⚜️ O7

7 meses después.

El omega ya contaba con un gran vientre que apenas lo dejaba moverse.

Los Alfas siempre se encontraban a su alrededor a pesar de haber acordado los dias en donde cada uno puede estar con él, cuidando y velando por él.

–¡Min YoonGi!– llamó desde el sofá.

Escucho los pasos apresurados del Alfa.

–Sí, omega.

JiMin lo observo con cariño y extendió sus brazos.

–Llévame a la habitación.

YoonGi rodó los ojos, se acercó a él lo tomó entre sus brazos.

– ¿Estoy muy pesado? –preguntó el omega.

YoonGi sonrio y observo los hermosos ojos color miel del omega, los cuales lo observaban con amor, escondió su rostro en el cuello del omega inhalando su dulce aroma específicamente sobre su marca, amaba la mezcla de sus aromas. A pesar de llevar tres marcas ninguno opacada el del otro.

–No, cariño. Te siento más liviano que nunca

–Ya falta poco, para que venga nuestro cachorro. –YoonGi soltó una afirmacio, mientras dejaba al omega en la cama. Jimin lo jalo e hizo que este se acostara con él, se Acomodó encima de su pecho inhalando el aroma a rosas del Alfa. – ¿Puedo preguntarte algo?

YoonGi lo acarició sus mechones castaños.

–Lo que quieras.

El omega apretó los labios y levanto la cabeza para mirar al Alfa.

–¿Si este niño, resulta no ser tuyo, me dejaras?.

YoonGi sonrio de lado y acarició el vientre del omega y en un rápido movimiento lo dejó debajo del él para adueñarse de sus labios. Durante largos minutos estuvieron besándose y marcandose mutuamente.

–No te desaras de mi tan fácil, omega –susurro– Sí, este niño resulta no ser mio, haremos uno nuestro, pero no te dejaré.

JiMin lo observo con los ojos mientras asentia con la cabeza.

–Lo sabía –hablo JiMin– tienes mi marca, ¿Recuerdas? Asi que eres solo mio –dijo mientras acariciaba la marca de su nuca.

YoonGi soltó una carcajada y JiMin quedó hipnotizado por la sonrisa de gomita que tanto le encantaba del Alfa.

–Mi Omega posesivo. –dijo para luego besarlo.

Y así pasaron el resto del día entre besos, abrazos, atenciones y antojos del omega.

Jungkook observo al omega, bajar las escaleras lentamente, cuidando sus pasos su vientre y apetito cada vez crecían más. Así que corrió hacia él, sorprendiendo al omega cuando lo levanto entre sus brazos.

–Me asustaste– dijo con una sonrisa.

Jungkook dejo un beso en su nariz.

–Te dije que esperaras en la habitacion mientras preparaba el desayuno para ustedes –reclamo cuando lo sento en la encimera de la cocina.

JiMin hizo un puchero.

–Tardaste mucho y el cachorro tiene mucha hambre.

El rubio sonrió y dejó un beso en el vientre del omega.

– ¿Algún antojo?

JiMin asintió.

–Leche con galletas y maní con algo de pan con queso.

Jungkook asintió y unos minutos más tarde ambos se encontraban devorando el desayuno preparado por el Alfa.

–Me encanta cuando me preparas el desayuno, Kook–dijo el omega devorando las galletas. NamJoon no sabe cocinar y aunque Yoon hace el esfuerzo no le salen tan buenos.

Jungkook soltó una carcajada y asintió.

–¿Qué quieres hacer hoy?

–Quiero ir a pasear por el pueblo.

–¿Estas seguro? Tu viente ya esta algo grande, no me gustaría que tuvieras dolores por los pies hinchados.

JiMin hizo un puchero.

–Por eso tengo un lindo y dulce Alfa, quien se encargara de hacerme masajes. –dijo y Jungkook se acercó a él con una sonrisa divertida y le dio múltiples besos en el rostro.

–Mmm... me parece perfecto.

Luego del desayuno Jungkook ayudo al omega a cambiarse y salieron hacia el pueblo en carruaje. Toda la tarde se mantuvieron ocupados paseando por el parque y comprando cosas para el bebé. Y cuando llegaron a la mansión después de comer algo un JiMin muy cansado y con los pies hinchados le pidió a su Alfa que lo llevara en brazos y le hiciera un masaje en los pies.

JiMin se sentía feliz por los cuidados de los tres Alfas y amaba mucho a cada uno.

–No me imagino El dolor que debiste haber pasado–dijo JiMin sintiendo los masajes en sus pies.

Jungkook paró de hacer lo que hacía y observo al omega.

–¿De qué hablas, cariño?

–De los años que callaste tus sentimientos.

Jungkook apretó los labios y asintió.

–Desde un principio supe que sería algo unilateral –empezo– admito que ver como te enamorabas de NamJoon me dolió, pero siempre estuve consciente de que esto solo iba a sentirlo yo. Pero cuando nos dijeron que éramos tus destinados no pude caber de la emoción, solo la Diosa Luna sabe cuantas veces pedí estar a tu lado aun si no era en esta vida, me lo cumplió y lo mejor de todo, es que en cada una de ellas yo estoy contigo. Como tu compañero–dijo acariciando la marca que el omega le hizo cerca de la clavícula.

El omega estiró sus brazos y este se acercó a él con cuidado.

–Nunca fue mi intención lastimarte–susurró el omega aspirando el embriagador aroma a Tierra mojada, jengibre y anís.

Jungkook negó sacandolo de su escondite.

– No es tu culpa –dijo mirando los ojos llorosos del omega.

Se apoderó de los labios del omega durante largos minutos.

–Te amo, siempre lo hice y ahora tu también me amas. Eso es lo importante. Dejemos de pensar en el Jungkook niño.

JiMin sonrio.

–El Kook niño era muy tierno –recordó JiMin–siempre tan amable y cuidadoso.

Jungkook lo tomó de la barbilla.

– Te amo.

–Y yo a tí Jungkook. Gracias por cuidarme siempre.

–Siempre lo haré. Cuidare de tí y de nuestro cachorro.


Sus dedos se paseaban con suavidad sobre las teclas del piano, recordando las hermosas melodías que NamJoon siempre le tocaba. Hoy el vendría a verlo en la mañana, pero no apareció por la Mansión y no lo culpaba como Duque el debía cumplir muchas responsabilidades.

Suspiro y soltó un chillido cuando sintió unas manos en su vientre.

–Soy yo, Jim –escuchó a NamJoon susurrar en su oído. –Lamento tanto no haber llegado en la mañana.

JiMin se recostó contra su pecho.

–No te preocupes, se que ser Duque es muy ocupado.

NamJoon suspiro y aspiro la marca en que se encontraba en la nuca del omega.

–Hablaré con los chicos y haré lo posible por pasar más tiempo con ustedes.

JiMin nego y llevo a NamJoon en el sofá, donde se subió a horcajadas sobre él.

–No es necesario. Yo aprecio mucho el tiempo que pasas con nosotros, se que llevas una vida ocupada. No quiero intervenir en tus deberes.

NamJoon negó con la cabeza.

–Tu eres importante para mí, al igual que este cachorro. –acarició su vientre. –¿Qué tienes planeado hacer hoy?

–Mmm... hoy solo tengo planeado que mi Alfa me mime y me de muchos besos todo lo que resta del día.

NamJoon Sonrió.

– Me parece perfecto.–susurró entre sus labios–Te amo, JiMin. Siempre lo hice y lo haré. Fuiste y eres mi primer y último amor. No sabes lo doloroso que fue para mi cuando nos divorciamos y agradezco a la Diosa Luna por volverte a tener a mi lado, con dos garrapatas incluidas pero al fin al cabo a mi lado.

Jimin frunció el ceño y le dio un golpe.

–No hables así de mis Alfas–se quejó y NamJoon soltó una carcajada.

–Ya lo siento. –dijo acariciando sus largos mechones castaños– Te amo, a tí y a este cachorro.

JiMin sonrio y beso sus labios, para luego restregar sus mejillas contra las de él.

–Nosotros también te amamos.

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