𓍯16|𝑭𝒊𝒏𝒂𝒍
El director y Wuttinah fueron recogidos en limusina justo como el día de los Premios con el mismo fiel conductor: Nathaniel quién a veces miraba a través del retrovisor al tranquilo dúo.
Mew sentado al lado de la ventana mientras Gulf reposaba su cabeza en uno de sus hombros. Descansando con sus ojos perdidos en algún punto irrelevante del auto. Regiller miro abajo al agotado chico y el cabello le acarició con suavidad. De abajo a arriba como si acariciara una flor de león. No muy brusco o los pétalos volarán por el aire. Su mano suave desde atrás del chico. Este regresó a su ropa: camisa de enormes franjas en azul oscuro con blanco en el medio, mahones claros, medias blancas y tenis del mismo color que las medias.
-Gulf, hay algo que te quería decir en la casa ayer. Pero no estábamos solos. Y honestamente creo que nos traerá complicaciones. - Mew habla bien pausado. Como si le estuviese hablando a un alienígena.
-Mew, te puedo escuchar. Habla bien. - Se queja el moreno con un puchero, un poco irritado por todo lo sucedido anteriormente. Claro que está agradecido por la arribada del director. Lo que le molesta es lo ocurrido con Mario. Cómo lo tocó, cómo lo penetró, todo fue molestoso y horrible. Tan solo recordarlo le provoca escalofríos y más irritación.
Regiller traga fuerte rebotando la manzana de Adán en la garganta. Desvía la mirada hacia enfrente suyo.
-Krit me dijo... Lo que te contó antes de que te fueras ayer.
El moreno agranda los ojos sin mover ni un ápice de su cuerpo. Escuchando atento. Ahora su corazón palpitando un poco más rápido y su estómago llenándose de murciélagos pues "mariposas" es un término muy dulce como para el ardor que los enamorados sufren en el estómago.
-Quería decirte que tú... — Regiller comienza cuando son repentinamente interrumpidos y los chicos deben mirar al conductor.
Nathaniel presiona el volante repetidas veces antes de gritar por su ventana: -¡CASI ME ATROPEYAS IDIOTA! - Y vuelve a subir su ventana todo molestito.
Los chicos regresan entonces a la tensión desviando los ojos a irrelevantes puntos del auto. El auto reduce la velocidad para hacer fila en el tráfico.
-Como decía: Gulf, tú me--
Unos constructores en algún terreno al lado de la carretera encienden un taladro demoledor. El sonido irrumpiendo en todos los autos, en especial la limusina. Tanto Mew como Gulf (quién alza su cabecita del hombro) miran indignados el injusto sonido. Sin poder creérselo.
Por suerte el tráfico no tarda en moverse así que el auto se aleja poco a poco del sonido. Gulf se mantiene con la cabeza alejada del hombro mientras el director sigue mirando a través de la ventana.
-A lo que voy es: Que tú me--
Nathaniel vuelve a tocar bocina.
-¡NATHANIEL!
La pareja en los asientos traseros gritan desesperados mirando al conductor con rostritos molestos.
-Sorry, boss~♡ (Lo siento, jefe~♡). Había un gato cruzando la carretera. - Se excusa el Secretario mirandolos sobre su hombro con una sonrisa y un cómico, seductor, brinco de cejitas. Regresa su mirada a la carretera enfrente. El dúo ríe bajito aligerando sus rostros de duendes enojados y, pausadamente, se dignan a conectar ojos.
El carro meneando sus cuerpos de lado a lado suavecito. No desvían las miradas esta vez. Gulf espera con una sonrisa de labios pacífica lo que el azabache quiere decir.
-Los directores no nos permitimos gustar de nuestros actores.- Comienza el director.
-¿"Pero"? - Gulf sugiere cómicamente con una voz delicada y ensanchando las cornisas de su boquita. Tímidamente comenzando a sonreír.
-Pero - Mew concuerda añadiendo esa palabra a lo que sea que va a decir. Sonriendo también. Ambos ríen por ese dato. -tú me atraes, Wuttinah. De una manera que me he tratado de obligar a no caer. Cada vez que me decía que no caería por esa sonrisa más me la mostrabas. Cada vez que no caería por tú dulce amabilidad más la destacabas. Regañarme a mí mismo solo me hizo caer más y lo que yo llamaba “error” de repente parecía “correcto”.
Gulf se le queda viendo a los ojos súper intrigado. Decidido desde ya en su respuesta si es que el director pide lo que asume Wuttinah que va a pedir.
—No me acostaré con ningún actor ni actriz porno si estoy en una relación. Nada más he estado en diecinueve relaciones y dos he roto yo primero. — Gulf agranda los ojos ante el número de relaciones que su jefe ha tenido. —Pero si te conviertes en mi pareja no quisiera que siguieras trabajando en este mundo. — Regiller toma las manos del moreno dentro de las suyas.
—Si trabajas desearía que sea en uno de esos empleos normales que tienes. Con una suma de dinero buena, pero normal y beneficiosa para ti. Al igual que tú a mí no toleraría verte gemir en brazos de otros si eres mío. — Los pulgares de Regiller frotan las manos ajenas. Un tacto suave como siempre el que le reparte al moreno. Gulf se entusiasma aún sin moverse.
—¿Quieres ser mi novio, Wuttinah? — Pregunta el director con una sonrisa. Ojos brillando esperanzados.
—No.— Gulf contesta quitando toda música mágica que Mew haya estado imaginando de fondo. Su sonrisa se va achicando. Cada vez luciendo más confundido y decepcionado.
—Ouh.— Dice confundido bajo la repentina, seria, mirada del otro.
Con unos segundos más de tensión y silencio, Gulf lo agarra del cuello de la chaqueta con ambas manos. Fuerte. Jala a Mew hacia adelante con sus manos. La distancia entre sus rostros siendo poca ahora. El director con los ojos abiertos como platos por el repentino jalón. Un poco dominante por cierto. Le pareció algo sexy de parte del moreno quién nunca ha expuesto su lado dominante hasta ahora.
—Quiero que tú seas mi novio, Regiller.
El director comienza a sonreír con sus labios. Estirando las cornisas de estos poco a poco. Ríen un poco más mirándose a los ojos. El azabache lo sujeta delicadamente de la nuca entrelazando sus dedos en el corto cabello contrario.
Acercan rostros hasta estrellar labios. Permaneciendo quietos en el primer beso con sus ojos cerrados.
—¡WUUUUUUUU-JUUUUUUU! ¡Eso es, jefe! — Nathaniel grita en el asiento conductor brincando en su sitio sin dejar de intercambiar miradas con el retrovisor. Incluso su secretario estaba hipnotizado con el tenso momento de la pareja.
Gulf responde con un suave segundo beso. Mew responde con un tercer beso más que delicado. Justo para la ocasión.
—Bueno, tórtolos, iré cerrando la ventana que da con los asientos traseros. Para más: intimidad. — Nathaniel dice con una voz gruesa coqueta presionando un botón de los del volante y una ventana negra se va alzando atrás suyo.
Antes de que la ventana se cierre, se puede ver cómo el dúo siguió besándose con más intensidad. Tanta que Gulf trepó su regazo mediante los besos. Ambos determinados a continuar una segunda ronda de secciones de besos y, quizás, ¿hacer el amor?
Pero no. Eso no lo harían ahí dónde está Nathaniel. Necesitarían más privacidad que solo una ventana negra.
𝓤𝓷 𝓶𝓮𝓼 𝓭𝓮𝓼𝓹𝓾é𝓼
Mario confesó todo lo que hizo con Baifern cuando la directora de Nonesup fue la única de la farándula pornográfica en atreverse en llamar a la policía para que arrestaran a tal abusador. Pues Mario no solo cometió secuestro sino que también agredió a personas (actores de Regiller; Bright y Kay) sin piedad. No será por mucho pero las autoridades decidieron enviarlo a prisión por dos años... Ahí no podrá ser actor porno al salir. Ningún director querrá a alguien cómo él.
8:00 p.m.
Ahora mismo una fiesta tomaba lugar en una enorme mansión, la parte trasera de la misma dónde hay una piscina enorme (aunque cuadrada) rodeada de reflectores con luces azúl y púrpura neón. Muchas personas bailan alrededor. Invitados, actores porno, directores de industrias porno, demás.
Arriba, bien arriba, hay un pequeño balcón redondo de barra crema en cemento. Baifern sale de la habitación que da con ese balcón vistiendo un elegante traje tipo hasta-la-rodilla, algo escotado para revelar la línea de sus pechos y tacones rojos. Su cabello cayendo ondulado por uno de sus hombros y luciendo sanada de las heridas que Mario le ocasionó el mes pasado.
Ella reposa una mano en la barra admirando toda su fiesta. Desde arriba mirar es algo tranquilo. Solo escucha los murmullos o los aullidos de festejo. Se le ve feliz a cómo estaba antes. Mira todo como una reina a sus súbditos y es que si esos fueran los tiempos ella sería perfecta para ello. O al menos esa imagen porta.
A su lado se une un confiado Regiller vistiendo un traje elegante como el que uso en los premios, su cabello tirado para atrás con dos montañas alzadas y portando una sonrisa de labios relajada. Muy relajada. Se ve tan relajado que se puede decir la vida ha estado dándole frutos.
—Debo admitirlo, TontaFern, — Comienza haciendo a la chica bufar. —me molestó que no me dijeras antes que estabas en banca rota. Si lo hubieras dicho desde un principio todo el secuestro se hubiera evitado. Y, cómo ahora, nos hubiéramos unido como directores en conjunto desde ya.
Ella ríe cabizbaja antes de alzar la mirada y observarlo por el rabillo del ojo. Él también la observa por el rabillo del ojo.
—No pensé que alguna vez estaría trabajando en conjunto contigo, Regiller, mucho menos en tu compañía.
—¿Qué te puedo decir?, Negocios.
—Amistad. — Ella corrige. Ambos se miran ahora a los rostros como es debido. —Nuestra extraña relación nos convirtió en aliados y no cualquiera le ofrecería a un enemigo una colaboración. Así que supongo que es: amistad.
Regiller suspira profundamente como si se sintiera súper aliviado de oírla decir eso.
—Tienes razón. Sin notarlo ambos desarrollamos algo tan asqueroso como la: a-m-i-s-t-a-d, ¡puaj! — Mientras deletrea Mew hace rostros de avestruz atropellada destacando sus dientes leche a propósito y tirando el pecho para atrás con los hombros para enfrente.
Baifern ríe durante esa cómica reacción. Cubriéndose la boquita con una mano. Desvía sus tiernos ojos a la multitud alrededor de la piscina durante las risas.
El director deja de hacer la mueca con una tierna sonrisa y también mira a las personas. Ahora ambos eran directores clase élite de la compañia XXX-NUMBER ONE. Juntos los filmes eróticos eran excelentes. Dos ideas creativas convertidas en una, la audiencia quedaba maravillada con los filmes.
Abajo, entre las multitudes de personas alrededor de la piscina, el secretario Nathaniel está parado frente a la mesa de aperitivos y dulzuras. Disimuladamente coge la quinta fresa de la noche para comerla mirando frenético a los lados. Vaya dramático el secretario. Actúa como si fuese un espía ultra buscado.
La secretaria June llega a su lado en un vestido-falda-pomposo sin mangas, el croptop es cubierto por un manto de velo transparente que se cierra como collar de diamantes. El traje llega no más de las rodillas. Su cabello ondulado por sus hombros.
—Hola.— Ella saluda tímida.
—Hola.— Él también se pone tímido y tira para atrás el resto de la fresa fingiendo rascar su nuca y tratando de lucir 10 veces más apuesto e interesante para la chica. Sin embargo el hecho de que sus ojos pasen de mirarla a ella a diferentes otros puntos irrelevantes jugando a ser "El Pensador" la divierte. Ella ríe tímida.
Entonces planta un besito en uno de sus cachetes. Nathaniel agranda los ojitos durante el besito. Un besito tan inocente como ese le revoloteo el estómago. ¿Era eso normal? Sí. ¿Lo hacía sentir extraño? Sí. ¿Lo hacía menos hombre? Absolutamente no. Vida hay de más para que, si comienzan una relación, desarrollen más besos.
Ella aleja su rostro redondito del de Nathaniel con ojitos grandes. Él permanece viéndola intrigado, y una sonrisa forma.
Sip, definitivamente algo podría surgir de ellos.
Los directores los observan curiosos con sonrisas bonitas.
—¿Y cómo te va con Gulf?
Baifern pregunta girando su rostro al de Regiller.
Mew la mira y su sonrisa agranda con tranquilidad. —Él y yo estamos muy bien.
🍭🍑
Gulf consiguió un trabajo en otra cafetería dónde es tratado mejor y ahora, marcando las once de la noche, pronto cerrará. La cafetería no se diferencia mucho de la primera en la que estuvo en cuestiones de diseño. Sin embargo aunque no hay clientes ahora mismo, está tras la barra súper feliz esperando a quién sea que venga. Su uniforme siendo una polo negra de mangas cortas, pantalones negros y tenis. Una gorra negra encima de su cabeza representando el logo de la cafetería.
Las puertas de la cafetería se abren y la campana de tal suena.
—Buenas noches--— Gulf va diciendo todo animado con las manos sobre la una a la otra en la barra. Al ver no elimina su sonrisa sino que la agranda.
Mew Regiller ha entrado por las puertas con una sonrisa de labios bien bonita. Se miran sinceros a los ojos.
—¿En qué le puedo ayudar, caballero? — Pregunta Gulf cómicamente. Como si no se vieran cada noche así mismo como hoy.
—Quiero algo, pero me temo que no está en el menú. — Va caminando Regiller con las manos sujetas tras su propia espalda.
—¿Entonces que es eso que no está en el menú, caballero? — Gulf desafía coqueto mirándolo.
—Quiero besos de adultos.
Mew Regiller susurra al llegar a la barra. Sus rostros bien cerca mientras los ojos de ambos entrecerrados con sensualidad y desafío.
—Dame besos de adultos.— Dice Gulf con sensualidad. Mew sonríe y ambos acercan sus rostros para una ronda de besos...
de adultos.
Fin
*N/A: Nuestra bonita historia empezó en una cafetería y terminó en una cafetería 🥰. Espero les haya gustado esta historia, se hayan divertido, la hayan pasado bien, a mí me gustó escribirla y de hecho habían más cosas que poner, ¡pero! No la quise alargar además de que previamente había dicho que tendría 16 capítulos no más 🥺
"Besos de Adultos" finalmente acaba y quiero agradecerles por darle una oportunidad y por dejar sus opiniones, tengan un bonito día, tarde u noche ❤*
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