⚜️ O4
El Alfa azotó la puerta de su habitación maldiciendose por lo que había hecho.
Después de esto el bonito omega ya no lo querría cerca.
Eres un maldito imbecil, Min YoonGi.
Pero esto no quedará así, me esforzaré por tenerlo conmigo.
Ningún Alfa sería capaz de hacer eso, dejar que su Omega fuera tomado por otro es un golpe en el orgullo. Soltó un suspiro y se sirvió una copa de vino.
Serás mío Park JiMin y no importa los Alfas que estén a tu alrededor.
Es nuestro omega, pero también omega del Escolta y del Duque –le dijo su lobo.
Decidio ignorar lo dicho por su lobo. Pensando que era imposible.
–Se siente mejor amo –Preguntó Jungkook.
Después de que YoonGi había salido de la habitación ambos decidieron volver a la Mansión. Todo el viaje la pasaron en silencio, Jungkook se sentía incapaz de pronunciar palabra después de lo ocurrido.
–Sí, lo estoy – dijo, adentrándose a su habitación.
Jungkook solo lo observo.
–JiMin –llamó pero no obtuvo respuesta del ahora omega que se acomodaba en la cama. –Lo siento...
JiMin solo observaba sus manos.
–¿Es cierto? –preguntó y no recibió ninguna respuesta– ¿Es cierto que te gustó hace tiempo? –volvió a preguntar.
Jungkook soltó un suspiro y desarreglo su cabello, había llegado la hora de hablarle de sus sentimientos.
–Es cierto, estoy enamorado de tí– Confirmó, cerrando los ojos.
Decirlo en voz alta lo hizo sentir más ligero. Jamás pensó que llegaría a confesarlo alguna vez, siempre observaba a su amo en silencio y lo cuidaba lo mejor que podía, acompañándolo hasta que gano un lugar como su amigo, con quien podía hablar y con quien se desahogaba. Ya se había idealizado una vida entera solo siento un Escolta de Park JiMin y se convenció por completo cuando lo vio enamorarse de Duque NamJoon.
–Lo siento– JiMin lo saco de sus pensamientos y lo observo con los ojos llorosos.
JiMin lo observaba mientras lágrimas bajaban por su mejillas, se acercó a él y tomó sus manos.
–JiMin, no es tu culpa. Yo decidí callarlo.
–Pero..
–No –interrumpio– olvidemos esto JiMin, sigamos como siempre
JiMin apretó el agarre en sus manos.
–Son tus sentimientos Jungkook, no podemos simplemente olvidarlo.
El Rubio le mostró una sonrisa triste y luego dejo un beso en sus nudillos. .
–Solo olvídalo–susurró– como yo estoy tratando de hacerlo desde hace tiempo.
JiMin solo soltó un sollozo y rodeo al Alfa en un abrazo.
Luego de algunos minutos en los brazos de Jungkook este se fue a seguir con sus ocupaciones, dejando solo al omega en la habitacion.
Esto era muy difícil para él. No sabía que hacer. Dejando fuera su necesidad por un Alfa, sentía cosas por esos tres.
Amaba a NamJoon, mucho, fue un amor que fue creciendo con el paso del tiempo, paso de una simple amistad, hasta convertirse en un amor puro, pero que terminó por sus idealizaciones y falta de concepción de la realidad.
A Min YoonGi lo conoció ya que le proveía Omegas a su Alfa, pero por lo que entendía en este mundo no habría pasado. Era muy atractivo y le parecía sumamente conocido como si lo hubiera visto en algún lugar antes de presentarse correctamente. Su aroma era algo adictivo para él. El Alfa tenía unos hermosos cabellos rojos y una cicatriz en el rostro que lo hacia ver más atractivo y ni hablar de su personalidad burlona y descarada que le hacía temblar las piernas.
Luego estaba Jungkook, el Alfa había sido su escolta desde que cumplió los dieciséis años, era un gran amigo que siempre lo acompañaba en todos lados, alguien que siempre lo escuchaba cuando se molestaba con NamJoon. Nunca habría imaginado que este estuviera enamorado de él, su pecho se apretó por la preocupación que le generaba las palabras del Alfa. Jungkook era alguien muy tierno. Sus hermosos ojos azules y su físico enamoraría a cualquiera. Sin hablar de su personalidad amable y considerada.
Diosa Luna, ¿es probable que me hayas mandado tres alfas, completamente diferentes?
Sintió algo moverse en su interior y una voz pareció responderle.
–Son nuestros Alfas.
JiMin rápidamente se levantó de la cama y observo a los alrededores.
–¿Quién dijo eso?
–Soy tu lobo, ChimChim, cada casta a excepción de los betas tienen uno, también puedes transformarte el lobo.
– ¿Como es eso de que los tres son nuestros Alfas? –preguntó
–Entre Alfas y omegas existen los destinados, parejas formadas por la Diosa Luna que están enlazadas para la eternidad en todas y cada una de sus vidas. En cada una de nuestras vidas, nuestros Alfas siempre habían sido hermanos pero la Diosa en esta vida nos puso una prueba y separó a nuestros Alfas y nos dio una nueva casta. Esos tres alfas son nuestros.
–Esto es imposible–susurró JiMin y cuando estaba por preguntarle algunas cosas más, pero unos golpes en la puerta. –¿Quien? –preguntó mientras volvía a meterse bajo las colchas.
–Nam– escuchó.
Cerró los ojos y soltó un suspiro mientras maldecía.
–Adelante.
La puerta se abrió dejando ver a un Alfa de cabello castaño, quien al visualizar al omega, sentado en medio de la cama, le sonrio con suavidad. Después del divorcio ya no había visto al omega.
–¿Como te encuentras? –preguntó.
–Bien– respondió cortante.
NamJoon carraspeo y se acercó a él.
–Minnie, estoy aquí porque mi lobo no deja de repetirme algo importante desde que te presentaste como omega.
JiMin bajo la cabeza y apretó los puños.
–¿Qué te dice?
El Alfa guardó silencio, debatiéndose en sí decirle o no. Aspiro lentamente llenándose de valor.
–Somos destinados.
JiMin dejo salir una risa nerviosa mientras echaba su cabeza para atrás. Negó una 6 otra vez tratando de despejar su mente sin ser consciente de que cada vez lo hacía con más brusquedad.
Preocupado por su acción, El Alfa tomo su rostro entre sus manos. JiMin lo observo con los ojos llorosos.
–Lo sé –afirmó – Se que eres mi Alfa, al igual que Min YoonGi y Jeon Jungkook.
NamJoon lo miró impresionado y su lobo se lo confirmó.
–No importa, estaremos contigo, si es que así lo quieres. –aclaro NamJoon.
El omega solo lo observo en silencio y NamJoon solo se acercó a dejarle un beso en los labios. Beso que rápidamente se volvió salvaje. Beso que los hizo entregarse de nuevo mutuamente. Sin saber la sorpresa que vendría más adelante, para los cuatro.
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