Antonella aterrizo en el comedor con un aspecto de angustia. Los presentes se preocuparon, ¿qué sucedía? ¿por qué viene así la mujer?
―Antonella, ¿estas bien?―pregunto Matilde desconcertada.
Ella negó. ―El joven Yixing...
Junmyeon comenzó a sudar, su corazón comenzó a acelerarse, sus ojos comenzaron a picarle y su piel se tornó pálida al oír a uno de los tantos trabajadores de la granja que Yixing no despierta.
―¡Mi amor!. ―soltó un Junmyeon al borde de las lágrimas y corrió hacia donde posiblemente estaba Yixing.
Todos se impactaron no solo al ver al pobre muchacho de origen chino en un estado desfavorable sino también por lo que dijo Junmyeon.
―¡Señor Santino ayúdelo, su cuerpo está ardiendo mucho! ―expreso asustada Antonella.
―Lo encontré tirado en una parte del pueblo murmurando muchas incoherencias mientras hacía unos encargos para la Señora Matilde. ―informo el trabajador.
Santino asintió.
―Si, si tranquila Antonella. ―dijo tomando las manos de la mujer. ―Llévalo a una de las habitaciones de huéspedes.―le ordena al trabajador. ― Cielo y Antonella necesito de su ayuda.
―Si. ―respondieron al unisonó.
Sin perder más tiempo las mujeres fueron por lo necesario para ayudar al pobre muchacho que se enfrentaba a un terrible calor que afectaba a todo su cuerpo, la maldita fiebre. Junmyeon iba a ir tras de ellos pero su amigo se lo impidió y en cambio Suho lo miro desconcertado.
―¿Qué haces? ¡Déjame ir!―dijo angustiado.
―No, primero tranquilízate. Estas muy inestable y puedes cometer otra locura como ya lo hiciste ahorita. ―dijo seriamente. ―Él estará bien, confía en tu abuela y Antonella. Tu amor estará bien.
―Hyung, por...
―Haz caso Suho, necesitas estar bien por si algo pasa.
"No Dios por favor que no pase nada malo. ¡Te lo ruego!"
Las horas se hicieron eternas el tiempo transcurría lentamente. Pero finalmente Yixing estaba mejor pero aún seguía sin despertar. Junmyeon se comía las uñas ante la ansiedad de no verlo y aparte su querida abuela quería hablar con él. Salió de su trance debido a la voz de la abuela quien le pedía que la acompañara a la sala y este sin objetar lo hizo.
Ambos se sentaron en el sofá más grande de la sala. Junmyeon tenía la cabeza baja pero eso es por instantes por que su abuela Matilde lo toma de las manos y él vuelve a verla. Esos ojos miel que tanto le transmiten confianza de igual forma esas manos suaves con aspecto arrugado el cual besa cariñosamente. Matilde sonríe y expresa:
―¿Desde cuándo?―dice tranquilamente.
―¿Desde...cuando?―expresa Suho confundido por la pregunta.
―Si, ¿desde cuándo tú y Yixing son amantes? ―responde. ―Le dijiste mi amor hace unas horas atrás. Digo desde que llego no eras tan cercano a él, por eso cuando dijiste mi amor se me hizo extraño. ―cometa mientras acaricia con sus dedos las manos del muchacho.
Él coreano suspira y ríe levemente para luego responder.
―No somos amantes abue, la verdad es que yo soy el que muere de amor por él. ―Junmyeon se ruboriza. ―Tu nieto es un cobarde que solo expresa su amor cuando su enamorado no se da cuenta, como en este caso. ―finaliza y nuevamente pone su mirada cabizbaja.
La abuela niega. ―Oww Junmyeon ya no expreses tu amor hacia el aire. Díselo. ―dice con ternura. ―Mira que es un muchacho demasiado atractivo y no dudo que por ahí tenga mas de una italiana muerta de amor por él. Pero ellas no tienen algo que tú tienes.
―¿Qué? ―pregunta.
―Tenerlo cerca.―responde. ― Además de una hermosa personalidad. Díselo antes de que sea tarde. ―reafirma la mujer. ―No sabes si un día él de la nada deja este pueblo y quizás ya no regrese. Si eso sucede dañas tu corazón por que nunca fuiste sincero cuando debiste serlo. Eres muy joven para sufrir de amor mi algodoncito de azúcar.
Mas tarde después de una excelente cena y una tranquila ducha y también con su pijama de rayas puesta se escabullo sigilosamente a la habitación donde se encontraba Yixing con mucho cuidado abrió y cierro la puerta para no ser descubierto. Camino hasta que estuvo en contacto con la cama donde se sentó a un costado de un Yixing durmiendo plácidamente cubierto por una manta.
―Cuanto te extraño, por favor despierta. Contagia mis días con tu hermosa voz y tu risa. ―murmura tranquilamente mientras acaricia suavemente el rostro del chino. ―Que hace que mi corazón latir desenfrenadamente.
Posteriormente él se despoja de sus sandalias de dormir para poder dormir junto con su amado. Sentir su calor corporal. El coreano había recibido nuevamente cartas de Lay pero él no desea leerlas, es mas no le interesa para nada aquel tipo. A él le interesaba un chico que ahorita está enfermo y que cuidara de él todos los días hasta se recupere.
―Sabes desde hace tiempo recibo cartas de alguien, no me importa en lo absoluto. Solo me interesas tú. Tú mi amor.
A continuación el coreano cayo profundamente dormido abrazando a Yixing.
Las semanas pasaron y Suho seguía durmiendo en la habitación de Yixing cuidando de él donde algunas noches le canto entre susurros algunas canciones chinas que aprendió de algunos libros que se hallaban en la biblioteca del pueblo.
Hasta que llego el día tan esperado en que Yixing despertó y por supuesto Antonella de inmediato se lo comunicó a los patrones quienes se alegraron al igual que las chicas. Habían funcionado sus oraciones.
Obviamente el muchacho estaba desconcertado en cuanto como había llegado a la granja, inmediatamente Matilde le explico todo, bueno excepto lo de que su nieto le había dicho mi amor, eso le correspondía nada más que a él.
Cuando Yixing estaba dispuesto volver a casa luego de agradecer por lo que hicieron durante el tiempo que estuvo enfermo le sorprendió ver al joven Junmyeon en el umbral de la alcoba que ocupo durante semanas y más por lo que le expreso.
―Me alegra que estés bien.
Sus mejillas se pintaron suavemente de color rosa junto con una sonrisa en sus labios mostrando todos sus hoyuelos. Junmyeon se derritió de amor pues se lo imagino. Esa imagen seria otro dibujo que iría a su colección en su cuaderno.
De nueva cuenta los días pasaron hasta que se llego la fecha de partida de Junmyeon y Jinki a Corea del Sur. La abuela Matilde les dio la bendición y le entrego un regalo de bodas a Jinki. Este lo agradeció infinitamente regalándole un beso en la mejilla a la Señora Matilde. Milagrosamente Yixing es el encargado de dejarlos en la estación de tren. Asimismo días atrás Jinki hyung le conto grandes secretos, Junmyeon había cuidado de él mientras estaba enfermo. Lo había conseguido, su Junmyeon estaba enamorado de él.
Al aterrizar en la estación de trenes Jinki ayudo al chino a bajar las maletas. Instantes después él y Suho se lo agradecieron.
―Tengan un buen viaje. Felicidades Jinki hyung. ―sonrió.
―Muchas gracias, esperamos verte pronto. ―respondió.
―Ojala, pero yo también en unos días me iré a mi país.
Suho volvió su mirada hacia Yixing. ¿Irse? ¿Por qué? No por favor aun no necesito decirte que te amo.
―No, no debes irte. ―dijo de la nada Junmyeon.
―Pero... ¿Por qué Junmyeon? ―pregunta curioso su amigo.
―Pues porque le prometió a Alessia y Bianca que estaría en las festividades del pueblo. ―respondió.
―¿Se van hacer? Pensé que no por la falta de recursos. ―dijo sorprendido el mayor.
―Eso fue antes pero si, ya lo confirmo el presidente que si se harán. No debes romper promesas Yixing. ―dice seriamente Junmyeon.
―Lo se joven Junmyeon pero en verdad es que es algo importante.
La conversación ya no la pudieron continuar debido a que el tren se aproximaba y ellos deben abordar. Su cobardía nuevamente le gano y no le dijo nada a Yixing. Solo oyó la camioneta alejarse de la estación estando él arriba del tren.
Actualidad, China Año 2008.
Song Je Hee finalizo el video asimismo le sirvió más café al ex contador quien agradeció mientras se daba masajes en su pierna derecha pues le estaba comenzando a dar un pequeño calambre. Después de darle un gran trago a su café el coreano hablo nuevamente.
―Junmyeon lo amaba con locura así como Yixing te ha expresado en cada una de las entrevistas que has tenido con él. Eran uña y mugre como dicen las mamas de hoy en día. ―sonríe levemente. ―Me creerás que durante su estadía en nuestro país lo vi ensayando lo que le diria a Yixing cuando volviera a Italia. Era ver a un niño recitando una efeméride. Básicamente vi como el amor creció entre mi amigo y ese extrovertido chino.
―Si. Era inmenso, no como los amores actuales.
―Te equivocas, aún hay amores así. Solo que son pocos, pero los hay. Mi nieta es un ejemplo de esos amores. Solo que quítale los momentos de sufrimiento.
―¿Qué quiere decir con eso? El señor Zhang no me ha dicho nada de sufrimiento en cuanto su amor con el Señor Junmyeon.
―Aún hay muchas cosas que él y solo él te puede aclarar.
―Entiendo. ¿Y su amigo Junmyeon? Evadió al inicio mi pregunta sobre él.
―Señorita Song Je Hee no se ha puesto a pesar que tal vez Junmyeon desea paz en su vida luego de grandes acontecimientos en su vida pasada, dígame. ―dice seriamente.
Tal vez tenga razón y por eso es que tanto ella como Nagisa no han podido dar con él. Así como su tío que es investigador. Parece como si la Tierra se lo hubiese tragado.
―No, la verdad no me he puesto a pensar en ello. ―admite avergonzada.
―Junmyeon tal vez no desea ser encontrado y vivir tranquilo. Yo también deje de tener comunicación con él. Yixing no ha sido el único por si lo pensaba.
Instantes después Song Je Hee abandona su apartamento junto con el ex contador. Ella se ofreció a dejarlo en la parada de autobús. Cuando este arribo lo ayudo a subirse y le agradeció por todo. Al estar nuevamente en casa continuo con su trabajo.
"Todo fue color de rosa durante algunos meses. Ese amor que viví con Junmyeon lo atesoro mucho. Hasta que meses después las cosas se pusieron muy mal. Huyendo todos los días para esconderme de los soldados, era todo juego y un miedo constante. Pero no era el tiempo de rendirme yo deseaba sobrevivir para estar con él. El dormir en el piso frio de algunos edificios a medio destruir no era nuevo para mi. Cada día era estar entre la incertidumbre de si a la mañana siguiente seria un día más de esperanza o seria el día de mi muerte".
La muerte paso varias veces frente a Yixing cuando desde un escondite vio como una mujer grito histéricamente "¡No lo soporto! ¡No deseo vivir ni un día mas!"
Aquello provoco la alerta de los soldados quienes al llegar al lugar inmediatamente cumplieron la petición de esa mujer.
Desafortunadamente para muchos no hubo un Dios ahí. Y yo también comenzaba a creerlo. Las condiciones eran horribles y algunas veces cuando tenía el camino libre y no había soldados alrededor podía ver cadáveres por todos lados. Esa era la vida diaria, la falta de higiene, salubridad, el hambre y el poder descomunal de los soldados hacia aquellos hombres y mujeres, era en definitiva estar con la muerte a abordo. De la cual yo no quería formar parte.
Pase noches de insomnio por el frio que calaba en mis huesos. No podía prender fuego porque eso sería cavar mi propia tumba y los soldados aterrizarían de inmediato así que solo deseaba que esto terminara rápido. Quería tener una vida tranquila nuevamente con mis seres queridos. Todos los días antes de cerrar los ojos pensaba "mi Junmyeon... mantente fuerte por favor . Pronto estaré contigo."
Ahora todo lo que Lee Jinki dijo hace poco, Song Je Hee lo comprendió.
N/A
Los siguientes capítulos nos iremos más rápido. Habrá un final alternativo y posiblemente unas cuantas curiosidades. Disfruten la lectura.
¡Gracias por el apoyo!
―ohmykjm
Escrito: 06.11.2021
Editado: 08.04.2022.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top