01.
—¡No sé dónde esta...!— Repetí cubriendo mi rostro con mis brazos, aún con el dolor en cada parte de mi cuerpo logré juntar fuerzas para moverme poco a poco.
—¡Mientes!
Y como si se tratase de una piñata nuevamente me golpeó con su bastón, tan fuerte que me hizo caer de un costado en el suelo aún llorando suplicando que se detuviera, este solo le dio igual mis suplicas y el siguiente golpe fue directo a mi estómago lo que provocó un grito ahogado, lleve mis manos ahí comenzando a toser.
—Vuelvo a preguntar; ¿Dónde está Kawaki?— Se le notaba cansado de tenerme ahí.
—¡No lo sé!
He visto a Jigen enojado muchas veces cuando los niños que traía salían muertos al recibir el Karma, pero nunca lo había visto de esta forma, estaba estallando de furia y su paciencia estaba llegando al límite.
—Tu y el estuvieron pensando escaparse otra vez ¿no? pero por más que intenten nunca lograrán irse de aquí.— El alza su bastón lo que supe que haría.
—¡Por favor, ya no más!—Como pude alze mi mano asustada y adolorida sintiendo como las lágrimas salían de mis ojos.
Toda su furia, enojo e irá la desquitó conmigo cada golpe que recibía incluso patadas, cuando tosi mire como sangre salió de mis labios en cuanto golpeó mi torso lo que comenze a toser y al hacer esto el dolor aumentaba. ¿Cómo llegué a esto? bueno, Kawaki y yo habíamos pensado la manera de huir de ahí ya que conocía los lugares de la guarida tal como sus salidas, pero no sé cómo pero Jigen descubrió nuestro plan a lo que huí a la habitación de Kawaki en donde le pedí que se escondiera debajo de la cama porque Jigen nos descubrió.
El sin dudarlo lo hizo, sabía que el recibiría la peor parte a si que en esta ocasión soy yo la que se la está llevando, y ahí estoy, siendo golpeada de forma violenta por Jigen. aun con todos los moretones en mi cuerpo yo me negaba en decir dónde está Kawaki.
Se acuclilló frente a mi y aparto los cabellos que cubrían mi rostro lleno de lágrimas y sangre que salía de mi nariz y boca, lo levantó por la barbilla con un cuidado mientras yo aún temblaba por el llanto que dejaba salir.
—Shhh. no llores— acarició mi mejilla con su dedo pulgar mirándome a mi rostro el cual mostraba pánico y miedo.—,no estoy molesto contigo, solo te estoy dando una lección de lo que pasa cuando me mientes.
— Por favor...— Susurré cerrando los ojos.
—Sabes que odio cuando me tienes miedo, no hay razón para temerme, solo te estoy pidiendo amablemente dónde está Kawaki.—Beso mi frente ignorando todo lo que me había hecho, y acercó su frente para así juntarla con la mia.—Te lo pasaré si me dices la verdad, no me voy a enojar con los dos, lo juro.
Aunque dijera eso sabía que era mentira.
—¿Y bien? ¿dónde está?— Está vez lo dijo en un tono suave y calmado alejándo su frente de la mía.
Mis ojos se fueron debajo de la cama en donde ahí se encuentra Kawaki oculto, tapando su boca mientras que lágrimas salían de sus ojos. Jigen se percató de eso a lo que fijo mirada ahí mismo, una sonrisa apareció en su rostro alejándose de mí e inclinándose enfrente de la cama para así de un solo movimiento lanzarla a otra parte de la habitación.
Kawaki estaba temblando y apunto de romper el llanto tras haberme visto golpeada brutalmente por Jigen.
—¡_______! ¡Despierta!
_______________________________
Abrí los ojos y lo primero que ví fue la mirada preocupante de Kawaki y sus brazos en mis hombros como si me hubiera sacudido. Los retiro en cuanto me vio despierta y me enderece un poco notando que en la habitación se halla Sumire, Amado y Kawaki. Sin decir nada me hize aun lado y escupí al suelo un líquido rojizo lo que significa que es sangre.
Kawaki y Sumire me ayudaron para volver a mi camilla mientras que Amado parecía estar observando algo en la pantalla de su computador.
—Otra vez soñaste con Jigen, a si menos reducirán los ataques respiratorios.— Me dice apartando el cigarro de sus labios y dejando salir el humo.—El ya no está aquí para hacerte daño, ni a ti ni a Kawaki.
—No lo digas como si fuera algo simple.— Sumire me dió un pañuelo y un vaso de agua, limpie la sangre de mis labios y bebi algo de agua.— Las pesadillas no se van.
— Tampoco las de Kawaki.— Apaga el cigarro y lo deja en el cenicero.— Con esto acaba su chequeo, el cuerpo de Kawaki ya esta un poco mejor pero el tuyo parece empeorar. Debes de mantener la calma o si no nunca dejaras de tener ataques.
—No es facil...
—Puede que el alma de Isshiki halla muerto, pero Kawaki sigue siendo el recipiente. Y tú solo eres una creación de Jigen e Isshiki.
— Cierra la boca imbécil.
—Es la verdad, acepta que tu cuerpo es 90% Otsutsuki...
Antes que el siguiera hablando Kawaki se avalanzo contra el y lo sostuvo del cuello rebotando Amado contra la pared.
—¿Estás sordo o que? te dijo que te callaras.
—¡Kawaki! ¡Suéltalo!— Le exigi molesta.
Kawaki pareció dudarlo pero al final decidió soltarlo mirándole con completa furia y enojo, me levanté y agradecí a Sumire y Amado por haberme ayudado y me fui de ahí junto con Kawaki. En el camino nadie dijo nada solo note a Kawaki tenso y antes que dijera algo este grito de repente.
—¡Cierra la maldita boca!— Grita sin razón llamando la atención de toda la gente que pasaba por ahí.
Ellos comenzaron a murmurar tales cosas, diciendo que gracias a nosotros Isshiki estuvo por acabar Konoha y que no confiaban en nosotros, a decir verdad no me interesa lo que dijeran de mi.
—Solo ignorenlos.— Menciona un muchacho de ojos verdes colocándose alado nuestro.—Desde que Isshiki atacó han estado circulando muchos rumores.
—Si, lo notamos.— Lo mire de reojo.—¿Lo conoces, Kawaki?
—Es uno de los amigos de Boruto.—Kawaki lleva sus manos a sus bolsillos.—Se me olvidó tu nombre.
—Shikadai Nara, un gusto.— Dice refiriéndose a mi.— Tu debes de ser ______ ¿no? Boruto me lo dijo.
—Si... un gusto Shikadai.— Le sonreí de manera amable.
—Lamento que Amado te halla usado como rehén.— Kawaki le miró.
—No te preocupes, no fue culpa de ustedes.— Nos dice mirando al frente.—No les presenten atención a lo que dice la gente de Konoha, puede que sea duro, pero no es verdad.
— Gracias por el consejo.— Agradecí.
—Gracias a ustedes por escuchar, y nos vemos.
Shikadai se despidió de nosotros para irse por otro lado, camine alado de Kawaki sin decir nada.
—Me dijiste que ya no tenías más pesadillas.— Comenze a decirle recordando lo anterior.—¿Porque mentiste?
—No quería preocuparte, tu salud es muy débil y si te decía... solo tenía miedo de que algo te pasará.—Me aclaro deteniendo sus pasos enfrente de una tienda.—¿Quieres algo? yo voy a comprar algo de cenar.
—Una bola de arroz con agua estaría bien.
El asintió y se adentro a la tienda mientras que yo me quedé afuera a esperarlo. La gente pasaba y me observaba disgustados, yo solo los ignore y mire como Kawaki salió teniendo en sus manos la bolsa donde tenía las cosas. Me llevo a las cabezas de los hokages y ahí nos sentamos a comer lo que sería nuestra cena.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top