━ CAPÍTULO 19

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CAPÍTULO DIECINUEVE
ADIÓS A LO QUE ALGUNA VEZ FUIMOS
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Había llegado el momento, los Mikaelson por fin terminarían con el vacío. 

Estaba todo listo y nada podría fallar. Todos estaban reunidos en el complejo. Había pasado una noche desde que las brujas de la familia habían hecho el hechizo de resurrección. 

Hayley y la pequeña Hope se habían ido al pantano para estar seguras. 

Todos pudieron ver como Sofya o el vacío se acercaba a ellos con una sonrisa arrogante. 

—Es muy valiente de su parte todo esto. —solo una risa entre dientes. —¿Pero que les hace creer que pueden vencerme? 

—Bueno.. —habló el híbrido, —Por qué somos una familia y lo más importante somos los Mikaelson. —todos sonrieron por sus palabras. 

—No pueden matarme, necesitarían sacrificar a algún original. —estaba muy segura de sus palabras. 

—Oh no te preocupes por eso, lo tenemos. —la sonrisa superior de la chica se borro. 

Antes de que pudiera decir algo un hechizo la inmovilizo y la pusieron en medio de un cuadrado. 

El vacío intentó hacer un moviento pero no podía su magia no estaba funcionando. 

—No lo intentes, tus ancestros juntos con los nuestros están evitando cualquier movimiento tuyo. —le dijo Hope. La mujer abrió los ojos con pánico. —Esta vez no ganarás. 

Elijah Mikaelson venía sosteniendo a su padre que estaba encadenado con verbena para que no pudiera huir. 

—El es nuestro padre y si te preguntas si el es un original, —aplaudió felizmente Kol. 

Pusieron a Mikael y Sofya adentro del cuadrado uno a lado del otro. Las brujas presentes se dieron una mirada para empezar a murmurar el hechizo para poner el vacío en Mikael. 

Diviser… Diviser ak konkeri. Diviser ak konkeri. Diviser ak konkeri. Diviser ak konkeri Chire apa ak po. Ak konkeri. Ak po, —murmuraron las cuatro brujas sincronizadas, mientras un fuerte viento se sentía de repente en el patio y las luces empezaban a parpadear. 

Una luz azul del espíritu del vacío se liberara del cuerpo de Sofya. La luz se cernió sobre los hermanos mientras cada uno de ellos lo observaba con temor fascinado antes de que entrara en el cuerpo de Mikael. 

El cuerpo de Sofya callo inconsciente mientras, Mikael se retorcía del dolor. 

—¿Esta listo? —Preguntó cautelosamente Klaus. 

Su hermana mayor le dio el consentimiento después de revisar que no quedara nada dentro de Sofya. 

Eso fue todo lo que necesito Klaus para dirigirse a su padre y enterrarlo una estaca de roble blanco. 

El cuerpo de Mikael empezó a ponerse gris hasta terminar siendo ceniza mientras el aire la esparcia. 

Por un momento nadie dijo nada, la conmoción estaba presente. 

Habían ganado. Todo había terminado. El vacío no estaba y todos estaban vivos. 

¿Podrían ser felices? 

—Se fue.. —susurro Hope con alegría. Las lágrimas en su rostro eran presentes. 

De un momento a otro la felicidad llegó al lugar unos gritos de felicidad se escucharon. 

Eran libres. 

Elijah llamó a Hayley para que pudiera volver. Tenía que darle las buenas noticias. 

Klaus voltio hacia Anastasia y no lo pensó dos veces para cargarla y besarla. 

Todos a su alrededor aplaudieron emocionados. 

—Ganamos Mi Reina. —habló cuando la bajó. 

Anastasia sonrió emocionada por el apodo. —Lo hicimos Mi Rey. —se besaron de nuevo con más pasión que antes. 

—Muy bien Klaus suelta a la rubia. —interrumpió Kol su momento. —Ahora familia este logró merece ser brindado. —levantó las copas que traía en su mano con una botella de vino en la otra. 

Todos a sintieron y tomaron una. Hayley que hiba llegando tomo una y se sentó rápidamente. 

—Muy bien familia. —llamó la atención el híbrido. —Durante todos los años de mi vida he descubierto nuevos sentimientos. El amor es uno de ellos, el amor de una amistad —miró a Hayley. La híbrida sonrió. —El de un hijo. —miró a Marcel. —El de una hija. —Hope sonrió. —El de una mejor amiga. —miró a Rebekah. —El de un mejor amigo. —Elijah sonrió orgulloso de su hermano. —El de un hermano, —Kol todo lo que quería era sentirse parte de su familia por lo que no dudo en llorar. —Una hermana mayor por supuesto. —Freya rio con lágrimas,— También de mis cuñadas—Davina y Keelin rieron. —Y el amor de una pareja. —le sonrió a Anastasia. —Todos lo que están aquí son mi familia y hemos pasado por muchas cosas juntos. Estoy feliz de contar con ustedes. Volvería a vivir todo si es a su lado.

—Por siempre y para siempre. —dijo Elijah mientras levantaba su copa. 

—Por siempre y para siempre. —dijieron a coro todos los de la habitación mientras bebían. 

Klaus había decidió llevar a su chica a la cita que le había prometido. 

Llegaron a un bello restaurante en el centro de Nueva Orleans que tenía la vista de toda la ciudad. Era de noche por lo que se veían todas la luces y como la gente bailaba y festejaba. 

Están sentados en una mesa en el balcon. Había velas alrededor de los con unas cuantas flores. El personal estaba hipnotizado pero eso no importaba. 

Era su noche y sólo podrían pensar el uno en el otro. 

—Tu sin duda serias Slytherin. —le dijo Anastasia riendo al híbrido. 

El la vio con falsa ofensa. —Estoy bastante seguro que mi buen corazón me llevaría a Hufflepuff. 

Anastasia solto una carcajada, el híbrido no tardó en unirse a ella. Cuando se calmaron tenían unas grandes sonrisas en sus rostros, se quedaron viendo a los ojos. Perdidos en ellos. 

Con sus corazones latiendo al mil. La luz  de la luna como reflejo en sus caras. Sus grandes y brillantes sonrisas. 

Se veían con mucho cariño y amor. Los dos eran almas perdidas y dañadas. 

Pensaron que nunca encontrarían a alguien y que su destino era estar solos. Ahora ellos están enfrente del otro y se tenian. 

Se empezaron a acercar lentamente mientras su vista viajaba a sus labios y cuando él espacio falto sus lenguas iniciaron una guerra entre ellas. 

El solo contacto de ellos los hacía sentir muchas emociones al mismo tiempo. 

¿Era posible amar a alguien en tan poco tiempo?.

Tal vez lo era y a muchos les pareciese tonto pero el amor que ellos se tenían estaba escrito desde hace mucho tiempo. 

Todo su cariño iba más haya que un vínculo de almas gemelas. Ellos se completaban el uno al otro. 

Eran perfectos juntos. 

Cuando se separaron klaus tomó su mejilla y la acarició.

—Quiero una vida contigo Anastasia Black. —susurro sobre sus labios. —Te esperare 10 años, todos los que quieras. —la miró a sus ojos. 

—También quiero una vida contigo Klaus Mikaelson. —sonrió. 

Klaus solto un suspiró de alivio y sonrió antes de decir las palabras que marcarían sus vida. 

—Te quiero cielo. 

—Te quiero Nik. 

Con un beso sellaron su amor.

La mañana había caído sobre Nueva Orleans. 

En una habitación dormía plácidamente el híbrido junto con una chica rubia. Ambos abrazados sin querer separarse por un tiempo. 

Pero lamentablemente las cosas no siempre duran para siempre. En poco tiempo Anastasia y Hope tenían que regresar al futuro. 

Habían terminado su misión y todo estába bien tenían que regresar para ver los cambios. 

Por lo que después de alistarse bajaron a desayunar en familia. 

—¡Rubia! —chilló Kol cuando la vio. —Dime que mi hermano no te profano. —dijo mientras la observaba y buscaba algún signo en su cuerpo. 

Ella le dio un manotazo mientras reía. 

—Eso quisiera el. —se burló la chica. 

El híbrido gruñó ante eso sacando risas. 

Todo estaba bien eran una familia de nuevo. Y así seguiría. 

—Te voy a extrañar linda. —Rebekah abrazo a Anastasia. 

Las despedidas nunca fueron el fuerte la chica Black pero era hora de irse. 

—También lo haré Bekah. 

Se dirigió a él híbrido era el último por despedirse. Lo habían hecho el día de ayer pero ciertamente era muy difícil el separarse. Más por que eran 10 años de diferencia, tal vez para ella eran sólo segundos pero para el no. 

Sin olvidar el que Klaus se olvidaría por completo de ella, no recordaría los momentos que habían pasado juntos, las charlas, los besos, nada. La familia Mikaelson también la olvidaría. Hope lo haría por igual.

El futuro que conocía ya no sería igual y ella no estaba lista para eso.

Los dos se abrazaron como si tuvieran miedo de ser separados lastimosamente se tuvieron que separar con lágrimas en los ojos mientras se daban su último beso. 

—Adiós mi cielo. —susurro. 

—Adiós Nik. —con todo el dolor de su corazón dejo ir al amor de su vida. A su alma gemela.

Con una sonrísa en su rostro se acercó a su amiga que también lloraba y juntaron sus manos en su cuello traían el giratiempo. 

Empezaron a recitar el hechizo con una ultima mirada las dos chicas desaparecieron en vueltas en una luz blanca. 

—Adios Hope...—fue lo último que pudo decir la Black.

Hope acabada de caer al suelo del complejo. No tenía idea de si había funcionado. Esperaba que si. 

—¡Mamá! —grito mientras la llamaba. —¡Papá!. —miro que nadie estaba cerca.—¡Anastasia!

—¿Hope que sucede? —preguntaron a sus espaldas. 

Ella volteo para encontrase con su familia entre confundidos y preocupados. 

Sonrió mientras corría hacia ellos. Abrazo a su padres fuertemente mientras decía que había funcionado. 

—Funcionó. —chilló alegré. 

Ellos se rieron. 

—Nos preguntábamos cuando volverías. —le acarició el cabello su madre. 

—¿Quién es Anastasia? —Preguntó Klaus.

Hope se paro en seco y volteo a ver a su padre. 

—¿Anastasia?. —le preguntó. 

—La mencionaste cuando gritaste cariño. —habló Kol. 

—Bueno yo...—se quedó pensativa.—No tengo idea de quien sea. Tal vez me confundí —dijo restándole importancia.
 
—Los viajes en el tiempo te han hecho mal. —se burló Rebekah haciendo reír a su sobrina.

—No conozco a ninguna Anastasia, tal vez si me hayan hecho mal.—dramatizo haciendo reír a todos.

Todo había terminado, Hope y su familia eran felices. Y eso era lo que importaba.

Capitulo editado: 23—07—22

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