8

La mañana siguiente, Jaehyun sintió que alguien tocaba su mejilla, fue abriendo sus ojos lentamente y ahí estaba esa persona que no le había permitido dormir la noche anterior.

Doyoung lo miraba serio.

—¿No fuiste tú quien me preguntó si quería dormir contigo? ¿Qué haces durmiendo en el sofá? ¿Te desagrada tanto dormir con este anciano? Además, ¡Levántate ya! ¡Tengo una cita con el Doctor Lee temprano y debes ir conmigo!

Se dio la vuelta muy enojado y fue al baño, Jaehyun golpeó su frente, ahora su mayor se había molestado con él. Obviamente Kim pensó que ahora a Jung le desagradaba dormir con él, ¡Pero no era así! Simplemente no podía dormir porque sentía mucho calor al dormir con Doyoung.

Bueno, si le decía eso, sonaría raro, así que debía pensar en una mejor manera de decírselo.

Se dio un baño y se alistó. En el camino, Doyoung seguía severamente molesto, ni siquiera iban tomados de la mano, ni le hablaba. Si el menor preguntaba algo, el mayor respondía secamente.

Jaehyun no sabía cómo decírselo, así que antes de ir a la cita, lo llevó a desayunar a una cafetería.

—¿Sigues...molesto...?

Doyoung permanecía con el ceño fruncido.

—"¿Sigues molesto?"– preguntó, imitando la voz de Jaehyun.

Jung no aguantó la risa al ver lo terriblemente molesto que estaba Kim, este infló sus mejillas y cruzó los brazos mirando hacia la calle.

—Qué gracioso.– dijo Jaehyun, sarcásticamente.– hablo en serio, Doie hyung.

—Sí.– respondió el mayor sin mirarlo.

Jaehyun asintió, puso sus manos en la mesa. Entonces vino el mesero y les entregó dos tartas de fresa, junto con dos cafés.  Ambos comieron sin hablar una sola vez. Para cuando terminaron, el mayor pretendía irse ya, pero Jung lo detuvo.

—Hablemos, ¿Sí? Le puede hacer daño al bebé que te enojes mucho.

—Bien.– respondió.– te escucho, habla.

— Pues...es que...–no sabía ni cómo decirlo, estaba un poco nervioso.– es que sentía mucho calor...

Doyoung frunció el ceño otra vez, indignado, la noche anterior hacía mucho frío.

—¿Tan sofocante fue?

—¡No! No es así, simplemente...mi cuerpo se sentía muy caliente cuando te moviste mucho y te pusiste encima mío...

Doyoung quedó atónito y sus mejillas se pusieron tan rojas como un tomate. Jaehyun se ruborizó también cuando procesó lo que había dicho.

—...Está bien, comprendo. –dijo, entonces Jaehyun abrió la boca pero no sabía qué decir.

—¿Sí?– fue lo único que pudo decir, se sentía muy avergonzado.

—sí.– asintió.– vamos.

Doyoung se levantó primero, Jaehyun miró hacia la mesa, muy avergonzado, ¿Realmente su mayor había entendido lo que quiso decir?

...

Mientras el Doctor Lee hacía el chequeo, Doyoung era un desastre de pensamientos. Se sentía tan avergonzado, ¡Jaehyun había dicho que se movía mucho y quedó encima de él! ¡qué vergüenza! Debía dejar de tener ese hábito tan vergonzoso si no quería incomodar al menor.

—Todo va muy bien con el bebé, Jung– dijo Taeyong.

—Muchas gracias, Taeyong.– asintió feliz

—De nada, es mi trabajo, el bebé va formándose como es debido, sin problemas. Parece que Kim está cuidándose bien.

—Sí, así es.– sonrió.

Doyoung regresó ya cambiado y los miró.

—El doctor dice que todo va bien Doie hyung. – dijo sonriente. Doyoung asintió sonriendo.

—Al principio creí que era raro que vinieran juntos, pero ya veo que son pareja, Doyoung es muy afortunado, Jaehyun parece preocuparse mucho por ti.

—¡Ah! Pues...– Doyoung volteó a ver a Jaehyun, este tenía la mirada en otro lado.

—Doyoung es muy especial para mí.

Taeyong asintió sonriente. Doyoung sintió sus mejillas arder un poco, el menor no había negado que fueran parejas. La tonta fantasía en su corazón se alimentaba de esas cosas y crecía cada vez más.

...

Su estúpido corazón no paraba de latir fuerte otra vez, sus manos rozaban una con la otra y eso solo le hacía fantasear. ¡Es seguro que Doyoung se sentiría incómodo si supiera que Jaehyun no dejaba de pensar en él! O al menos eso era lo que pensaba Jung.

Jaehyun solo quería tener el valor para tomarle de la mano otra vez, ¡Cuando regresó hace un mes, lo había hecho sin tanto nerviosismo!

Doyoung parecía pensativo, como normalmente estaba. Cuando llegaron a casa, él preparó la cena y luego de comer, se retiraron a sus habitaciones.

Jaehyun tomó su teléfono y miró un poco de las fotos antiguas que tenía, se sentía tan patético. Había retrocedido a pasos agigantados, parecía un torpe adolescente enamorado.

Sí fue así, como lo recordaba, cuando se enamoró de Doyoung, tenía 16 años cuando comprendió sus sentimientos por su mayor, claro, nunca tuvo la valentía de decírselo.

Incluso cuando se fue a los Estados Unidos, estuvo tan nervioso que solamente le prometió que volvería para que volvieran a estar juntos, claro, aunque Doyoung no lo viera con otros ojos.

Cuando regresó para verlo, con la esperanza de que vivieran juntos pero enamorados, Doyoung estaba embarazado.

Fue un poco difícil de aceptarlo, pero en realidad, ¿De qué podría molestarse si nunca fue capaz de dar un paso con el mayor?

Ahora tenía mucho miedo de enfrentarse a esa realidad, si decidiera confesarse finalmente, querría adoptar al bebé conejito, ¿Pero si el bebé conejito al crecer no lo aceptara como su padre? Le asustaba mucho no ser capaz de ser un buen padre.

Justo mientras pensaba dejó el celular a un lado. Se levantó y fue directamente a la habitación de Doyoung, este parecía dormir plácidamente. Lo observó un poco, tocó su mejilla delicadamente,  miró labios, su naríz y su cabello tan sedoso. Quería tocarlo, todo.

—¿Hyunnie...?– dijo el mayor, Jaehyun se asustó, había sido descubierto.

—Doie...tengo... mucho frío.

—Puedes... dormir conmigo...– dijo suavemente.

Doyoung esbozó una sonrisita, esa linda sonrisa que mostraba sus encías, lo cual le parecía muy tierno. El mayor tocó sus mejillas también y besó su frente. Jaehyun se sonrojó y puso su mano para taparse.

El mayor parecía fuera de sí, seguía con sus ojitos entrecerrados, Jaehyun tomó valor y posó sus dedos sobre los labios de ese tierno chico.

Ambos se fueron acercando, Jaehyun se arrepintió y trató de controlarse. En cambio, besó sus mejillas suavemente, una y otra vez, mientras repetía en su mente lo mucho que lo amaba.

Doyoung soltó una risita tímida cuando se miraron y volvió a quedarse dormido, dejando al menor con ganas de seguirle besando.

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