𓍯6

-¿Yo? Pero yo... No soy tan guapo--

-Dime que es una broma.

El chico niega con la cabeza.

-Si te pones el cabello así para atrás- Mew le pone los flecos para atrás, tocando su frente. Ambos mirándose fijo. La enorme mano venosa del otro cubriendo casi toda la frente opuesta. -te verás más espectacular aún. Además - Él aleja su mano sin quitarle una bonita sonrisa. -ganarás mil dólares al día.

-¿Mil dólares? ¡Eso es demasiado!

-Como te digo, el porno vende mucho. Así que, ¿qué dices?

-Hay un problema, Mew.

-¿Cuál?

-Soy... Virgen.

Mew afloja su sonrisa al igual sus cejas. Lo mira entero pausadamente. Sin eliminar los rastros de su sonrisa, nada más oculta sus dientes y carraspea. Vuelve a mirarlo a los ojos. -Con eso no habría problemas. En absoluto. Podemos encargarnos de eso aunque primero que todo debo preguntar: ¿Estarías dispuesto a hacerlo con hombres?

-Hombres. Como, realmente, hombres. - Gulf dice aún adaptándose a todo y queriendo cerciorarse.

-Sí. De ahí va mi pregunta.

-Yo... - Gulf magulla el labio inferior bajo el superior. «Hablamos de dinero para poder pagar el agua, la luz, el teléfono, el internet, la comida de tu gato, el auto-- ¿Qué más da entregar tu cuerpo a unos penes? Además es poco probable que sean grandes. La mayoría son del tamaño de una salchicha de lata. O eso he oído a las chicas decir. Hmph» Aquel joven dulce sonríe mezquinito con sus pensamientos. La mirada en el suelo durante los pensamientos. Alza la mirada bien decidido a dar una respuesta. «¡no debe ser tan difícil! Además es un empleo, empleo, ¡EMPLEO! ¿Qué es lo peor que podría pasar?»

-sé que suena como algo tonto en este mundo de negocios y trabajos, pero tú que ya viste el ambiente en el que trabajé: ¿me tratarán bien?

La sincera pregunta llega a los oídos del mayor. Este asiente su cabeza lentamente antes de hundir sus manos en sus bolsillos. -Gulf.

Él otro lo mira atento. -Sé lo que te preocupa, pero si yo voy a ser tu jefe entonces quiero que sepas una sola cosa. No dejaré ni por un instante que salgas lastimado. Vigilo la salud y el consentimiento de todos mis empleados. Aquí conmigo no habrá nada que te falté.

«¿Me excedí? Seguro sueno desesperado.» Mew piensa con nervios. Gulf comienza a sonreír.

-Es muy amable de ti. Gracias y apreciaría ese tratado. Sobre la oferta entonces diré,

-¿Sí?

-que yo, acepto.

Mew vuelve a comenzar su enorme sonrisa. -¡Aunque primero limpiare! Luego hablamos de lo demás.

-Oh, sí.

-¡Fuera!

-¡Sí!

Mew sale a toda prisa asintiendo con su cabeza. Al momento de cerrar la puerta asoma su cabeza con un asentir y la cierra. Cuando Regiller abandona el baño reposa su espalda contra la puerta respirando agitado en una sonrisa esperanzadora.

-Debo llamar a alguien que haga de su primera vez una especial... ¿O se la hago yo mismo?

Piensa el azabache.

-Aunque primero mejor le daré una tarea. - Azota la pantalla del teléfono sobre una de sus palmas ahora con una sonrisa orgullosa retirándose.

🍭🍑

𝓟𝓪𝓻𝓪 𝓵𝓪 𝓷𝓸𝓬𝓱𝓮, Gulf está acostado en su cama mirando el techo. Una camisa de franjas multicoloridas e mangas cortas puesta con sus deportivos grisáceos. Sus manos en posición de cuadro memorial como un mismísimo cadáver en ataúd.

«Antes de que te vayas te tengo una tarea para hoy en la noche, » Recuerda el último comunicado de Regiller. «piensa en lo que sea que te excite y tocáte. Desata cualquier deseo sexual que tengas. »

Gulf suspira y mete una mano dentro de sus deportivos. Adentrando el boxer hasta agarrar su miembro. -¿En qué puedo pensar...? - Murmura, pero recuerda la escena pornográfica del filme. Justo cuando Regiller "come" los senos erectos de la chica sin quitarle la mirada. Con sutileza.

Él comienza a masturbarse de arriba a abajo. Sintiéndose duro con el mero pensamiento. -Huh - así es como comienza sin temor a nada. Bombeando la mano. Su cabeza echándose para atrás sin cerrar los ojos.

Piensa en cómo el mayor se hundió en aquella actriz porno. La penetración la hizo gemir alto, pero con cuidado. Todo era tan delicado. Ese es el tipo de toque que quiere si va a tener su primera vez ya sea con un hombre o con una mujer. Ese amor que ambos reflejaban por el uno al otro. Lo quiere, pero no sabe ni con cuál de los dos actores querría eso.

-Ah.- Gimotea sin dejar de masturbarse. Desliza uno de sus pies por la tela de la cama como si quisiera hundir sus dedos ahí. Abre su boca un poco más grande sumiso a todo el acto. Una lágrima abandona uno de sus ojos. Desliza su mano libre por los bordes de la camisa hasta subir esta. Sube, sube, cuando alcanza dejarla por encima de su pezón izquierdo.

Comienza a jugar con su propio pezón. Tocandoselo mientras sigue bombeando la mano. -¡Ah! - Gime frotando círculos repetitivos en su pezón. Arquea su espalda ante el acto.

-Oh por Dios. - Gime desviando la mirada. No quiere que el sentimiento culmine. Lo que se ha apoderado de su cuerpo es sublime. Este clase de aura... Es exquisito. No quiere que termine. -Oh...

-¿Vas a correrte?- Imagina la voz de Mew en sus oídos. Él asiente la cabeza repetidas veces. Su pecho sufriendo los espasmos involuntarios. Abre los ojos frente suyo entonces imagina que Mew está encima suyo. Mirándolo a los ojos con un sereno coqueteo. Ambos se miran de nuevo. Gulf sin dejar de masturbarse. Gimiendo desvergonzado. ¿A dónde se fue ese chico dulce de hacen minutos? Imagina a Mew sonreírle sucio. -Lo sabía. Eres un chico sucio ¿no es así?

El Mew imaginario desvanece cuando Gulf se corre respirando agitado. Este permanece mirando su tejado mientras recupera. Bocanadas de aire a por mil a cada segundo. Saca su mano de sus deportivos y la lleva cerca a su rostro. Ve los fluidos blancos espesos y transparentes en porción encima de la palma.

No había visto eso en mucho tiempo desde las veces que se masturbaba cuando adolescente. Ahora con el trabajo que tenía hasta hace poco no podía masturbarse ni darle pensamiento al sexo. Gulf no era una persona sucia sino que como todos los demás tenía ganas de vaciarse de vez en cuando como todos los humanos. Sin embargo esa década que creyó haber dejado atrás parece estar volviendo. Ahora por coincidencias del destino; se acaba de masturbar por primera vez en años y, wow, él comienza a sonreír.

Se sintió increíble.

🍭🍑

𝓐𝓵 𝓭í𝓪 𝓼𝓲𝓰𝓾𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮, Baifern está parada muy bien vestida en un traje-pantalón blanco, gafas de sol azulejas y tacones blancos de muy empinado filo. Su cabello ondulado por sus hombros.

Sus secretarias Ashley y June visten tan oficinistas como siempre solo que esta vez iban en conjunto con su jefa: portan gafas de sol iguales. Las tres mirando serias como gánsteres al jet privado frente a ellas. A unos largos pasos de distancia. Recién estacionado parece estar aquella avioneta. Su puerta abierta muestra un trozo del elegante interior. Por tal sale un engreído hombre vestido en traje formal blanco con unas gafas de sol y mocasines. Una pesada maleta de metal en una de sus manos (afortunadamente es de rueditas). Sus guardaespaldas están a sus lados. Son dos guapos hombres.

El engreído hombre de tez latina, rostro delgado, nariz empinada y ojos rasgados asiáticos baja los escalones con una elegancia insuperable. Se sabe que es de los que se creen insuperables a la vista. Es uno de los hijos de perra que cree que el mundo puede estar a sus pies. Y ciertamente puede estar a sus pies... Pero no sabe tener la actitud adecuada para que se logre eso.

Camina engreído hasta Baifern. -Hola, preciosa. - Se quita las gafas con una sonrisa mezquina.

-Mario - Baifern llama con una sonrisa apretada sin exposición dental. -¿Cómo la pasaste en Jamaica?

-Me la pase bien. Oye, no te preocupes por mí. Se ve mal cuando una mujer es la que se preocupa por su hombre ¿sabes? - Juega engreído.

-Jo, Jo, alto ahí vaquero. No es eso lo que me molesta - Ella se quita las gafas del sol antes de mirar a los lados las pupilas. -hablemos un momento a solas.

Ella se adelanta a caminar y él la sigue con el ceño extrañado. Van a una esquina lejos de sus guardaespaldas y secretarias. Terminan parados entre dos enormes basureros.

-Mario - Se cruza de brazos irremediablemente preocupada. -necesito que por favor te esfuerces mucho en estos meses. Mew seguramente está planeando algo y nosotros... ¡Nosotros...!

-Oye, oye,- Él llama suave. Ella lo mira con los ojos cristalizados. Su mentón temblando. Quiere decir algo, algo que la está afectando mucho. -¿Qué es lo que sucede? - Se preocupa mirando esos ojos cristalizados de la directora. Ella solloza sin removerle la mirada.

🍭🍑

El Secretario Nathaniel anda entrando por la casa de su jefe temprano en la mañana. Sube los escalones con demasiados ánimos. Debe contarle algo a su jefe con urgencia.

Llega a la habitación de su jefe y al abrir la puerta diciendo: -¡Jefe! ¡Hay un problema--! - Se congela en la puerta. Al abrir ve que su jefe está sentado frente a sus televisores (4 pantallas) viendo un video porno de Mario, el actor que regresó de Jamaica. Es el favorito de muchos por su brusquedad.

En el video que ve ahora mismo Mario estaba follando sin piedad alguna un chico delgado. Este de espaldas rebotando veloz. Sus glúteos cacheteados por la pelvis del otro. El de abajo gime incontables veces súper alto. Parece adolorido. Mientras que Mario solo se burla del sufrimiento con una sonrisa y le da una nalgada antes de correrse dentro de él. Hundiéndose todavía más haciendo al joven gritar del dolor.

—¡Oh! ¡Sí! — Gime Mario despreocupado ante las cámaras. La escenografía era una habitación, ambos en una cama, con la luz de la Luna sobre todos.

Nathaniel entonces se entristece. —Ya sabe las noticias entonces. ¿Qué va a hacer señor? Una vez que Baifern lo tenga en sus manos el dinero va a explotar--

Mew se pone de pie y se da la vuelta exhalando preocupado. —De eso no te preocupes, Nathaniel, tengo todo controlado.

—¿Lo tiene, señor? — Sonríe en grande el secretario.

—Buenas, disculpa. — Llega Gulf asomándose en la puerta de la habitación con una camisa marrón manga-larga puesta, mahones y tenis negras. Una sonrisa tímida en su rostro. Regiller asiente en su dirección dándole la bienvenida.

Nathaniel le rueda los ojos antes de voltear su jefe. —¿Qué está haciendo aquí? No son horas de visita. — Se queja el secretario realmente ingenuo ante todo.

—Nathaniel, conoce a Gulf. Posible candidato a trabajar con nosotros. Hoy tendrá su primera vez. ¡Conmigo! — Anuncia orgulloso Mew.

—¿Contigo? — Nathaniel se sorprende agrandando sus ojos. Casi y le puede dar un infarto ahí mismo.

—¿Contigo? — También se sorprende Gulf.

—¡Mjm! — Regiller asiente con la más bonita sonrisa de labios. —Así que, Nathaniel.

—¡Señor, me estoy muriendo!

—Ve al hospital luego de aquí. Solo sal. — Regiller empuja al dramático secretario de los hombros a las puertas. El secretario queda estampado en el borde de las puertas. Sujetándose ahí mientras dramáticamente toma bocanadas de aire.

—¿Estás bien? — Gulf le pregunta preocupado. Nathaniel lo ve espantado.

—¡Eres el chico de los perros, qué asquerosidad!— Grita aquel secretario antes de salir corriendo.

El Moreno mira apenadito al mayor. —Solo está así porque te considera un campesino. Cuando seas famoso te amará.

Gulf decide asentir a eso mientras va acercándose al mayor. Sus manos formadas puños que sostienen las mangas de su suéter. Apretando la tela bajo sus dedos. Mew se le queda viendo.

—¿Hiciste la tarea de ayer? — Pregunta.

—Sí. Mew. Hice la tarea.

—¿Y cómo te sentiste?

«Sucio. Como si no fuera el yo de siempre. » —Bien.— Contesta neutral para que su mayor no piense mal de él. Ambos se miran a los ojos. Gulf intentando parecer indiferente. Pero el mayor no cae por su inocente engaño y sonríe mezquino. Atrapa una de sus muñecas para jalarlo a su pecho, dónde le rodea la espalda baja con su brazo libre.

—Eres un chico sucio. — De alguna manera, por maniobra del destino, Regiller dijo lo mismo con lo que Gulf lo imagino. Los ojos del Moreno se agrandan como mismas canicas. Sin poder creérselo. Pero a la vez súper intrigado. La hipnosis a causa de esa bonita desdentada sonrisa del mayor.

Regiller asoma su rostro súper suave al suyo mientras el Moreno cierra sus ojos.

*N/A: ¡Nuestro bebé es inocente pero también puede brindar sus deseos más sucios~! Ya pronto nos dará de sus sorpresitas. ¡Tendrá su primera vez! Y, como toda historia, tenemos a  nuestro antagonista. ¿Qué será lo que Baifern oculta? Lo descubriremos prontito😘😘 Gracias por leer y cuídense, los quiero mucho! ❤*

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