❏┃𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏 🦋

Hace tiempo que espero la carta de alguien, la cual nunca parece llegar a mi puerta. No sé de quién o qué sea, pero sé que es algo muy importante.

¿Por qué siento que algo me falta?

Está sonando: Ib memory

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»»----> 𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐀𝐒 <----««

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Su nombre era Sakura Nanami. A sus escasos veinte años, ella pesé a tratar de sobreponerse a los obstáculos de la vida e intentar ser resiliente ante su desdichada realidad, no lograba encontrar consuelo alguno.

Esto hacia que la misma frase estuviese en su cabeza durante mucho tiempo la cual cita que...

"Hay personas que están destinadas a tener todo el amor del mundo, lujos, y cosas insignificantes que hacen de su vida más feliz."

"Pero otros simplemente no reciben nada, y solo les queda suplicar las sobras."

La pelirroja salió de sus lúgubres pensamientos, al escuchar el timbre de la caja registradora, pago las compras en el cajero del supermercado dónde se encontraba, y empezó a caminar hacia la salida.

-Al parecer lloverá - alzo su vista hacía el cielo, con unos ojos que carecían de algún destello de luz. Ahí sumida en sus más profundos pensamientos pudo observar una gran nube grisácea posándose sobre de ella.

Las cosas que antes le apasionaban, ahora en el tiempo presente parecían significar nada. Simplemente al principio le emocionaban y después de un tiempo ya no les veía sentido alguno.

Flashback

"La rojiza estaba sentada en lo que parecía ser un escritorio, con la luz completamente apagada, La joven veía el ordenador con total desilusión. Al final soltó un fuerte suspiro y dijo."

-Esto es completamente ¡inútil!- cortó la frase, para después empezar a tallar su rostro intentando quitar de el la frustración que emanaba.

-¡No sé! ¿Por qué no puedo sentir nada por aquello que antes me gustaba?- expreso con unos ojos bastantes mallugados.

-Tal vez en algún lugar del mundo...haya una persona que pueda hacer esto mejor que yo-resoplo pesadamente por la boca.

Acto seguido se levantó de dónde estaba, encamino sus pasos hacia su cama y se tumbó en ella. Enseguida procedió a sacar su celular.

La rojiza comenzó a revisarlo tranquilamente hasta que decidió apagarlo y soltarlo de golpe.

-¡No hay nadie! Nadie que entienda...que es amar a alguien como yo, alguien que comprenda lo que es llorar, y esperar la noche para poder respirar- luego de esto se acurrucó en las sábanas frías como también sucias del futón de su obscuro y frío cuarto, para así hundirse en un sueño muy profundo.

Fin del flashback

-A lo largo de mi vida he aprendido que no soy nada indispensable para este mundo - emitió una risita de desesperanza.

-Ni siquiera conseguí mi título universitario- murmuró, mientras seguía caminando por las encharcadas calles de la ciudad.

-Y lo único que me traía felicidad por un pequeño momento...se encargaron de destruirlo por completo.

Estando así le llegaron a su mente memorias completamente borrosas de lo que parecía ser una caja en medio de un escenario totalmente obscuro, con una luz encima, la cual desbordaba sangre de sus extremos, un pequeño oso de peluche que era negro de un lado y del otro blanco, unos hombres encapuchados sosteniendo un machete, una lápida bajo una tormenta eléctrica y un hombre mayor abrazando a una pequeña niña de tan solo doce años.

-No sé cómo no me he rendido después de toda esto-mascullo, entre dientes.

-Tal vez no le he hecho...porque muy dentro de mi, sigo esperando algo o a alguien, no sé que o quien sea, pero siento que es algo importante- pensó, con la voz en alto - ¿Pero? ¿Qué será?

Después de tener en su mente estás incógnitas por un largo tiempo, llegó a unas grandes escaleras que la llevarían a su calle. Nanami las subió con mucho cuidado intentando no tropezar en el intento. Al estar arriba caminó unas cuantas calles más. Cuando se encontraba a unos pasos de su hogar, saco unas llaves de su bolsillo para posteriormente incrustarlas en la cerradura

-¡Hola ya llegué!- aludió abriendo la puerta dónde pudo observar a su madre y a su hermano Susui sentados, mirando la televisión, cómo también a su hermana mayor Kurami posada en su escritorio trabajando en algo que ella no sabía.

-¡Hola!- respondieron la madre y su hermana de mala gana.

-Esteeee ya traje las compras de esta semana-agacho su cabeza, mientras hablaba con una voz débil y sumisa.

-¿Vas a llorar?-se dirigió hacía ella la señora de mayor edad ironizando sobre la actitud de su hija.

-Te recuerdo que es tu única responsabilidad -subrayó, para cambiar su semblante de uno burlón a uno amenazante.

-¡Pero por lo menos! ¡podrían haber esperado! ¡A que terminara de llover!, ¡hace un frío espantoso a fuera! ¡Y te recuerdo que estoy enferma! - al finalizar dejo caer unas pequeñas lágrimas de sus ojos.

-¡Cállate! Te recalcó que es justo que hagas todos los deberes y mandados de la casa, ¿O quieres que te recuerde? Que ni siquiera tienes un título ni un trabajo estable - Kurami se volvió hacía ella, diciéndole todas sus verdades - ¡No seas Inútil Sakura!

La pelirroja solo apretó sus labios y sus nudillos intentando no llorar.

-¡Ah! Y te aviso que tienes que limpiar el baño, tú decides si lo haces de una vez o dejas que se te acumulé el trabajo - su madre solo volvió a poner su vista en la televisión, mientras daba la orden.

La pelirroja solo se metió a su habitación, ahí se recargó en la puerta y se deslizó sobre esta, hasta que quedo sentada en el suelo.

-Algún día saldré de aquí, y podré ser feliz -bajo su mirar.

Estuvo en esta posición poco tiempo. Cuando al fin se puso de pie una vez más, caminó hacia su cama, se sentó y tomo en sus manos un pequeño oso de peluche el cual era negro de un lado y blanco del otro. Esto para Nanami parecía representar la bondad y dulzura que había dentro de ella, y a su vez, la maldad y el deseo de venganza que había en su corazón. La sed de herir a todos los que alguna vez la hicieron sufrir, ¡y claro! A los que le quitaron a lo que más amaba.
Sostuvo en sus manos al peluche y comenzó a observarlo con unos ojos que parecían representar un alma pura y dulce.

-¡Al fin llegué papá! - sonrió.

-Perdón si no te lleve conmigo, olvide meterte en mi bolso- tras pronunciar estás palabras, pulsó un botón provocando que el oso comenzará a reproducir un audio de su padre.

"Nanami, recuerda dormirte temprano pequeña, mañana tienes escuela, te amó hermosa."

La rojiza abrazo a su peluche apretándolo fuertemente contra su pecho, para finalmente acomodarse en el colchón de su cama, con el fin de dormir tan tranquila y profundamente sin darse cuenta que en su ventana se reflejaba como el sol se ponía.

Al Despertar de su plácida siesta, observo que todo a su alrededor estaba sumido en la obscuridad, por ende comenzó a tallar sus ojos e inmediatamente se puso de pie, prendió la luz y por consiguiente, pudo escuchar un sonido muy relajante tras la ventana de su habitación. Ella se dirigió hacía esta, abrió las cortinas azules e igualmente los ventanales de cristal. En aquel minuto logro dilucidar, un gran escenario, tan gris y umbrío, el cuál le conmovía tanto el corazón. Sakura miro las gotas de agua impactando contra el suelo, y de igual modo inhalo el tan reconfortante olor a tierra que entraba por sus fosas nasales.

-¡Por Dios, me trae tantos recuerdos de mis tiempos de bachiller!- exclamó la joven mientras colocaba sus mejillas sobre las palmas de sus manos, cerró los ojos y una amplia sonrisa se dibujó en su rostro.

Fue entonces que le llegó un pequeño recuerdo de ella, donde parecía tener el cabello largo. Estaba viendo hacía fuera de la ventana de un salón de clases. El escenario era tan gris y bonito, pero después la Nanami del recuerdo dirigió su vista, a un rincón del Lugar, ahí vio a un chico y una chica abrazándose, pero está en su mente solo los recordaba a ambos como una sombra de color negro, sin rasgos definidos, fue entonces que el recuerdo se desvaneció rápidamente, debido a esto Sakura volvió a su realidad.

-¿Por qué me siento tan despreciable? - formuló con una voz temblorosa. A la par que sus ojos comenzaron a brotar unas cuantas lágrimas cristalinas.

Pero en ese punto, sonó su teléfono provocando que se distrajera, y volteara a ver hacía él.

Ella se secó las lágrimas, tomo el celular, y lo coloco en su oído, la chica procedió a decir...

-¿Hola? Quien habla - enuncio la señorita muy confundida.

-Soy yo, Naomi, amiga- contesto la voz del otro lado del teléfono.

-¡Oh! Eres tu Naho ¿Qué es lo que ocurre?- entonó, pelirroja con una voz monótona.

-¿Tienes tiempo de hacer video llamada?- pregunto con una voz bastante entusiasmada.

-Este, pues déjame ver si mi mamá está en casa, porque si está me va a regañar - expreso Nanami.

-¡Okey, entonces te espero! - tras esto colgó el teléfono.

Nanami rápidamente se dirigió hacia la puerta de su habitación, la abrió cuidadosamente. Estando completamente abierta, observo cómo todas las luces de la sala y cocina estaban apagadas, por lo que todo estaba en completa obscuridad.

-¡Mamá!, ¡Kurami!, ¡Susui! - intentó llamarlos, pero ninguno de estos atendió al llamado, la chica comenzó a caminar por toda la casa, abriendo todas las puertas de esta. Al final no logro dar con ellos. Así que rendida soltó un suspiro pesado, caminó de nuevo hacia su habitación, y finalmente cerro la puerta de un portazo.

La pieza de Nanami era de un color beige con una luz del mismo color, tenía una ventana con cortinas azul marino, su cama igual tenía cobertores de ese mismo color y un pequeño escritorio, con una laptop y una lamparita.

La de cabello corto caminó hacía este, y encendió la computadora del botón, puso su contraseña, y entro a la video llamada.

-Hola, Naho- saludo haciendo una señal con su mano.

-¡Oh Sakura te ves tan mal!- La chica, la cual tenía el cabello totalmente negro con un flequillo en su frente, acercó su rostro demasiado a la pantalla, abriendo su boca en forma de círculo.

-¿Por qué lo dices?- Planteó a Nanami jugando con sus dedos.

-¡Pues tienes demasiadas ojeras! Aparte te veo más delgada- replicó alejándose un poco de la pantalla.

-Pues solo puedo decir que me encuentro bien- inclinó su cabeza - ¡¿y tu Naho cómo te encuentras?!

-Pues....- formó una sonrisa nerviosa - ¡adivina! ¡me voy a casar con el chico con el que te conté que salía desde bachiller! Aparte conseguí un nuevo trabajo donde me van a pagar cuarenta mil yenes al mes- sonrió de oreja a oreja.

-¡No puedo creerlo Naho!- se tapó la boca - sabía que era él ¡al fin encontraste a tu alma gemela!

-¡Si!, ¡si! Ya lo sé, ¿pero tú cómo vas? Te acuerdas que te leí las cartas y me salió que ibas a encontrar a tu alma gemela, y tú me dijiste que te gustaban dos chicos ¿Qué paso con ellos?

-Pueeees...-mostró una cara nerviosa y toda esta se le coloreo de rojo - pues solo puedo decir que no fue real. Las cartas no son reales, lo único que me llegó fue una orden de alejamiento por parte de esos dos.

En aquel pequeño segundo le llegó a su mente un pequeño recuerdo de ella observando a dos chicos tras de un árbol, con una cara pícara y con un gran sonrojo en ambas ocasiones.

-Una demanda por infracción a la ley y la humillada de mi hermana y mi madre por no recibir el título universitario-sonrío entre dientes.

-¡Queeee!- al oír la historia, quedo completamente boquiabierta.

-Te digo que las cartas no son reales, ni tampoco el horóscopo, son solo ¡simples mentiras!- bajo su mirada.

-No amiga, te digo por qué te pasa eso, es por qué tienes una mentalidad ¡fataaaaal!-alargo la última vocal- y por esa misma mentalidad que tienes solo atraes a tu vida cosas negativas.

-No, claro que no- Negó con la cabeza.

-¡Sabes! He intentado muchas veces atraer cosas buenas a mi vida, ¡tantas! Que ya perdí la cuenta- miro hacía otro lado.

-Y estoy empezando a creer que los sueños se vuelven realidad para algunas personas, pero para otras no. Aun y cuando demos todos de sí para conseguir lo que tanto anhelamos y nos cansemos de pedir tantas veces lo que merecemos... ¿Sabes? Simplemente el universo no está de parte de todos, y esa es la simple verdad.

Al amanecer siguiente, Sakura se paró de su cama muy cansada, ya que la noche anterior se la había pasado hablando con su mejor amiga Naomi. Tallo sus ojos con sus manos, se dirigió hacía el baño donde se dio una pequeña ducha, al salir cepillo sus dientes y se puso su traje de maestra. Estando lista se observó en el espejo. La rojiza miró su reflejo con unos ojos apagados y se preguntó.

-¿Todavía quedará tiempo para mí? -Tanteo, expresando cansancio en sus palabras. Luego de este dilema salió de su habitación, ahí se encontró a su hermano Susui preparándose un café para irse después al instituto.

-¡Buenos días, Susui! - saludo a la pelirroja.

-Buenos días - contestó su hermano emitiendo una voz bastante cortante

Nanami solo bajo de nuevo su cabeza, Estuvo así un tiempo hasta que su hermano le dijo.

-¿Tienes miedo verdad?- la miro de reojo.

Nanami alzó su mirar y abrió sus ojos bastante grandes.

-¿A qué te refieres?- replicó la chica.

-Tienes un miedo insoportable de ir a trabajar, ¿verdad?- manifestó, de nuevo el muchacho.

-Yo- yo...

-¡Si! Tienes miedo, también tienes demasiado pavor de regresar aquí a la casa aunque antes este fuera tu refugio para ocultarte de la sociedad- soltó un pesado suspiro para luego dirigir su cuerpo hacia ella.

-Sabes no me lo puedes ocultar, aunque nuestra relación no sea ya la de antes, sé que te estás muriendo por dentro y eso solo hizo que mi mamá y Kurami terminaran aborreciéndote- soltó sin compasión alguna.

Escuchar estás palabras provoco, que Nanami arrugara con sus manos su falda. Ella volvió a agachar su cabeza, formando en su rostro una mueca de dolor, pero trató de ocultarlo, volviendo a ponerse firme ante la situación.

-Estás ardiendo Nanami - enuncio fríamente.

-¡Eso es ridículo yo no!...

-¡Estás ardiendo! ¡Toda tú estás en llamas! Y tienes que darte cuenta de una vez Sakura- corto con una voz firme y concisa.

Al terminar está profunda conversación con su hermano Susui, salió de su casa con mucha determinación, intentando enfrentar un nuevo día más en su vida, camino por las húmedas y fría calles de Tokyo, tratando de llegar a la Primaria en la cual trabajaba, pero olvidaba algo, ella olvidó de nuevo meter a su bolso su oso de peluche sin saber que este sería por mucho, el peor error de su vida. Cuando llegó ahí enseñó su credencial para qué la dejarán ingresar a la institución, en el momento en el que la dejaron pasar camino hacía la dirección. Estando dentro dejo sus pertenencias en una mesa.

-Buenos días, señorita Saki - Saludo, con mucho nerviosismo.

Su jefa solo dirigió su vista hacía ella.

-¡Llegas a tarde idiota!-pronunció cruzándose de brazos.

-Lo siento lo que pasa es que ocurrió un accidente en el camino y yo....

-¡Cállate! ¡En tu estúpido contrato está especificado! ¡Que tienes que llegar a las siete en punto!-señalo una hoja en blanco.

-¡Lo siento le juró que no volverá!...

No dejo que acabará su frase cuando la agarro la camisa y la estrelló contra la pared.

-Eres una completa inútil, ni siquiera puedes llegar a la hora debida- Nanami al oír esto, abrazo fuertemente sus piernas, y hundió su cabeza en medio de estas.

-¡Eres una perra inservible! - al terminar estás palabras se agachó a la estatura de ella.

-¿Y sabes que hacen con los sucios perros inservibles cómo tú?- la tomo del mentón, haciendo que la mirara fijamente a los ojos.

-Los ponen a luchar contra los demonios, y estos los matan de las peores maneras posibles. Los inservibles cómo tú están destinados a ser sucios devilhunters- se levanto y se limpió la mano con la que tomó el mentón de Sakura en su falda.

-¡Así que más te vale ser alguien útil para esta sociedad! Si no quieres terminar convirtiéndote en carne molida-emitió una voz seca y áspera.

-Pero no creo que dures tanto tiempo a salvo, después de todo eres una pobre inepta- Ente esto la pelirroja apretó fuertemente sus labios.

-¿Cómo puede estar a salvo alguien a quien su propia madre odia profundamente?- escupió hacia ella para después exclamar- ¿tienes algo que decir en tu defensa?- la miró con un aire de superioridad.

-¡Lo siento!, ¡Lo siento!, ¡Lo siento!, ¡Lo siento! - ella finalmente estalló en llanto y comenzó a morder sus dedos - ¡pero por favor! No te burles más de mí.

-Bueno, en fin te espero en el salón, y ya deja de llamar la atención, todos nos están viendo ¿acaso estás loca?- Giro los ojos y torció la boca, y a continuación se marchó de la oficina en dónde se encontraban soltando una gran carcajada.

Cuando su jornada laboral finalizó, Nanami salió del instituto, bastante derrotada y con un sentimiento de vacío en su corazón. Sus ojos parecían no expresar nada, daba pasos bastante lentos, el camino era de un color completamente gris, al parecer volvería a llover en la ciudad. Camino haciendo el mismo recorrido. Cuando llegó a su hogar colocó las llaves en la cerradura de la puerta, en el momento que estuvo abierta, vio que su mamá y su hermana la estaban esperando en la entrada con su oso en mano.

-¿Ese es mi oso?- abrió los ojos como platos.

-¡¿Así que es con esta estupidez?! ¡¿Con la que te la pasabas todo el día encerrada en tu cuarto?!- la enfrentó sosteniendo su oso de una extremidad.

-¡Mamá por favor devuélveme mi oso!- extendió sus manos en forma de petición- ¡Es lo último que me dejó mi papá! - imploro de nuevo

-¡Nanami! ¡¿Por qué ese sucio oso tiene las grabaciones de mi papá?!- interrogó Kurami.

-¿Acaso estás enamorada de papá?, ¡maldita incestuosa de mierda! ¿Te tocabas oyendo su voz?- se mofó formando una sonrisa burlona.

-¡Cállate! ¡Callate la puta boca Kurami! - ¡Mi papá murió de la peor forma por su asquerosa culpa! - Dijo dejándose llevar por el sentimiento de furia que invadía su corazón- ¡El solo quería que lo amaran! ¡Como yo también quería que se sintieran orgullosas de mi! Pero ustedes solo querían su dinero ¡Malditas hijas de puta!

-¡Cómo te atreves a hablarnos así!- la señora de mayor edad se acercó a ella para soltarle una cachetada, pero al instante nuestra querida pelirroja le tomo el brazo y se lo retorció para al final empujarla hacia tras.

-¡¡No voy a dejar que me vuelvan a lastimar! ¡¡Desde ahora voy a hacer sufrir a todos aquellos que me hicieron daño!!

-¡Ah sí! Pues prepárate porque no vas a volver a ver ¡¡en tu perra vida!! ¡A este maldito oso!- la mujer tomo un encendedor lo prendió y lentamente lo acerco al oso.

Pero Sakura actuó rápido, al agarrar una botella de gasolina que estaba justo alado de ella.

-¡Inténtalo! Y volaré la casa en mil pedazos- arrugó sus cejas.

-¡Maldita loca!- sonrió cínicamente la señora abriendo sus párpados al extremo.

-¡Si no me das mi oso ahora mismo! ¡nos morimos todos aquí! - se le saltaron los ojos, mientras que en su mente se reflejaban todos los bellos momentos que vivió junto a su madre.

-¿No le temes a la muerte de Nanami?- cuestiono su hermana sin ninguna expresión en el rostro.

-¡No! ¡Eso es lo que más deseo! - sonrió, dejando caer unas cuantas lágrimas por sus mejillas -¡solo quiero volver a ver a mi papá!

La habitación quedo en un total silencio, la tensión se apoderaba de aquel sitio. Seguidamente la señora apagó el encendedor, le lanzó el peluche a su hija la cual lo atrapó rápidamente, y ella empezó a llorar desconsoladamente.

-¡Lárgate! ¡Largate de mi casa no quiero volverte a ver por aquí! ¡¡Lárgate!!- Nanami asintió con la cabeza, se dio la media vuelta y se dispuso salir de ahí, pero antes vio de reojo como sus hermanos estaban consolando a su madre que se re costaba sobre la mesa dónde, vivió y saboreó los momentos más exquisitos de su vida.

Ella salió corriendo con la frente en alto, ya que por fin sería libre de ese infierno que la atormentaba. Corrió bajo la obscura y húmeda noche intentando buscar un lugar en el cual descansar, hasta que encontró un espacio lleno de lonas azul marino y cajas, este lugar ante sus ojos parecía representar la profunda y brillante noche.

-¡Este sitio es perfecto! - resopló con la nariz.

-Hoy dormiremos aquí papá sé que es sucio y un poco húmedo, pero te aseguro que estaremos bien - abrazó fuertemente su oso para luego agarrar un costal que había por ahí lo tomo y se tapó a ella y a su oso.

-Buenas noches, papá - lo beso en la frente y después cerro sus ojos para quedarse completamente dormida.

Luego de unas pocas horas el ruido de la calle se intensificó impidiéndole dormir de nuevo. Se levantó, se sentó en una caja que estaba al costado de ella y tomo a su oso en sus manos para analizarlo fijamente, fue ahí donde vio algo raro en el. Observó que de la parte trasera del peluche sobresalía una cuerda blanca la cual flotaba como si de algo mágico se tratara.

-¿Qué carajos es esto?- se preguntó para después proceder a jalar la cuerda, al terminar su acción vio como su oso comenzó a volar muy alto, Este soltó un brillo que la hizo taparse los ojos.

-¡¿Qué carajos?!- grito muy asustada.

Al terminar esta extraña situación observó por una rendija de sus dedos y pregunto.

-¿Papá, eres tú?

¡No soy tu papá niña estúpida!

¡Pupúpupu!

Nanami se destapó los ojos y miro lo que estaba frente a ella.

¡Un demonio!

¡Así es Humana!

Hola mis amores aquí les traigo el primer capítulo de este fanfic. Y si ya se está historia que está bien culera y que tengo un chingo de errores, pero no me puedo quedar haciendo nada sin contarles esta hermosa historia que creé hace tiempo y a la cuál le tengo mucho cariño.

Y como se que probablemente no me van a aceptar en la uni, me propuse terminarla, en o antes de diciembre.

Así que disfruten!!!

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