JiMin entro en labor de parto la noche anterior mientras que Jungkook le daba unos masajes en los pies. Y esa misma mañana, había dado a luz a un niño muy sano con un dulce aroma a durazno.

Los tres Alfas entraron a la habitacion esa misma noche. Y encontraron la hermosa imagen de JiMin con el niño entre sus brazos. JiMin sonrio cuando vio a los Alfas y extendió una mano llamándolos.

El niño era una copia exacta de JiMin, con sus cachetes gorditos, labios pomposos y ojos avellana. Los tres Alfas emanaron su aroma, tratando de llamar la atención del bebé, pero este solo abrió los ojos mirando a su padre omega.

–Cariño, has dado a luz a un ángel. –murmuró Jungkook

–JiM, es exactamente igual a tí cuando eras un niño– Pronunció esta vez NamJoon.

JiMin les sonrio con dulzura.

–Bueno, no sabemos de quien es el niño, así que le hicimos un exámen y...

El omega fue interrumpido por NamJoon

–No te preocupes, JiM. Estoy seguro de que será nuestro hijo.

–Para mi es suficiente que sea un bebé igual de hermoso y adorable que JiMin. –hablo Jungkook

– No necesito comprobarlo– hablo YoonGi– cualquiera diría que es mi hijo.

JiMin río y la puerta fue tocada y el doctor hizo acto de presencia.

–Los resultados mostraron que el bebé es hijo de los tres Alfas.

–¿Qué? –preguntó JiMin

–¿Eso es posible? – preguntó NamJoon.

El doctor carraspeo.

–Al recibir la excesiva cantidad de feromonas y semen de múltiples alfas durante su presentación, es muy probable, sin contar que son destinados.

YoonGi solo sonrio.

–Para la próxima tengamos un bebé solo tú y yo, mi amor –pronunció acariciando los cachetes del bebé.– Puedo ser un esposo genial y un padre cariñoso. ¿No seria genial tener un hijo que se parezca a mí?

NamJoon frunció el ceño y se acercó a ellos.

–Mafioso tenías que ser, siempre estás con un paso adelante.

–Me enseñaron a ser un oportunista.–dijo burlon

–Puedo ser mejor padre de ustedes. ¡Mi hijo disfrutará de la posición, el poder y el honor de Ducado Kim!

–¿Para que sirve tener todo eso? Si al final te dejaron. –dijo burlon

NamJoon apretó los puños.

–¿Quieres morir?

JiMin solo los observaba divertido.

–Silencio, por favor. Harán llorar al bebé.

Escucharon el sollozo del bebé.

–Oh, ahora necesito dormir al bebé. Por favor saquen a todos de aquí.

Todos asintieron y salieron fuera de la habitación. Los tres se miraron entre sí incómodos.

–Vice capitán –llamó Jungkook– necesito un equipo especial para mantener seguro al bebé. –el mencionado asintió y se alejó del lugar luego de una reverencia.

NamJoon llamo.

–¡Asistente Choi! Quiero que contacte a los mejores tutores para la educación de mi hijo y encárgate que JiMin reciba los mejores cuidados posnatales, ya que su cuerpo está cansado.

–Cómo usted ordene Amo NamJoon.

–Ahora. Como siempre si ves algo ostentoso y especial que pueda gustarle a mi Omega, no dudes en comprarlo y ahora incluye cosas que puedan gustarle al Bebé.

–Claro, Amo Min.

JiMin soltó un suspiro extasiado cuando la fresca brisa de septiembre acarició sus mechones. Había salido de día de picnic hoy con sus Alfas e hijo de ahora 3 años.

Jungkook estaba jugando con el niño a las atrapadas, NamJoon leia un poco y YoonGi lo tenía acomodado entre sus piernas mientras acariciaba su vientre de apenas 3 meses. Esta vez el aseguraba que este niño era suyo, ya que lo había secuestrado durante un día entero, donde lo hizo suyo incontable veces. Los otros dos Alfas no tuvieron problema alguno, ya que de vez en cuando estos hacían lo mismo.

–Te vez tan precioso –susurró el Alfa.

–¿Soy precioso? –preguntó con una sonrisa, sin apartar la vista de Jungkook y su hijo.

NamJoon se acercó y acarició los muslos de JiMin.

–El más precioso de todos– susurró esta vez

JiMin soltó un suspiro cuando ambos Alfas empezaron a dejarle besos en los labios, turnándose. Siguieron así hasta que escucharon un carraspeo y todos se encontraron con Jungkook.

–Yo también quiero besos –dijo Jungkook.

El omega extendió sus brazos y el Alfa quedo entre sus piernas y los otros dos a su derecha e izquierda. Los Alfas volvieron a mimar y entregarle besos a su Omega, mientras el niño jugaba persiguiendo mariposas.

El omega sonrio y agradeció a la Diosa Luna por haberle dado la tranquilidad y el amor que tanto anhelaba. Dándole el amor y la compresión de tres maravillosos alfas total y completamente diferentes, pero que lo amaban de verdad y estaban dispuesto a estar con él, por el resto de su vida.

⚜️ Fin