Reiniciando lo que dejaron y la llegada de un noruego
-Hey...Dominik...segunda vez que te apareces con Guerreiro. Qué está pasando?- cuestiona Lukasz.
-Qué? Pues ando siendo niñera. Rapha es lo bastante tacaño como para tener que siempre estar recurriendo a mi cuando necesita que cuide de Sacha y Ana- me burlo.
-Rapha, tienes de esclava a Dominik- regaña Rizos.
-Para mi siempre será un placer en cuidar a esos niños- confieso.
Una vez que nos dejan solos, Rapha se me acerca -No piensas decirles que vives con nosotros?
-No. No quiero que lleguen los rumores hasta Jadon, él piensa que aún vivo con Marco- respondo.
-Y por qué no le quieres decir.
-No quiero que se vea presionado al querer ofrecerse para que me dé alojamiento.
-Que lista- halaga el portugués.
-Hey, Dom- saluda Marco.
-Marco!- llego a abrazarlo.
-Se extraña tu presencia.
-También te extraño.
-Lo extrañas?- Sancho cuestiona cuando venía por nuestras espaldas.
Rápido, piensa en algo! -Ay! Pues tuve que cuidar a los hijos de Rapha unos cuantos días seguidos y no vi a Marco. Ya sabes como es de exagerado.
-Gracias, Domi. Por dedicarnos parte de tu tiempo- inventa Rapha.
-Ya vas a dejar que se venga conmigo?- me apoya Marco.
-Ya vez! Como exageras!- abrazo a Jadon por sus hombros.
-Ah! Por un momento pensé que vivías con Rapha- decía Jadon.
-Oof más quisiera- añoro.
-Ah si?- bromea Marco -Pues te vas con él a vivir!
-Qué?! Era broma- sabía que Marco me ayudaba.
-No, ya! Te quedas a dormir con él esta noche y si no puede pues a ver dónde te quedas!- „regaña" mi tío.
-Rapha, me dejas quedar por unos días?- pregunto.
-Claro!- qué bien nos salió la improvisación.
-Rapha si me quiere- abrazo al portugués.
-Ay Rapha! Era para que le digieras que no podías o algo así!- regaña Marco.
-Tampoco la puedes mandar a la calle así como así.
-Puedes vivir conmigo- se ofrece Jadon.
Justo lo que quería evitar! Pero es bueno que al menos me ofrece su casa. Aquello hizo que de alguna manera quisiera decirle la verdad, no está bueno mentirle, no era lo correcto. -No. Yo...hay algo que debo decirte- doy inicio mientras Marco y Rapha se miran para después dejarme sola con Jadon. Así que le cuento todo lo que me había pasado y la razón por la cual le había mentido.
-Hey. Por supuesto que no me sentía forzado a ofrecer mi casa. De hecho, me encantaría la idea de que vivas conmigo- confiesa mientras rodea su brazo por mis hombros.
-De verdad?
-Si. Por qué no vienes hoy? Me harías el día- lo dice con una gran sonrisa en su rostro.
-Muy bien- accedo y espero a que Jadon se vista para después irnos a su casa, no sin antes recoger mis cosas de la casa de los Guerreiro, para finalmente instalarlas en la casa de Jadon, quien por fortuna vivía solo.
-Ok! Tus cosas ya están listas, ahora podemos relajarnos- decía Jadon mientras se lanzaba al sofá.
-Tengo una idea- camino a la puerta de salida, conduzco mi auto hasta la tienda por comida, luego regreso y Jadon solo me esperaba algo sorprendido -Te prometí que te llevaría a una cita, así que ven conmigo, te voy a llevar a un lugar especial- extiendo mi mano para que él la tome y lo llevo al auto, manejo por unos 20 minutos hasta llegar a nuestro destino. -Jadon Sancho, espero que te guste- lo llevé a una especie de Laguna donde había también un pequeño terreno donde se podía pasar la tarde.
Durante toda la cita, Jadon portaba una gran sonrisa en su rostro, podía notar que estaba a gusto conmigo en este lugar -La mejor cita sin lugar a dudas- confiesa mientras rodea mis hombros con su brazo -Eres la mejor, Dominik- después se acerca para darme un apasionado beso en mis labios, yo sin duda se lo devuelvo subiendo la intensidad pero luego recuerdo que estamos en público, así que me separado de él.
-Recuerda que no estamos solos- río y Jadon desvía la mirada a la poca gente que había.
-Malditos- dice entre bromas y ambos vemos el atardecer.
Después de aquella cita sin poder contener nuestras hormonas decidimos irnos a la casa para poder tener una mágica noche y cada tacto de Jadon hacía que mi piel se erizara. Sus labios recorrieron cada parte de mi cuerpo haciendo indicar que era suya. Esa noche me dejé consentir por cierto británico.
Despertamos pues Jadon se tenía que ir a entrenar y yo fui con él porque quería ver a Marco, no quería decirlo en voz alta pero extraño vivir con él.
-Alguien no se puede independizar de Marco- se burlaba Jadon durante el camino.
Yo no me dejo -Sabes? Se me olvidó tomarme la pastilla del siguiente día y tú no usaste protección- se que era algo pesado pero así me llevo.
La cara de Jadon se torna pálida -Vamos a una farmacia- se da la vuelta y maneja a otra dirección de manera rápida.
Suelto una carcajada-Relájate, Jadon!! Es broma!- no podía parar de reírme.
Sancho me asesina con la mirada -Te odio, Dom.
-Me quieres, amor. Lo se- tomo su mentón en forma de cariño sintiendo sonreír a mi novio.
Llegamos y cuando veo a Marco salir de su me voy corriendo hacia el sin fijarme y accidentalmente choco con alguien y este queda encima mío -Mierda!- intento incorporarme pero el individuo era demasiado pesado para mi.
-Deja te ayudo...- su acento y voz me sacan de onda pues jamas los había escuchado en mi vida ni tampoco se oían como si fueran de aquí.
-Sólo quítate. Quieres?- pido frustrada.
-Uyy! Alguien no amaneció de buenas- se ríe y cuando los dos nos levantamos deja ver a un chico demasiado alto, rubio y labios gruesos con piel pálida.
-Dom!! Estás bien?- Marco llega preocupado.
-Estoy bien, no te preocupes- lo abrazo demostrando mi cariño -Te extrañé, tío- confieso.
-Aha, qué quieres que Jadon no te deja hacer?- Marco no se cree mi afecto.
-Hey...! Solo te extraño- hago un puchero.
-Es verdad, Marco- Jadon responde riendo.
-Awww! Que lindos se ven- no sabia si este rubio oxigenado estaba siendo sarcástico o queria llamar la atención -Un placer, soy Erling Haaland.
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