Acto cinco.




Actualidad, China año 2008.






Song Je Hee sentía que todos sus esfuerzos se iban al caño. Ningún sitio de internet le brindaba suficiente información sobre hombres coreanos entre los años 1936 a 1945. Ni siquiera su amiga Nagisa se ha comunicado con ella para saber si ha conseguido alguna información sobre el Señor Kim Junmyeon. Estaba perdiendo la paciencia, ¿Por qué si se querían tanto se dejaron de hablar? ¿Qué paso? ¿Habrá sido la personalidad extrovertida del Señor Zhang lo que los separo? 


¡Suena un tanto descabellado Song Je Hee! ¡Es absurdo lo que dices ! Capaz y detrás de esa separación hay algo oscuro, ¿no crees?  ¡Se mas objetiva Song Je Hee!


La joven mujer negó la cabeza.  Su cerebro a veces le gustaba jugar con sus pensamientos. Confía en que prontamente el Señor Yixing le dirá que tiene noticias de su amado.  Bueno ella también desea poder darle buenas noticias sobre él y hacer que se reencuentren luego de un largo periodo.


―¡Se  más objetiva Song Je Hee! ―murmuró y asimismo bebió de su té. 


El teléfono de su departamento suena.  Deja sobre su cama su computadora  para después salir velozmente de su habitación. 


―Wéi. ―responde. 


―¿Je Hee, eres tu? ―preguntan desde la otra línea. 


―¡Nagisa! ¡Si soy yo! ¿Cómo estas?―informo teniendo una sonrisa amplia en su rostro. 


―Vaya,  tu voz ha cambiado. ―suelta una risa pequeña. ―Estoy bien, espero y tu también. Te tengo noticias. ―comento. 


―¡Oh por dios! ¿¡Lo encontraste!?


―Mmh no. 


Song Je Hee suelta  un suspiro de decepción. 


―Vamos no te pongas así.  ―expresa. ―Sabes que es difícil,  pero no imposible. ―agrega con  voz tranquila.  ―Encontré una pista que te puede servir.―sonrió. 


―¿Así? ¿Cuál es esa pista?―pregunta curiosa. 


―Pude encontrar un amigo del Señor Kim, un tal Lee Jinki.  Un ex contador, ya hace tiempo que se jubilo. Tal vez él te puede decir donde esta su amigo. ―expreso. ―Te pasare sus datos por mensaje.  Utiliza muy bien esa pista Song Je Hee. ―le dijo seriamente. 


―Lo hare.  Por favor sigue buscando. ―suplica. 


―No te preocupes seguiré buscando. Te mantengo al tanto de todo.  


―Gracias, adiós. 



Finaliza la llamada y ella deja  el teléfono en su lugar. Se siente decepcionada por que su amiga no logro dar con él.  Pero agradecida por el esfuerzo que su adorada amiga hace a pesar de tener sus propios asuntos: sus deberes escolares y laborales. Con la pista que le encontró Nagisa puede que todo se resuelva.  Y es que hace unas semanas atrás sufrió otra decepción cuando fue a la casa del  Señor Yixing porque este había  olvidado sus lentes en su apartamento y cuando toco la puerta  y esta misma se abrió pudo ver a un hombre joven de cabello castaño muy bien vestido con pantalones negros, camisa blanca que era cubierta por una gabardina caqui, y zapatos limpios. 



| Flashback


―¿Señor Kim Junmyeon?


―No, lo siento mi nombre es Byun Baekhyun. ¿Quién eres tú?―pregunta el castaño. 


―Soy la periodista Song Je Hee, mucho gusto.―le extendió su mano. 


El castaño acepto su saludo. 


―Hace rato tuve una entrevista con el Señor Yixing en mi apartamento y olvido sus lentes. Vine a devolvérselos. 


Baekhyun los tomo,  su hyung siempre tan distraído. Sonrió. 


―Muchas gracias por devolverlos. Lamento que él no este aquí,  salió a comprar comida pero yo le diré que viniste. ―sonríe.  


―No no se preocupe no hace falta. ―se apresura a decir. ―Y lamento a verlo confundido con otra persona. ―expresa tímidamente . 


―No hay problema.  Se de quien hablas pero lastimosamente  yo desconozco mucho de él. Solo se que fue un amor muy especial para mi hyung. ―sonrió. 


¡Papá la película! 


Song Je Hee se sorprende al oír  una voz infantil. 


―Si lo entiendo. No lo entretengo mas, gracias. 


Si, gracias. 


La puerta se cerro. 


¡Papá! 


¡Ya voy Woo Hyun!


Fin de Flashback |




Sin mas Song Je Hee volvió a su habitación para seguir un rato con la búsqueda de Kim Junmyeon, era temprano  las 7:30 de la tarde. Luego posiblemente llame al Señor Lee Jinki o continúe con la redacción de su premisa. 






Italia, Año 1936 - 1937.



El verano llego a su fin. Y justo a la  mitad del otoño Jun recibió dos sorpresas.  La primera de ellas fue  la bonita visita de su amigo Lee Jinki. Ambos desbordaron mucha alegría al volverse  a ver pues desde que el mayor se fue a estudiar fuera del país luego de haber culminado la escuela primaria Junmyeon perdió contacto con él. Se sintió dolido pero lo entendía Jinki siempre fue una persona muy estudiosa desde que lo conoció. Pero ahora esta nuevamente emocionado, por fin tendrá a alguien con quien platicar a altas horas de la noche.  Antonella se quedaba con él haciéndole compañía pero él necesitaba a alguien de su edad.

Un trabajador llevo las cosas de Jinki al cuarto de huéspedes. El mayor se lo agradeció amablemente y  asimismo Jun dejo que su gran amigo se instalara ya después hablaran con mas calma,  tal vez después de la comida. Antonella vio al  joven Jun entrar a la cocina con una gran sonrisa. 


―Se nota que extrañabas mucho a tu amigo cielo.―le sonrió.


―¡Por supuesto! Es mi mejor amigo desde la infancia, es obvio que la felicidad  brota en mí.


―Qué bueno mi niño.  Me gusta verte feliz. ―sonríe.  


Minutos después la familia Russo junto a Jinki inicio la degustación de un atractivo y exquisito pollo a la parmigiana. Como todo un caballero Jinki agradeció por la apetitosa comida. Los abuelos Russo le sonrieron en forma de gratitud.


―¿Y joven Jinki que hace aquí en Italia?―pregunto la abuela Matilde.


―Vine a ver a una vieja amistad.―dijo sonriente. ―Se que fue muy grosero de mi parte no tener comunicación con Junmyeon, pero estoy dispuesto a recuperarlo porque en el internado donde estaba era horrible. ―agrego. ―Lo siento Jun por ser un pésimo amigo.


―Está bien hyung.―dijo comprensivo. ―Yo no tuve muchas oportunidades para el estudio por mis padres por eso trabaje y ahora vivo muy  feliz con mis abuelos adoptivos. ―sonrió ampliamente.


Matilde lleno de besitos las mejillas de Junmyeon. Él amaba los apapachos de esa linda mujer que  junto a su esposo  lo rescato, lo cual el jamás pensó que lo hicieran. Esta muy agradecido.   Alessia llego al comedor de la casa grande con una entrega del correo. Los presentes miraron extraño a la joven porque en el tiempo que llevaban los Russo viviendo en la  granja nadie había  enviado algo por correo. 


―¿Estas segura que la entrega es aquí?―pregunto Santino.


―Si patrón,  y es para el joven Junmyeon.―dijo la mujer con seguridad en su voz. 


Esa fue la segunda sorpresa que recibió el coreano. Junmyeon casi se atraganta con el pollo cuando oye a Alessia decir su nombre. ¿Quién podría enviarle algo? ¿Sus parientes? No, no lo cree sus padres y  su abuelos  murieron cuando él todavía era mas joven de lo que es hoy en día.  Los presentes pusieron toda su atención sobre  él . Su rostro volvió  a ser un lindo tomatito.


―¿Y que es Alessia? ―dijo Matilde.


―Al parecer una carta. ―concluyo al mismo tiempo le entregó la carta a la mujer. 


 Matilde le entrego la carta a Junmyeon.  Mientras que por otro lado salió el lado juguetón de Jinki.


―Jun no sabía que eras todo un romeo. ―agrego con una sonrisa divertida. ―En Corea eras una persona tímida.


―No... no lo soy. ―murmuró.


―Aja.―Agrego con sarcasmo Jinki. 


―Bueno como sea  terminemos de comer por favor.  ―Finalizo Santino.



Minutos mas  tarde luego de dejar la carta en su habitación.  Junmyeon y Jinki  salieron a dar un paseo a caballo rumbo al lago. Durante el trayecto retomaron conversaciones antiguas de la infancia asimismo el mayor le informo sobre su vida en el internado que por cierto fue aburrido durante los primeros seis meses pero después se integraron a el dos chicos que al poco tiempo fueron sus amigos y compañeros de alcoba, Kibum y Taemin. 


―Me alegro mucho  por ti Jinki. ―le respondió de forma amable. ― En la infancia te costaba un poco integrarte. Ahora has dado pasos grandes. ―agrego.


―Si, que época tan difícil. ―informo. ―Supe lo de tus padres, cuanto lo lamento. ―dijo y le dio confort poniendo una mano sobre su hombro.


―Está bien. Ahora están el cielo y cuidan de mí. ―sonrió ampliamente.


Jinki ayudo a su amigo a bajar del caballo. Posteriormente el menor lo amarro a un árbol cercano que tuviera pasto a un lado para que el animal pudiera alimentarse. Una vez asegurado el caballo cuyo nombre es  celestial. Los amigos buscaron un lugar para sentarse y así poder  nuevamente  volver a conversar. Tenían mucho que recuperar como amistad.


―Jun.―lo llamo e inmediatamente su amigo fijo su mirada en él.―Tengo algo que contarte y  es muy  importante. ―dijo y continuo. ―porque quiero que estés presente.


―Si, dime ¿Qué sucede?.


―Me voy a casar.


En ese momento algo sorpresivamente sale del lago asustando a Jinki asimismo Junmyeon se pone inquieto  por su reacción. Por otro lado Yixing  tiene los ojos muy abiertos y también esta en shock.


―¿Qué sucede hyung?―pregunto.


―¡Oye tú, tapate por favor!―exclamo.


Ante eso el chino volvió al agua con las mejillas pintadas de color rojizo.


―¿Qué? ¿A... quién le dices eso?―pregunto un tanto inquieto el coreano.


―Al tipo que nos asustó, ¡ten decencia hombre! ¡No muestres tu desnudez de esa manera! ¿¡Que tal que hubiera sido una dama!?


―Lo siento, lo siento mucho. ―dijo Yixing tímidamente. 


Las mejillas de Junmyeon tomaron también un aspecto rojizo, se ruborizo.  Pues aunque no podía ver si tenía la habilidad de imaginar y él tenía una gran imaginación, algunas veces. Y lo peor del todo es que conocía al propietario de esa voz. Bajo su vista en muestra de timidez.


―Vámonos Junmyeon. Pronto se hará tarde. ―dijo con seriedad el mayor.


―Pero... ¿qué más querías decirme? . ―agrego curioso.


―En la casa te lo comento.  Vamos la abuela Matilde debe estar preocupada.―expreso serio. 



Sin más Jinki fue en busca del precioso animal para volver a casa. En esta ocasión el mayor estuvo a cargo de manejar el  caballo. Yixing al verlos partir.  Lo invadió el sentimiento de decepción. Aquel muchacho se veía muy unido a Junmyeon. Pero él  aun siente una ligera esperanza y cabe la posibilidad de que  el joven Junmyeon le responda su carta, esa que escribo especialmente para él  bajo el seudónimo de Lay, ya que este no lo conocía por otro nombre, solo por Yixing.

 Minutos más tarde Junmyeon y Jinki están en casa. Antes de retomar el tema que dejaron pendiente en el lago ambos deciden ducharse.

Luego de una  media hora Yixing  también llega a la granja  pero el no entra a la casa grande, el sigue  con sus actividades programadas: poner más paja en los corrales, alimentar a los animales, ordeñar la leche de las vacas, recoger la cosecha junto con los demás trabajadores, etcétera.

Jinki golpeo la puerta  de la habitación de su amigo minutos después escucha un "pase" y lo hice. Sonrió al ver a su amigo con la carta que anteriormente una de las chicas del servicio le entrego.


―Y...¿Qué dice la carta? ―comenta él con una sonrisa en el rostro 


Junmyeon rápidamente guarda la carta en el sobre para luego poner toda su atención en su amigo.


―Nada importante. ―sonríe tímidamente. ―Entonces...¿te casas?―pregunto. 


―Si, y quiero que seas mi padrino. ―dijo posteriormente tomo asiento en la cama de su amigo.


―Por mi encantado, ¿tu pareja está de acuerdo? ―pregunto.


―Si, ella está totalmente de acuerdo. ―sonrió.


―Acepto estar en un momento tan importante para ti, hyung


Después de eso, un Jinki  travieso le quita ágilmente la carta a su amigo.  Junmyeon no se quedó en la cama  obviamente lo persiguió. El mayor comenzó a leer la carta. 



Hola.  Tu no me has visto pero en cambio yo a ti  sí. Y puedo decirte que eres una persona maravillosa.   Con tus delicadas facciones, con esas preciosas mejillas que se adornan de color carmesí cuando algo le cohíbe. Tus hermosos ojos negros, esos que se esconden cuando sonries, tus deliciosos labios pintados de color rosa. Tu atractivo cabello castaño oscuro ondeándose con el viento de las estaciones que han trascurrido. Me cautivaste, eres tan hermoso de ver. Como este poema que te dedico, lo escribí pensando en ti.


"Eres como la flor de la rama más alta del cielo.

Tu olor viene a mi desde tan lejos, ¡qué bello!

Donde yo escalo hasta darte un beso. "



Espero y no te moleste. Me interesas. Tú te convertiste en mi inspiración.

Lay. 




―¡Wow! ¡Kim Junmyeon tiene un enamorado!


―¡Cállate, Lee Jinki!


―Eso no sucedía desde la escuela primaria.―agrego divertido.―¿Le contestaras? ―pregunto agregando una sonrisa coqueta. 


―No sé, capaz es un loco.―susurro. ―¡y deja de ser entrometido!―comento y le arrebato la carta.


―Puede que sí, puede que no.―río divertido. 


―¡No me presiones hyung!


Este rio ampliamente posteriormente salió de la habitación de su amigo. Junmyeon por su parte volvió a tomar la carta entre sus manos logrando nuevamente sentir la textura de las palabras que estaban escritas en ella. Sonrió.  Es un lindo poema, ese chico tiene el  don de cautivar. No sabe qué hacer. No quiere ser un maleducado pero no pude dejar de pensar que probablemente sea  un loco y  que solo quiere burlarse de él. Todo es tan confuso. Guardo la carta en su mesita de noche para posteriormente  caminar  hasta su ventana para disfrutar del viento y tal vez, solo tal vez oír  la voz de Yixing interpretando alguna canción mientras trabaja. 











N/A

Una disculpa por los poemas tan cursis que tendrá esta novela espero y les guste. 

Disfruten del capitulo y feliz domingo. 

Ohmykjm.






Escrito: 24.10.21

Editado: 12.03.22 




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