El día parecía ir bastante bien. Como siempre, prepararon su desayuno y comieron, luego, el menor fue a trabajar. Lo mismo de siempre, la rutina diaria.

"¿No recuerda lo de ayer?" Se preguntó Jaehyun, mientras iba a su trabajo. Tenía la cabeza llena de pensamientos cuando no notó que casi se golpeaba contra un chico cabello rojo.

—Disculpa.– Jaehyun lo miró, sorpresa, era el mismo chico que no le gustaba trabajar, el de la tienda de joyería, ¿Qué hacía frente al estudio?

—Fijate por dónde caminas.– lo miró con desprecio.

Jaehyun rodó los ojos y lo ignoró entrando al lugar. Las chicas que le arreglaban estaban ahí y le dieron los buenos días. El tipo de cabello rojizo entró y estaba hablando con otro chico.

—Buenos días, Jung.– saludó su manager, Ten.– ¿Por qué tienes esa expresión?

Jaehyun lo miró y negó.

—Así es mi rostro.

—Deberías traer a Doyoung, es aburrido sin él.– suspiró.

—No seas exagerado, solo lo traje una vez.

—Pero fue agradable tener con quién conversar mientras te hacían la sesión de fotos.

—Sí, claro.– miró de reojo al pelirrojo.– por cierto, ¿la agencia está contratando más modelos?

—Ah, sí.– asintió.– quieren algunas caras nuevas, ya sabes cómo son, quieren gente con aspecto rudo esta vez.

—Yo también puedo ser rudo...– murmuró.

Ten soltó una carcajada al escucharlo, Jaehyun frunció el ceño y cruzó los brazos.

—Te veo más como el tipo de hombre tierno, lo siento, no te ves tan rudo para mí.

—Ese tipo de cabello rojo, ¿Ya lo contrataron?

Ten parpadeó confundido, entonces miró alrededor y vio al chico de cabello rojo que Jaehyun mencionó.

—No lo conozco, es la primera vez que lo veo aquí.– Jaehyun asintió.– tiene buen rostro.

—Ja. El rostro no lo es todo.

Ten lo miró un poco confundido, también un poco curioso del porqué estaba diciendo esas cosas. Entonces recordó algo.

—Ah, Jaehyun.– llamó, justo cuando Jung iba a la sala de prácticas.

—¿Sí?– se volteó.

—Tengo algo que discutir contigo, no sé si prefieres que sea ahora o más tarde, de todos modos no es tan importante.

—Ah, entonces... más tarde.

...

A la salida, parecía estar lloviendo, menos mal que Jaehyun había traído un paraguas.

—¿Dónde deberíamos hablar esto...?– preguntó Ten, parecía pensativo.

—¿Qué cosa?– Preguntó Jaehyun, curioso.

—Ah, lo que te mencioné en la mañana. Bueno, no lo mencioné, pero es una oferta para que hagas unas apariciones en una drama que se está filmando.

—¿Actuar?– preguntó Jaehyun, sorprendo. Ten asintió.

—No sabía si estabas dispuesto, así que no he acordado una cita con ellos.

Jaehyun estaba aún sorprendido, eso era muy diferente a modelar. Actuó en algunas obras de teatro cuando era niño, y estudió un curso de actuación también, pero no sabía si sería capaz de hacerlo.

—Eres muy bueno en lo que haces y también tienes una apariencia atractiva, como tu manager, está claro que me encantaría que lo hicieras, pero es decisión tuya si aceptas.

—Entonces, lo pensaré.– Ten asintió.

—Está bien, no te tardes mucho en pensar.– Jaehyun asintió.– nos vemos la próxima semana, disfruta el fin de semana.

Ten hizo un ademán con las manos mientras sacaba su paraguas, había un auto estacionado frente a la agencia y un chico le abrió la puerta, no reconoció quién era por la lluvia. Suspiró y tomó su paraguas también.

Salió del lugar y extendió su mano para que la lluvia cayera sobre ella. Entonces alguien chocó con él. Jaehyun volteó a verlo, era ese tipo otra vez.

—Fijate por dónde caminas.

El pelirrojo lo miró con el ceño fruncido y siguió su camino, iba sin paraguas, escuchó al chico murmurar "Estúpida agencia, quién los necesita."

Jaehyun se contuvo la risa mientras lo miraba caminar bajo la lluvia. Jung no era cruel, pero por alguna razón, ese tipo no le había caído bien desde el principio.

Su felicidad volvió aunque lloviera, miró una panadería y decidió comprarle una tarta a su querido hyung. Compró una tarta de zanahoria porque, al parecer, al bebé conejito le gustaba mucho (y a Doyoung también)

Regresó a casa con un sonrisa, entonces vio a Doyoung con la computadora, parecía concentrado.

—Hola, Doie hyung, ya vine.– anunció mientras se quitaba su abrigo, el mencionado volteó a verlo sonriente.

—Hola, Hyunnie, ¿Cómo te fue?– preguntó pero después volvió a ver la computadora.

—Todo estuvo tranquilo hoy.– dejó la caja en donde estaba la tarta en la mesa de la cocina y regresó a la sala.– ¿Qué has estado haciendo en mi ausencia?

—He estado leyendo acerca de algunos trabajos que puedo hacer desde la computadora.– respondió.– todavía ninguno me convence.

—Oh...ya veo.– se acercó a Doyoung que estaba leyendo un artículo, miró su cabello sedoso y sus hombros, también sus manos tan bonitas, tenía muchas ganas de abrazarlo.

Aunque seguía preguntándose si Doyoung recordaba los besos en la mejilla que le dio la noche anterior, probablemente no, debido a que pensaría que estaba soñando, talvez era demasiado tímido como para preguntar.

—Doie hyung.– llamó. El mencionado volteó a verle.– traje tarta de zanahoria.

—¡¿En serio?!– preguntó emocionado y se levantó. Lo abrazó suavemente mientras se movía de un lado a otro, Jaehyun correspondió el abrazo gustosamente.– gracias, gracias.

Doyoung se movió rápidamente hacia la cocina mientras Jaehyun soltaba una risita. El teléfono en la mesa empezó a vibrar, Jung volteó de reojo para ver quién era el que llamaba a su mayor.

El nombre brillaba tanto en la pantalla, "mi hombre" así tenía agregado al número que estaba llamando.

Jaehyun se apartó rápidamente y fue a la cocina, sentía un malestar en el estómago, como si pesara. También parecía tener algo atorado en el pecho.

Doyoung estaba ahí, comiendo su tarta como un niño pequeño, mientras Jaehyun seguía sintiéndose angustiado.

—¿No vas a comer, Hyunnie?– preguntó el de baja estatura, Jaehyun le sonrió y negó.

—No tengo hambre, comí antes de venir aquí.

—Oh... entonces voy a disfrutar de la tarta por ti, pero dejaré un poco para mañana.– Jaehyun asintió.– Oye, Hyunnie, ¿Estás bien?

—Eh...sí, solo estoy cansado...– suspiró.– iré a descansar, ¿sí?

Doyoung se preocupó.– déjame hacer un té.

—No, no hace falta, me iré a dormir.– Doyoung asintió.

A Doyoung le pareció un poco raro su comportamiento cuando solo hace unos minutos le había parecido que el menor quería tener su atención.