𓍯11

—¿Quién... Eres?

El otro joven no le quita la mirada de encima. —Mi nombre es Sky Nonesup. — Se presenta soltando al chico para que no haya incomodidad.

Pretende exhalar fuertemente para abrir la puerta del baño no mas que un pico. Asoma su rostro con un ojito cerrado para mirar. Asegurándose que no hayan más reporteros a la costa. Ya está todo despejado por ahora. Con otro suspiro voltea hacia el inocente Gulf que muy triste lo mira.

—Creo que ya puedes salir, hermano. No hay nadie más. — Informa.

—Gracias. Sentía que me estaba sofocando con ellos.

—Sí, sé cómo se siente. Aunque oye, ganaste un premio.

—Sí.

—Felicitaciones.

—Sí,... Gracias.

Gulf no tiene ánimos para seguirle los halagos así que se retira cabizbajo. Súper entristecido. Deja la puerta del baño abierta tras su salida. Sky permanece dentro de los bordes de la puerta observandolo con intriga. Frunce el entrecejo un poco mientras alza el mentón.

—¿Qué será lo que le pasa? — Se pregunta Sky con las manos metidas dentro de sus bolsillos.

🍭🍑

Baifern frunce el entrecejo mirando a la familia recién llegada. Entonces mira al actor a su lado. Ve a este sonriendo malvado sin notarla a ella. —¿Tu hiciste esto? — Ella lo saca de su trance desquiciado. Él la mira borrando toda sonrisa de su rostro.

—Huh, vamos, ¿no te gusta la idea? Tal vez con esto quiera renunciar y así Regiller no tendrá nadi--

Ella se pone de pie. Su rostro en total desacuerdo con el actor por el que sus sentimientos florecen. Lo querrá pero sabe que esto que hizo a sus espaldas está mal. Tomando los laterales de la falda trota hacia la familia en unísono con Regiller. Ambos llegan a la familia.

—Lo sentimos. Creo que mejor querrán hablar de esto afuera. — Baifern informa con un rostro sinceramente lastimoso acariciando un hombro a la tía.

—Yo me aseguraré de explicarles todo — Promete Regiller a la familia con toda la sinceridad de su corazón. Baifern alza la mirada para verlo. —llamaré a mi secretario que está en el estacionamiento para que lo busque. — Él asegura mirandola a ella también.

𝓦𝓾𝓽𝓽𝓲𝓷𝓪𝓱 𝓮𝓼𝓽𝓪 caminando a la carretera frente a la entrada del lugar cuando un Lamborghini negro igual como en el que llegó, estaciona frente a él. El chico detiene sus pasos frente al auto para mirarlo sorprendido. La ventana del lado pasajero se desplaza hacia abajo con un sonido.

Hasta que se revela el conductor del auto. Quién es nadie más ni nadie menos que Nathaniel. Este asoma su rostro al volante aunque este mirando afuera de la ventana. Ve el rostro de cachorro entristecido del chico.

—Entra.— Exige Nathaniel aunque suave. Esta vez con cariño. No es que lo haya tratado diferente en el solo mes que llevan viéndose como empleados que son pero al menos sabe cuándo mostrarse frío y cuando no.

Gulf abre la puerta y entra.

Una vez adentro estalla en lágrimas. Sollozando fuertemente. Peor que truenos aleatorios. Nathaniel agranda en demasía sus ojos a medida que pisa el acelerador para comenzar el viaje a casa. Claro no va a mil millas por hora ni nada por el estilo, va tan lento y responsable como todo conductor debe.

Gulf sigue llorando apretando el agarre en su premio. Cabizbajo él con los párpados arrugados de lo fuerte que los ha cerrado.

A su panorama llega un pie descalzo de plantilla rojiza con algunas areas amarillentadas. Un pie pálido normal.

El pie asomado a su rostro sujeta entre su dedo gordo y un dedo regular un pañuelo. Él da cantacitos suavecitos en el rostro de Gulf para limpiarle las lágrimas.

—¡¿Mm?! — Gulf se espanta al ver el piecito y retrocede contra la puerta del auto.

Aish, relájate — Dice Nathaniel pues ese pie es de él y la pierna a la que pertenece está fabulosamente cruzada por encima de la otra mientras sus manos siguen en el volante. Al igual los ojos.

Gulf vuelve a su posición actual alejándose de la puertita con sollozos. Mentón arrugado. El pie de Nathaniel sigue dando cantacitos para limpiar las lágrimas y pasa por delante de la nariz de Wuttinah al otro extremo dónde también da cantacitos. Limpiando.

Devuelve el pie a los pedales con un suspiro. —Increíble. Tienes un premio, pero aún así estás llorando triste. ¿Por qué?

—Mi familia estaba allí. —Dice el chico entristecido.

—Espera. Como, ¿los invitaste?

—¡No! ¡No hice nada de eso!

—Qué raro. — Nathaniel frunce el entrecejo sin quitar la mirada al camino delante.

Wuttinah se pone cabizbajo aún triste.

   🍭🍑

Llegan a la casa del sr. Regiller. Nathaniel dejando a Wuttinah pasar primero por las puertas. Una vez el deprimido chico pasa él va a cerrar las puertas cuando su teléfono vibra.

Lo saca del bolsillo que lo retiene para alzarlo. Es un mensaje de texto del jefe. Hace click en el mensaje para entrar al chat.

Regiller: Distraelo y castígalo hasta que yo llegue.

—¡¿Huh?! — Murmura el secretario. Mirando con disgusto la pantalla.

Nathaniel: ¡No puedo!

Regiller: Reduciré tu paga a 7.50 hasta la Navidad si para cuando llegue no has hecho nada.

Nathaniel suspira bajando el teléfono. Mira disgustado al depresivo chico que sigue caminando por la sala de estar. Acercándose al mueble. Rechista sus labios con tan solo pensar que deberá tocar a ese chico. No le gustaba la idea de tocar a alguien que tuvo que lidiar con perritos de lenguas llenas de bacterias o que ha tenido que recoger popó de perro. Es asqueroso.

Pero guarda el teléfono en uno de los bolsillos de la chaqueta y afirma sus pasos a medida que se acerca al muchacho. Gulf se está doblando para sentar trasero en el mueble cuando una mano lo agarra fuerte de un brazo y le reafirma la espalda.

—Nathaniel.— Iba llamando el tez bronceada sorprendido, cuando el mismo lo calla con un beso.

—¡Ngh! — Chilla Gulf al principio del beso. Tomado de sorpresa. Pero Nathaniel no parece tener intenciones de apartarse. Simplemente permanecen con sus labios sellados. Gulf se encoge de hombros durante el beso que ni una pizca han movido en el.

Nathaniel ladea su cabeza a la izquierda dando un segundo beso, delicado, a esos labios. Ojos cerrados en ambos. Gulf teniendo el ceño fruncido con miedo al disgusto que le tenía Nathaniel. Aunque este no parece darse el caso.

Gulf tímidamente responde con un beso suave. Seguida Nathaniel da clausura su respuesta con un tercer beso un poco más intenso. Gulf deja el premio caer al suelo a un lado de ellos. Lleva sus manos a las mejillas del Secretario.

Gulf contesta un segundo beso. Relajandose y entrando en confianza. Su ceño fruncido afloja toda arruga y se ve sumiso. Totalmente cedido.

Ahora los besos van apúrandose como el proceso de una montaña rusa. Ambos gimiendo en los besos. Chasquidos de labios resonando cada vez más altos.

Nathaniel aleja sus rostros sosteniendolo de las mejillas para verlo firme a la cara. —Vamos a la habitación. — Dice entre jadeos. No habían cogido aire durante todos estos besos.

—Ajá.— Gulf asiente embobado en la invitación.

𝓟𝓪𝓻𝓪 𝓬𝓾𝓪𝓷𝓭𝓸 están en la habitacion han pasado minutos y sus ropas han tirado por alrededor de la cama. Gulf está acostado en esta gimiendo desvergonzadamente alto. Todo su cuerpo brillando del sudor. Sonrojos excitantes por alrededor de su pecho o costados.

—¡Ah! ¡ah! ¡A-aaaah! — Gime sin control retorciendo su cabeza en encima de la almohada. Se aferra al final de esta con un puño. Sus rodillas alzadas y entre sus muslos está la cabeza de Nathaniel usando su lengua en un lugar muy oscuro.

Nathaniel anda de rodillas con las nalgadas redondas al expuesto. Sujeta fuerte los gelatinosos muslos del dorado quién no para de arquear su espalda. Lo tiene al borde de la locura debido a la excitación.

—¡AH! ¡AH, NATHANIEL! — Gime Gulf arqueando la espalda. Con ese movimiento expone sus efectos pezones a la espera de ser atendidos.

—¡Huh~Ah! — Gime desviando la mirada con muchos jadeos. No puede pensar con claridad.

Nathaniel se esmera escuchandose los chapoteos de su lengua jugar con su entrada velozmente. Involuntariamente las caderas de Gulf brincan ante cada gemido. Brincando consecutivamente sin un orden actual.

—¡Ah! — Vuelve a gemir alto.

Regiller llega a la habitación sin que ninguno de los dos lo note. Este llega mirando toda la ropa tirada por alrededor de su cama. Han hecho un desastre sus empleados y ellos mismos lucen como un desastre sucio.

Camina elegantemente. Ajustándose unos guantes látex que se puso en la sala de estar. Ya no tiene puesta la chaqueta formal con la que fue a la Alfombra Roja. No. La dejó abajo las escaleras también. La camisa blanca de botones aprieta su abdomen y muestra sus deliciosas clavículas.

—Eso es — Dice a un lado de ellos colocando una mano encima de la espalda de Nathaniel mientras que este no deja de usar su lengua. Gulf abre sus ojos cómo puede pero no puede ni abrirlos al máximo.

—¿Mew? — Pregunta el chico entre jadeos.

—Hazlo gemir alto, sientelo temblar debajo tuyo. — Incita Mew a Nathaniel. Gulf vuelve a gemir alto tirando para atrás su cabeza y comenzando a temblar. —¡Más rápido! Él pide más, ¡y más! — Exige Mew agachandose al lado de la cabeza de Nathaniel. Este apresura su lengua incluso más.

—¡AGH! — Gulf vuelve a arquear su espalda de nuevo.

Regiller sonríe con sus labios orgulloso de verlo así. Hasta que el chico se corre. Desfalleciendo sus gemidos.

Nathaniel alza la cabeza de entre sus piernas con la boca roja. Su cabello sudado echado para atrás. Toma bocanadas de aire. Pero tiembla y se corre en su propio abdomen con ver a Gulf tan sumiso y vulnerable a su lengua.

Muy bien. Hiciste muy bien, Nathaniel. — Mew lo halaga. —De aquí me encargo yo.

Nathaniel asiente la cabeza repetidas veces aunque agotado. Casi y sus ojos pueden rodar hacia atrás y simplemente caería dormido. Pero se pone de pie entre débiles pasos. La ropa lleva a su propio pecho. Hasta que sale de la habitación. Cerrando la puerta detrás.

—Mew... — Gulf sigue con leves temblores pero gime, mirando con lágrimas de la excitación a Regiller. El director se le queda viendo con cariño. Apreciando ese bonito rostro sumiso.

Pero la vuelta a su cuerpo le da y una nalgada añade. Haciéndolo pegar un pequeño brinco con un jadeo. —No puedes tan solo huir así.

—Pero mi familia--

Le da otra nalgada y entrando su brazo por entre sus piernas, lo sostiene del bajo abdomen para brincarlo en su sitio. Eso lo hace abrir las piernas de inmediato. Con un jadeo.

Remueve el brazo de entre sus piernas para entonces llevar un dedo a su entrada. —¡Agh, Mew~! — Llama Gulf con un gemido.

Comienza a entrar ese dedo y procede a embestir la entrada con eso. —Agh, agh, Mew...

Regiller le da otra nalgada pero esta vez a su glúteo derecho.

—Ya hable con tu familia, chico. Y dijeron que debían hablar contigo seriamente. Pero que estaba bien.

Regiller da las buenas noticias. Gulf ya no se siente triste con eso. Todo lo contrario, alza sus cejitas.

—¿En serio? — Pregunta animado.

—En serio. — Regiller serenisa su voz con una sonrisa de labio honesta. Gulf comienza a sonreír mientras lágrimas caen de sus ojos. Lágrimas de alegría.

—¡Pero sigo enojado contigo! — Mew pretende hacerse el duro dándole otra nalgada. —En una audiencia, — Él deja de embestir su dedo para treparse a la cama justo detrás de Gulf. Se abre los pantalones y empuja las caderas de Gulf arriba. —No. *Entra en él* se. Hace. *Comienza las embestidas* ¡Eso!

Las embestidas son movidas pero no van a un nivel brusco ni a un nivel veloz, solo se mantienen como olas rítmicas con un poco más de movimiento. El chico sonríe a pesar del dolor. A pesar de que su cuerpo rebota de adelante a atrás.

—¡Gracias por...! *Gime* Hablar con mis padres, Mew. — Dice con aún más lágrimas y una sonrisa en el rostro.

Mew siente su corazón calentarse incluso más. Este chico es demasiado tierno. ¡Demasiado bueno!

—Aceptaré cualquier castigo de ti, Mew. — Vuelve a anunciar el otro.

Regiller incrementa las embestidas empujando la parte baja del moreno a azotar la cama. Gemidos del contrario atravesando las paredes a prueba de sonido. Sus gemidos eran altos. Tan altos como tener una radio a todo volúmen.

—De nada, Gulf. — Regiller suavemente susurra antes de besar un disco de su espalda. Con sus ojos cerrados.

Hasta que ambos se corren con gruñidos. Deteniendo todo ahí. Gulf respirando agitado contra la almohada mientras que Mew bufando varias veces sobre un lateral de su cuello. Cerca al agotado rostro de Gulf. Los ojos café del acostado intentan mirar el rostro contrario. Sonríe un poco. Alza tantito su rostro para darle un suave beso en la mejilla a Regiller. Delicadamente aleja el rostro. Aquel que recibió su beso también distancia su rostro. Ambos mirándose con delicadeza. Dulzura en todo momento.

—Aunque tendré que ir mañana a la casa de tu familia según pidieron.

—¿Eh? Conocerás... ¿A mi familia?

Mew sonríe en grande con la propuesta.

*N/A: ¡Regiller conocerá a la familia! ¿Creen que en estos últimos capítulos logre enterarse que lo de la familia fue a causa de Mario? Sigan leyendo para descubrirlo que ya poquito nos falta~. ¿Les gusto la escenita 🔥🔥🔥? Cuídense que los quiero mucho, mucho, ¡mucho! ¡Muah! 😘*

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