𓍯5

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Martes 6 de abril 2022

Al final del día de ayer intercambiaron números para que el moreno llegase a la casa del pelinegro. Así que ahora el moreno se encontraba en el patio estiloso de una enorme casa que castillo de nieve parecía. Con una fuente acuática en el centro del patio, árboles ovalados por doquier, y puertas de cristal.

Gulf permanece en su sitio con una camisa blanca de mangas largas, mahones y tenis. Sostiene su teléfono cerca a su pecho mirando todo aturdido. Simplemente no se puede creer que esta sea la casa de su cliente. Es decir, parte de él siempre dedujo que su amigo seria millonario, ¿pero así? No.

Llama al cliente. -Hola, Gulf.

-Ya he... Llegado, señor.

-Vamos, no me llames señor, no soy viejo.

-L--Lo siento--

-Llámame mejor, - Gulf observa atónito cómo las puertas de la casa separan sus laterales. En medio de estas se muestra un Mew con ropa demasiado cotidiana. Más bien ropa de casa con un toque hip-hop y descalzo. Su camisa tie-dye azúl, pantalones holgados verdes y un gorro flamboyano súper cortito color océano también. Conectan miradas aunque el millonario sigue sujetando el teléfono contra su oído. De hecho al ambos conectar miradas, Mew crea una amigable sonrisa: -Mew.- Finaliza. El dulce chico queda hipnotizado mirándolo. Su calidez es demasiada y eso que solo se conocen de hace poco. No meses ni años nisiquiera una semana completa: días, horas, minutos.

Gulf crea una sonrisa bastante grande antes de bajar su teléfono de la oreja.

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En unos minutos, Gulf está barriendo la sala de estar y notando cómo muchas paredes tienen tornillos sobresalidos pero ningún cuadro. Sin embargo hay marcas de la existencia previa de cuadros. ¿Qué habrá pasado? Dado al margen debieron ser cuadros enormes. ¿De arte quizás? Dado a la estética impresionante de la casa da la impresión que fueron de arte.

Regiller lo dejó barriendo y dijo que estaría arriba en su habitación. También le dijo que POR NADA del mundo entrase a la habitación hasta que le diera el permiso. Miro las largas escaleras que conducían a la habitación del mismo. -Debe tener mucho trabajo. Voy a limpiar lo mejor que pueda para que no tenga esa carga encima.

Asegura el bronceado inflando sus cachetes antes de vaciarlos con determinación. Asiente como soldadito y a barrer continúa.

⏩Luego es como ver a un muñequito barriendo a toda velocidad de aquí a allá. Cuando finaliza con la escoba coge un aspirador y levanta cojines de los muebles para aspirar todo el polvo en ellos. Reacomoda los cojines.

Luego pasa trapeador por toda la casa.

Al ir al baño de la casa no pudo evitar respingar congelado en la puerta mientras veía lo hermosa que es la tina. Es una tina de ensueño crema rodeada de paredes del mismo color, hay un retrete con demasiados botones y un candelabro a una esquina encima de una tabla. No parece un baño común ¡Parece un baño salido de una película medieval sensual! Esto no se parece en nada a la sala de estar. Es como ver dos versiones diferentes de una casa.

-Qué bonito. - Dice para sí mismo viendolo todo.

Asoma su rostro a las tres velitas apagadas del candelabro. -Dejar las luces de estas velas encendidas como único mientras tomas una ducha debe ser de ensueño. - Dice asombrado. Pasa del candelabro (nótese que en todo momento no ha soltado unos pañitos). Voltea hacia la tina y camina a ella para mirar su interior.

Hay pétalos rosas esparcidos por su seco interior. -¿Mm? - Se pone de cuclillas. -¿Pétalos? Woah, debe gustarle mucho lo elegante. ¿O acaso tendrá novia?

Su lado hiperactivo a veces lo hace ser más un detective que nada. Al momento de ponerse de pie no puede evitar ver el borde de algo negro destacar tras la tina. Frunce el ceño y saca aquello de borde negro con cuidado de no rasgarlo. Lo saca súper delicado.

Hasta al fin tenerlo seguro en ambas manos y frente a su pecho. Observa con detalle la imagen del cuadro.

Un hermoso vidrio liso resguarda la carátula cálida de un filme del 2017. Un filme donde se muestra Mew Regiller en la parte superior vistiendo elegante ofreciéndole una sombrilla a una hermosa mujer cuya piel blanca luce oscura ante las sombras de la noche. Ambos están viéndose bonito con sus nombres escritos bajo sus pechos. En el medio con un resplandor de luces oro está el elegante nombre del filme:

‘UNA ÚLTIMA NOCHE PARA RECORDAR’

Bajo el título están ellos solo que desde una toma lejana, mostrando sus cuerpos en elegantes trajes, dentro de un elegante salón de cortinas y ella invitándolo a bailar en un vestido negro cuya falda revela todo de sus piernas hasta esos tacones negros con ataduras similares a unas sandalias griegas.

—¿Es una película? — Gulf murmura. Anonado con la carátula. Súper hipnotizado por la elegancia de tal. Simplemente tiene una estética digna de la palabra “fina”.

Baja el cuadro suavemente para ponerlo a un lado de sus pies. Saca su teléfono para buscar el título y sale la página principal de Google y muestra todo el contenido informativo.

Entra a una página con enlace directo a la película. Se mantiene paradito viendo la secuencia de titulares, créditos, menciones honoríficas a los productores por igual a los creadores de música, etc, etc.

Cuando pasa toda esa secuencia Gulf debe bajar el volumen a toda prisa por un gemido femenino demasiado chillón.

Lo baja y mira a sus alrededores espantado. Por suerte Mew aún no parece abandonar su habitación así que, tragando hondo, voltea hacia su teléfono. Mira cuidadoso lo que se está reproduciendo ahí.

Y ve que, a pesar del gemido escuchado, la hermosa protagonista se está besando con Mew Regiller. Ambos están explícitamente desnudos en una cama de sábanas negras. Trazos de Luna siendo su luz a través de la ventana a la izquierda. Meramente al lado de la cama.

Ella anda bajo su cuerpo con sus pequeños senos erectos (vagamente mostrados en la cámara por los anchos hombros de Mew) rozando el trabajado pecho del otro. Ambos solo se están besando con gentileza. Labios carnosos echándose para enfrente y para atrás, cada vez abriéndose un poco más de lo necesario para que jueguen sus lenguas. Las desplazan encima de las unas a las otras, vuelven a rotarlas, y hacen cierre a un beso. Ambos gimiendo bajo.

La mano venosa e grande del mayor atrapa la pequeña mano de la chica en la suya. Esa mano pequeña y delicada ya abierta, entrelaza dedos suavemente con el mayor.

Gulf observa ese detalle con anhelo. Ese simple, pero hermoso detalle.

La siguiente toma los mostro desde lejos pero tras Mew, mostrando así explícitamente los glúteos de este y lo que cuelga delante de ellos también. El Moreno cerró sus ojitos presionados. No quería ver el cuerpo de la persona con la que está pasando tiempo ahora. Haría las cosas muy incómodas entre ellos.

Abre un ojito todo asustado y afortunadamente la toma ha cambiado a mostrarlos en sus mejores perfiles. La castaña rebota cuando el pelinegro se hunde en ella. Entrando en su húmedo, pero apretado coño.

—¡Agh! — Ella gime suave antes de tomarlo de los cachetes. Todo este tiempo sin desviar sus pequeños ojos rasgados de él. Él lleva su boca a “comer” los apetitosos senos erectos de la chica. Todo esto con delicadeza y sin quitarle la mirada.

Ella no puede con el placer y tira su cabeza hacia atrás. Casi hundiendola en las sábanas mientras esa esquelética espalda se arquea. Alzando sus pechos al máximo.

La sombra del resto de la habitación hace que las intimidades de ambos tanto como la intimidad en sí (que ya se han hecho una) luzcan oscuras a la cámara. Apenas y se ven las siluetas.

Tomando esa reacción como iniciativa, el pelinegro comenzo a balancear esas caderas de atrás al frente. Tensando y destensado sus glúteos redondos.

Todo suave. Jamás con brusquedad. Siguen tomados de las manos. Esos dedos que 10 son por la unión todos rojos por los apretujones en cada embestida.

«Mew Regiller es... ¿Un actor porno?» Gulf piensa ahora un poco asustado. Pero es por los nervios. ¿Cómo reaccionará ahora que sabe a lo que se dedica el mayor? Niega con la cabeza tiernamente. Sale de la película para escribir el nombre de Mew Regiller en Google. Ahí salen todas las películas eróticas que ha hecho. La mayoría con premios.

—Oh por Dios. — Dice alzando sus cejitas bien arriba.

—Oye, Gulf, ¿ya limpiaste toda la Sala? Es enorme--— Iba diciendo Mew con una sonrisa al adentrarse al baño. Gulf pega un brinco y deja el teléfono caer. Mirándolo espantado.

El azabache se detiene en la puerta mirándolo extrañado, sin eliminar la sonrisa, va a preguntar si está bien cuando no se le escapa de los ojos el cuadro de su filme. Tal posado al lado de los pies del joven. Deja de sonreír poco a poco. Viéndose ahora un poco decepcionado y triste. Se puede notar por cómo cambia todo su rostro a uno entristecido. No con ganas de llorar no a ese nivel.

—Apuesto a que ya sabes lo que soy — Dice un tanto decepcionado incluso si trata de sonar amable. —de todas las personas no quería que tú... Lo supieras. No ahora.

Gulf sigue impresionado por descubrir la identidad de Mew Regiller aunque tarde o temprano ambos saben ya que si seguían viéndose eso iba a ocurrir. Pero ver a alguien tan firme cómo Mew cabizbajo justo ahora teniendo miedo de ser terriblemente juzgado, hace que Gulf aligere su mirada de asustado. Al igual calme sus nerviosos jadeos.

—¿Por qué no? — Pregunta Gulf. Obligando al otro a alzar la mirada. —Ser actor y director porno no debería ser algo malo. Tú solo trabajas para ganar dinero con el cual vivir. Como todos los demás. — Gulf brinca sus hombros en una bonita sonrisa.

—¿No te doy asco?

—¿Por qué debería? Además — El chico se rasca la nuca con una sonrisa nerviosa. —no ví tu cuerpo desnudo mientras veía la película de Una Última Noche Para Recordar. Aparte la mirada. Aunque se ve como una película buena.

El azabache se le queda viendo esperanzado y feliz de no ser juzgado. Sus labios formando una sonrisa de labios bastante destrozada. Se nota que siempre ha sido juzgado por la carrera que eligió. Es cierto que el porno es un tabú, pero es uno de los tabúes que más vende. La luz del sol hace que la escena sea aún más cálida.

—De hecho, Gulf, — Mew va proponiendo con una voz sútil. Acercándose con pasos lentos.

—¿Sí? — Gulf pregunta mirándolo atento.

Las sandalias del azabache se detienen a una distancia personal de las tenis blancas ajenas.

—¿Te gustaría trabajar conmigo en eso?


Gulf puede jurar que los latidos de su corazón subieron a sus oídos. Que su corazón ha subido a su garganta. Ambos permanecen mirándose expectantes.

*N/A: ¡Otro capítulo lleno de emociones! Espero les haya gustado, ¿cuál creen que será la respuesta de Gulf? Nuestro Mewcito cada vez sintiéndose más bien con Gulfito, Bueno, los leo~😘*

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