𝘀𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁 𝗿𝗼𝗺𝗮𝗻𝗰𝗲
February 𝟸𝟺, 𝟸𝟶𝟸𝟶
𝚙𝚊𝚜𝚝
Era el primer día del segundo año en la facultad de periodismo. Alessia e Isabella, al igual que la mayoría de los estudiantes, estaban emocionadas por reencontrarse con los profesores, y más aún por la nueva clase de literatura. Circulaba un rumor entre las demás carreras sobre el nuevo profesor: que era increíblemente guapo. Sin embargo, Alessia e Isabella, escépticas, no prestaban mucha atención a esos comentarios.
—Seguro es otro intento de hacernos prestar atención —dijo Izzy, sarcástica, mientras ambas se dirigían al aula.
Al entrar en la clase, notaron que la mayoría de los estudiantes optaba por sentarse al frente, lo que ya era inusual. Alessia e Isabella se encaminaron a sus asientos habituales en la parte media del aula, lejos del bullicio de los que buscaban impresionar. Entre risas y charla sobre las nuevas asignaturas que les habían agregado ese semestre, una voz masculina y suave resonó desde el escritorio.
—Buenos días, estudiantes —dijo con una mezcla perfecta de autoridad y dulzura.
Alessia levantó la vista y sintió que su corazón se aceleraba. Ahí estaba él. No esperaba que el nuevo profesor fuera tan... atractivo. Su pulso se aceleró mientras intentaba controlar su respiración. El hombre frente a ella era, sin lugar a dudas, el hombre más guapo que había visto. Pelo castaño casi rubio, un rostro que parecía tallado a mano, y ojos que transmitían una inteligencia misteriosa. Él sonrió levemente antes de presentarse.
—Mi nombre es Hayden Lawson —dijo el profesor—. Y sí, he escuchado todos los chistes sobre "parecer demasiado joven para enseñar literatura clásica", así que siéntanse libres de decírmelos ahora y quitarnos eso de encima.
El aula se llenó de risas, incluso Alessia esbozó una sonrisa, mientras notaba que muchas chicas prácticamente suspiraban por él. Aunque Izzy lo miraba con indiferencia, prefiriendo dibujar en su cuaderno en lugar de prestarle atención, Alessia no podía apartar la vista del profesor.
A mitad de la clase, algunas estudiantes comenzaron a lanzar preguntas personales y ligeramente coquetas a Hayden, intentando ganar su atención.
—Entonces, ¿cómo es que alguien como tú terminó enseñando literatura? —preguntó una de las chicas, con una sonrisa juguetona.
Antes de que la situación se tornara aún más incómoda, Alessia intervino con rapidez.
—Seguramente porque le gustan los libros, ¿no? —dijo con sarcasmo en su tono, pero una sonrisa en el rostro.
El profesor Hayden levantó la vista y la miró, una chispa de agradecimiento en sus ojos. Le dedicó una sonrisa ligera y luego asintió.
—Exactamente —dijo, volviendo a tomar el control de la clase—. Ahora, antes de que me sientan más como su conejillo de indias, ¿por qué no empezamos por conocernos mejor? Tú primero —dijo señalando a Alessia con un leve gesto.
Alessia se presentó, todavía un poco acelerada por el intercambio de miradas. Sintió su media sonrisa aparecer involuntariamente.
—Alessia Marlowe. Me gusta escribir y leer, y estoy aquí porque, bueno, me apasiona la narrativa —dijo, sintiendo un leve calor en sus mejillas cuando los ojos de Hayden permanecieron en ella un poco más de lo habitual.
Luego fue el turno de Izzy, quien se presentó de forma mucho más seria y mecánica, casi desinteresada.
La clase continuó, aunque Alessia sentía, cada tanto, la mirada de Hayden posarse en ella. Lo que no sabía era que él también había notado algo diferente en ella. Aunque, como buen profesional, lo mantenía oculto.
Cuando la clase terminó, la mayoría de los estudiantes se apresuraron a salir del aula. Alessia, sin embargo, se quedó un poco más, notando que Hayden también permanecía cerca.
—Gran clase —dijo Alessia, acercándose tímidamente mientras organizaba sus libros.
Hayden sonrió de nuevo, esta vez con un toque más suave.
—Gracias. Es solo el principio, hay mucho más que espero que disfrutes- que todos disfruten— se intenta medio corregir.
Mientras intercambiaban algunas palabras sobre los proyectos y libros que leerían, Alessia sintió una conexión extraña. No era solo admiración; había algo más profundo que no lograba descifrar. Sin embargo, no pudo evitar mirarlo con una mezcla de admiración y curiosidad.
Antes de que la conversación avanzara más, Isabella apareció detrás de Alessia, golpeando ligeramente su hombro.
—Vámonos ya —dijo Izzy, algo fastidiada.
Ambas amigas salieron juntas del aula, luego de una despedida rápida entre Alessia y Hayden, una vez alejadas, Isabella no perdió tiempo en bromear.
—Ya sabías que es colega de mi papá, ¿verdad? Ambos son escritores. Así que ahora, gracias a este cambio de profesor, tendré que verlo más seguido. Lo cual, francamente, es un fastidio.
—Bueno, al menos es guapo —comentó Alessia sin poder evitarlo.
Isabella la miró con una ceja levantada y lanzó una carcajada.
—¿Qué pasa con esos daddy issues tuyos? Deberías anotarte a terapia.
Alessia la empujó suavemente, ambas riendo mientras se alejaban por el pasillo. Aunque la broma quedó en el aire, Alessia no podía dejar de pensar en el profesor Hayden y en esa chispa que había sentido. Algo le decía que ese año sería muy diferente al anterior.
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𝙼𝚊𝚛𝚌𝚑 𝟼, 𝟸𝟶𝟸𝟶
El ambiente en el bar era cálido y acogedor, con el sonido de risas y conversaciones llenando el lugar. Alessia e Isabella estaban sentadas en la barra, disfrutando de unas cervezas y las deliciosas refacciones que la Señora Rosmery, era un negocio familiar, la Señora Rosmery preparaba deliciosa comida y el Señor Hank junto a sus hijos y sobrinos eran los encargados de repartir las bebidas. Los olores de la comida casera flotaban en el aire, haciéndolo aún más tentador.
—Necesitaba esto —comentó Alessia mientras tomaba un sorbo de su cerveza, sintiendo cómo el frío le aliviaba la semana.
—Lo sé, amiga —respondió Izzy—. Y para hacerlo aún mejor, ¿sabías lo que pasó en la clase con Janice y Hanna?
Alessia sonrió, sabiendo que algo divertido venía.
—Cuéntame, necesito reírme un poco.
—Bueno —empezó Izzy, inclinándose hacia adelante como si compartiera un gran secreto—, las dos estaban hablando del profesor Lawson. Ya sabes, nuestro "adorado" profe de literatura, y de repente las veo sacando sus teléfonos y stalk... digo, investigando su Instagram. Lo mejor fue que Janice casi gritó cuando encontró una foto donde él estaba en la playa.
Ambas estallaron en carcajadas, Alessia casi se atragantó con la comida mientras se imaginaba la escena. Era cierto que muchas chicas de la universidad estaban encantadas con la apariencia del profesor, pero ella, aunque no lo admitiría fácilmente, sentía una conexión más profunda con él.
Justo en ese momento, mientras Alessia tomaba un bocado de las empanadas, escuchó una voz familiar detrás de ella:
—Un vino, por favor, y unas tapas
Alessia giró la cabeza por instinto, y ahí estaba, el profesor Hayden. Su corazón dio un vuelco. Ambos se miraron, sorprendidos de encontrarse allí.
—¡Oh! —dijo él con una sonrisa tímida—. No esperaba verte aquí.
—Yo tampoco esperaba verlo —respondió Alessia, sintiendo cómo el calor subía a sus mejillas.
—¿Vas a bares seguidos o solo de vez en cuando? —preguntó él con una pizca de humor en la voz.
—Solo cuando Izzy me arrastra, realmente. —Alessia sonrió y miró de reojo a su amiga, quien ahora miraba con curiosidad la interacción.
—Ah, entonces tengo que agradecerle a Isabella por coincidir hoy —dijo Hayden, lanzando una mirada rápida a Izzy, quien sonreía con picardía.
—Ya sabes, yo solo facilito las coincidencias del destino —dijo Isabella con un guiño, más que nada, cargado de sarcasmo.
Antes de que la conversación pudiera avanzar más, dos chicos jóvenes se acercaron, con cervezas en mano y sonrisas amplias. Uno de ellos, con aire confiado, miró directamente a Isabella.
—¿Quieren unirse a nosotros? —preguntó uno de los chicos, dirigiendo una mirada especialmente a Alessia.
Izzy sonrió y aceptó al instante, siempre lista para socializar, pero Alessia dudó por un segundo. Miró de reojo a Hayden, quien también había notado la situación.
—Creo que estoy bien aquí —dijo Alessia con una sonrisa educada, agradeciendo el gesto pero rechazándolo suavemente.
Izzy la miró con una ceja levantada, claramente intentando convencerla de ir con ellos.
—Vamos, Al, será divertido.
—No, de verdad —insistió Alessia, lanzándole una mirada de complicidad—. Ve tú, yo estoy bien aquí.
Izzy finalmente cedió y sonrió, tomando del brazo al chico que la había invitado.
—Está bien, me debes una —dijo Izzy, guiñándole un ojo antes de desaparecer con los chicos hacia una mesa más alejada.
Alessia y Hayden se quedaron en la barra, ambos un poco más relajados ahora.
—Bueno, parece que has escapado de una cita doble no planeada —bromeó Hayden mientras daba un sorbo a su vino.
—No es que haya escapado... Simplemente, preferí no caer en los juegos de Isabella —respondió Alessia con una sonrisa cómplice.
—No la culpo, al menos tiene iniciativa. Yo probablemente me habría quedado en la barra toda la noche. —Su sonrisa era encantadora, esa sonrisa que comenzaba a desarmarla.
—¿El gran profesor de literatura prefiere la barra antes que socializar? Eso es nuevo —dijo Alessia, haciéndose la interesante.
—Soy más de observar que de participar, ¿sabes? —contestó él, apoyando un codo en la barra y mirándola de manera directa.
Alessia lo miró, sintiendo esa tensión leve pero dulce entre ambos.
—Eso no lo hubiera imaginado —dijo ella, inclinándose un poco hacia él, jugando con el vaso en su mano—. Pareces del tipo que siempre sabe qué decir.
—Oh, créeme —respondió Hayden, inclinándose ligeramente hacia ella—. Hay momentos en los que me quedo sin palabras.
Ambos rieron suavemente, y sus miradas se encontraron una vez más. Había una chispa innegable en el aire, una atracción palpable que ninguno de los dos mencionaba abiertamente.
—Entonces... ¿te gusta este lugar? —preguntó Alessia, intentando romper la tensión.
—Bueno, vine por recomendación de un amigo. Pero honestamente, la mejor parte de la noche ha sido la conversación inesperada —dijo Hayden con una sonrisa traviesa, levantando su copa hacia ella.
Alessia se rió y levantó su vaso también, chocándolo suavemente con el suyo.
—Por las coincidencias del destino, entonces.
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𝙹𝚞𝚗𝚎 𝟷𝟾, 𝟸𝟶𝟸𝟶
Alessia hojeaba sus apuntes mientras esperaba fuera del salón de tutoría. Era la primera vez que asistiría a una de estas sesiones, pero la emoción la recorría. Sabía que Hayden, había ofrecido estas tutorías para aquellos estudiantes que quisieran profundizar en la materia, y ella no había dudado en anotarse. Amaba la literatura, y tener la oportunidad de hablar más a fondo sobre los temas del curso le resultaba irresistible.
La puerta se abrió, y Hayden apareció en el umbral con una sonrisa cordial.
—Alessia, qué gusto verte —dijo, sosteniendo la puerta para que ella pasara—. ¿Eres la única que ha venido hoy?
Alessia asintió, sintiéndose un poco nerviosa al estar a solas con él. Se había imaginado que más estudiantes asistirían, pero al parecer, el interés en la tutoría no era tan alto como había pensado. Sin embargo, la perspectiva de tener toda la atención de Hayden, aunque intimidante, también era emocionante.
—Parece que sí —respondió ella, sentándose frente a él—. No sabía que seríamos tan pocos.
—O uno —bromeó él mientras tomaba asiento—. Pero me alegra que estés aquí. ¿Hay algo en particular de lo que quieras hablar o comenzamos con los temas del curso?
Alessia se tomó un segundo para organizar sus pensamientos.
—Bueno, me interesa mucho la poesía romántica, pero siento que a veces me cuesta profundizar en las emociones detrás de los poemas. Me gustaría entender mejor las técnicas que usan los poetas para transmitir sus sentimientos.
Hayden asintió, pareciendo satisfecho con la dirección de la conversación.
—Buena elección. La poesía romántica es una de las formas más apasionadas de expresar sentimientos. La clave está en la simplicidad con la que presentan emociones complejas. A veces, los sentimientos más profundos se transmiten con las palabras más simples. Piensa en un poema de Wordsworth o Keats. ¿Has leído Oda a una urna griega?
Alessia sonrió, su mente volando a los versos que había leído hacía unos días.
—Sí, es uno de mis favoritos. Me encanta la forma en que Keats describe la eternidad en algo tan cotidiano como una urna.
—Exactamente —dijo Hayden, apoyándose en la mesa con interés—. Lo que Keats hace allí es monumental. Utiliza una imagen cotidiana para reflejar una verdad universal. Es lo sublime a través de lo mundano.
Sus ojos se encontraron por un momento, y Alessia sintió un leve calor en sus mejillas. Había algo en la manera en que Hayden la miraba, como si realmente valorara sus palabras. La clase siempre había sido diferente cuando él la observaba, como si el tiempo se ralentizara.
—Lo que mencionas sobre la simplicidad... —Alessia retomó la conversación, queriendo concentrarse—. A veces me pierdo buscando complicaciones en los poemas, como si cada línea tuviera que ser un acertijo que resolver.
Hayden sonrió de una manera que la hizo sentir comprendida.
—Es natural querer buscar complejidad. Los poetas románticos son maestros en eso, pero también lo son en dejarse llevar por lo visceral. Quizá el truco esté en permitirte sentir antes de analizar.
Él se levantó y caminó hacia una estantería cercana, sacando un libro que ella no reconoció inmediatamente. Lo abrió en una página marcada y se lo ofreció.
—Este es otro poema de Keats. Léelo en voz alta. No pienses demasiado. Solo... siéntelo.
Alessia tomó el libro y miró las palabras. Su corazón latía más rápido. Se aclaró la garganta y comenzó a leer.
—"Season of mists and mellow fruitfulness, Close bosom-friend of the maturing sun..."
(Estación de nieblas y melosa fecundidad, Amiga íntima del sol que madura.)
Su voz resonaba en el silencio del salón, y mientras leía, sentía cómo las palabras cobraban vida en su boca. Las imágenes que Keats pintaba eran vívidas, tangibles. Cuando terminó, levantó la vista, encontrándose con los ojos de Hayden que la observaban con una mezcla de admiración y concentración.
—Increíble —murmuró él, inclinándose un poco hacia adelante—. ¿Ves cómo las palabras fluyen sin esfuerzo? No hay barreras entre lo que él siente y lo que tú sientes al leerlo.
Alessia asintió, todavía sumergida en el poema.
—Es como... como si estuviera describiendo algo que ya conoces, pero no sabías cómo poner en palabras.
—Exactamente. —Hayden sonrió—. Y ahí es donde radica la magia de la poesía. A veces no se trata de entender con la mente, sino de conectarte con el corazón.
La intensidad del momento hizo que el aire entre ellos se sintiera más denso. Alessia desvió la mirada, sintiendo cómo su pulso volvía a acelerarse.
—Gracias por esto, profesor. Es... es realmente útil.
Hayden negó con la cabeza suavemente.
—Puedes llamarme Hayden fuera de clase. Y de nada, Alessia. Me alegra poder tener esta conversación contigo. Tienes una mente brillante. Será interesante ver cómo evolucionas a lo largo del semestre.
—Lo mismo digo de usted —respondió ella, sonriendo tímidamente.
El ambiente se sintió más relajado, casi cómplice. Hayden le lanzó una última mirada antes de cerrar el libro.
—Si alguna vez tienes más preguntas o simplemente quieres hablar de literatura, ya sabes dónde encontrarme.
—Lo tendré en cuenta —respondió Alessia, sintiendo que algo más, algo indefinido, flotaba entre ellos.
Cuando la tutoría terminó, Alessia salió del salón con una sonrisa en el rostro. Sabía que había algo diferente en la forma en que se relacionaban, algo que iba más allá de la literatura. No era solo la atracción física, era como si ambos estuvieran sincronizados en un nivel más profundo. Mientras caminaba hacia la salida, se dio cuenta de que esa tutoría había marcado un antes y un después en su relación con Hayden.
Y aunque no quería admitirlo todavía, había comenzado a ver en él mucho más que a un simple profesor.
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Esta también es parte de una introducción, es necesario poder apreciar la relación de Alessia y Hayden, para entender lo que se viene.
Son como recuerdos o memorias importantes para la pareja, en como su relación evoluciona hasta convertirse en novios.
Sin más que agregar..............
nos leemos prontooooooo
l@s amo.
xx Ali <3
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