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CAPÍTULO TRECE
UN DÍA NORMAL
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La mañana siguiente llegó más rápido de lo esperado, las dos Hope y Anastasia se encontraban desayunando en el complejo, hoy era un día en el que no querían hacer nada.

Todos estaban ocupados haciendo cosas de adultos, mientras ellas cuidaban a la pequeña Hope. Pues desde ayer la niña no quiere se pararse para nada de ellas por su sueño.

—¿Qué haremos hoy? —la niña tenía una pequeña sonrisa de emoción.

No jugaba con nadie porque era la única niña, pero ahora con ellas dos podría jugar.

—Primero saldremos a comprar unas cosas y luego jugaremos lo que tu quieras linda, —contesto con una sonrisa Anastasia.

Hope a su lado asintió estando de acuerdo con ella.

—Tal vez practiquemos un poco de magia ¿Te gustaría? —le dijo Hope mayor a la menor.

La niña empezó a aplaudir y brincar, era la escena más adorable del mundo. Luego se dirigió a las dos chicas que la veían con ternura y las abrazó.

—Muy bien entonces andando —Anastasia se levanto y con su varita hizo un hechizo de transformación que las hizo cambiar de apariencia para que nadie las pudiera reconocer.

Salieron las tres y se dirigieron a la plaza, fueron al cine a ver una película. La pequeña veía todo con emoción era la primera vez que estaba ahí.

—¡Oh vamos! esa película es genial—un puchero apareció en la cara de Hope.

—No veremos una película sobre la ouija Hope, la niña esta con nosotras maldita loca,—le reclamo Anastasia.

—Nunca me dejan escoger.—se cruzo de brazos como niña pequeña.

Anastasia y la niña rieron por su comportamiento.

—Veremos la de los unicornios.—le comento la niña con una sonrisa de superioridad.

Hope como la persona madura que es le saco la lengua. Cuando salieron de la función se dirigieron a comer algo.

—Bien ¿Qué comeremos entonces?—pregunto Ana.

—Hamburguesas—dijeron al mismo tiempo las dos Hope.

Ana jadeo con falso terror.—¡No puede ser! ahora son dos.

Otra ronda de risas se escucho.

La niña le dio una gran mordida a la Hamburguesa.

—¿Cómo te la estas pasando cariño?—le pregunto Ana a la niña con una sonrisa cariñosa.

La niña trago su bocado y contesto:—Muy bien, nunca me había divertido tanto. Creo que es el mejor día de mi vida.

Las dos chicas se miraron y sonrieron ese era su objetivo, que la niña estuviera feliz.

—De acuerdo es hora de hacer nuestra última cosa.—ya habían terminado de comer ahora se dirigían a una tienda de juguetes.

—¿Qué falta?.

—Muy bien Hope escucha con atención, estamos en esta tienda y nosotras te vamos a comprar todo lo que tu quieras.—la niña abrió sus ojos impresionada.—Pero todo esto lo tienes que hacer en un minuto.

—¿Entendiste linda?

—Claro que si.—estaba emocionada.

—De acuerdo entonces en tres.. dos.. uno.. ¡YA!

Y la niña empezó a correr y echar todo lo que podía al carrito pero lo que ni Ana ni Hope contaban es que ella haría trampa. La tienda no tenia casi gente y eso fue una ventaja que la pequeña utilizo por que sin que nadie la viera utilizo magia para meter mas juguetes mientras también lo hacia con las manos.

Las chicas se miraron alarmadas eso no era parte del plan, su cartera sufriría mas de lo previsto.

—Muy bien Hope, el tiempo termino.

La niña les dedico una sonrisa de suficiencia y brinco feliz.

—Vamos a pagar.—claro como no pagaras tu pensó Anastasia mientras la seguían.

Todos a su alrededor las miraban sorprendidos por la cantidad de juguetes que llevaban. Terminaron de pagar para poder regresar al complejo.

Cuando llegaron pudieron ver que todavía no había nadie en casa por lo que después de darse un baño rápido bajaron para poder abrir las cosas de Hope.

—Este me gusta mucho, tenemos que armarlo—señalo la niña al tren que era de tamaño real.

—Mas vale que te gustara costo una fortuna.—comento Hope en un susurro que solo escucho Ana. Por lo que le dio un codazo mientras reía.

Con un poco de Magia pudieron armar correctamente el tren el lugar parecía una juguetería pues todos los juguetes de Hope estaba al rededor del tren. También había un trampolín.

Ahora se encontraban los hermanos Mikaelson en la entrada del recinto, Freya, Kol y Rebekah quienes acababan de juntarse de nuevo con sus hermanos, estaban felices de volver a ver a las chicas.

Cuando estaban por entrar se escucho un sonido muy fuerte dentro de la casa por lo que se pusieron alerta y corrieron adentro.

Al llegar todos se quedaron quietos ninguno creía lo que veía.

—¡Hola mami!—grito la niña cuando pasaba en el tren por donde estaban ellos.

Hayley levanto su mano en forma de saludo pero seguía sin saber como paso eso.

No era la única al rededor pues al rededor del tren había mas juguetes, por otro lado estaba un brincolín que es donde se encontraban Ana y Hope. Luego estaba una maquina de hacer palomitas y había juguetes que parecían estar vivos como el oso de peluche que acompañaba a Hope con ella en el tren. Todo eso gracias a la magia de Anastasia por su puesto.

Las chicas al ver a los adultos dejaron de brincar y se bajaron rápidamente. Corrieron hasta donde estaban todos.

—Llegaron antes—comento jadeando por aire Hope.

—Mucho antes—ahora dijo Anastasia.

La pequeña se bajo del tren y corrió hasta su padre para que la cargara cosa que así hizo.

—¡Papi! mira todo lo que me compraron—le señalo todo el recinto lleno de cosas.

—Ya veo linda.—tenia una sonrisa divertida en su cara.

Ahora las tres se encontraban sentadas en el pequeño sillón mientras que los adultos las veían todos con expresiones diferentes. Hayley estaba sorprendía, Elijah tena una sonrisa en su cara al igual que sus hermanos.

—¿Quieren explicar que significa todo esto?—Hayley ahora estaba seria.

Las tres se voltearon a ver y contestaron.

—No mami.

—Tal vez luego.

—No quiero.

Todos rieron por las respuestas de las chicas.

—Oh lo siento por no ser mas clara. Quiero que me digan que significa esto.—su voz era firme.

—Es culpa de ella.

—Yo ni quería.

—Ellas dos fueron.

Las tres se vieron con enojo por sus respuestas. Mientras le sacaban risas a la familia por eso. Hope empezó a contarles lo que habían hecho.

—... Y así fue como compramos el tren.—termino de contar.

Una carcajada resonó por el lugar y vieron que Klaus era el causante de esta.

—Bien hecho linda estoy orgullosa de ti—le dijo a la niña.

—¿Por que?.—si todos querían saber eso.

—Por haber usado magia para agarrar mas juguetes, se nota que eres hija mía—todos rieron por eso.

—¿Entonces nada mas que decir chicas?.—las tres se vieron pero antes de contestara alguien hablo.

—¡La pizza llego!—exclamo un sonriente Marcel. El había llegado hace rato y jugaron los cuatro juntos pero tenían hambre por lo que el fue por comida.—No me decídia de cual así que compre...—se callo al ver a los presentes.

-¿Marcel que haces aquí?-pregunto una confundida Rebekah.

—¡Rebekah!, vaya yo pensé que llegarían mas tarde—les dirigió una mirada de reproche a las chicas.

—Nosotros también.—susurro Hope hacia el.

Un silencio se hizo presente que nadie sabia que decir. Hasta que la pequeña Hope decidió romperlo.

—Yo quiero pizza.

—¿Trajiste de pepperoni?—la siguieron las chicas.

—Yo quiero de piña-comento Hope.

—Traje tres por que no me decidía.

Los cuatro avanzaron hasta el comedor dejando a los hermanos atrás.

—¿Cómo es que el..?—dejo la pregunta al aire Rebekah.

—Ni lo menciones—contesto Klaus.

Todos habían terminado de cenar. Rebekah y Marcel se fueron a hablar mientras los demás estaban en la sala pasando tiempo juntos.

—¡Vaya¡ ¿desde cuando tienes esa marca Ana?—le señalo Freya el tatuaje de su muñeca que salió de la nada.

—De hecho no lo se, te quería preguntar de eso también..—antes de que le pudiera decir que su hermano Klaus también lo tenia ella salto emocionada.

—Esa no es cual quiere marca, esto es genial. —empezó a caminar hasta un libro que Ana reconoció como grimorio.—Aquí esta, dice que cuando fuimos creados éramos una sola energía pura, que poco a poco y en lo más profundo de su ser, en su corazón, creo una nueva energía dentro de ella. Necesitaba amor, tener su otra parte similar que le arropase, que le diese el amor que como alma demandamos. Para ello tuvo que dividirse y convertirse en dos seres con distintas personalidades pero con un fondo común. Cada uno de esos seres se fue por diferentes caminos de evolución, hasta que, llegado el momento, se volviera a encontrar con su otra mitad, para no separarse jamás.

Todos estaban en silencio nadie sabia que decir.

—¿Qué significa eso Freya?—pregunto Klaus en shock todavía.

—Eso significa que la persona que tenga ese mismo símbolo es su alma gemela.

—¿Eso existe?—Hope era la mas emocionada de todo esto.

—Claro que si, pasa cada cierto tiempo, Las almas gemelas comparten una conexión espiritual que comenzó mucho antes de que nacieran en este mundo.... Y la conexión espiritual compartida que tienen con su alma gemela es solo eso: compartida. Funciona en ambos sentidos, ofrece en ambos extremos y recibe de la misma manera.

—¿Que mas?.—pidió Hope.

—Las almas gemelas tienen una capacidad de conexión rápida. Pueden pasar horas y horas contándose la vida sin miedo. "Sienten un sentido de lo familiar, una sensación de comodidad alrededor de la otra"—dijo con una sonrisa.

Ahora todo tenia sentido en la mente de Anastasia y Klaus ellos eran almas gemelas.

Se voltearon a ver fue una mirada llena de muchos sentimientos.

Capitulo editado: 21-07-22